Venganza de un Intento de Violaci›n... Escrito por nutwreckr Traducido por Seba Michelle es una adolescente de Detroit. "Shell" como sus amigos la llaman, tiene corto pelo rojizo, piel blanca con pecas. Ella no era una chica grande pesaba solo 51 kilos y mediacinco pies de altura. Su esbelta figura parecia a la de las chicas de 90210. Shell habia practicado karate por aos por insistencia de su padre al tener que crecer en un barrio dificil en el centro. Ella hasta esta noche no habia encontrado uso para ese deporte y lo consideraba inutil. Tarde una noche, mientras Shell estaba estudiando en la biblioteca pœblica localnot› a un muchcacho mayor que ella, de probablemente 16 aos, mirandola. Ella se cambio de mesa varias veces y el pronto aparecia de nuevo, a veces parcialmente escondido. Cuando la biblioteca cerr›, ella lo perdio de vista y asumio que se habia marchado. Michelle recorrio el camino a su casa por calles oscuras. Cada tanto tenia la sensaci›n de que alguien la seguia. Ella se fue poniendo mas nerviosa mientras mas caminaba. De pronto, el sonido de latas chocando hizo que Shell se sobresaltara y girara hacia la fuente del sonido velozmente. Un gran gato gris de aspecto callejero le clavo su mirada en respuesta. Ella sabia que estaba preocupada por nada y siguio caminandocon prisa. Cuando Shell lleg› a la parada de autobus, un bamco y una modesta seal junto al cordon, se encontr› esperando sola. Mientras se acomodaba en el frio banco, no escucho nada. Esta parada deautobus estaba al regreso de un recorrido con pocos pasajeros. Saliendo de la oscuridad se acrec› el chico de la biblioteca. Shell no lo not›. El usa remera y pantalones amplios negros. Sus uzadas zapatillas (tennis) no hacen ruido mientras el camina sin rumbo. Tay-Ray como lo llama su pandilla, es muy peligroso. El pasa el d­a levantando pesas y alardeando con su pandilla sobre sus "victorias". Como pandillero en una zona de mala muerte,su rutina diaria incluye contestar su pager, juntar dinero de sus clientes y distribuir el producto mas preciado de la calle...Crack. Tay le ha disparado a otros 2 pandilleros y ha violado a dos chicas de bandas rivales. Su disposici›n es "que se joda el mundo". Cuando Tay doblo la esquina de la construcci›n en frente de la parada de bus, par› y clavo la mirada al "premio" que vio en la biblioteca mas temprano. Su plan es simple, sentarsele al lado y ver que hace. Si tarda mucho en levantarse para irse,el penso "debe quererlo!" entonces con un rapido movimiento salio a la vereda y se acerc› al banco. Sobresaltada por la acci›n de Tay, Shell mira como el se para y luego sienta junto a ella. Ella mira a un lado y a otro expectante y nerviosa. Tay a centimetros de ella, cuenta los segundos. Shell reflexiona si pararse para irse, "pero para ir a donde?" se pregunta "si me alejo caminando puedo perderme el bus, lo que me dejariaen verdaderos problemas". "Adem s el no hizo nada aœn....el puede no querer nada". Antes de que Shell terminara sus pensamientos, el se deslizo m s cerca y dijo "Hey nena, quieres algo de acci›n esta noche?" Shell confirma sus previas sospechas y mira el sueloen silencio. Tay hablamas fuerte, esta vez mientras la toma del brazo "Hey, meoiste?". Shell lo mira y desvia la mirada, negando. "Bueno, yocreo que lo quieres esta noche..." mientras Tay desliza su mano hacia la ingle de ella y la pellizca suavemente. La mano de Tay la hace saltar en el sitio y ella lo toma del brazo para apartarlo. El joven rebelde le pellizca la concha mas fuerte al punto donde le duele. Sin dudas ella se pone de pie y le saca la mano de sus jeans. Ella lo enfrenta y le dice "metete el dedo a vos mismo pendejo" y se aleja caminando. Tay estupefacto se para lentamente y se le acerca diciendole "Hey, nena, no tienes que jugar dura para obtener............" Shell le advierte que mejor se mantenga lejos o lo va a lamentar. Tay ignora la advertencia y se acerca. Shell dice "detente justo all­ o lo pagaras!" Tay sonrie y se detiene pero le contesta "Esta bien nena me gusta rudo." Mientras ,l se acerca, Shell se prepara para una patada frontal. Seis, cinco, cuatro pies de distancia. HIIIIIYAAAAA! Ella grita pateando al atacante en el estomago con perfecta precisi›n. "Ughh" Tay grue mientras se dobla. Se endereza rapidamente y carga contra ella como un jugador de football americano. La toma en un abrazo de oso,con los brazos de ella atrapados junto con el tronco. El proximo movimiento toma a Shell desprevenida cuando ,l levanta su pequea figura y la deja caer sobre su rodilla duramente. La conchita de ella impacta en el musculoso muslo de ,l y el dolor estalla en su entrepierna! El la levanta de nuevo y la deja caer aun m s fuerte sobre su rodill, arrancandole un agudo chillido de dolor de la cautiva muchacha. Mientras ,l la levanta de nuevo ella ruega "Noooooo Pooorrrrffaaavvvoooor noooo deeee nuueevvoo" y ,lsin piedad ladeja caer de nuevo,esta vez soltandola. El tieneuna rodillahicada entierray ella esta sentada en la otra. Los ojos de Shell se llenan de lagrimas porque el peso desu propio cuerpo aplasta su maltratada chochacontra su muslo. Shell cae de lado en el duro cemento. Pero esto es mejor que lo anterior ella piensa. Ella rapidamente formula un plan y le dice a su atacante "Esta bien, esta bien, hare lo que quieras....." Tay sonrie como respuesta. El le dice que se saque los pantalones y se ponga en posici›n. Michelle se sienta y desabonota sus jeans, levanta su cola del suelo y se saca los pantalones. Ella esta usando una pequea bombachita finita y pequea. Tay le ordena sacarsela. Ella dudando se la saca y la pone a un lado. Su pelo pœbico es rubio y forma una franja que termina en sus labios. Tay la urge "ponte en posici›n"........."ya sabes a gatas". Mientras Michelle se da vuelta sobre sus rodillas lo ve a ,l bajarse los calzoncillos listo y dispuesto. Tay, como ella nota es normal en cuanto al tamao de su verga, pero con dos muy grandes test­culos. Cuando ,l se arodilla para montarla, Shell menciona suavemente "dejame guiarla adentro mio..." ella estira su mano entre sus piernas hacia el miembro viril de ,l. Tay se acomoda para dejarla tomar lo que quiere. Michelle le acaricia el pene hasta tenerlo totalmente erecto y comienza a jalarlo hacia su expuesta concha. Cuando la punta de su verga toca los expectantes labios de ella ella suelta el pene y se estira m s atras....por sus BOLAS! Michelle las agarra firme en su puo, hundiendo sus uas en su saco escrotal. Tay se arqueo hacia atras sorprendido y gimio "ARRRRGGGHHHH SOLTAME LAS PELOTAS PERRA!......Michelle se las exprime mas fuerte haciendolo rogar y lloriquear. Mientras el se hagacha por el dolor que ella le esta provocando en los huevos, ella rapidamente cambia manos, encarandolo. Con un poderoso empellon en su pecho, Shell empuja al muchacho hacia atras haciendolo tomarse con dolor, "Recuerdas pellizcar los labios de mi concha pendejo?" Shell lo desafia apretandole con mas fuerza las cautivas bolas de carne masculina. Los ojos de tay se ponen en blanco mientras asiente repetidamente. "Bueno como se siente esto?....tu verga (pene) se esta poniendo mas pequeo y tus pelotas estan empezando a ceder....Que deber­a hacer?" Los ojos de Tay comienzan a lagrimear mientras las uas de Michelle se hunden mas profudo en sus presionados huevos. Shell comienza a hacerlas rodar duramente en su mano mirando la cabeza de tay temblar. "Por favor Seorita Yo no hablaba en serio.......aaaaaAAAAA" Tay contest›. Tay no es un hombre astuto pero sabe que si su brazo deja de darle apoyo, sus bolas seran arrancadas por su captora. Michelle suelta los achatados test­culos de tay y este cae de espaldas aliviado. Sus piernas estan separadas dejando sus pelotas colgar largamente entre sus piernas. Michell pensando en el dolor que su conchita soport›, dice "Recuerdas dejarme caer sobre mi concha?" Tay asiente. "Bueno prueba esto a ver como te queda..." Shell se deja caer sobre su rodilla derecha en la entrepierna de Tay empujando sus pelotas al final de su escroto aplastado conra su ingle. "UUUUGHHHH!!!!" Tay grita en respuesta. Las manos de ,l van a la rodilla de ella sosteniendola, esperando que Michelle no ponga mas peso en ella aplastandole las gonadas aun mas. "Se siente bien, No?" Ella se burla mientras clava su rodilla en sus ahora hinchadas bolas. "Me quieres coger ahora?" ella lo desafia. Shell se para anta tay mientras el se masajea las amorotonadas bolas "Esperoque hayas aprendido algo..." Shell le dice. Cuando Michelle se agacha para tomar su bombacha y jeans las manos de Tay disparandose la agarran de los labios y el vello vaginal de un solo agarre. Shell sorprendida cae de rodillas al lado de ,l mientras el leclava las uas en su protuberante rosado clitoris. Eldolor estalla en su concha cuando ,l le lastima los ya amorotonados labios vaginales. Michelle cae de espalda quedando con Tay haciendo un 69. Ella alcanza sus expuestas pelotas y le agarra el escroto justo arriba de los huevos en su puoy tira de el mientras gira hacia ,l. Tay le pellizca el clitoris fuerte entre su pulgar e indice como un cangrejo a su presa. Shell se agacha y gime mientras losdedosde Tay trabajan duro en su ya enrojecido clitoris. Cuando Michelle logra poner su atenci›n de nuevo en las grandes bolas que su puo izquierdo mantiene expuestas ella lleva su brazo derecho atras y asesta un puetazo que impacta en las bolas de Tay certeramente. Sus bolas se estrujan entre los duros nudillos y la mano izquierda de ella. Tay inmediatamente la suelta y le ruega que se detenga. Michelle toma impulso y estrella su puo denuevo en sus bolas que se hiban ablandando. PLAP ! se escucha desde su ingle. Tay gimotea pidiendole que se detenga y Michelle continua sin compasi›n PLAP PLAP PLAP ella le deja las bolas hechas papilla. Despues de 5 o 6 puetazos Tay pierde el conocimiento. Michelle se detiene, sosteniendo las pulverizadas bolas de ,l en su mano izquierda para admirar su trabajo. Ella nunca hab­a golpeado las pelotas de un tipo antes, ni hablar de golpaer un par hasta destrozarlas. El gelatinoso saco escrotal la hizo sonreir. La vista de su empequeecido pene y un poco de semen saliendole la hizo sentir completa. Ella uso sus dedos para apretar el pulposo saco entre sus dedos sabiendo que la masculinidad de un sujeto adolescente fue tomada por ella esa noche. Mientras ella juntaba sus pertenencias el bus que esperaba aparecio, ella se subio al bus y lo encontro casi lleno. Despues de seleccionar un asiento, Michelle mir› a traves de la ventena como la mayoria de los pasajeros hicieron en ese momento. Ellos miraban sorprendidos al joven varon que yacia en la vereda enfretandolos, desmayado y con sus aplastados genitales claramente visibles colgando bajos entre sus piernas. La mayoria de los varones en el bus cruzaron las piernas, mientras las mujeres sonreian mientras el bus se marchaba.