El sueño de Sofía Por DVX Una adolescente humilla a un pequeño chico usando solo sus pies. Como casi todos los fines de semana habíamos salido con amigos por el barrio. Yo había conocido a una hermosa chica llamada Sofía en el bar con mis amigos. Ella era bajita, tenía el pelo castaño y ojos claros. Sus piernas cruzadas fue lo mejor que ví en mucho tiempo, de hecho me pase toda la noche contemplándolas. Se hicieron las 5 de la mañana y estábamos volviendo cada uno para sus casas. Sofía y yo fuimos los últimos en irnos. Ella no tenia ganas de irse a su casa porque aun estaba muy borracha de la salida que tuvimos y yo también, por lo que nos quedamos sentados en el parque un rato hablando y riéndonos de cualquier cosa. Como estando sentados el efecto del alcohol no pasaba sino que, por el contrario, nos daba sueño empezamos a caminar por ahí. Todo iba normal hasta que apareció un chico de unos 7 años por el lugar, era un chico de la calle por su aspecto y su manera de vestir. Nos pareció raro verlo solo a esa hora y en un parque, nosotros pasamos por al lado y el nos miró...mejor dicho, miro a Sofía. -Que culo que tenés- Le dijo En efecto, Sofía tenía un hermoso culo, grande, parado, fuerte, capaz de aplastarte y dejarte sin un poco de aire si se sienta sobre tu cara. Esa noche lucia esplendido en el ajustado Jean negro que ella vestía. A Sofía no le gusto mucho el comentario del chico, no se dio vuelta, ni se rió mostrándose molesta. Continuamos avanzando unos metros más y nos volvimos a sentar en otro banco. Nos pusimos a hablar de nuevo riéndonos, ahora si, del comentario del chico aunque ella detesta que la jodan con su enorme culo. Sin darnos cuenta el chico volvió a aparecer por detrás de nosotros a escondidas y comenzó a tirar pequeñas piedras al culo de Sofía. -¡Dale culona, culona!- Ante este nuevo chiste Sofía sale fuera de sí (quizás por los efectos del vodka que tomo) y quiere ir a pegarle al chico. Yo, aun sentado en el banco, la agarre del brazo para evitar que vaya pero ella se soltó fuertemente, lo cual me dejo sorprendido porque demostraba cuan enojada estaba. Sentí una necesidad de no meterme con ella y dejarla (quizás por los efectos del vodka que tomé), sabiendo que no se acercaba al chico con las mejores intenciones. -¿Que te pasa pendejo? andáte porque te cago a trompadas- -Jajaja...culona- El chico la burlaba y esto la puso totalmente loca por lo que se acerco y le tiro un cachetazo aunque el chico lo esquivo. El se reía pero ella, aun mas enfurecida, no se quedo de brazos cruzados y tiro otro cachetazo mas, esta vez dándole de lleno en la cara del chico y aturdiéndolo. Tal era la furia de Sofía que aun no conforme con el golpe tomó de los pelos al chico quien intento defenderse tirando golpes. Uno de estos golpes impacto en el mentón de Sofía lo que hizo que suelte al chico y esto fue detonante para ella. Sin darle ningún respiro lo volvió a agarrar de los pelos rápidamente y le dio una trompada con su puño cerrado en el medio de la cara, después otra y otra más. El chico quedo un poco aturdido por la sacudida de los golpes por lo que Sofía aprovecho para darle una patada en los huevos. Esto le causo un dolor enorme y cayo de rodillas ante ella, llorando ante tanta golpiza. En este momento Sofía sin ningún remordimiento lo miró y le dio un fuertísimo rodillazo en el mentón que lo hizo caer al suelo boca abajo. Yo quede pasmado, no podía creer lo que estaba viendo, no podía creer como Sofía estaba tan cegada de querer lastimar a ese chico. Quede duro, no podía hacer nada, tenia la boca seca. -Pelotudo, eso te pasa por joderme. Culona, culona- Sofía burlaba al chico que seguía llorando tirado a sus pies. Ella aprovecho esto y comenzó a pisarle la mano con su sandalia, lo cual hizo que el chico llore más fuerte aun. -No te van a quedar mas ganas de tirarme piedras ahora- -Basta, basta....por favor...me duele- El pie de Sofía era mucho más grande que la mano del chico, que se veía diminuto junto a ella, una chica de 19 años más formada y madura. Yo no pude ocultar mi sorpresa al ver a Sofía tan dominante sobre aquel pequeño chico que nada podía hacer salvo esperar que ella lo deje. Y esto no parecía que fuera a pasar rápido ya que a ella parecía que comezó a gustarle tener una pequeña victima y cambio el enojo por risas. Dejo de pisarle la mano al chico y camino a su alrededor, mientras el se recuperaba de su dolor. En este momento ella noto que yo estaba mirando muy sorprendido lo que paso. Cuando me vio se empezó a reír. -Mira como lo piso- Me dijo, y acto seguido se quito su sandalia derecha dejando ver su hermoso y delicado pie. -Basta Sofi ¿Lo vas a pisar?- pregunte yo ingenuo -Obvio- dijo ella y acto seguido le piso la cabeza con su pie desnudo. En este momento no pude aguantar más y tuve una enorme erección. Sofía se veía tan poderosa aplastando bajo su pie a ese pequeño chico mientras lloraba más fuerte que nunca y ella sonreía. -No puedo creer lo que estoy viendo. Sofi esa no sos vos, miráte. Basta- Le dije, aunque por dentro me gustaba lo que veía. -Pero esto es muy bueno, me siento re poderosa- Puso sus manos en su cintura y presiono su pie sobre la cabeza del chico, lo que lo hizo llorar más fuerte. -A todos los hombres hay que tenerlos así- -¿Te gustaría tener a los hombres a tus pies y aplastarlos?- Le pregunte y no me respondió ya que estaba sonriendo mirando al chico. La respuesta era obvia de todos modos -Basta...basta, dejáme...- Lloraba el chico mientras agarraba el pie y trataba de empujarlo para arriba inútilmente, esto le encantaba a Sofía que lanzo una risa. Su pierna estaba firme, el chico no tenia modo de sacársela de encima, ella tenia total control sobre el. Sofía podía quedarse así horas enteras y el chico nada podía hacer salvo desesperarse, patalear y seguir intentando sacarse el hermoso pie de Sofía de sobre su cabeza. Ella disfrutaba cada segundo. -Esto no te lo vas a olvidar más. Por molestarme mira lo que te paso- Yo no reaccionaba, me quede sentado mirando todo lo que pasaba pero no podía acercarme a Sofía y sacarla de esa situación ni podía decirle nada, en ese momento yo también estaba bajo su poder. Solo ella decidiría cuando todo esto iba a terminar. -¿Bueno querés que te deje? pregunto Sofía -¡Si...por favor! -Entonces me vas a besar el pie- Ella acerco su pie izquierdo a la cara del chico sin dejar de pisarlo con el otro. El chico obedeció y le dio un beso. -Mas, besámelo hasta que te diga que pares- El chico nuevamente se puso a llorar a los gritos. Sofía le pateo la cabeza suavemente para hacerlo obedecer. El chico entonces empezó a besarle el pie a Sofía sin que ella deje de pisarle la cabeza con su otro pie. Su poder era total, estaba humillando a un pequeño chico y demostrándole que ella es más grande y fuerte que el. Sofía se veía gigante al lado del chico, parecía que podía aplastarlo por completo como a una cucaracha. Luego de que el chico le besara su pie izquierdo por unos minutos Sofía dejo de pisarle la cabeza. Se acerco hasta el banco donde yo estaba sentado y se sentó ella también, cruzo sus piernas y se volvió a poner su sandalia, ante mi desbordante mirada ante todo lo sucedido. -Sofi basta, te excediste demasiado ya, vámonos. Mira como lo dejaste- Ella lo miro de nuevo al chico y se rió -Dale vamos- Cuando se paró miró al chico que aun estaba en el suelo, sin poder creer lo que le había pasado, sin poder creer que una broma había ocasionado tal episodio para el. -Basta en serio, dejálo ya- Era sabido que ahora ella no era la misma, le había gustado demasiado sentir el poder de imponerse a una persona totalmente inferior a ella y dominarla tan solo usando sus pies, lo hacia ver tan solo como un insecto al chico que lloraba al sentir el peso del cuerpo de Sofía en su cara y luego obligándolo a besar sus pies, haciéndola sentir como una perfecta diosa. Sofía no pudo con ella misma y se acerco de nuevo al chico. Se paro de modo tal que la cabeza del chico quedo entre medio de sus tobillos. -Date vuelta- Le ordeno al chico que estaba boca abajo, por lo que se dio vuelta y quedo mirando hacia arriba, hacia las esplendidas piernas de Sofía que parecían totalmente inalcanzables desde el suelo. Ella junto sus tobillos y la cabeza del chico quedo aprisionada entre estos. El chico se agarro de las piernas de ella para tratar de separarlas pero sus pequeños brazos no tenían la suficiente fuerza, contrario a las piernas de Sofía con sus muslos perfectamente formados. -¿Vos querías mirarme el culo? Mirámelo- Sofía hacia presión juntando sus pies y eso le causaba un gran dolor al chico, que seguía tratando de separarse de las piernas de ella, en vano, mientras ella se pasaba las manos por sus hermosas nalgas burlando y excitando al chico. Luego se agacho un poco durante unos pocos segundos mostrándole de cerca su culo. En ese momento creí que se iba a sentar sobre la cara de el, lo cual hubiera sido DEMASIADO. Pero rápidamente se volvió a erguir. Ante eso tuve que reaccionar. -¡Sofi vas a matarlo! tus piernas son muy fuertes para el- No me pude evitar el comentario. -Para algo las trabajé tanto en el gimnasio- Dijo mientras se pasaba la mano por su suave muslo, haciendo resaltar su hermosura y su poder. -¿Me viste el culo? ¿Estas contento ahora?- El chico seguía llorando y ella lo siguió encerrando entre sus tobillos por unos minutos hasta que finalmente dejo de hacer presión. El chico ya casi no tenia fuerzas, tenia la cara roja y estaba completamente derrotado físicamente. Sofía le piso el cuello, esta vez con su sandalia puesta y el chico reaccionó más desesperado que nunca. -Chau nene, espero que hayas aprendido y espero que nunca te olvides de mi- Luego de esto lo soltó y nos fuimos caminando mientras ella se puso a llorar por todo lo sucedido y yo no pude hablarle luego de lo que terminaba de presenciar.. Seguramente el no se iba a olvidar de ella, ni ella de el.