TRES EPISODIOS EN LA VIDA DE CARMINA Por Esper, esper_cl@yahoo.es Esta historia es la continuaci�n de "Tres episodios en la vida de Carmina". En la presente historia se relatan tres episodios m�s, los que van del cuatro al seis, para mantener la numeraci�n original. Recordamos a Carmina como una chica muy fuerte, de clase media baja y que desarrolla empleos corrientes. En el episodio cuatro Carmina contacta a un vecino para que sea su pesa. Logra levantarlo, y a los dos les gusta, lo que deriva en m�s contactos. En el episodio cinco la principal protagonista es su hermana Ruby. Ella es del tama�o de Carmina. Las dos est�n en el metro setenta, pero al pesarse Carmina marca setenta y cinco kilos, en tanto que Ruby setenta y tres kilos. Ambas tienen mucho m�sculo en todo caso. Son de tez clara, pero Carmina tiene el pelo casta�o, en tanto que Ruby lo tiene casi negro. En este episodio, Ruby le da una paliza a su pololo, y se produce un caso de violencia y sexo. En el episodio seis Carmina va a trabajar como empleada dom�stica. Se enfrenta a un matrimonio en el cual la se�ora no la trata bien, y el marido la mira bastante. En resumen, en los siguientes relatos hay fuerza femenina, violencia y sexo. EPISODIO CUATRO - UN VECINO LE SIRVE DE PESA Los hermanos mayores de Carmina hab�an tenido pesas en la casa de ella, cuando ellos viv�an con sus padres. Carmina las aprovech� intensamente para desarrollar su musculatura. Lo mismo hac�a su hermana menor Ruby, a quien tambi�n le interesaban los m�sculos y la fuerza. Los resultados eran considerables, ya que cada una hab�a aumentado su masa muscular y su fuerza. Ya eran notorios los nudos en el abdomen y en la espalda. No era menor el tama�o de sus hombros y brazos, al punto que evitaban usar ropa sin espalda. Del mismo, modo trataban de no usar poleras muy ajustadas al cuerpo. A veces las usaban en su casa o en presencia de amigos, pero evitaban usarlas cuando sab�a que andar�an en movilizaci�n colectiva y en lugares que no fueran su vecindad. Hab�a un chico del barrio que se llamaba Santiago. Viv�a a una cuadra de ella. Se hab�an conocido en reuniones de ni�os y j�venes en las plazas, en los centros comerciales, en fiestas, y en varios otros lugares propios de vecinos. Carmina ten�a instinto femenino y se daba cuenta que a Santiago ella le gustaba. Por su parte, ella pensaba que no lo encontraba feo, y consideraba una posibilidad llegar a tener algo con �l. Sucedi� que sus hermanos se llevaron las m�quinas de fuerza que hab�an guardado temporalmente en la casa de Carmina. Esta logr� convencer a sus padres que compraran unas m�quinas de fuerza, las que usar�an tanto ella como su hermana. Lo aceptaron, pero esas m�quinas no llegar�an hasta un par de semanas. Carmina pens� que tendr�a que esperar para retomar sus ejercicios. Sin embargo, un d�a en la tarde, viendo a Santiago, pens� que �l le podr�a servir de pesa. Lo interpel�. CARMINA: �Santiago? SANTIAGO: S�, dime. CARMINA: �Cu�nto pesas? SANTIAGO: Setenta kilos, �por qu�? CARMINA: Porque me podr�as servir de pesa. SANTIAGO (asombrado): �C�mo? CARMINA: Es que no tenemos pesas por ahora en mi casa. SANTIAGO: �Y crees que me podr�s levantar? CARMINA: �Qu� crees? SANTIAGO. Te ves bien fortachona, as� que creo que s�. CARMINA: Vamos a mi casa. Fueron a la casa de Carmina. Entraron, estaba la mam� de ella, llamada Gladys. Santiago la salud�, pues era la due�a de casa y la conoc�a como vecina que era. Carmina le explic� a que hab�a venido Santiago. Su mam� solo rio. Fueron al jard�n trasero. Carmina lo carg� repartiendo el peso de �l en sus hombros. Luego camin� con �l. Manteni�ndolo cargado, hizo flexiones de piernas. Luego hizo una rutina que consisti� en caminar un paso, agacharse y dar otro paso. Lo baj�. Despu�s de hacer ejercicios por un rato, lo dej� en el suelo. Al rato lleg� su hermana Ruby, en compa��a de su pololo llamado Braulio. Algo de sorpresa mostr� al ver a Santiago. De todas maneras, se conoc�an y se saludaron cordialmente. CARMINA (dirigi�ndose a su hermana): Me traje a Santiago de pesa ... Ruby entendi� de inmediato a que se estaba refiriendo Carmina, y se larg� a re�r. RUBY: A ver, mu�strame. Salieron todos al patio trasero. Carmina volvi� a tomar en sus hombros a Santiago. Camin� con �l, e hizo un par de flexiones de piernas. CARMINA: T� puedes hacer lo mismo con Braulio. Dicho y hecho. Ruby tom� a Braulio, y lo carg� en los hombros. Carmina volvi� a cargar a Santiago. Caminaron as� y conversaron. Todos re�an. Al rato llega la mam� de las chicas, llamada Gladys. Se r�e con ganas al ver que lo que estaba ocurriendo. Carmina y Ruby solo la miran. GLADYS: Realmente tengo un par de hijas fortachonas. La mam� toma una foto en su celular en la que aparecen las dos chicas; una cargando a un amigo, y la otra a su novio. CARMINA: Quiero intentar algo. RUBY: �Qu�? Carmina no respondi�, sino que volvi� a cargar a Santiago en sus hombros. Una vez que lo subi� y lo levant� con los brazos estirados. Lo mantuvo as� como diez segundos, y luego lo baj�. RUBY: A ver si puedo hacer lo mismo. Ella repiti� los pasos de su hermana, y logr� mantener a Braulio unos segundos sobre su cabeza, con los brazos de ella estirados. Despu�s de esa sesi�n de cargadas, la que fue un s�bado en la tarde, todos toman once (o merienda) juntos. Cuando lleg� la hora de que Santiago se fuera, Carmina lo acompa�a a la puerta. �l le habl�. SANTIAGO: Me encant� como como me cargaste. La respuesta de ella fue una sonrisa. SANTIAGO: Y te tengo que confesar que tambi�n me excit�. CARMINA: Si me di cuenta, por la forma en la que me mirabas y porque se te alter� la respiraci�n. SANTIAGO: Si antes me gustabas, ahora me gustas mucho m�s. CARMINA: Mmmmm Ella nada m�s dijo y le dio un beso en los labios. SANTIAGO: �Quieres que seamos pololos? La respuesta de ella fue abrazarlo fuerte y besarlo intensamente en la boca. "Muy bien, lo somos", dijo ella mascullando las palabras en medio de los besos. �l le dijo entonces que estaba solo en su casa, y la invit� a hacer el amor. Ella acept�, fueron a su casa y tuvieron un buen rato de pasi�n. El romance de ellos durar�a un par de a�os. EPISODIO CINCO - UN CASO DE VIOLENCIA CON UN POLOLO Un d�a estaba Ruby, la hermana de Carmina, en la casa de las dos. En el �ltimo tiempo hab�a tenido problemas de celos con su pololo Braulio. Dos d�as antes, Ruby se hab�a juntado con un amigo a tomar una bebida en un Mac Donald. No fue una infidelidad propiamente tal. Simplemente se encontraron y compartieron mesa. El caso es que eso lleg� a o�dos de Braulio, a quien le dieron unos celos enfermizos. La siguiente vez se juntaron en la casa de Ruby. Discutieron. Ella trat� infructuosamente de convencerlo que no lo hab�a gorreado. Ella ya se hab�a dado cuenta que �l era muy celoso. La discusi�n fue subiendo de tono y volumen. Se empezaron a dar empujones, los que no los hac�an de cari�o, sino de enojados. Las cosas que se dec�an eran cada vez m�s fuertes. De repente �l le da un golpe en la cara con el dorso de la mano empu�ada. Cualquier mujer se habr�a sentido abatida con ese golpe, el que fue bastante fuerte. Sin embargo, Ruby solamente movi� la cara. No parec�a haberle hecho mucho da�o. Su respuesta fue darle un golpe en la barriga y otro en la cara. El dolor que no hab�a sentido Ruby, s� lo sinti� Braulio. En eso se sinti� que alguien abr�a la puerta con la llave. Era Carmina que estaba haciendo su entrada. Se dio cuenta que las cosas no estaban normales. Hab�a un par de muebles que se hab�an corrido y �l se sobaba la cara. CARMINA: �Qu� pas�? RUBY: Que est�bamos discutiendo, y este huev�n me peg� y yo le respond�. CARMINA: Ah. Supuse algo as�. RUBY: �Qu� hago ahora? CARMINA (sonriendo): No s�, es cosa tuya. Es tu pololo, o era. Mientras tanto Braulio miraba desconcertado, como sin saber que hacer ni que decir. CARMINA: Si te toca una vez m�s, s�cale la chucha. Pero no me pidas que te ayude, porque estoy cansada. BRAULIO: Jajaja Podr�a con las dos a la vez. CARMINA (dirigi�ndose a Braulio): Yo que t� no me limpiaba el culo antes de cagar. No podr�as con ninguna de las dos, ni siquiera solas. RUBY: Bueno, ya escuchaste a mi hermana. Te vas ahora, y olv�date de nuestro pololeo. Te habr�a perdonado los celos, pero no la violencia. Braulio segu�a enojado. No quer�a irse. Le peg� dos empujones m�s a Ruby. Esta lo tom� del brazo y lo condujo a la parte trasera de la casa, en la cual hab�a una peque�a terraza y un peque�o jard�n. Carmina los sigui� y le mostr� sus impresionantes b�ceps a Braulio. CARMINA: Las dos hemos practicado boxeo y defensa personal. Y Ruby tiene los mismos m�sculos que yo, cosa que ya debes saber. Yo que t� me olvidaba de enfrentarla. Te puede dar una gran paliza. Habiendo sido pololo de Ruby conoc�a las distintas partes de su cuerpo. Y sab�a que ten�a una buena musculatura y bastante fuerza, cosa que ya le hab�a demostrado carg�ndolo. A�n as�, pens� que por ser hombre podr�a vencerla. Adem�s, si ten�a que enfrentarla lo har�a. No pod�a acobardarse. Y m�s a�n, quer�a hacerlo. Estaba ofuscado por los celos y ten�a rabia. RUBY (a Braulio, en tono de provocaci�n): Anda coraz�n, p�game. La reacci�n de Braulio fue darle un golpe de pu�o circular en la cara. Ruby movi� la cara hacia un lado y no acus� dolor. Braulio le dio otro golpe, y el resultado fue el mismo. Luego le golpe� el est�mago, y Ruby ni siquiera se movi�. RUBY: Me has dado tres golpes. Ahora me toca a m� d�rtelos. La expresi�n de Braulio mostr� que ahora s� se sent�a intimidado. Estaba realmente impresionado porque no hab�a logrado hacerle da�o a Ruby. Ya hab�a tomado conciencia que ella le pod�a dar una gran paliza, y era lo m�s probable que fuera a ocurrir. Ruby se le comenz� a acercar y Braulio no atin� m�s que levantar los brazos para defenderse. Entonces ella le manda un golpe en el pecho y otro en el est�mago. Luego le mand� un pu�etazo en la cara que le sac� sangre y lo bot�. �l estaba realmente adolorido y con p�rdida de energ�a. Ella lo tom� por la solapa y lo hizo ponerse de pie. Braulio ya no intentaba pegarle. Sab�a que no le iba a hacer da�o y que ella le pod�a responder con mucha m�s violencia. RUBY (dirigi�ndose a su hermana): �Qu� me propones que haga ahora? �Le sigo pegando? CARMINA: Me gustar�a que lo hicieras, para seguir viendo el espect�culo, pero creo que con lo que le diste no va a haber m�s violencia. RUBY (a Braulio): Bueno, creo que es mejor que paremos esto �no crees? Braulio la qued� mirando. Solo asinti� con la cabeza. Se notaba que estaba muy adolorido. La conversaci�n que iba a venir sorprender�a a las dos hermanas. BRAULIO: �Qu� vamos a parar? �La pelea o el pololeo? RUBY: Estaba hablando de la pelea. El pololeo tambi�n, claro. BRAULIO: Te voy a confesar algo. Me puso caliente que no te hiciera da�o con mis golpes, y que fueras t� quien me diera la paliza. Ruby y Carmina se miraron desconcertadas. Efectivamente la calentura se le notaba por dentro del pantal�n. RUBY: �Est�s hablando en serio? BRAULIO: claro que s�. Como puedes ver estoy que rompo el pantal�n. Efectivamente, el bulto que hac�a la erecci�n era notorio. Las hermanas r�en. RUBY: �Y qu� quieres que hagamos? BRAULIO: Que tengamos intimidad ahora mismo. Y despu�s vemos. Ruby mir� a su hermana Carmina. Esta se r�e y se encoge de hombros. Parec�a estar diciendo "es cosa tuya lo que quieras hacer". RUBY: �Eres masoquista? BRAULIO: No. O al menos eso cre�a. Puede que sea algo masoquista. RUBY: Porque me estoy dando cuenta de que soy algo s�dica. En eso interviene Carmina. CARMINA: Yo me retiro de esta curiosa conversaci�n. Tengo cosas que hacer. Entonces Ruby invit� a Braulio a su cuarto. El sexo que tuvieron estuvo muy intenso, al punto que ella tuvo dos orgasmos en una penetraci�n. Despu�s se despabilaron y descansaron sobre la cama. Conversaron. RUBY: Realmente eres muy superior en la cama que boxeando. BRAULIO: jajajajaja Gracias. RUBY: Es que es verdad. BRAULIO: �C�mo debo tomar eso? �Seguimos siendo pololos? Ella lo queda mirando. RUBY: �De verdad lo quieres? BRAULIO: �Por supuesto! Si me gustas mucho y te quiero mucho. Por eso perd� la cabeza. RUBY: MMMM est� bien. Se besaron como sellando la renovaci�n del pololeo. Fueron al comedor a tomar t�. Al rato aparece Carmina nuevamente. RUBY: Nos abuenamos ... CARMINA: Ok. BRAULIO (a Carmina): T� hermana me dijo que soy mejor en la cama que boxeando. CARMINA: Jajajajajaa. Ella que te conoce en las dos cosas, debe estar en lo cierto. RUBY: Realmente as� es. Y el sexo sirve para que los dos nos tranquilicemos. Despu�s de esos acontecimientos y di�logos, retomaron su relaci�n por un buen tiempo. Tuvieron algunas pr�cticas sadomasoquistas, en la cual ella era la s�dica y �l el masoquista. No fue lo que marc� la relaci�n, pero varias veces lo hicieron. Tambi�n se dedicaron a que ella lo tomara en brazos y cargara de distintas maneras. SEXTO EPISODIO Fue en una casa en la que Carmina trabaj� por dos meses como empleada dom�stica, haciendo un reemplazo a la titular que estaba en pre y post natal. Se trataba de un matrimonio en torno a los cuarenta a�os. Carmina ten�a treinta para entonces. Se llamaban Carlos y Lola. Cuando fueron presentados la esposa le cont� que su nombre era Lola, tal cual, y no era un apodo del nombre Gloria, como se pensaba muchas veces. La hija de ellos, Ximena, de veinte a�os, estaba estudiando ingl�s en el extranjero. Al poco andar se dio cuenta de que la relaci�n matrimonial no se ve�a nada de bien. A veces discut�an largamente subiendo el tono de voz. Otras veces pasaban d�as sin hablarse. No sal�an juntos, haci�ndolo cada uno por su cuenta. Daba la impresi�n de que Lola ten�a un amante, pues un tipo la pasaba a buscar con frecuencia. No parec�a importarle que Carmina se percatara, ni que le fuera a contar a Carlos. El trato de Lola con Carmina era distante. A veces ped�a comida para despacho, como Sushi y comida china, y nunca la comparti� con Carmina. Era seria y autoritaria para dirigirse a Carmina, aunque tampoco se pod�a decir que le hablara con mal tono. Le exig�a a Carmina que usara un guardapolvo de color azul, sin duda con el objeto que fuera identificada como la asesora del hogar que era. Carlos era m�s amable. La saludaba son una sonrisa y se tomaba el tiempo para preguntarle como estaba y conversar algo. **Carlos conversa m�s largo con Carmina** En cierta oportunidad Carmina estaba sola en la casa. Aprovech� de no usar guardapolvo pues hac�a calor. Estaba con jeans, zapatillas, y un polo de manga corta que le permit�a mostrar sus brazos, hombros y espalda, bastante musculosos y desarrollados, adem�s de tener un volumen considerable. Ese d�a Carlos lleg� como a las 2 de la tarde. Se dirigi� a la cocina para comer algo. Encontr� a Carmina. Se saludaron r�pidamente. Ella tom� conciencia de que estaba sin guardapolvo. Lo cogi� de una silla y se lo comenz� a colocar, puesto que hab�a llegado su jefe. Carlos se dio cuenta del hecho. CARLOS: Si se siente m�s c�moda sin guardapolvo por el calor, por m� no tiene que pon�rselo. CARMINA: Es que a su se�ora le gusta que lo use. CARLOS: A Lola le gusta, pero no est� ahora, as� que tranquila. Ella le dio las gracias, y se quit� el guardapolvo. Fue entonces cuando Carlos se percat� del cuerpo que ten�a Carmina. Con guardapolvo se ve�a grande y maciza, pero sin �l se notaba la definici�n de su musculatura. La mir� con asombro y enmudeci� unos instantes. Ella se percat� del gesto y lo mir� a los ojos. CARMINA: �Qu� pasa? �Por qu� mira as�? CARLOS: Es que me impresiona tu cuerpo. Me estoy dando cuenta de que eres muy musculosa CARMINA: Ah, claro que lo soy. CARLOS: �Eres fisicoculturista o algo as�? CARMINA: No lo soy, sino desde ni�a he hecho ejercicios para ganar musculatura. Me alimento en forma sana y consumo suplementos, en forma controlada. CARLOS: Entiendo ... Ella rio, le dio la espalda, levant� los brazos, los dobl� y le mostr� sus b�ceps, hombros y cuello. Carlos estaba realmente impresionado. CARLOS: �Me dejas tocar tus brazos? CARMINA: Muy bien. Carlos rode� el brazo derecho de Carmina. Ella lo dobl� haciendo fuerza, y apareci� la pelota dura y voluminosa que eran su b�ceps. Luego estir� su brazo, y �l pudo apreciar su tr�ceps. Baj� las manos recorri�ndola en el brazo, y sinti� su antebrazo, mu�eca y manos. Compararon manos y la de ella era m�s grande, y eso que �l la superaba en estatura por unos 10 cent�metros. Entonces Carmina se subi� la polera y mostr� su est�mago con nudos. Carlos volvi� a enmudecer y a mirarla con sorpresa. CARLOS: �Hagamos gallitos? CARMINA: Bueno ... Lo hicieron poniendo los antebrazos frente a frente en la mesa de la cocina. Carmina tom� el control en treinta segundos y gan� la competencia. CARMINA: Si no le molesta, me saco la polera y puede ver mis espaldas- CARLOS: Jajaja. No me molesta. Lo hizo y qued� en sost�n. Con poses de fisicoculturismo mostr� su musculatura en la espalda. Igualmente, Carlos pudo notar el ancho de sus hombros, de consideraci�n. Como si lo anterior fuera poco, se quit� los pantalones. Ello permiti� que Carlos viera sus muslos y pantorrillas, tambi�n musculosos. CARMINA: Ande, toque mis m�sculos si quiere, Le doy permiso para que me toque la parte de arriba, sin agarrarme las pechugas. Desde luego que Carlos provech� ese "permiso". La recorri� lenta y suavemente en la espalda est�mago y cuello. A ese nivel ten�a el pene duro, el que se notaba debajo del pantal�n. Ella lo mir� y rio. CARMINA: Se me calent�, papito. Dicho eso le agarr� el miembro, primero por encima del pantal�n. Luego le abri� el cintur�n, el bot�n met�lico, y finalmente le baj� el cierre. Le meti� la mano en el calzoncillo, le cogi� el miembro y lo comenz� a masturbar. Mientras lo hac�a lo besaba en la boca. �l estaba totalmente entregado. Carmina lo dominaba con la fuerza que mostraba, sin hacerle da�o, y con el placer sexual que le proporcionaba. Despu�s de un par de minutos, Carlos se corri� y parte del semen qued� en la pierna desnuda de ella. �l lanz� un gemido largo. Ella tom� una toalla de papel, la humedeci� y se limpi�. CARLOS: �Es incre�ble lo que me hiciste! CARMINA: �Le gust�, papito? CARLOS: Jajaja �Demasiado! **Conversan del matrimonio de Carlos con Lola** CARLOS: Como habr�s notado, con Lola no andamos bien como matrimonio. CARMINA: Lo que he notado es que a veces no se hablan, y otras veces discuten levant�ndose la voz. CARLOS: Ella tiene un amante, y ella sabe que lo s�. Y me he acostumbrado a la situaci�n. Carmina lo queda mirando en silencio. CARLOS: �Te hab�as de dado cuenta de que tiene a alguien? CARMINA: S� que hay un se�or que la viene a buscar seguido. Lo ubico, pero no hago preguntas ni lo comento, porque no es asunto m�o. CARLOS: Lo mejor ser�a que nos separ�ramos. CARMINA: �Y en qu� topan? CARLOS: En que ella no gana mucho. No podr�a mantener una casa como esta. La soluci�n ser�a que se fuera donde su mam�. Por lo que me doy cuenta la relaci�n con el tipo no da para que �l la mantenga. **Hechos posteriores de este Episodio 6** Carlos y Carmina tuvieron sexo intenso muchas veces, incluyendo penetraciones y mamadas mutuas. Tambi�n luchaban, y ella ganaba siempre. As� pasaron meses, hasta que finaliz� el reemplazo de ella. Carlos y su esposa Lola se reconciliaron, aunque no se pod�a decir que tuvieron un matrimonio ejemplar RELACI�"N DE PERSONAJES CON OTRAS HISTORIAS DEL MISMO AUTOR Carmina es personaje principal de la primera parte de esta historia, de "Una empleada para don Tirso", y de "Carmina act�a como babysitter". Santiago, del episodio 4, es personaje principal de "Funcionarias de universidad 1 - Jacinta conoce a un chico". Aunque no se menciona su nombre, en "Lilia, alias Morticia, alias Lady Vampiro, parte 2", se relata como Santiago se involucra con una mujer mayor llamada Sonia para iniciarse sexualmente. Carlos, del episodio 6, es personaje secundario de "Enzo y Regina se encuentran en un estacionamiento - 2"