El destino de Tina (Parte 1) Por Alejandro B. Tina había vivido una larga vida llena de abusos. La habían violado a los 15 años de edad, se dice que fue un novio de la escuela secundaria. Su padre fue un hombre malo que la golpeó por castigo siempre que lo desobedecieran. Así, cuando Tina tuvo 18 se largó de su casa, enfrentando al mundo con deseos esperanzados y positivos. Pero desgraciadamente ella se encontró a con Alex, un hombre abusivo 6 años mayor que ella. Al principio él parecía bueno, pero una vez que Tina vivió en un apartamento con él, él desarrolló rasgos similares a los de su padre, constantemente pegándole siempre que a él se le diera la gana, también obligándole a que tuviese dos trabajos mientras él se quedaba en casa para beber y mirar la TV todo el tiempo. No tomó demasiado para que Tina tuviese miedo de volver a casa, a veces decía tener suerte y encontrarle sentido a los trabajos, pues al menos ella podía estar allí y sin tener miedo a cualquier ataque de su pareja Al fin Tina comprendió que ella simplemente no podía seguir ya con Alex. Así que decidió librarse de este hombre malvado, apenas tuviera la primera oportunidad. Al principio ella pensó simplemente en correr e irse lejos, pero comprendió que si ella se escapaba, Alex sin duda encontraría otra mujer para abusar y dominar, y por no mencionar lo que él haría si la encontrase de nuevo. Cuando el día del ajuste de cuentas llegó, Tina no había premeditado nada acerca de lo que ella haría. Lo que pasó, apenas pasó. Una noche ella vino a casa luego de un día largo de trabajar una como camarera en un club nocturno local. Ella se paseó en su apartamento llevando su uniforme de la barra que era una minifalda de cuero negro y pantimedias con tacones altos. Ella se sacó sus zapatos y al minuto se sentaba en la sala para dar un masaje a los pies doloridos y cansados. En eso Alex salió de la alcoba gritando que ella tenía que cocinarle algo para comer. Tina olió la respiración de cerveza en él antes de que incluso Alex estuviese cerca de donde ella se sentaba. Como ya dije antes, apenas pasó. Cuando ella se preparó en lo más profundo de si para una paliza familiar o algo por el estilo. En lugar de esperar ser golpeada Tina simplemente saltó y dio un puñetazo a Alex en la barriga. A su sorpresa total él cayó como un ladrillo. No queriendo que él consiguiera estar de pie de nuevo para golpearla, Tina saltó sobre él, aterrizando derecho en su pecho. Hubo una exhalación fuerte y todo el aire salió al instante fuera de los pulmones de Alex. Él se esforzó en bajar a Tina de arriba suyo intentando golpearla con sus puños. A su vez mientras estaba retorciéndose de furia, hizo que Tina se asustara, pues una vez que la hubiese sacado de allí, seguramente le daría la golpiza de su vida. Ella podía ver claramente en sus ojos rojos de furia, que estaba más enfadado de lo que lo había visto alguna vez. Momentos después, Alex casi tenía a Tina fuera de y él empezó a gritar cada insulto que se dijese bajo el sol. Entonces sus palabras casi la aturdieron cuando gritaba que él la mataría una vez que se liberase de ella. Alex le había pegado a Tina en el pasado y efectivamente él también había gritado a ella así antes. Las palabras más amenazantes y perjudiciales escaparon de los labios de Alex y Tina sintió apenas que tenía que callarlo. Sin realmente pensar en el próximo movimiento, Tina sólo se adelantó hasta que su trasero se encontrase apuntando hacia la cara enfadada roja de Alex. Una vez posicionado, ella se permitió dejar caer tan duro como pudo, al instante aplastando la nariz y boca, deteniendo los gritos por un momento. Alex estaba más allá del susto y dolor, confundido por el giro súbito de los eventos. Tina se puso derecha con el peso lleno en su cara y se sentaba en él tan duro como para que él no pudiera abrir o mover su boca de forma alguna. Él empezó a asustarse allí abajo, con Tina que lo estaba envolviendo con su trasero y desvalidamente empezó a intentar hacer algo que pudiese derribarla de su cara. En un momento dado él casi rasgó las pantimedias sacándola fuera de sus piernas y culo cuando arañó para escapar de ese trasero sofocante desesperadamente. Era tal la desesperación que cuando Tina miró hacia abajo entre sus muslos y vio apenas que los ojos de Alex miraban hacia atrás, podía ver el terror claramente en ellos, algo que antes Tina nunca había visto en Alex. Cuando Tina continuó mirando hacia abajo a Alex, sintió un zumbido caluroso dentro de su sexo que la empezó a consumir y crecer. Todavía no totalmente consciente de lo que ella le estaba haciendo a su novio, Tina continuó sofocando su cara sentada hacia delante, con sus bragas y todo su peso obstruyendo el aire de su víctima. Todos los esfuerzos de Alex se debilitaban de a poco, en cuestión de sólo un minuto o dos. Esto sorprendió a Tina, ya que antes ella creyó de verdad que Alex escaparía de sus muslos poderosos y su trasero y le pegaría cruelmente. A veces él intentaba volver su cabeza hacia un lado a en un esfuerzo esperanzado por respirar y cuando tuvo éxito y Tina oía un apenas respirar bajo los pliegues de la bombacha que cubría su culo poderoso. Cuando esto sucedía, ella se levantaba levemente, agarraba a Alex por las orejas y daba un tirón volviendo a su cara al mismo lugar, de nuevo a la asfixia y la sofocación. La actitud de Alex también había cambiado a estas alturas. Él ya no amenazaba a Tina, de hecho, cuando tuvo la oportunidad de poder decir algo, los únicos sonidos que él hizo o eran ruidos desesperados por el ahogo o alguna súplica por piedad. El calor moderado en el cuerpo de Tina había crecido tanto que llenó todos sus sentidos de verdad. Ella se sentía muy caliente cuando aplastó y sofocó la cara desvalida de Alex. La parte de debajo de la bombacha se saturó ahora de su excitación acalorada. Ella había experimentado ya varios orgasmos y por lo menos se sentía como que allí era la manera de seguirlos teniendo hasta que se le antojase. Luego de unos momentos de sentarse en la cara de Alex, Tina observó que apenas casi no se movía. Tina supo que él estaba ahora al borde de la inconsciencia. Mirando hacia abajo, a sus ojos, ella vio que estaban cerrados y la cara ya muy roja, casi morada. Yo supongo que en ese mismo momento Tina vino a comprender exactamente cómo ella podía liberarse de su maligno novio. Ella miraba hacia abajo a los ojos de Alex y pensando y pensando, a veces en voz alta, nuevos planes encontró. Había ciertos movimientos casi imperceptibles en Alex, pero Tina supo que él la había oído y probablemente había sentido mucho terror. Sonriendo ahora hacia él, Tina se alzó ligeramente y suavemente tiró sus bragas y las pantimedias a un lado, exponiendo su sexo húmedo y el culo hambriento de tener una cara abajo. Entonces estiró los cachetes del culo y se estableció en su cara, asegurando con sus labios de la entrepierna la boca de Alex y con su culo entrampó su nariz y trató de hundirla en ella lo más posible que pudiese. Alex estaba fláccido y pasó a mejor vida en sólo dos minutos, pero Tina permaneció sentada en su cara durante otros 25 minutos sólo para asegurarse de que él no volvería a vivir para poder frecuentarla de nuevo. Ella continuó con sus orgasmos hasta que al final el cuerpo de Alex comenzó a enfriarse bajo su culo y entrepierna totalmente húmedos. Cuando había terminado, Tina tomó una ducha caliente y larga para librarse de su pasado. Ella se sentó luego en la sala y se bebió una cerveza fría, a sólo pulgadas de ella estaba en el suelo el novio muerto. Tina supo que debía escaparse, pues si la atraparan iría ciertamente a prisión. Simplemente no podía creer cómo de fácil había sido asesinar a su hombre. Así como ella abordó un autobús a ningún lugar en especial. Ella estaba en camino a una nueva vida y pensó poner tanta distancia entre ella y su apartamento como le fuese humanamente posible. Cuando llegó a su destino final se terminó encontrando en Nueva York. Tina escogió la Gran Manzana porque creyó que allí se podría mezclar entre las muchedumbres interminables y nadie lo podría notar. Una vez en la ciudad, ella encontró un gran trabajo en una oficina como la secretaria personal de un hombre comercial. Su independencia era en verdad fabulosa, y por primera vez en su vida, Tina se sentía libre de verdad. Ella tuvo algunos 'romances' casuales que satisficieron su apetito sexual. Los hombres le ofrecieron llevarla a los restoranes más caros y a los teatros. La vida era bastante buena y le sonreía de una vez por todas a Tina. Continuará... Visit: http://groups.yahoo.com/group/sentadasentucara/ Mail me: semc2v@yahoo.com