MARTITA
La superculona chica que vence a todos.
Primera parte: El contacto
La niebla de la mañana nos daba una fria recepcion a nuestra piel en el campamento de retiro evangelico. El dia de ayer habiamos tenido que caminar hasta la cima del cerro Las Matas bajo un sol abrazador llevando nuestras mochilas en la espalda.
Era logico que el cambio brusco de clima produjo muchas gripes y fiebres que amenazaban con hechar a perder la alegria del fin de semana.
En mi caso particular la gripe era algo que me daba con facilidad pero por alguna extraña razon en esa ocasion resulte ser uno de los pocos sanos y felices en la temperatura de la montaña.
Despues de entonar algunos canticos nos dividimos en pequeños grupos para ir a reforestar la zona segun era el plan para el primer dia. Dentro de cada grupo nos repartiamos el trabajo por parejas. Ahi fue donde me senti por primera vez muy confortado por el calor humano de Marta (Martita de cariño), ella era diferente a las demas chicas, muchisimo mas amable y comunicativa que cualquiera. Pero definitivamente mi ansiedad se mostraba mas caliente al sentir cerca de mi la presencia de su inusual superenorme culote.
Era muchisimo mas grande que un culo grande normal !. Era tan ancho que ella tenia ciertos problemas para caminar, sin embargo ella era poco atractiva para muchos debido a su gordura que hacia que su trasero se viera todavia mas ancho y robusto. Pero cualquiera de ellos se arrepentiria de sus palabras si supiera el placer que es capaz de dar.
Ella media 1.80 mts, (de mi misma altura), piel blanca y complexion completamente robusta con pechos de tamaño normal. Tratando de disimular lo mas posible dicho placer mental me puse a trabajar al lado de ella platicando algunas cosas. Ella hablaba de que la dieta la ponia de mal humor y yo trataba de animarla a no tomarlo tan en serio. Nuestro trabajo consistia en palear tierra suave de una ladera arrojandola hacia un lado hasta formar unas montañitas que otros despues usarian para llenar bolsas.
Yo trabaje con mi mejor entusiasmo y energias sacando el maximo de tierra con mi pala de manera constante. Pero despues de hora y media me di cuenta que la cantidad de tierra extraida por mi era solo la mitad de lo que habia sacado Marta. Ambos nos quedamos mirando, no podia aceptar que una mujer pudiera hacer mas trabajo fisico que yo. Pense que tal vez a ella le toco tierra mas suave y por eso me gano, apagando mi sentimiento de humillacion.
Marta trato de no hablar de ello para no hacerme sentir mal, sin embargo no me extrañaba tanto ya que yo habia visto antes a mujeres haciendo mas trabajo que hombres en el campo y ademas de eso ella tenia unos brazos gruesos con manos regordetas de las que algunos decian que tenian una enorme fuerza.
Sentia que habia magnetismo entre nosotros, estabamos algo asi como enamorados en un plano menor. Al llegar el mediodia ella me dijo: -Vamos a tomar agua y a descansar un rato.
Nos fuimos caminando lentamente, yo por dentro estaba muy emocionado, casi podia escuchar un ligero retumbar cada vez que ella movia las caderas de lado a lado para caminar. De no haber sido que una amiga nos estaba mirando sonriente de forma muy maliciosa como si presintiera que yo queria apoyar mi pequeño pene entre aquel mundo de nalgas.
Cuando llegamos a nuestras cantimploras ya estabamos lo suvicientemente lejos de los demas, entonces en mi cabeza me dije a mi mismo: -Ahora o nunca. y directamente le exprese. -Disculpame Martita pero vos estas bien buena, por favor dejame rebanarte. Casi inmediatamente ella respondio; -Oh... Melvin claro que si.
Nos besamos en la boca y susurramos el uno al otro. -Mi amor. Caminos hacia unos altos matorrales y en cuanto estuvimos fuera de la vision de cualquiera nos apretamos para unir nuestros calores. No pudiendo esperar mas para excitarme coloque mi pene en el amplio esplendor carnal de su robustisimo muslo derecho y mis manos fueros a dar directamente con el trasero mas excitante del mundo entero contra el cual no existe rival. Sus poderosos brazos me abrazaron con deliciosa fuerza.
Ni corto ni perezoso mi miembro cumplio automaticamente con su alargamiento y endurecimiento. Casi por instinto me deje ir al suelo de espaldas para que todo el peso excitador de su robustez cayera sobre mi. Senti sus muslos mas duros todavia y sus gigantescas nalgas eran firmes pero faciles de hacer mover.
Mi excitacion llego a un limite insuperable y mi boca succionaba con la mayor fuerza que mi vida podria dar. Mas aun en el momento en que succione uno de sus pezones ella se emociono y sujeto mis brazos que vibraban por puro reflejo nervioso de querer tener las manos deslizando por el mas seductor trasero que he tenido en mi vida.
Marta se detuvo un instante muy pequeño para preguntarme: -Verdad que las mujeres somos mas fuertes que los hombres?. Mi respuesta obvia e inmediata es innecesaria de relatar.
No tardo mucho para que mi pene penetrara su vagina y siguieramos en la misma posicion durante horas hasta llegada la noche cuando ambos nos preocupamos de que nuestra ausencia se notara y regresamos al campamento.
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