TANIA 2 - SIGUEN LOS CONSEJOS A JUAN ANDRES Por Esper, esper_cl@yahoo.es En la primera historia de esta serie, Tania seduce a Juan Andr�s para que �l se inicie en la vida sexual. En esta historia Juan Andr�s desea tener relaciones con una mujer 20 a�os mayor y le pide a Tania que lo aconseje. JUAN ANDRES ACUDE A VISITAR A TANIA Un d�a Juan Andr�s llam� a su amiga Tania, y le pidi� que se reunieran para conversar. Hab�an pasado casi 3 a�os de que ella lo hab�a ayudado a iniciarse en la vida sexual, siendo la primera mujer con la que tendr�a relaciones. Posterior a eso, los dos pasaron a ser grandes amigos. Ella result� ser una especie de t�a o hermana mayor que lo aconsejaba. Ahora Juan Andr�s ten�a 20 a�os y Tania 27. Toda la familia de �l se hab�a trasladado a Santiago, desde Vi�a del Mar donde viv�an. Lleg� Juan Andr�s a la casa donde viv�a Tania, la que era la de los padres de ella. Esta vez andaba con un buzo azul oscuro y zapatillas. Se saludaron con un abrazo y beso. Tania le dijo que fueran a la terraza donde tendr�an privacidad. Iniciaron la conversaci�n. Juan Andr�s: Lo que pasa que dos amigos y yo vamos a ir a Argentina. Tania: �A Buenos Aires? Juan Andr�s: A Mendoza. Hay un recital que nos interesa. Tania: Quiz�s se llene Mendoza con el recital. �Tienen donde que quedarse? Juan Andr�s: Nos vamos a quedar en la casa de un t�o de V�ctor, uno de los del grupo. Y vamos en auto, as� que no nos va a costar movilizarnos. Tania: Excelente, va a ser un viaje entretenido. Juan Andr�s: Bueno, voy al grano, a lo que vine a hablar contigo. Tania: Soy toda o�dos. No creo que hayas venido a hablar conmigo solo a contarme que vas a ir a Mendoza. Juan Andr�s: Exactamente. Lo que pasa es que en Mendoza vive una amiga de mi mam�. Tania: mmmm Ella vio como al chico se le ilumin� la cara cuando empez� a hablar de la amiga de su mam�. Estaba claro que alguna intenci�n ten�a con esa mujer. Tania sonri�. Tania: �Es lo que me estoy imaginando? Juan Andr�s (sonriendo tambi�n): �Qu� has imaginado? �Que me quiero acostar con ella? Tania: Por supuesto Juan Andr�s (titubeando): Er, mmm, bueno, s�. Tania: Jajajjajajajaja El chico se contagi� con la risa de Tania y comenz� a re�r tambi�n. Tania: Bueno, sigue cont�ndome. Esto est� interesante. Juan Andr�s: Bueno, ella es argentina y vive en Mendoza. Como te dec�a es amiga de mi mam�. Tiene 40 a�os y es un monumento. Cuando mi mam� supo que iba a Mendoza pens� de inmediato en mandarle alg�n regalo conmigo. Tania: Y t� se lo vas a llevar gustosamente porque eres buen hijo. �No es as�? Juan Andr�s (con picard�a): Por supuesto. Tania: �C�mo se llama? Juan Andr�s: Deborah. Ella se qued� pensativa unos instantes como tratando se acordarse de algo. Le vino entonces a la memoria. Ella hab�a escuchado la conversaci�n de Juan Andr�s y sus primos en la que hablaban de ella. Y hab�a sido una conversaci�n de tono er�tico. Juan Andr�s (viendo la expresi�n de Tania): �Te he contado antes de ella? No recuerdo haberlo hecho. Tania: Creo que alguna vez te la o� mencionar, quiz�s hablando con tus primos. Eso fue en �aquel verano�. Juan Andr�s: Si, puede ser. A ellos les he hablado de ella. Tania: Bueno, cu�ntame m�s de ella. Juan Andr�s: Es separada, tiene 40 a�os reci�n cumplidos. Tiene una hija. Le escuch� a mi mam� que le costaba mucho armar pareja con un hombre. Ten�a muchos pretendientes, pero las relaciones de novio no duran mucho. Ahora mismo est� sola. Tania: �Es atractiva f�sicamente? Debe serlo. Juan Andr�s: De cara es bien normal pero atractiva. Tiene el pelo rubio, largo y liso. Creo que es rubio natural. Ojos caf� m�s bien claros. Es atl�tica, porque es deportista. Se hizo amiga de mi mam� porque una vez se aloj� en su casa de soltera cuando ten�a como 16 a�os y fue a Vi�a del Mar a un campeonato de b�squetbol. Adem�s es bien alta. Mide 1,83. Tania: O sea bastante m�s que t� porque yo mido 1,73 y t� eres un poquito m�s alto que yo. Juan Andr�s: Mido 1,76. Bueno, �qu� opinas? Dame tu consejo. Tania: Dime primero por qu� crees que ella querr�a acostarse contigo. Juan Andr�s: Quiz�s me equivoco, pero creo que as� es. El a�o pasado fuimos a Mendoza, la vimos. Me dio varias alabanzas, en el sentido que estaba guapo y bien hombre, y fue cari�osa conmigo. Creo que hubo feelling. �Qu� piensas? Tania: Es posible que si. Pero no es seguro. Bueno, si vas a seducir a alguien nunca es seguro que se va a lograr. Y eso es parte de lo entretenido que tiene la seducci�n. Juan Andr�s: Bueno, �y qu� me aconsejas? Tania: Vamos viendo. En primer lugar. T�malo con mucho relajo. Nada malo te va a pasar si no te resulta. No te juegas la vida en ello. Debes ir tranquilo por tu objetivo. Juan Andr�s: me parece muy bien lo que dices. �Lo aprendiste del karate por casualidad? Tania: As� es. Bueno, sigo con los consejos. Juan Andr�s: Por favor, hazlo. Tania: Dem�s est� decirte que debes ir solo a verla. Sin tus amigos. Juan Andr�s: Por supuesto. Tania: Creo que lo mejor es que lo hagas en forma indirecta y que le dejes el trabajo a ella. Juan Andr�s: �C�mo as�? Tania: Se bien cari�oso cuando la saludes. La abrazas y le tomas de la mano. En lo posible la tocas cuando conversen aunque sin ser muy repetitivo con eso. Si hay feeling las cosas se van a ir dando. Juan Andr�s: mmmm Gracias, sigues siendo una maestra. Tania: De nada. Cuando vuelvas me cuentas, lo que quieras contarme claro. Juan Andr�s: Muy bien. Tania: �Alguna otra duda? Juan Andr�s: No, creo que te voy a hacer caso. En resumen, no ponerme demasiado ansioso y tratar de que la cosa salga de ella. Tania: Exactamente. Buen chico. Con eso como que se daba por concluida la etapa de consejos. Parec�a que era todo estaba claro pero a Tania ten�a algo m�s que decir. Tania: �Sabes? Si logras acostarte con ella puedes quedar enganchado y la cosa no terminar bien. Juan Andr�s: �Enamorado dices? �Y que despu�s sufra por ello? Tania: Si, es una posibilidad. �Has tenido desilusiones amorosas? Juan Andr�s: Si, claro. Pero es parte de la vida. Eso aprend�. Tania: De acuerdo. Comparto tu forma de pensar. Juan Andr�s: Gracias. EN LA MISMA REUNI�N CON TANIA HAY PRUEBAS DE FUERZA Juan Andr�s: Pasando a otro tema. He hecho ejercicios de brazos y me ha aumentado la musculatura. Me gustar�a que hici�ramos vencidas. Hace 3 a�os me ganaste en forma muy f�cil. Tania (sonriendo): �Y piensas que me vas a ganar ahora? Juan Andr�s: Francamente no s�. Pienso que es dif�cil �Y t� qu� crees? Tania: Bueno, veamos. Se pusieron en posici�n de vencidas. Iban a empezar, cuando Tania interrumpi�. Tania: Espera un poco. Si te gano no te vayas a poner caliente conmigo. Recuerda que es con Deborah con quien est�s caliente. Juan Andr�s: Jajajjajajajajajajjaa Tania: Y adem�s estoy con novio. Los dos siguieron riendo un buen rato. Tania: Antes de hacer vencidas te propongo otra competencia. �Cu�nto pesas? Juan Andr�s: 75 kilos �Cu�l es la otra competencia? Tania: Yo peso 80 kilos. La competencia consistir� en que uno cargue al otro en sus hombros. Juan Andr�s: pero eso es f�cil� Tania: Espera, no he terminado. Una vez que en los hombros, hay que levantar al otro estirando los brazos y alzarlo por sobre la cabeza, y mantenerlo as� 30 segundos. Juan Andr�s: Mmmm, no se ve tan f�cil, pero intent�moslo. Pero yo peso menos. Tania: Te voy pasar entonces una pesa de 5 kilos y as� equiparamos. Yo te cargar� primero. Dicho y hecho. Juan Andr�s carg� una pesa de 5 kilos. Se puso de pi�. Tania se agach� y lo tom� de una �pierna y un brazo y lo carg�. Llevarlo a los hombros le fue muy f�cil y natural. Luego empez� a hacer fuerza. Dobl� levemente las piernas para tomar impulso. Luego las estir� y simult�neamente fue levantando a Juan Andr�s por sobre su cabeza con los brazos estirados y lo mantuvo en esa posici�n algo m�s de 30 segundos. El esfuerzo que hizo Tania fue realmente de consideraci�n. Lo baj� y tom� aire para recuperar la respiraci�n. Tania: �Ves? Eso es lo que hay que hacer. Juan Andr�s: Si, eso mismo entend�. Voy a tratar. Ahora �l hizo el intento. Llevar a Tania a sus hombros como primera etapa no fue dif�cil. Lo que ten�a que hacer a continuaci�n fue alzarla por sobre su cabeza y mantenerla con los brazos estirados. Repiti� la t�cnica de ella, usando piernas. Lo m�s que logr� fue levantarla unos 10 cms y no pudo tenerla as� m�s de 5 segundos. La baj�. Descans� unos momentos caminando y respirando fuerte. Juan Andr�s: Bueno, me ganaste otra vez. Tania: �Quieres a�n hacer las vencidas? Juan Andr�s: Si claro. Aunque lo m�s probable es que me ganes. Dado que estaban los dos de pi� dobl� el brazo y lo puso en posici�n. Tania se lo tom� para iniciar las vencidas. R�pidamente ella venci� la resistencia de �l. Tania: Esta vez me cost� m�s que hace tres a�os, seg�n me acuerdo. Juan Andr�s (con iron�a): menos mal. Estoy hecho un �chuarzeneger� entonces. Tania: Jajajjajajajaja Tania (mirando la hora): Son las 6 ya, �quieres servirte una taza de t� y pan con algo? Tengo hambre. Juan Andr�s: Bueno. EN MENDOZA Un d�a viernes llegaron los 3 amigos a Mendoza, m�s la novia de uno de ellos, para ir al recital el s�bado. Al llegar Juan Andr�s llam� a Deborah y quedaron que �l ir�a a verla el domingo, a almorzar. Recorrieron la ciudad el mismo s�bado, hicieron algunas compras y luego asistieron al recital, de acuerdo a lo planeado, el que estuvo muy bueno. A las 1 y media del domingo, Juan Andr�s lleg� donde Deborah, quien viv�a en el centro de la ciudad, en un departamento en un s�ptimo piso. Tal como se esperaba, Deborah lo salud� muy c�lidamente. Le dio dos besos uno en cada mejilla y lo abraz�. Tuvo que inclinarse dado su mayor estatura. Deborah: �Qu� gusto me da verte Juan Andr�s! Como sab�s yo los quiero mucho a todos ustedes. Y vos cada vez m�s hombre. Juan Andr�s: Gracias Deborah. Para m� tambi�n es muy agradable verte. Deborah: Y que bueno que viniste justo ahora, porque de lo contrario habr�a almorzado sola. Mi hija ya tiene 16 a�os y anda en campamento scout. El naturalmente se fij� en su aspecto. Vest�a pantalones de jeans y un polo blanco con unos adornos en el pecho. Sus zapatos eran caf� oscuro brillantes con muy poco tac�n. Era l�gico porque era muy alta. Juan Andr�s pens� que estaba muy buena como siempre. El departamento era antiguo y grande. Estaba muy bien mantenido y decorado. Vio que la mesa estaba puesta para dos con dos ensaladas cuidadosamente preparadas Deborah: �Me hac�s un favor? �Pod�s ir a la botiller�a que hay en la calle en este mismo edificio a buscar un vino? Dile que es para m�. Me conocen. No hay que pagarlo pues me lo anotan. Juan Andr�s: Claro, con gusto. Deborah: Ven�, dame otro beso que estoy feliz de que est�s ac�. �l se acerc� y ella lo abraz� por los hombros. El la tom� por la cintura, y le dio un fuerte beso en la mejilla. El tramit� de ir por la botella de vino tom� algo de 5 minutos. Cuando �l regres� al departamento, ella le abri� y se agach� para darle otro beso en la mejilla. Se sentaron a almorzar. Ella trajo un t�pico bife chorizo argentino con un pur� de papas. Comieron y compartieron las ensaladas. El postre era helado con frutas. Luego vino el caf� y la sobremesa. Deborah: Fue muy acertado que vinieras a verme, quiero mandarle algo a Gloria contigo. Juan Andr�s: Con gusto. Mi mam� estar� feliz. Deborah: �Cu�ndo te vuelves a Santiago? Juan Andr�s: El martes. Deborah: Y hoy, �ten�s que estar a alguna hora de vuelta con tus amigos? Juan Andr�s: Pues no. Ellos iban a salir a recorrer y quiz�s nos juntamos en la noche. Pero nada hemos acordado. Deborah: �Excelente! Pod�s estar conmigo m�s rato entonces. Juan Andr�s: �Y tu hija? Deborah: Ella llega ma�ana y va a estar con su pap� la semana que viene. Juan Andr�s: Entiendo. Deborah: Vamos en mi auto a dar un paseo. �Trajiste tu c�mara? Juan Andr�s: Si, la tengo en el bolsillo. Deborah: Saquemos algunas fotos entonces. Primero le sac� unas fotos a ella sola, sentada y de pi�. Luego los dos sentados con la funci�n autom�tica. A continuaci�n los dos de pi�. Juan Andr�s: Eres muy alta. Deborah (sonriendo): Pues s�, con 1,83 claro que lo soy. Y vos, �cu�nto med�s? Juan Andr�s: 1,76. Deborah: Mi exesposo mide 1,78, un poco m�s que vos. Juan Andr�s: T� hija debe ser alta tambi�n. �C�mo se llama? Deborah: Se llama Karina. Ya mide 1,80, pero parece que ya par� de crecer. Salieron a dar una vuelta en el auto de ella. El d�a estaba bonito, algo caluroso. Estuvieron recorriendo la ciudad por un par de horas. Ella le dijo que ten�a que estar de vuelta como a las 6 de la tarde puesto que a esa su hermana la iba a llamar desde Espa�a. Juan Andr�s hab�a dejado unas compras en el departamento, por lo que tendr�a que regresar junto con ella. Siguieron tomando fotos, algunas de los lugares, otras de los dos juntos y otras de cada uno solo. M�s de alguna instant�nea �l la tomaba estirando el brazo y ella se acercaba peg�ndose a �l para que salieran los dos. En un momento en el que ella iba conduciendo �l le puso la mano en el hombro y le dijo �lindo paseo, Deborah, gracias�. Ella sonri� y no puso objeci�n. Mantuvo unos segundos su mano en el mismo lugar y luego la movi� hacia la espalda de ella y le acarici� su pelo largo. Ella nada dijo, solo segu�a conduciendo. Llegaron a una calle principal y ella se detuvo en una esquina y estacion�. �Esperame�, le dijo a �l, �voy a comprar un agua mineral, tengo sed�. Juan Andr�s: �quieres, que vaya yo? Deborah: No, esperame en el auto para no cerrarlo. �Quer�s algo? Juan Andr�s: Lo mismo que t�, gracias. Deborah: Ya vengo. Le da un beso a Juan Andr�s en la mejilla tom�ndole la mano, y luego se baja del auto para ir a comprar. Ya iba siendo costumbre que cuando se separaban unos instantes de desped�an y saludaban de beso , los que cada vez se acercaban m�s a la boca. Cuando retorn� al auto ella lo bes� en la comisura de los labios, y una parte de la boca de ella toc� por el lado una parte de la boca de �l. La excitaci�n de �l iba y ven�a. Abrieron las botellas de minerales y comenzaron a beber. Ella le tom� la mano a Juan Andr�s y as� se quedaron un rato. Con su otra mano se tom� el cuello y movi� la cabeza. Juan Andr�s: �Te pasa algo en el cuello? Deborah: Si, un poco de tort�colis. Entonces ella le llev� la mano de �l al cuello donde dec�a que le molestaba un poco. Le dijo que le hiciera masajes suaves, cosa que �l hizo sin hacerse repetir. Sinti� la piel y el pelo de ella. Luego Deborah se puso de lado y se apoy� en el hombro de Juan Andr�s. En ese momento el se fij� en sus largas piernas que parec�an interminables en su auto, el que era un compacto. La abraz�. La cabeza de ella qued� en la cara de �l. Juan Andr�s peg� su boca en el pelo de ella. Sinti� su perfume. Le dijo que le gustaba el aroma. Deborah: No es perfume, sino mi olor natural. Juan Andr�s: jajajajjajajajajjaajaa Deborah: �Por qu� te reis? Juan Andr�s: Porque ese comentario es muy de argentinos. Para los chilenos, y para casi todos, los argentinos se caracterizan por ser eg�latras. Se hacen muchos chistes en Chile da Juan