MARTITA

La superculona chica que vence a todos.
Segunda parte: La dominacion

Cada uno se dirigio a su tienda respectiva. Creia que nadie habia notado nuestra pero en eso recorde que Cynthia nos habia estado observando nerviosamente mientras sacabamos tierra, tambien me entere de que fue ella quien recogio nuestras herramientas y por supuesto noto nuestra ausencia.
Dias antes habia escuchado decir que ella me admiraba y sentia algun interes por mi pero la verdad que a mi no me gustaba su caracter. Era seguro que en esos momentos ella estaria triste tratando de imaginr lo que Marta y yo habiamos hecho, tambien tendria sentimientos de inferioridad en cuanto a su comparacion fisica contra las nalgas de Marta.
De hecho Cynthia era algo robusta pero sin llegar a la gordura, habia jugado voleyball por lo que tenia solidez en los brazos. Su trasero era grande pero dentro de lo normal. Era tambien conocida por aparentar tener fuerza y coraje. Media como 1.65 mts y sus antebrazos eran normales y no me parecia que fuera mas fuerte que mi aunque yo esperaba lo contrario. A ella no le gustaba estar sin novio y en estos momentos estaba sin uno.
Pero ella era historia para mi. En la maņana seguimos trabajando en lo mismo. Trabajamos juntos en silencio como si nada pasara, ambos sabiamos que apenas terminada la jornada de reforestacion tendriamos una enorme cantidad de tiempo disponible. En un momento cualquiera nos estamos besando y hablando de donde seria nuestro escondite sexual para esta tarde-noche. Cynthia nos observaba desde lejos sin poder escuchar lo que deciamos.

Apenas estuvimos libres buscamos un buen escondite entre el alto monte y empezamos nuestro roce amoroso. Ella flexiono sus brazos para dejar ver sus biceps, eran como dos enormes piedras solidas. Mientras tanto yo besaba cuanto podia de su ancho pecho y mis manos acariciaban sus poderosas caderas seductoras. Mi pene buscaba contacto con su vagina, sabia que debia hacer eso para que ella no buscara dominarme bruscamente con golpes o algo asi ya que estaba muy encendida.
Durante el sexo Marta sujetaba mis debiles brazos contra el suelo mientras mi boca succionaba su delicioso pezon grueso y ancho.

Repetiamos la misma rutina durante los siguientes dias hasta que una vez Cynthia nos encontro en un momento en que Marta estaba inclinada hacia adelante para poner en el mejor esplendor posible la inmensa area de su trasero. Yo mientras tanto presionaba en lo mas posible mi pene contra dicha masa gimiendo del gusto y acariciando su majestuosa espalda.
Por mero instinto animal de supervivencia Cynthia me abrazo aprobando mi accion. -Que rico!. Dijo ella con verdadera voz de placer y extendio una mano para acariciar un lado de una nalga de Marta. No hubo ninguna discucion, simplemente ahora eramos tres en armonia sexual entendiendonos sin necesidad de palabras.
Comprendiendo su visible desventaja contra el tamaņo del trasero y la fuerza de Marta. Cynthia la beso en los labios y le dijo: -Vos estas bien buena mi amor, sos mas fuerte que yo, que culote que tenes! me gusta.
Entonces nuestra poderosa amiga me agarro de la camisa y me lanzo al piso, tambien hizo lo mismo con la intrusa. Se coloco sobre los dos y ahora cada uno le mamaba una teta al mismo tiempo que era aplastado en el vientre por su respectivo muslo. Creo que Cynthia lo disfruto tanto como yo mientras nuestra dominadora sujetaba nuestros inutiles brazos haciendonos imposible cualquier movimiento.
Marta se desnudo y permitio que nuestras bocas vagaran por todo su cuerpo, sus pantorillas eran enormes y sus nalgotas desnudas eran el cielo. Ahora el interes de ella era mas la sumision de la intrusa a quien obligo a confesar su inferioridad amenazandola con el puņo cerrado pregunto: -Quien es mas fuerte?. Cynthia de rodillas dijo: -Vos mamasota. Mostrandose recia nuestra reina la sujeto de la camisa y la movio fuertemente para colocarle su boca en la vagina. La sometida chica no tuvo otra que besar y mamar las partes del cuerpo de Marta mientras yo me encargaba de complacer cualquier otra parte.

Despues me toco a mi cogermelas a las dos. Primero Marta y despues a Cynthia quien se coloco sobre mi sujetando mis brazos al igual que lo hacia la primera. No se necesito de nada mas para que los tres comprendieramos que ella tambien era mas fuerte que yo. Boca arriba contra el piso no senti mayor diferencia de lo que mi martita me hacia. Simplemente una mujer me estaba haciendo el amor a la fuerza y al mismo tiempo demostrando que una mujer podia vencer a un hombre facilmente y durante muchas horas.

Cuando acabamos en la madrugada, nos levantamos sin decir nada mas que intercambiar algunos vesos. Marta ya no estaba y Cynthia a pesar de la noche de placer no mostraba ninguna sonrisa ni mucha alegria.
Trate de conversar un poco y le dije: -Caramba, que rica que es Marta, verdad?.
Ella se dirigio furtivamente a mi y ahi fue donde senti por primera vez el real poder de su femenina pegada. El puņetazo me hizo caer de bruces contra un arbol. - Tenes que dejarla. Me dijo.- No podria hacerlo aunque quisiera, es demasiado fuerte y nos puede hacer daņo. Le respondi.
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