Matrimonio de conveniencia 3. Batalla decisiva por los pantalones durante la noche de bodas Por Sexfight. Arturo intenta fornicar con Ajit, su criada thailandesa, que le responde afirmativamente a cambio de un matrimonio de conveniencia. Ajit derrota a Arturo en una pelea de Thai boxing y se niega a hacer el amor con Arturo hasta la boda para fastidiarle y humillarle. Tras varias derrotas Arturo viola a Ajit tras demolerla en una lucha cuerpo a cuerpo pero Ajit jura vengarse. Ahora ha llegado el combate definitivo durante la noche de bodas. Durante los meses que siguieron al combate cuerpo a cuerpo en el que Arturo domo a su sádica prometida, quedo claro que la ramera asiática no se daba por vencida y no pasaba una semana sin que aquella furcia de ojos rasgados saltara sobre Arturo e intentara dominarle en su propio juego. El canalla de Arturo disfruto esos enfrentamientos y en cada combate le demostró de nuevo a su criada el poderío de un verdadero macho español penetrándola contra su voluntad tras darle una paliza. Sin embargo, a medida que se acercaba la fecha de la boda los combates se iban alargando y el bastardo europeo tenia mas y mas dificultades en dominar a la bruja asiática. Finalmente, se estableció una tregua un mes antes de la boda. Aquel era un matrimonio sin amor. Lo único que deseaba el español era masturbarse con el coño de la thailandesa, y esta lo único que deseaba era el pasaporte que le permitiría permanecer en el país. Ambos sabían que en la noche de bodas se decidiría quien llevaría los pantalones en la familia. Tras la boda los flamantes recién casados regresaron a su casa en el campo. Tras cruzar el umbral Arturo y Ajit se miraron frente a frente. "He acondicionado el salón, despejándolo al máximo" dijo Arturo. Ajit miro y vio que era verdad. Casi todos los muebles habían desaparecido, y el suelo estaba cubierto por varios colchones. "Me parece bien. No nos conviene destrozar la casa. Cuando entremos en el salón se desencadenara el infierno." respondió Ajit "Pero antes mira" y diciendo esto, le enseño la matricula de un gimnasio y los recibos de los últimos seis meses. La muy zorra había estado aprendiendo lucha cuerpo a cuerpo a escondidas para tomar su revancha. Arturo saco de su cartera los recibos de otro gimnasio, este de thay-boxing. Ajit sonrío y dijo "¡Bien! Mas pelea!" Entraron en el salón y se desencadeno el infierno. La patada de Ajit se clavo en los testículos de Arturo casi al mismo tiempo que el puño de Arturo aplastaba el pubis de Ajit. Ambos cayeron al suelo gimiendo de dolor. Arturo se recupero el primero pues Ajit no había logrado un blanco perfecto. Agarro a Ajit por el pelo y lanzo su cabeza contra la pared. La musculosa oriental choco con un sonido sordo contra el tabique y cayo al suelo. Arturo se subió a su espalda y comenzó a pisarla como si quisiera apisonarla. Eso fue un error pues cuando Ajit se levanto Arturo cayo al suelo y Ajit se le echo encima. El semental hispano la rechazo a patadas y logro conectarle una en la cara. Se separaron y se levantaron de nuevo. empezaron a girar frente a frente, con las ropas nupciales desarregladas y en desorden. Macho contra hembra, blanco contra asiática, amo contra criada, una lucha entre razas; una lucha entre clases; una lucha entre sexos; una lucha hasta el fin por la supremacía. El primer asalto había sido para la hembra, cuando forzó al macho a reconocer la superioridad de sus puños y consentir en aquel matrimonio de conveniencia. La raza blanca había tomado su revancha en el segundo asalto, doblegando a la exótica oriental en la lucha cuerpo a cuerpo. Ahora iba a ser la definitiva. Cargaron el uno contra el otro, rabiosos por luchar y chocaron de frente como dos trenes sin frenos golpeando con pies y puños, martilleándose sin piedad hasta que Arturo demostró sus progresos boxisticos derribando a la ramera guerrera con una patada circular en la sien. Arturo acoso en el suelo a su rival pulverizando sus tetas con sadismo hasta que Ajit se agarro a el para esquivar el tremendo castigo. Arturo intento retorcerle el brazo a Ajit, pero la diablesa de ojos rasgados había aprendido bien las técnicas de lucha cuerpo a cuerpo y ambos contrincantes rodaron por el suelo y se retorcieron como serpientes intentando lograr una ventaja. En un par de minutos habían quedado trabados en una doble llave de tijera a la cintura. Arturo poseía una fuerza superior a la de su diminuta adversaria, pero esta había demostrado ya que su resistencia al daño era muy superior. Durante varios segundos se torturaron mutuamente hasta el borde del desvanecimiento a medida que las cotillas de ambos crujían bajo la presión. Ajit cedió la primera y quedo inerte en el suelo del salón. Arturo la agarro de los pelo y le incrusto la rodilla en la cara. La viciosa luchadora rodó por el suelo intentando derribar a su torturador, pero este la vio venir y la esquivo de un salto. Arturo intento montarse sobre ella pero ella se incorporo y lo hizo caer a sus espaldas. Quedaron de rodillas frente a frente y Arturo bajo los brazos, mostrando su mejilla a su rival. Esta acepto encantada la invitación y lanzo un derechazo demoledor al macho al que pretendía domar. Arturo se tambaleo por el golpe pero no cayo, y lanzo un directo a la mandíbula de Ajit. El puño de la ramera oriental hizo impacto en el ojo izquierdo del bastardo occidental dejándoselo tan morado como la mejilla derecha de la asiática cuando recibió el siguiente golpe del europeo. El intercambio se hizo mas rápido hasta que los golpes llovieron a tal ritmo que casi no se veían. Arturo demostró lo mucho que había mejorado con sus puños y dio un gran combate pero al cabo de un par de docenas de golpes quedo claro que aun le quedaba mucho que aprender mientras cedía poco a poco y Ajit lo iba empujando hacia el suelo sin misericordia. Antes de darse por vencido Arturo cambio de blanco y sus nudillos se hundieron cruelmente en el abdomen de Ajit, que no esperaba este golpe y se doblo en dos. Arturo repitió el ataque una y otra vez, y en cada ocasión un bufido escapaba de los sensuales labios de aquella gladiadora calientapollas. Ajit empezó a devolver los golpes al estomago del cerdo de su patrono, pero era como pegar en cemento. La marimacho thailandesa quedo tendida en el suelo mientras su nuevo amo frotaba su miembro viril contra sus pechos. "Es hora de que te abras de piernas, negrita" se burlo Arturo. "¿Que me has llamado, puto blanco de mierda?" pregunto Ajit. "Aquí lo único negro es tu futuro, mamarracho" y diciendo esto se encabrito como una yegua salvaje y Arturo tuvo que usas toda su fuerza para permanecer montado sobre ella. Ahora le toco a la virago asiática demostrar lo que había aprendido en la lucha cuerpo a cuerpo, y lo demostró retorciendo la muñeca de Arturo, obligándole a desmontar para así evitar que aquella lasciva luchadora le reventara la mano. Arturo a duras penas lograba mantener el control de la lucha cuerpo a cuerpo. El semental español sudaba a mares mientras Ajit se retorcía como una anguila esquivando las presas y llaves de su esposo y rival. Finalmente el grandullón europeo logro atrapar a la pequeña asiática en un abrazo de oso y comenzó a presionar cerrando la tenaza poco a poco. Ajit acepto el reto y cerro sus propios brazos en torno a las costillas de Arturo. Mientras tanto sus entrepiernas habían quedado presionadas la una contra la otra y el miembro viril del macho blanco busco su camino hasta la vulva hambrienta de la hembra amarilla y ambos sexos comenzaron su propio duelo hasta el fin. Arturo oscilaba sus caderas con poderosas embestidas clavando cada vez mas profundamente su zanahoria en el conejo de su rival. Mientras cerraba los brazos como si quisiera partir a la hembra en dos, el macho la empujaba contra la pared para penetrar mas profundamente. Esta oscilaba sus propias caderas al encuentro de las de Arturo y su conejo se cerraba hambriento sobre la zanahoria que lo invadía. Sus dientes se clavaban en el cuello del semental salvaje que pretendía violarla mientras lo domaba, y sus uñas marcaban su espalda mientras los músculos de sus brazos oprimían las costillas del macho que se atrevía a desafiarla. Polla invasora, coño succionador, el duelo elemental entre los sexos les condujo a ambos a un estado primitivo y casi animal. Finalmente el viejo duelo de los sexo termino como siempre ha terminado durante miles y miles de años. La vagina succionadora se merendó a la polla asaltante. El semental español sintió de pronto que perdía el control y eyaculo salvajemente en la vulva invencible de la ramera guerrera. Fue un orgasmo colosal y prolongado mientras aquella femineidad triunfante succionaba la verga del macho vencido como una ordeñadora mecánica. El colapso sexual de Arturo fue la señal para su colapso físico total. Mientras el sexo de Ajit establecía firmemente su supremacía, sus músculos demostraban su superioridad sobre la musculación masculina de su domado esposo. Con un gemido, Arturo perdió el conocimiento. Cuando Arturo despertó lo primero que oyó fue a su antigua criada, ahora su ama y conyuge, haciendo el amor. Arturo se incorporó para llevarse la sorpresa de ver a su belicosa esposa fornicando desenfrenadamente con una rubia autentica sensacional de aspecto nórdico o anglosajón. "Esta es Susan. Es inglesa" dijo Ajit al verle, "Es mi nueva amante y va a ser mi esposa de verdad. Tu no eres mas que un figuron que voy a usar para conseguir quedarme en este país. No peleas mal del todo pero eres un amante de mierda y adem...." Ajit comprendió que había hablado demasiado cuando Arturo la agarro por los pelos del coño y la arrastro fuera de la cama, donde comenzó a patearla frenéticamente. Ajit se defendió mordiendo a Arturo en el tobillo mientras la inglesa la jaleaba y la animaba, pero sin intervenir. Arturo perdió pie por el mordisco de Ajit y rodaron por el suelo en confuso embrollo de pies, brazos, puños, maldiciones y mordiscos. Arturo estaba loco de rabia y Ajit tuvo que sudar de verdad para hacerle frente, pero tras quince minutos de frenéticos forcejeos la thailandesa demostró quien era la campeona del dormitorio. Tras aplastar a su esposo y esclavo, la diablesa oriental lo agarro por los pelos, lo arrastro hasta la cama, lo ato a la cama y durante el resto de la noche ella y su amante usaron su cuerpo desnudo y vapuleado como colchoneta mientras hacían el amor.