TANIA 7 - UN REENCUENTRO Por Esper, esper_cl@yahoo.es En esta historia de la serie, Tania reencuentra a Cony, quien fuera a su alumna de karate por a�os. Ella relata una experiencia sadomasoquista que tuvo. Luego se re�nen con Checo, hermano de Tania. ****** Nos encontramos con Tania de 35 a�os. Se mantiene conviviendo con Jos� Carlos y cr�an juntos a su hija Mariela. Su principal actividad sigue siendo la administraci�n del gimnasio de su familia, en el cual hace clases de karate para ni�os y mujeres. Paralelo a eso, practica el karate en la academia en la que estudi� desde ni�a. Un d�a s�bado de primavera en la ma�ana, Tania decidi� subir el cerro San Crist�bal, como lo hab�a hecho muchas veces antes. Ese cerro es considerado el parque metropolitano de Santiago. Es frecuente que lo suban personas caminando, en bicicleta o trotando. El plan de Tania era subirlo caminando para luego bajarlo en trote. La subida era unos 11 kil�metros. Muchas veces hab�a hecho esa actividad f�sica, la que junto con hacer ejercicio le permit�a sentir la naturaleza y disfrutar de las vistas panor�micas de la ciudad. Ver personas como ella buscando y manteniendo salud, era parte del agrado. Tambi�n era entretenido ver extranjeros en sus tours, y escuchar como los gu�as le explicaban la ciudad. Esas subidas al cerro las hac�a siempre en compa��a de alguien, y en esta ocasi�n su acompa�ante era su hermano menor Francisco, a quien conoc�an con el apodo de "Checo". Fue Tania cuando ni�a quien le puso ese sobrenombre, a ra�z de una teleserie que ten�a un personaje llamado Francesco al que le dec�an Checo. Un poco antes de llegar a la cumbre se detuvieron en un mirador para disfrutar de la vista de la cordillera de Los Andes. El aire estaba limpio y la cadena monta�osa se apreciaba n�tidamente en toda su dimensi�n. "�Tania!", se escuch� de una voz femenina. El tono de voz denotaba una mezcla de alegr�a y asombro. Tania se da vuelta y reconoce de inmediato a quien la hab�a llamado. "�Cony!" replica, tambi�n con alegr�a. Las dos chicas se acercan y se abrazan como dos amigas que no se ve�an hace tiempo. "Sensei Tania", exclama Cony. Tania r�e y le responde "disc�pula". Tania presenta a Cony con su hermano. Checo mira con expectaci�n y ve que Cony estaba nada de mal. Calcul� que su edad estaba entre los veinticinco y los treinta a�os. Vest�a un pantal�n de buzo gris claro ajustado, el que permit�a que se apreciaran sus formas femeninas. En la parte superior hab�a un polo de manga corta color blanco. Su pelo era rubio oscuro, ondulado y lo llevaba tomando con cola de caballo. De estatura se ve�a similar a Tania, quien mide 1,73. Por la forma de sus hombros y brazos, se ve�a atl�tica y musculosa. �l estaba seguro que su est�mago mostrar�a los t�picos nudos de m�sculos. De contextura, Cony se ve�a algo m�s delgada que Tania, pero ten�a en com�n ser ancha de espaldas. La chica estaba con una bicicleta pistera, por lo que era obvio que hab�a subido en ese medio para hace ejercicios. COMO SE CONOCIERON TANIA Y CONY Siendo la menor de dos hermanas, cuando Cony ten�a 10 a�os sus padres se separaron. La ruptura fue tormentosa y a Cony la perturb�. Desde entonces su car�cter empeor�, siendo bastante conflictiva en el colegio. Su cuerpo atl�tico y fuerte se ven�a desarrollando desde muy ni�a, lo cual se explicaba solo parte por la gen�tica, ya que siempre hizo mucho ejercicio. Con sus primos hombres se ve�a frecuentemente y participaba con ellos en juegos bruscos. Ya a los 8 a�os era capaz de cargar en sus espaldas a sus primos dos y tres a�os mayores, y caminar con ellos un rato. Los mismos chicos le ense�aron a boxear y algunos movimientos de karate tanto de golpes como de defensa. A los once a�os fue expulsada por golpear a una compa�era de su curso. Sucedi� que �sta, llamada Berta, bastante m�s alta que ella, se empez� a burlar porque el papa de Cony ten�a otra mujer. Ella soport� un rato las burlas, pero como Berta segu�a, le dio un empuj�n con la que ella cay� al suelo. Berta se puso de pie molesta y quiso responder con otro empuj�n. Cony la contuvo y le mand� otro par de golpes con lo cual Berta qued� en el suelo llorando. A los diez minutos ya se hab�an enterado los profesores y la direcci�n del colegio. Como resultado Berta fue amonestada y Cony fue expulsada. Los intentos de la mam� de la chica por que su hija no fuera expulsada fueron in�tiles. Tanto la profesora jefe como el director se mostraron intransigentes. La pelea ocurri� dos semanas antes que terminara el a�o escolar. El consejo de profesores determin� que Cony pod�a dar los ex�menes finales para pasar de curso, pero el pr�ximo a�o no pod�a volver al colegio. Al mes Cony cumpli� doce a�os. Jorge, el padre de los primos con los que jugaba Cony le aconsej� a su mam� que la ni�a estudiara karate. "Le har�a muy bien para controlar sus energ�as, desarrollar su autoestima y obtener algo de tranquilidad", dijo . La madre de Cony lo pens�, y concluy� que ser� una buena idea. Entonces matricul� a Cony en una academia de karate, en la cual una de las instructoras era Tania. Fue as� como se conocieron. A Tania le correspondi� tener la entrevista de rigor con Cony. Conversaron de lo que significaba estudiar karate, especialmente que nunca se deb�a abusar de sus conocimientos, evitando peleas a toda costa. Dentro de la entrevista Cony le cont� a Tania la pelea que tuvo en el colegio y su expulsi�n. Le cont� tambi�n que sus primos le hab�an ense�ado a combatir. Tania vio como la ni�a era alta para su edad y estaba desarrollando una buena musculatura. En ese momento Tania ten�a 21 a�os y era cintur�n negro segundo dan de karate. Despu�s de la entrevista, Tania le tom� a Cony pruebas de conocimiento de artes marciales, y de capacidad f�sica. Pudo ver como la ni�a era fuerte, �gil y ya sab�a dar algunos golpes de mano con pu�o abierto y cerrado, y conoc�a movimientos de defensa. De patadas no ten�a conocimiento, pero ten�a buena flexibilidad y fuerza en las piernas, como para aprenderlas Tania fue instructora de Cony por a�os, y vio como la chica se esforzaba y le gustaba mucho lo que hac�a. Los ex�menes para ascender de cintur�n, los aprobaba sin dificultad. A Tania le complac�a saber que Cony no hab�a tenido peleas en el colegio o en la calle. Se fue desarrollando un afecto fuerte entre las dos, en sus roles de maestra y alumna. Tania presenci� la pubertad de Cony , y le dio algunas indicaciones a seguir al convertirse en mujer. Cuando Cony ten�a 16 a�os, su madre se cas� nuevamente, y se fue a vivir a otra ciudad. Se despidi� cari�osamente de Tania, puesto que no seguir�a asistiendo a la misma academia. EN EL CERRO SIGUEN CONVERSANDO Maestra y disc�pula se quedaron conversando por 10 minutos en el mirador del cerro. Brevemente se contaron de su vida. En un momento Checo se ausenta para ir al ba�o y las dos chicas quedan solas por un rato. TANIA: �seguiste con el karate? CONY (sonr�e): S�, segu�, pero en otro estilo. Hace un a�o aprob� el examen de cintur�n negro. TANIA: �Y te llegaste a pelear alguna vez? CONY: Un par de veces. Luego Cony se acord� de algo y comenz� a re�r con ganas TANIA (algo contagiada con la risa de Cony) : �de qu� te r�es tanto? CONY: Es que una vez me toc� una experiencia sadomasoquista. El tipo era un s�dico y quer�a que yo fuera la masoquista, pero tuvo problemas conmigo. TANIA: jajajajajajajajaja CONY: Creo que esta historia te va a gustar �Tienes tiempo? TANIA: S�, tomemos una agua y me la cuentas. Le voy a decir a mi hermano que nos deje habar a solas por un rato. Dicho y ello. Las dos se juntan para que Cony cuente su experiencia. CONY CONOCE A JORDI Todo empez� en el matrimonio de una amiga al que fue invitada. En ese momento Cony no ten�a pareja, por lo que le toc� ir sola. Por lo guapa y joven, no le habr�a faltado un acompa�ante. No obstante, la novia le pidi� que fuera sola, ya que ten�a un n�mero l�mite de personas por invitar. La mesa era de ocho personas de las cuales conoc�a a cuatro. Dentro de los que no conoc�a estaba Jordi, quien tambi�n estaba solo. Cont� que era m�dico y que era primo lejano del novio. Ten�a 35 a�os, o sea diez m�s que Cony a la fecha. Se hab�a divorciado hac�a poco y se ve�a con su hijo de 7 a�os. La conversaci�n y el coqueteo se dieron en forma espont�nea. Bailaron unas cuantas veces y tuvieron una conversaci�n fluida llena de bromas. A Cony el tipo le gust� por su manera de ser, y tambi�n por su f�sico. Era moreno y un poco m�s alto que ella. No era gordo, pero s� corpulento Se ve�a �gil al bailar. Se mostraba dominante y protector. A ratos correg�a algunas acciones. Ella pens� "es como son muchos m�dicos. Se creen superiores y due�os del mundo. Piensan que eligen la mujer que quieren. En todo caso, me est� gustando, as� que veremos qu� pasa. " El matrimonio fue un d�a s�bado en la noche. Jordi le dijo que iba a tener que viajar en la semana, pero que le gustar�a verla despu�s de las horas de trabajo. Ella acept� y el mi�rcoles tomaron un caf� despu�s de la oficina. Ah� quedaron de almorzar juntos el s�bado. Jordi le explic� que estaba viviendo con su madre moment�neamente y que contaba con una casa de campo en las afueras de Santiago en un condominio de casa similares. En esa casa ten�a privacidad. El la invit� a que la conocieran despu�s del almuerzo y le dijo abiertamente que quer�a que tuvieran sexo. A ella le gust� tanta sinceridad y acept� con una sonrisa. Jordi la bes� en los labios. Llegaron a la casa en el campo, la que era grande y aislada. El dormitorio era particularmente grande. Era alfombrado, con lo que Cony pens� que ello invitaba a caminar a pie pelado, y tambi�n a desnudarse. Primeramente se sac� la ropa que llevaba y quedo solo en ropa interior. Jordi enmudeci� unos instantes al ver la musculatura abdominal de Cony. Ella percibi� la reacci�n de �l pero nada coment�. Su instinto le llev� a no contar que era karateca cintur�n negro. No sab�a la raz�n, pero estimo que deb�a ocultarlo, al menos por el momento. Se besaron y cogieron sus partes �ntimas como para llamar a la excitaci�n, la que vino r�pido para ambos. Se desnudaron completamente e hicieron el amor m�s de una vez. Las idas a la casa de campo de Jordi las hicieron otras veces Tambi�n el peque�o departamento en el que viv�a Cony era testigo de la pasi�n de la pareja, que se llevaba muy bien en el plano sexual. Ella sent�a que era Jordi quien llevaba el control de la relaci�n, probablemente por su mayor madurez y personalidad, naturalmente dominante. Ello se acentuaba por su profesi�n de m�dico, por ser mayor y por tener una situaci�n econ�mica largamente m�s holgada que la de ella. Era �l quien pagaba todas las idas a restaurantes y otros lugares, y siempre se movilizaban en su auto, de mayor tama�o y mayor precio que el de ella, por lejos. Esa superioridad de �l la inquietaba a ratos, pero le daba encanto a la relaci�n. Siendo ella independiente por naturaleza, ten�a la duda si entrar�an en crisis. De todas maneras todo estaba siendo una gran novedad. Los chicos con los que hab�a estado antes, que no fueron pocos, eran la mayor�a de la edad de ella, conocidos en sus estudios, sus trabajos y vida social. Algunos ten�an dinero, pero proven�a de su familia, a diferencia de Jordi, quien ganaba bastante por su profesi�n de m�dico. Pese a todo, en el sexo las cosas eran m�s parejas, ya que muchas veces era Cony quien decid�a lo que se hac�a. APARECE EL SADOMASOQUISMO Cuando llevaban algo m�s de un mes juntos, Jordi empez� a hablar de sadomasoquismo. Le confes� a Cony que ten�a una personalidad un tanto s�dica, y que le gustaba asumir ese rol en los encuentros sexuales. Eso significar�a que ella asumir�a el rol de masoquista. Algo hab�a le�do sobre ese fen�meno, el sadomasoquismo y ya se hab�a dado cuenta Jordi ten�a una personalidad algo s�dica. A veces se re�a de cosas negativas que le suced�an a otras personas, y sospechaba que le gustaba causarle ansiedad a ella, no llam�ndola por d�as. Una vez le alter� su horario de hacer ejercicios, cosa que le incomod� bastante. Los s�bados iba al gimnasio en la ma�ana hasta las 12. Luego llegaba a su casa y estaba lista para hacer otras cosas desde las una. Esa vez, Jordi entonces le dijo que deseaba pasarla a buscar a las 12. El d�a s�bado siguiente fueron a almorzar, como ya estaba siendo costumbre. La idea era ir a la casa de campo para el encuentro pasional de la pareja. Jordi retom� el tema del sadomasoquismo y le pregunt� a Cony si estaba dispuesta a conocer la experiencia: CONY: �Qu� significa eso? �Me vas a tratar mal? JORDI: Algo as�. No voy a darte m�s detalles. CONY (despu�s de pensar unos instantes): Est� bien. JORDI: Eso s�, si lo aceptas despu�s no hay retorno. Va a ser una tarde muy intensa en placer y sufrimiento. CONY: Muy bien, quiero probarlo. Ella pens� que nunca se hab�a calificado a s� misma en t�rminos de s�dica o masoquista. Sin embargo, crey� que si ten�a que optar por una de las dos caracter�sticas, era el sadismo el que m�s se acercaba a su manera de ser. Hab�a ocurrido antes cuando que era ella quien terminaba una relaci�n, despu�s el chico la hab�a rogado para volver. Eso le daba una sensaci�n de poder y reforzamiento de la autoestima, y casi lo hab�a disfrutado. Llegaron a la casa de campo. Jordi abri� la puerta e hizo pasar a Cony. Entr� �l, y ella se dio vuelta para mirarlo y para ver como empezaba eso que llamaba sadomasoquismo. JORDI :��Puta de mierda!! Ya vas a ver CONY : JAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAA JORDI (desconcertado): �Por qu� te r�es? CONY: Porque muchas veces me han dicho puta y puta de mierda. As� que si a eso le llamas tratarme mal, siento comunicarte que no eres el primero. Entonces �l le dio un empuj�n con energ�a el que s� la sorprendi�. Cony se movi� un metro pero su fuerza y estado f�sico no permitieron que ella cayera. "Oyeeeee" exclam�. Jordi tan solo la mir� y le dio otro empuj�n que la tir� sobre un sof�. Ella pudo haberse defendido pero prefiri� esperar. Jordi sac� una soga del bolsillo, y la mir� amenazadoramente. CONY: �Me vas a atar con esa cuerda? JORDI: �Qu� crees? CONY: �Y se supone que tengo que dejarme atar? JORDI: Da lo mismo. Lo voy a hacer igual. Si opones resistencia, m�s lo voy a disfrutar. Ella pens� que Jordi hab�a cometido un error con lo �ltimo que dijo. Hab�a llegado el momento de actuar. Por supuesto que opondr�a resistencia, pero puso en duda que �l lo fuera a disfrutar. Para poder justificar lo que har�a, tendr�a que dejar que �l le diera uno o dos golpes. CONY: Bueno, int�ntalo. Jordi le da un latigazo con la cuerda, el que recibe en las piernas. Emite un grito, porque le doli� bastante. El pr�ximo ven�a hacia el brazo izquierdo. Pero ella lo ataja por la mu�eca evitando que mandara el golpe con la cuerda. Jordi no dimension� adecuadamente la capacidad de defensa de ella. Con la mano que ten�a libre, �l mand� una bofetada. Ella pudo atajarla pero prefiri� dejar que le llegara en la mejilla. As� ten�a la justificaci�n que necesitaba para darle su merecido. Cogi� con sus dos manos la soga, y le dio un tir�n fuerte, que hizo que Jordi la soltara. Quiz�s �l pens� que ella tratar�a de darle latigazos, pero ella la tir� lejos. CONY: Es mejor que te olvides de la cuerda. No podr�s alcanzarla. JORDI: No necesito de la cuerda. Se acerc� ella como para darle golpes. Cony se puso de lado con la pierna derecha por detr�s. Un intento de bofetada de Jordi fue esquivado, y Cony con la mano abierta y firme le dio tres golpes, dos en la barriga y uno en el pecho. �l emiti� gritos de dolor. Las miradas amenazadoras de Jordi eran replicadas con sonrisas ir�nicas de Cony. "Vamos doctor s�dico, som�teme" dijo en tono de provocaci�n. "Esto nunca lo hab�a vivido, y est� interesante", sigui�. Jordi se aproxima con los pu�os cerrados para pegarle. Por la posici�n en que ven�a, ella pens� que algo hab�a aprendido a pelear cuando estaba en el colegio, o para peleas callejeras. No parec�a saber de artes marciales. Sin embargo, sab�a que nunca hab�a que subestimar a un adversario. Cuando est� lo suficiente cerca, �l manda el primer ataque tipo "jab" m�s golpe de derecha. La reacci�n de Cony fue tomarle la mano izquierda y hacerle un barrido de pies. Jordi cay�. En el suelo, ella lo tom� del cuello con sus piernas y le cogi� el brazo derecho, el que le empez� a torcer. Al comienzo �l empez� a resistir sin gritar, como ocultando el dolor. Luego no pudo m�s, y gritaba cada vez que ella ejerc�a presi�n. Por m�s que intentaba soltarse, no pod�a ya que la combinaci�n de conocimiento de lucha y fuerza de ella eran superiores. Cony lo solt� y se pusieron de pie. Adoptaron una posici�n de frente de combate. Cony permiti� que un golpe de �l le llegara en el est�mago, el que no le hizo gran da�o, especialmente por la musculatura que hab�a desarrollado. Por si fuera poco en el karate hab�a entrenado la recepci�n de golpes en esa zona. Record� que Tania hac�a ese entrenamiento, y de ella lo aprendi�. La pelea finaliz� con una sucesi�n de golpes que le dio Cony a Jordi, la que lo dej� en el suelo, magullado y con sangre en la boca. CONY: �Damos esto por terminado o quieres m�s? JORDI: Est� bien, t� ganas. Si quieres nos vamos. CONY: No a�n no nos vamos. Me vas a tener que lamer mis partes �ntimas hasta que yo sienta un orgasmo JORDI: S�, como no. As� lo hicieron y a los tres minutos Cony lanz� los gemidos de orgasmo. CONY (en tono autoritario) : Ponte de espaldas sobre la cama. JORDI: �Para qu�? CONY: Obedece, �o no sabes qui�n da las ordenes ahora? Jordi no tuvo m�s remedio que obedecer. CONY: Vinimos por sexo, y sexo vamos a tener. Si eres capaz de tener una erecci�n pese a lo cansado que est�s, me subo arriba tuyo. Y no intentes ninguna agresi�n, porque te dar� una paliza peor que la que te he dado. JORDI: Est� bien. Ya sobre la cama, Cony le empez� a acariciar los test�culos y el pene. A ratos se los lam�a. La erecci�n no tard� en llegar. "�Buen chico! Junto con la lamida vaginal que me diste, esta erecci�n es lo mejor de hoy ", dijo Cony. La violencia vivida hasta hace un rato, parec�a ser cosa del pasado Ella se subi� arriba de �l mir�ndolo a la cara y comenz� los movimientos. "De espaldas te demoras m�s en irte, as� que quiero mi orgasmo, despu�s puedes lanzar tu chorro", dijo ella. Lleg� el orgasmo de ella, y en 30 segundos la eyaculaci�n de �l. Cada uno grit� a su manera. Cony estim� que eras hora de irse y se lo dijo. CONY: Ya es suficiente. Quiero que me lleves a mi casa. JORDI: Muy bien. Eres una muy buena s�dica. CONY (algo confundida): �S�dica? Nunca quise serlo. JORDI: Bueno, lograste someterme. �Eres karateca? CONY: S�, soy cintur�n negro. JORDI: �Y te gust� someterme? CONY (piensa antes de contestar): Fue una experiencia interesante, eso no te lo niego. Pero no creo que quiera repetirlo. �Y t�? JORDI: �Yo qu�? CONY: �Lo disfrutaste? JORDI: El sexo s� lo disfrut�. Como siempre. El ser sometido, no lo disfrut�. Soy esencialmente s�dico. No me gusta el rol de masoquista. TANIA Y CONY SIGUEN CONVERSANDO EN EL CERRO TANIA: �S�per buena experiencia la que me cuentas! CONY: T� eres una de las pocas personas a las que se la he contado. Lo hago con quien tengo confianza. TANIA: Gracias. �Y te seguiste viendo con el tipo? CONY: No, acordamos terminar. �l quer�a someterme a toda costa y yo no quise. Nos dimos cuenta los dos que no �bamos a funcionar como pareja, m�s all� de que en su momento hubo buen sexo. En ese momento Tania ve que su hermano Checo la estaba mirando como preguntando si ella y Cony ya hab�an terminado de hablar en privado. Tania le hace un gesto a Checo para que se acercara. �l lo hace y se integra a la conversaci�n. TANIA: �Est�s viviendo en Santiago? CONY: No, pero estoy pensando en venirme. TANIA: �Con qui�n vas a almorzar? CONY: No tengo planes, estoy alojada donde una t�a, pero no quedamos en nada para almorzar. TANIA: Checo y yo vamos a almorzar solos los dos. Mi pareja est� de viaje y mi hija est� en a playa con sus abuelos y primos. Si quieres te unes a nosotros. CHECO: S�, almuerza con nosotros. Eres bienvenida. Cony mir� a Checo. Lo que le dijo, el tono que us� m�s las miradas, daban entender como que el hermano de Tania la estaba seduciendo. CONY: Muy bien. Gracias ALMUERZO ENTRE CONY, TANIA Y CHECO El lugar escogido fue la casa de los pap�s de Tania, la que iba a estar disponible para los tres solos. Lo hicieron en la terraza que daba a un jard�n trasero amplio, con una buena superficie de pasto, que hab�a sido testigo de innumerables pr�cticas con pelota de futbol, ejercicios en general, y karate. Compraron pollo asado y se prepararon ensaladas. Comieron e hicieron sobre mesa. Una hora despu�s segu�an conversando muy a gusto entre los tres. Checo le cont� algo de su vida y Cony de la de ella . El agrado que ten�a Checo por Cony era evidente. �l no sab�a si la atracci�n era mutua. CHECO (dirigi�ndose a Cony): �Tu nombre es Constanza? CONY: No, mi nombre es Cony, Ce - o - ene - y griega. No es apodo de Constanza en mi caso. CHECO: Bien Cony. CONY: �y t�? �cu�l es tu nombre? No creo que sea Checo CHECO: Es Francisco. Tania me bautiz� como checo cuando �ramos ni�os. TANIA: Somos tres hermanos y hemos sido siempre bien leales y unidos. CHECO: Yo siempre fui la pesa de Tania. CONY: jajajjajaa �C�mo as�? �Ella te levantaba y te cargaba? CHECO: As� es. Y lo hace hasta hoy. Fui creciendo y ella nunca dej� de levantarme y pasearme en sus hombros. TANIA (Sonriendo): Lo empec� a cargar cuando yo ten�a 13 a�os, y �l 10 a�os. Nos llevamos 3 a�os. Entonces era m�s bajo que yo y pesaba menos. CHECO (en tono de broma): Ahora soy m�s alto, pero nunca la alcanc� en peso. Tania le da a su hermano un leve empuj�n en el brazo, a modo de reproche. CONY: jajajajjajaja. TANIA: mmmm es verdad en todo caso. Yo mido 1,73 y peso 80 kilos. Checo es m�s alto y pesa menos. CHECO: Yo mido 1,82 y peso 77 kilos. TANIA: �Y t�, Cony? CONY: Mido 1,73 igual que t�, Tania, y peso 70 kilos. Lo m�s que he pesado es 73 kilos. Igual tengo mi musculatura. TANIA: As� te recuerdo de ni�a y as� te veo ahora. Los tres sonrieron CHECO: Tania. Mu�strale a Cony como me cargas. TANIA: Ok. Los hermanos se dirigieron al pasto. Lo primero que hizo Tania fue cargar a su hermano en el hombro derecho y caminar con �l. Luego lo baj�, lo alz� nuevamente y lo carg� en su espalda, sujet�ndolo del brazo con la mano derecha y de la pierna con la mano izquierda. CONY: �Genial! Aunque francamente no me sorprende, Tania, porque siempre he sabido lo fuerte que eres. TANIA: �Quieres intentar lo mismo? Yo creo que puedes. CONY: mmm. Puede ser. CHECO: �Alguna vez has cargado a alguien, Cony? CONY: A mi hermana, pero pesa 65 kilos. CHECO: Yo tambi�n creo que puedes ... La chica decidi� intentarlo. Primero carg� a Checo en un hombro, de la misma forma como lo hizo Tania. Ella y Checo la vitorearon. CONY: mmmm No es dif�cil. A continuaci�n hizo lo que Tania hizo en segundo lugar, de repartir el peso de Checo en sus dos hombros. CONY: Esto es m�s f�cil a�n. Repartir el peso en los hombros implica menos esfuerzo. TANIA: es como dices. Siguieron conversando hasta pasadas las 5 de la tarde. Cony anunci� que ten�a que retirarse. TANIA: Ha sido un gusto Cony. Nos seguiremos viendo. CONY: S�iii. Y las cargadas estuvieron muy buenas. Yo misma conoc� algo m�s de mi fuerza. CHECO. S�, estuvieron buenas. Lo hiciste bien. CONY: Gracias. CHECO: Como premio te invito a servirnos algo en la noche. CONY (mir�ndolo no del todo sorprendida) : �Como premio? CHECO: Bueno, premio para los dos. Yo invito. Cony mir� a Tania para ver si dec�a algo. Ella se mantuvo en silencio, encogi� los hombros como diciendo "si sales con mi hermano es asunto de ustedes". CONY: Hoy en la noche es el cumplea�os de la t�a donde me alojo. No puedo faltar a la celebraci�n. CHECO: Oh, entiendo. Est� bien. CONY (en tono de provocaci�n) : �Qu� es lo que entiendes? CHECO (se demora un poco en responder): Que hoy no puedes salir porque tienes un compromiso. CONY: �Pero piensas que es una excusa para no salir contigo? CHECO: Para nada. T� eres due�a de tus espacios. �l pens� en ese momento que la chica es bien brava para relacionarse con ella. Si segu�a adelante, amenazan las tormentas. Pero la chica le gustaba y ya la hab�a invitado, as� que no pod�a volver atr�s. CONY: Ma�ana a la hora de almuerzo estoy libre. Si quieres me invitas a almorzar. CHECO (sin hacerse repetir): �Excelente! Ma�ana nos vemos. CONY: �Sabes karate? CHECO: Mi deporte es el futbol. Algo de karate he hecho en mi vida, sobre todo porque Tania me ha ense�ado. Voy en cintur�n azul. CONY. Bueno, yo soy cintur�n negro, as� que ya sabes que te arriesgas si intentas "propasarte". CHECO (sonriendo): Lo tendr� presente. Tania presenciaba el di�logo divertida, sin intervenir. Le hizo gracia lo de "propasarte". EPILOGO Checo y Cony se juntaron a almorzar el d�a domingo acordado. Volvieron a salir una segunda vez. Ah� Checo intent� propasarse, y Cony lo acept�, olvid�ndose en ese momento que era cintur�n negro. As� fue como se inici� la relaci�n entre ellos. Cony se traslad� a Santiago, y no fue necesario que arrendara un departamento, porque Checo la invit� a vivir con �l.