REENCUENTROS DE VECINOS Por Esper, esper_cl@yahoo.es HISTORIA 3 - Irene, prima de Elisa Guillermo le da clases particulares a la prima de Elisa. ***** Este relato toma personajes de "Reencuentro de vecinos, Historia 1". Ha sido escrita para que se pueda leer en forma separada. Elisa y Guillermo fueron vecinos y amigos desde ni�o y se reencontraron en la universidad estudiando econom�a. Guillermo mide 1,74 y es buen deportista. Elisa es muy fuerte y karateca. Mide 1,82. Cuando ella ten�a 14 a�os le dio una paliza a un chico hab�a golpeado a Guillermo. En esta historia 3 aparece Irene, una prima de Elisa, quien tambi�n es fuerte y se va conociendo con Guillermo en clases particulares. Desde la historia 1 pasaron 3 a�os. Ahora Guillermo ya tiene 23 a�os y Elisa acaba de cumplir 24. Siguieron siendo compa�eros de estudio s y buenos amigos. Est�n a punto de terminar su carrera de econom�a. ELISA LE DICE A GUILLERMO QUE SU PRIMA NECESITA CLASES DE ESTADISTICAS Un d�a como muchos, Elisa se encuentra con Guillermo en la universidad y le dice que necesitaba hablar con �l. ELISA: �Te acuerdas de Irene, mi prima? GUILLERMO (piensa unos instantes y responde): Claro que me acuerdo. Es algo mayor que nosotros. Ella iba a tus cumplea�os. Y es rubia. ELISA: Ella misma, veo que la recuerdas bien. Nuestras madres son hermanas. GUILLERMO: me acuerdo que era maciza y pechugona. ELISA: jajajajjaja. �Ya es suficiente! Me queda claro que te acuerdas. No hay caso, los hombres a toda edad se fijan en las mismas cosas. Debes haber tenido unos 12 o 13 a�os la �ltima vez que viste. Rieron los dos un rato por la forma de describirla que us� Guillermo. Elisa le dijo que segu�a siendo de la misma forma como �l la recordaba. ELISA: Bueno, no te la menciono para hablar de sus pechugas. Lo que pasa es que ella es kinesi�loga y est� estudiando un post�tulo en no s� qu�. Le ense�an estad�stica y est� complicada con ese ramo. Necesita clases particulares. Por eso pens� en ti. T� ense�as bien y necesitas m�s que yo el dinero. GUILLERMO: Muy bien, me interesa. Elisa le dio el tel�fono de Irene a Guillermo. Este r�pidamente la contact� y fijaron la primera clase. GUILLERMO LE DA CLASES PARTICULARES A IRENE Guillermo lleg� a la casa de Irene. Ella lo recibe en buzo y zapatillas. Dado que era invierno ambos estaban abrigados. La casa era grande, antigua, y con techos altos. �l result� ser un poco m�s alto que ella. Conversaron un rato recordando de cuando eran ni�os. �l al menos lo era. Irene recordaba cuando Elisa y su hermana le estaban ense�ando algo de karate a Guillermo para que se defendiera. Irene ten�a 26 a�os al momento de la clase, por lo que result� ser 3 a�os mayor que Guillermo. Cuando Guillermo era ni�o la diferencia de edad se notaba mucho. Una chica de 15 a�os ya era una mujer, y �l a los 12 estaba apenas saliendo de la ni�ez. Ahora se ve�an como dos personas dentro del mismo rango de edad. Se sentaron en el comedor para iniciar la clase. Dado que Guillermo es zurdo se sent� al lado izquierdo de Irene, puesto que era diestra. La clase fluy� en forma espont�nea dado que �l explicaba muy bien. Por experiencia sab�a que Irene aprender�a mejor si hac�an ejercicios. Ella r�pidamente se dio cuenta que estaba aprendiendo y entendiendo. "Ahora entiendo mejor", dijo ella, "Mi profesor es muy enredado y acelerado para explicar". As� estuvieron dos horas. Cuando lleg� el momento de despedirse, Irene le pag� a Guillermo y le dijo "ha sido muy provechoso. Quiero que nos reunamos otra vez y que sigas ense��ndome". "Con gusto, me llamas y lo coordinamos", respondi� �l. A los pocos d�as, Guillermo lleg� a la segunda clase que hab�an fijado. Se saludaron con un beso en la mejilla. Al hacerlo, Irene lo tom� por detr�s de la cintura y lo apret� con fuerza. Al ir caminando al comedor para empezar la clase ella le puso la mano en el hombro como gui�ndolo. A �l le agradaron las dos cosas. La pieza estaba bastante templada con la estufa que hab�a puesto. Irene estaba nuevamente con buzo, pero llevaba la chaqueta con el cierre abierto. Debajo llevaba uno de esos polos tipo sost�n que dejaba ver al descubierto la parte superior a la cintura. En un momento Irene fue al ba�o y al volver �l pudo ver los m�sculos que ella exhib�a en el est�mago. Adem�s pod�a sentir el perfume que ella usaba. En m�s de alguna ocasi�n Irene pos� su mano sobre Guillermo. Lo hac�a sobre su espalda y a veces sobre la mano de �l. Ya hab�a notado el tama�o considerable de la mano de Irene, pero cuando ella lo tocaba, la sent�a a�n m�s grande. DE LA CLASE PASAN A HACER EJERCICIOS F�SICOS Despu�s de estar un par de horas trabajando, Irene le dijo "descansemos un rato". Ella entonces se saca la parte superior del buzo quedando con su polo rosado sin barriga y sin mangas. Guillermo pudo ver en directo su parte superior, ancha de espaldas, brazos gruesos y musculosos. El pantal�n era ajustado , y dejaba suponer que hab�a m�sculos en las piernas. El abdomen mostraba el "pack de 6" propio de las personas muy musculosas. "Realmente nada mal", pens�. "�Qu� grande y musculosa eres!", exclam� �l. No pudo contener dec�rselo. "Pues si, lo soy", dijo ella. "�Eres fisicoculturista?", pregunto �l. Irene le respondi� que no lo era, pero que toda su vida hab�a hecho ejercicios de todo tipo y hab�a practicado nataci�n. IRENE: Cuando ni�a era el patito feo de la familia. No tengo hermanas pero si tengo primas. Siempre les dec�an que eran lindas. A m� nunca me dec�an que lo era, y creo que me traum�. GUILLERMO: Pero no eres fea, para nada. IRENE: Gracias, pero as� me sent�a. Y por eso tengo el cuerpo y la fuerza que me ves. Quise ser diferente y destacarme de alguna forma f�sicamente. Por eso desarroll� m�sculos. GUILLERMO: �Y notas que eso te ha puesto m�s atractiva? IRENE: S� y no. A algunos les gusta y otros lo rechazan, pero no paso inadvertida. Hay mujeres que no hablan bien de m�. Me critican por tener m�sculos. Dicen que es poco femenino. Y francamente eso me importa bien poco. Mientras haya hombres que les atraiga y a m� me guste, para m� estar� bien. GUILLERMO: Bueno, yo estoy entre los hombres que te encuentra atractiva. IRENE (sonriendo): Gracias de nuevo. Luego ella lo invit� a un cuarto que lo ten�a habilitado como gimnasio. Al entrar vio una trotadora de huincha y tres m�quinas con pesas para piernas, abdomen y brazos. Tambi�n hab�a unas colchonetas en el suelo. Eran de las que se ocupan para judo. Se ve�a un televisor, seguramente estaba para usarlo mientras hac�a ejercicios. GUILLERMO: �Qu� buen gimnasio tienes! IRENE: Si, y adem�s voy a un gimnasio pagado. Esto lo tengo para poder hacer algunas cosas en la casa. Tambi�n lo usan amigas. GUILLERMO: Yo en el colegio hac�a mucha gimnasia de competici�n. Ahora no tengo mucho tiempo para entrenar y competir. IRENE: �S�? �qu� interesante! Mu�strame algunas cosas que puedas hacer. El estaba con jeans. Se sac� los zapatos y el su�ter. Se fue a las colchonetas. Hizo la posici�n invertida apoyando sus manos en el suelo y mantuvo el cuerpo vertical. Luego camin� con las manos un buen trecho. Luego se puso de pi� y dio dos saltos mortales, cayendo de pi�. El primer salto fue hacia adelante y el segundo hacia atr�s. IRENE: Nada mal. Te felicito GUILLERMO: Gracias. LA SIGUIENTE CLASE ES COMBINADA CON EJERCICIOS FISICOS La vez siguiente Guillermo lleg� con zapatillas y con una mochila en la que tra�a ropa para ejercicios, tal cual lo hab�an convenido. La idea es que esa vez dedicaran solo una hora a clases y luego hacer ejercicios. Como siempre Irene estaba de buzo y esta vez llevaba un pol�n encima, de color azul oscuro que ten�a escrito el nombre de una universidad. La hora de clase pas� r�pido y se pusieron de pi� para dirigirse a la pieza que ella ten�a habilitada como gimnasio. Llegaron y Guillermo le pregunt� a Irene donde estaba el ba�o para cambiarse. Ella se lo se�al�. Guillermo iba a ir a cambiarse pero ella lo interrumpi� sujet�ndose del brazo. IRENE (con un tono entre broma y reproche): �As� que me recordabas como maciza y pechugona? GUILLERMO (haci�ndose el serio): �Y de d�nde sacas eso? IRENE: �No te hagas el tonto! GUILLERMO (sonriendo): Bueno. Eso te lo dijo Elisa. IRENE: Por supuesto. GUILLERMO: jajajaja. Lo siento, as� es como te ve�a cuando te conoc� cuando yo era ni�o. IRENE: �Y me sigues encontrando as�? GUILLERMO: Francamente, eres m�s maciza y musculosa de lo que te recuerdo. IRENE: Estoy m�s musculosa. En a�os he desarrollado mucho los m�sculos �Y qu� hay de lo pechugona? GUILLERMO: jajajaja. Te recordaba m�s pechugona. IRENE: Es que cuando me conociste yo era adolescente a�n y usaba escotes que mostraban mucho. Me gustaba usarlos. GUILLERMO: Jajaja, quer�as mostrar. IRENE: Seguro, y tanto mi mam� como la de Elisa me re��an por eso. Jajajja GUILLERMO: �No digas! IRENE: Claro, m�s de una vez vieron que algunos pap�s de los invitados e invitadas a los cumplea�os me miraban el escote. Despu�s me dijeron que pod�an pensar que me estaba ofreciendo. GUILLERMO: �Y alguno trat� de abordarte m�s? IRENE: S�, uno. Y casi le doy una buena paliza. GUILLERMO: �Qu� interesante! �Quieres contarme m�s? IRENE: espera, voy al ba�o y te cuento. ELLA LE CUENTA A GUILLERMO UN EINCUENTRO CON UN TIPO EN EL PARQUE De regreso ella se dispone a contarle a Guillermo la an�cdota. IRENE: Est�bamos en el cumplea�os de una prima menor que yo. El chico del problema era el hermano mayor de una de las invitadas al cumplea�os. Ya ni me acuerdo quien era. Viv�a cerca de mi casa. Me empez� a conversar y yo por no ser maleducada le respond�. No le di mucha confianza, pero estaba claro que me quer�a seducir. Yo ten�a novio en ese momento. Debo haber tenido unos 20 a�os y �l unos 24. Era mucho mayor que su hermanita la invitada. GUILLERMO: Contin�a por favor. IRENE: Me acuerdo perfectamente que me fui de la fiesta antes que �l, y lo hice desapareci�ndome para no tener que despedirme de �l. GUILLERMO: Ya veo. IRENE: Un d�a me lo encontr� la plaza que queda cerca de la calle Los gatos. Guillermo record� en ese momento que fue en esa misma plaza en la que Elisa le dio una lecci�n a un chico m�s grande. Ah� supo que Elisa era karateca de nivel avanzado. IRENE: Yo en esa �poca viv�a a 10 cuadras de la casa de Elisa. Me iba y volv�a caminando. Y a veces lo hac�a trotando. Un d�a me encontr� en la plaza con �l. Nos saludamos con un simple "hola". La idea m�a era seguir mi camino sin detenerme a conversar. GUILLERMO: �Eres karateca tambi�n? IRENE: Lo que m�s he estudiado es judo. Tambi�n aprend� hapkido. Y s�male mi fuerza. Fue m�s que suficiente para darle su merecido al tipo. Bueno, te sigo contando. Ella entonces le cuenta que el tipo insisti� en hablar con ella, cosa que Irene no deseaba. Le dijo "creo que tenemos darnos la oportunidad de conocernos". Irene contest� "tengo que hacer mis cosas, disc�lpame". El tipo le dijo un par de insinuaciones subidas de tono en cuanto a su escote y pechugas. Irene le contest� que nunca iba a poder siquiera tocarlas, as� que lo mejor era que siguiera su camino. Lo que sigui� fue que el tipo la toc� poni�ndole la mano en el hombro. Irene le dijo: "�no me toques!". El replic�: "Calma, no tienes porqu� enojarte". Segu�a con su mano puesta sobre el hombro de Irene. Ella entonces us� sus conocimientos de artes marciales lo tom� por el brazo de manera que el tipo no se pudo resistir y lo oblig� a caminar algo as� como 10 metros en el sentido contrario al cual iba ella. El tipo r�pidamente se dio cuenta de que si se quedaba detenido le iba a doler m�s el brazo y a�n as� emiti� algunos gemidos de dolor. "No tienes para que ponerte violenta" dijo el tipo. "Puedo ser m�s violenta a�n, as� que l�rgate", dijo ella. El tipo entonces tuvo la mala ocurrencia de acercarle el brazo. Ella nuevamente se lo tom�, lo puso de costado y le dio un codazo en la espalda. Luego le hizo una zancadilla y el tipo qued� en el suelo. El tipo se mostr� enojado y le lanz� un par de groser�as a Irene. Le dijo a ella que se estaba ganando una buena paliza. "Bueno, d�mela, int�ntalo. Parece que no te has dado cuenta de que te la puedo dar yo", dijo ella. A continuaci�n Irene agreg�: "Y con las groser�as que acabas de decirme ya te la has ganado". "Anda, dame la paliza", dijo Irene provoc�ndolo. �l se acerc� en posici�n de boxeador. La mand� un recto de izquierda como preparando la entrada de un derechazo. Irene solo se movi� un poco para esquivarlo. Cuando �l mand� el derechazo Irene se lo desvi� con su brazo derecho y con el izquierdo le mand� un buen golpe que le lleg� en plena cara. Cuando se toma la cara para sobarse la parte adolorida ella le manda golpes en el pecho y la barriga que lo hacen caer. Luego lo inmoviliza en el suelo con el brazo de �l estirado de modo que no pod�a zafarse. Irene le lanza un golpe con la mano empu�ada y al llegar a la cara de �l se detiene. Irene le dice entonces "en esta posici�n, te puedo dar todos los golpes que quiera y no podr�as detenerlos. Est�s en tu d�a de suerte, as� que agradece". "Est� bien", dijo el tipo. "Sigue tu camino y yo seguir� el m�o. Y no te des vuelta ni siquiera para mirarme o volver� para darte una paliza mucho m�s dura", termin� diciendo Irene. GUILLERMO: �Y volviste a saber del tipo? IRENE: Nunca m�s. Ni siquiera recuerdo quien era la ni�a hermana de �l que fue invitada al cumplea�os. Ni quiero saberlo. GUILLERMO: �El cumplea�os fue en la casa de Elisa? IRENE: No. Fue en la casa de otra prima que viv�a cerca. Elisa nunca se ha llevado bien ella. Prefer�a no ir a sus cumplea�os. Probablemente Elisa conoce a la hermana del tipo. Y es mejor as�. GUILLERMO: �Y supieron en tu familia del incidente? IRENE: Con el tiempo le cont� a Elisa. Nadie m�s supo. Eso si desde ese momento decid� usar escotes m�s moderados. Algo de culpa tuve porque de alguna forma lo provoqu�, aunque el tipo se mereci� la paliza. Les encontr� raz�n a mi mam� y a mis t�as. GUILLERMO: Jajjajajajaja DESPUES DE LA AN�CDOTA RETOMAN LOS EJERCICIOS Despu�s de esa an�cdota Guillermo se puso buzo y zapatillas y fue a la pieza gimnasio. Primero Guillermo trot� 15 minutos para entrar en calor y pas� a las m�quinas de pesas. Luego Irene hizo otro tanto. Ambos sab�an hasta donde esforzarse para hacer ejercicio provechoso y no hacerse da�o. Siendo kinesi�loga Irene lo sab�a a�n mejor. Con todo quien pareci� tener m�s capacidad de fuerza y resistencia fue Irene. Se dio cuenta que Guillermo se estaba esforzando para no quedar mal. IRENE: T� sabes entrenar y tienes perfectamente claro que cada uno sabe hasta d�nde hacer fuerza y ejercicios. GUILLERMO: Claro que s�. �Por qu� lo dices? IRENE: Porque me ves hacer ejercicios y tratas de hacer lo mismo que yo. Y no estamos en competencia. GUILLERMO: Quiz�s ... . IRENE: T� no eres d�bil, pero creo que yo soy m�s fuerte. GUILLERMO: Puede ser. Eres maciza y musculosa. IRENE: Probemos con vencidas. GUILLERMO: Probemos. Fueron a la mesa del comedor se pusieron frente a frente y se tomaron las manos para iniciar la contienda. Para no demorar el tr�mite, Irene comenz� a presionar de inmediato, y en unos pocos segundos Guillermo tuvo que ceder a su fuerza. GUILLERMO: Realmente ustedes las primas son muy fuertes. Elisa a veces me carga cuando estudiamos y una vez nos carg� a dos a la vez. Fue a una compa�era y a m�. IRENE: veamos. Yo tengo que poder hacer lo mismo. Se agach� lo tom� de una pierna y brazo y lo alz� sobre sus hombros. Camin� con �l cargado sin mostrar dificultad. GUILLERMO: De esa misma manera es como me carga Elisa. IRENE: �Y te ha alzado sobre su cabeza con los brazos estirados? GUILLERMO: �C�mo? IRENE (con Guillermo a�n cargado): Ponte estirado y r�gido. �l obedeci�, Irene se agach� un poco, tom� impulso y Guillermo se vio arriba de los brazos de ella estirados, sin tocarle la cabeza. Lo mantuvo as� unos segundos y luego lo baj� al suelo. GUILLERMO: En realidad eso no lo hab�a visto con Elisa. IRENE: �Cu�nto mides? GUILLERMO: 1,74 y t� IRENE: 1,71 y peso 77 kilos GUILLERMO: Yo peso 68 kilos IRENE: me parec�a que pesabas menos que yo. Volvieron a las m�quinas y siguieron haciendo ejercicios. GUILLERMO E IRENE ACUERDAN UNA SALIDA EN GRUPO AL DIA SIGUIENTE. EN LA SALIDA ENCUENTRA A VECINOS INTENTANDO CAMBIAR UNA RUEDA. Al rato ella mir� la hora. GUILLERMO: Ya es hora de irme. IRENE: Ma�ana es viernes. �Sales? GUILLERMO: No, pensaba quedarme en mi casa. IRENE: Vamos a ir a comer pollo a las brasas con unos amigos. Es una pareja de novios y otra amiga, que pienso que te podr�a interesar. GUILLERMO: mmmmm. IRENE: Si no tienes dinero yo te invitar�, no te preocupes. GUILLERMO: Gracias, la verdad es que no puedo darme ese lujo. Pero te lo devolver� en clases particulares. IRENE: No te preocupes. La amiga que va a ir ma�ana es prima en segundo grado de Elisa y m�a. Quiz�s la conociste se llama Blanca. Tambi�n iba a los cumplea�os de Elisa. El pap� de Blanca es primo de nuestras madres. GUILLERMO: Si, la recuerdo, aunque nunca convers� mucho con ella. Es de cabello oscuro y ojos claros. Es un poco menor que yo. IRENE: S�, ella es. GUILLERMO: Muy bien. �a qu� lugar vamos a ir? IRENE: Al "Pollo chancho". �Lo conoces? GUILLERMO: Claro. Queda cerca de mi casa. IRENE: Tienes raz�n. Se me ocurre que puedo dejar el auto en tu casa y de ah� nos vamos caminando. GUILLERMO: Buena idea. Se despidieron e Irene acompa�� a Guillermo a la entrada. Cuando salieron a la calle vieron que al frente hab�a dos chicos intentando cambiar la rueda de un auto. Se ve�a que intentaban infructuosamente hacer que el perno de la rueda girara con la llave con la que estaban haciendo fuerza. Guillermo pens� que estaba cerca de los 20 a�os. IRENE: Acomp��ame, voy a ver que les pasa, son vecinos y los conozco. GUILLERMO: Vamos. IRENE. Hola chicos "Hola Irene", respondieron a coro. Uno de ellos se saca el cigarrillo que estaba fumando, lo bota al suelo y lo pisotea para apagarlo. El otro segu�a fumando. IRENE: Les presento a Guillermo. Guillermo: ellos son Mat�as y Jos� Luis: Se saludaron. MAT�AS: Estamos tratando de cambiar la rueda. Parece que en la estaci�n de servicio la dejaron demasiado apretada con la m�quina. Los pernos no ceden. IRENE: D�jenme intentarlo yo. JOS� LUIS: �Est�s loca? Ninguno de los dos ha podido. Y eres mujer. IRENE: Veamos. Ella tom� la llave de cruz la puso en un perno en la rueda, e intent� girarla. Hizo mucha fuerza, lo que se ve�a en la expresi�n su cara. Finalmente el perno cedi�. Los dos chicos la miraban asombrados y no atinaban a decir algo. IRENE (sonriendo): Bien, voy por los otros tres. Luego Irene tuvo que hacer la misma fuerza y los otros tres pernos cedieron uno a uno. "Listo", dijo. Los dos chicos segu�an asombrados. MAT�AS: �C�mo lo hiciste? �Es fuerza o t�cnica? IRENE: En primer lugar eso se llama "no fumar". Si ustedes dejaran el cigarrillo, quiz�s habr�a podido soltar los pernos. Guillermo se r�e en voz baja, para no ofender s los chicos. IRENE: Segundo, chicos, les recomiendo que hagan ejercicios y lo lograr�n. Luego ella se despidi�, Guillermo se fue a su casa y los chicos quedaron sin mucho que decir. VAN A COMER A UN RESTAURANTE EL DIA VIERNES Al d�a siguiente, viernes, Irene va a buscar a Guillermo y se van caminando al restaurante. Cuando llegan ya se encontraba Blanca y la pareja de amigos. Se sentaron de manera que Guillermo y Blanca quedaran juntos. La velada se desarroll� en forma agradable. La conversaci�n estuvo amena. Para Guillermo fue grato conversar con Blanca pues se hab�a conocido siendo ni�os. Recordaban hechos comunes. Ella es un a�o menor que �l. Pese a todo, Guillermo no ten�a claro si las condiciones de daban para una relaci�n de pareja. No estaba seguro si Blanca le atra�a lo suficiente para ello. Pens� que el quiz�s no le atra�a mucho a ella tampoco. "Al menos tengo una nueva amiga y ha sido un rato entretenido", se dijo mentalmente. La pareja de amigos se retir� temprano, pues al d�a siguiente iban a viajar. As� quedaron Irene, Guillermo y Blanca. Al rato Irene se puso de pie para ir al ba�o. Eso permiti� que Blanca y Guillermo conversaran a solas. BLANCA: T� y yo no tenemos futuro, a pesar de que nos quieren emparejar. GUILLERMO (algo asombrado): �Por qu� dices eso? Reci�n nos conocemos. No creo que sea para hablar de si hay o no hay futuro. BLANCA: Tienes raz�n. Reci�n nos conocemos y no podr�a saberse como se ve el futuro. Sin embargo, hay otro hecho que es importante. GUILLERMO: �Cu�l? BLANCA: Yo soy m�s alta que t�, pero no creas que es eso lo que importa. GUILLERMO: �Cu�nto mides? BLANCA: mido un metro setenta y ocho. Pero como te digo no es lo que me importa, ya que he tenido novios m�s bajos. GUILLERMO (algo intrigado): �Entonces qu� es lo que te importa? BLANCA: Te encanta Irene. Te tiene medio loco. GUILLERMO: �Queeeeeee? BLANCA: Ya me escuchaste. Se te nota demasiado por la forma en que la miras y como le hablas. Y yo no voy a interesarme en alguien que anda embobado por otra chica. Menos a�n si es mi prima. GUILLERMO: Realmente no s� que decirte. BLANCA: A m� nada tienes que decirme. Es a ella a quien tienes cosas por decirle. Si as� lo decides, claro ... . �l se qued� unos momentos mirando a Blanca como pensando muchas cosas, sin saber que decir. Ella lo miraba sonriente. BLANCA: Te has quedado callado. GUILLERMO: Pues s�. BLANCA: Espero que no me preguntes si creo que le gustas a Irene. GUILLERMO: No pensaba pregunt�rtelo. BLANCA: Muy bien. T� ver�s que haces. Al minuto lleg� Irene del ba�o. Estimaron que era el momento para irse. Blanca viv�a muy cerca del restaurante pero en direcci�n contraria a Guillermo. Se despidieron y Guillermo con Irene iniciaron la caminata a la casa de �l, donde ella hab�a dejado su auto. El trayecto era como de 10 minutos. IRENE: Estuvo agradable la salida GUILLERMO: S�, nos re�mos bastante y la conversaci�n estuvo interesante. IRENE: Pienso lo mismo. �Y qu� te pareci� Blanca? GUILLERMO: Muy agradable e inteligente. M�s o menos como la recordaba. IRENE: �Y te gust�? �quedaron en algo? GUILLERMO: Las cosas no fueron en ese sentido. IRENE: OK. No hay problema. Llegaron a la casa de Guillermo. En la vereda estaba el auto de Irene. Previo a abordarlo se dirigi� a Guillermo para despedirse con un beso. Para su sorpresa �l la abraz� y le dio un beso prolongado en la mejilla. IRENE: Est�s bien cari�oso, me sorprendes. GUILLERMO: �Hay alg�n problema con eso? �Te incomoda? IRENE: No, para nada. Solo que me sorprendi�, porque normalmente no eres as� de efusivo. GUILLERMO: �Irene? IRENE: �S�? GUILLERMO: Blanca me dijo que entre ella y yo no habr�a futuro. IRENE: Bueno, est� bien. No es obligaci�n que se gusten. GUILLERMO: Me dijo que se notaba que t� me gustas mucho. Irene se qued� mirando a Guillermo, sin decir palabra. GUILLERMO: Te quedaste muda. IRENE: Pues s�. De momento no supe que decir. �Y es vedad que te gusto mucho? GUILLERMO: S�, es verdad. Blanca acert� medio a medio. IRENE: �Te me est�s declarando? GUILLERMO: Te estoy diciendo que me gustas mucho. Y s�, me estoy declarando. IRENE: Es tarde, ve�monos ma�ana s�bado. Quiero pensar un poco. GUILLERMO: Muy bien. IRENE: ahora dame otro abrazo y beso y nos despedimos. �l lo hizo. La abraz� fuerte y le dio otro beso prolongado en la mejilla. Pudo sentir una vez m�s sus hombros muy anchos y el gran volumen de su anatom�a, primordialmente de m�sculos. IRENE: �Dame un beso en la boca, tonto! Guillermo rio ante la forma de decirlo de Irene. Se abrazaron y se besaron apasionadamente. Sus labios y lenguas de contactaron. IRENE. Ahora me voy, quiero dormir y pensar un poco. No hagas planes para ma�ana. Guillermo. Muy bien, nos vemos ma�ana Al d�a siguiente, s�bado, Irene llam� a Guillermo un poco antes de las 10. IRENE: �Qu� est�s haciendo? GUILLERMO: Acabo de salir de la ducha, voy a la feria con mi mam�. IRENE: y a qu� hora estar�s de vuelta? GUILLERMO: Como a las 12. IRENE: Quiero que entonces te vengas a mi casa y almorzamos juntos. GUILLERMO: Muy bien, ah� estar� Al mediod�a del s�bado Guillermo lleg� a la casa de Irene. Ella estaba de buzo, como era su costumbre. Al recibirlo se dieron un beso apasionado en la boca. De ah� pasaron al dormitorio de ella e hicieron el amor intensa y largamente. Se siguieron viendo como novios, sin contarle de su romance a persona alguna, ni siquiera a Elisa. As� lo decidieron, ya que consideraron que de esa manera la relaci�n tendr�a m�s encanto. Los encuentros sexuales eran en la casa de ella. Viv�a sola con su madre, pues sus padres estaban separados y ella nunca le objetaba lo que hac�a. ELISA SOSPECHA QUE HAY ALGO ENTRE IRENE Y GUILLERMO Con el tiempo Elisa comenz� a sospechar algo. Las clases particulares nunca se terminaban, y Guillermo hablaba bastante de Irene y ella de Guillermo. Un d�a en la universidad Elisa decide hacerle unas preguntas a Guillermo. ELISA: Guillermo. �Qu� hay entre t� e Irene? GUILLERMO: �C�ooooooomo? ELISA: No te hagas el tonto, sabes perfectamente lo que te estoy preguntando. GUILLERMO (tratando de permanecer serio): Es que tu pregunta es muy extra�a. ELISA: jajajajjaa. No es propio tuyo dar esas respuestas ni evadir las preguntas. GUILLERMO (Se contagia con la risa de Elisa): Y t� normalmente no eres chismosa. ELISA: Est� bien. Pasando a otro tema, el s�bado vamos a hacer una reuni�n en mi casa. Est�s invitado. GUILLERMO: Excelente, gracias. Ah� estar�. ELISA Llega como a las 8. Nada formal, ven de jeans si as� lo deseas. GUILLERMO: Muy bien. �Y tu prima Irene est� invitada? ELISA: Jajajajajjaa. S�. Est� invitada. Pero a�n no se lo he dicho. GUILLERMO: Ok EILISA: Quiero que la llames t� y que le digas que est� invitada. GUILLERMO: No hay problema. La llamar� ahora mismo. �l tom� su tel�fono celular y marc� el n�mero de Irene. Con eso le estaba diciendo que ella ten�a que llamarlo. �l usaba una tarjeta de prepago en tanto que Irene ten�a plan de minutos contratados. Se pusieron de acuerdo y el s�bado fueron juntos a la casa de Elisa. Tocaron el timbre y la misma Elisa les abri�. Se saludaron. GUILLERMO (dirigi�ndose a Irene): Elisa me pregunt� si que ocurre entre t� y yo. Irene toma a Guillermo por la cabeza y le da un beso intenso en la boca. GUILLERMO (mirando a Elisa): Espero que esto conteste tu pregunta. ELISA: jajajajajjaa, s�.