Pigarzos 6: El primer campeonato By Dan the diverman dmmbsr@gmail.com Donde la fuerza y la musculatura de María triunfan Luis me indica que ha llegado el momento, se adentra por un pasillo y accede a una sala con muy poca luz. La sala tendrá unos ocho metros de fondo por unos cinco de ancho, se ven unas cortinas pesadas al fondo, a modo de telón, sobre lo que a todas luces es un escenario; hay un foco que ilumina el centro del telón. La platea está amueblada con unos sillones amplios, cada uno de ellos dotado con un hueco para depositar la copa. Veo que se acerca a uno de los asientos y me indica que me acomode a su derecha, estamos a no más de tres metros del escenario, nuestros ojos están a la altura del suelo del mismo. Agarra un mando a distancia y pulsa en la pantalla táctil, comienza una música que no logro reconocer, el foco se apaga, nos quedamos a oscuras, salvo por unas balizas en las escaleras; escucho como el telón se corre, no logro distinguir nada, se empiezan a encender unas luces que iluminan el fondo; puedo ver el recorte de la figura de una de las chicas, está en una pose de doble bíceps frontal. Se trata de Lourdes, su pelo es muy reconocible; la silueta de sus músculos están cargadas de erotismo; comienza a relajar y flexionar los brazos muy lentamente, en cada movimiento infla sus músculos un poco más, su demostración va acompasada por la música, es evidente que ya ha hecho esto otras veces, tiene una coreografía perfectamente estudiada. Cuando sus brazos dejan de crecer, se genera un momento de tensión que se libera cuando se vuelve a encender el foco. No estaba preparado para lo que tengo delante. Veo a Lourdes totalmente definida, vestida en uno de esos bikinis de competición, se ha frotado aceite por el cuerpo, para acentuar aún más su vascularidad; un mar de venas y arterias riegan cada uno de sus abultados músculos, me empiezo a excitar, cruzo las piernas para disimular, ella empieza una rutina acompañada de la música en la que va mostrando cada grupo muscular; no tiene puntos débiles, todo su cuerpo es perfecto, no me cabe duda que podría competir en un campeonato profesional sin ningún riesgo de que la pudiesen hacer sombra; la música va terminando, se prepara para la última pose, veo como arquea los brazos y los cruza por delante de sus pechos, los trapecios le saltan, la cabeza queda rodeada de músculo mientras arquea suavemente su espalda. Los abdominales se definen a la perfección, avanza una de las piernas y flexiona los cuadríceps, termina la música con una Lourdes mucho más definida y mucho más músculosa de lo que yo había vaticinado, quizás me haya equivocado al forzar a que se batiesen en un reto. Aplaudimos escandalósamente, la verdad es que el espectáculo ha sido maravilloso. Lourdes saluda y sale del escenario, tarda unos segundos y vuelve a salir, pero esta vez arrastra a María. Ella lleva una indumentaria similar, también se ha embadurnado de aceite, ahora que las veo con poca ropa tengo dudas de cual de ellas es más grande; la timidez de María en contraste con el desparpajo de Lourdes no permite una comparación. Pero Lourdes lo hace fácil, ?Tras mi exhibición, espero que los jueces la tengan en cuenta a la hora de puntuar, vamos a la ronda de poses regladas, los jueces decidirán que pose toca en cada momento, así que cuando ustedes quieran?, se colocan cada una a un lado, me mira Luis ?ten este cuaderno para apuntar, califica a cada una de las contendientes, y al final sumamos puntos, si te parece voy sugiriendo poses, y si te apetece que hagan alguna otra no tienes más que pedirlo?, asiento, agarro la libreta y apunto sus dos nombres, trazo un par de lineas y espero a que Luis indique la primera pose, no me sorprende, empieza con doble bíceps frontal, inmediatamente Lourdes adopta la pose, María está absolutamente sonrojada, ahora me compadezco de ella, está totalmente avergonzada, la mira observando cada detalle para intentar imitarla, realiza un movimiento similar y adopta una pose digna, sus músculos se ensanchan, se definen, aparecen venas sobre ellos que lo vascularizan aún más, la comparación es dolorosa, no hay color, el volumen y la definición de María es mucho mayor, pero Lourdes para su pose y le dice algo al oído a su contrincante; ésta empieza a bombear los músculos, poco a poco sus brazos ya de por si grandes, van aumentando de tamaño mientras Lourdes la mira orgullosa. Ver a estos dos prodigios de mujeres exhibiendo sus músculos delante nuestra, sumado a la superioridad más que evidente de María, es demasiado excitante, estoy apunto de correrme. Cuando termina la pose, las dos se quedan quietas con sus músculos en tensión, decido puntuar tres cosas, no quiero que Lourdes no obtenga puntos: volumen: 10 puntos para María, 7 puntos para Lourdes; definición: 10 puntos para María, 9 puntos para Lourdes y perfección en la pose: 3 puntos para María, y 5 para Lourdes, esta última la puntúo sobre 5 porque no creo que deba tener tanto peso, le indico como estoy puntuando a Luis, y automáticamente realiza las mismas calificaciones que yo; esto es muy divertido. Les da la orden de relajarse, y pasar a una pose de abdominales. Lourdes coloca sus manos en la nuca, retrasa el pecho para acentuar lo más posible sus abdominales y flexiona, surge una tableta llena de músculos, su simetría es perfecta, el volumen no creo que pueda ser mayor en los de María, que ahora la imita, pero cuando los flexiona, me doy cuenta de lo equivocado que estaba, Los abdominales crecen muy por encima de los de Lourdes. Tomo mis notas: Volumen: 10 María, 7 Lourdes; definición: 10 María, 9 Lourdes y perfección en la pose, 4 María, 5 Lourdes, aquí a vuelto a ganar por mucho mi acompañante. La siguiente pose es la de cuadriceps, de nuevo Lourdes se adelanta, empieza a relajar su abultado músculo, me quedo hipnotizado hasta que de la forma más dramática lo tensa, aumenta su volumen, se definen perfectamente sus cuadriceps, el efecto es extasiante, veo que María empieza a realizar los mismos movimientos, ya se aprecia que su volumen es mayor, estoy apunto de correrme, hasta que flexiona, como suponía, su definición es aun mayor que la de Lourdes, su volumen lo supera por mucho, me corro encima, ella empieza a disfrutar de su exhibición, baja una mano y se lo acaricia, manteniendo la pose, flexiona sus abdominales, y con la otra mano se levanta sus abultadas tetas para permitir mejor la vista de sus pastillas de chocolate; cuando termino de eyacular, apunto: Volumen: 10 María, 6 Lourdes; definición: 10 María, 9 Lourdes; perfección en la pose: 5 María, 4 Lourdes; por ahora la comparación es humillante. La siguiente pose es de gemelos y femorales, Lourdes se gira, mientras María se fija atentamente, y realiza una pose en la que el bíceps femoral se infla como su bíceps, los gemelos se acentúan aparece un músculo gigantesco, perfectamente definido, el glúteo se le marca perfectamente, la imagen que tengo delante es demasiado erótica, me vuelvo a emocionar. Ahora la imita María, como suponía ella tiene más volumen, y una definición parecida, esta pose le cuesta un poco más, pero aun así es espectacular, apunto: volumen: 10 María, 9 Lourdes; definición: 9 María, 9 Lourdes y pose, 3 María y 5 Lourdes, La siguiente pose es espalda, Lourdes alza los brazos, en una pose clara de doble bíceps, pero simultáneamente extiende sus deltoides y acentúa el trapecio, la imagen es muy erótica, cada músculo elevado a su máxima potencia, no puedo esperar a ver lo que hace María; ella la imita, pero no extiende deltoides, nuevamente se aproxima Lourdes y le da instrucciones; sus recomendaciones surten efecto, extiende los deltoides, su espalda se duplica; al flexionar repetidas veces sus brazos los hombros se definen hasta el extremo, los bíceps ascienden hasta sus antebrazos, la cintura de avispa se acentúa con la anchura que muestra, el trapecio oculta su delicado cuello, tomo nota mientras disimulo mi segunda erección: volumen: 10 María, 8 Lourdes; definición: 10 María, 9 Lourdes; pose: 3 María, 5 Lourdes. Luis me invita a proponer una pose más, me doy cuenta que no se me ocurre ninguna pose tradicional más, y dada la inexperiencia de María, no quiero un pase de pose libre, pero se me ocurre que podrían hacer una demostración de fuerza, se lo comento y le parece una idea excelente. Sale corriendo por el fondo de la sala, veo como tanto Lourdes como María se quedan extrañadas, aprovecha María para lanzarme un beso, la escena es muy excitante, al rato escucho como se abre la puerta y veo a Luis cargando con una mesa alta, me levanto para ayudarle, pero se me adelanta Lourdes, agarra la pesada mesa con una mano mientras le da un beso a su marido, y le pregunta que que debe hacer con eso, ?la siguiente prueba es un poco innovadora, deberéis echar un pulso con cada brazo, así podremos calificar vuestra fuerza?, veo como Lourdes sonríe, es evidente que ya ha jugado a esto antes, María me mira mientras recuerda el juego que realizamos ayer. ?Creo que mi mujer está en clara ventaja, ella tiene mucha experiencia con los pulsos, nunca la he visto perder, no solo tiene fuerza, tiene la técnica necesaria para ganar a alguien más fuerte que ella, pero no te preocupes, después tengo previsto una prueba de levantamiento de peso, tras el escenario hay algunas mancuernas que te demostrarán que María es mucho más fuerte?, Luís alza la voz y da las instrucciones, sube al escenario para arbitrar el combate y cuando las dos contendientes están en sus puestos da la orden. El brazo de Lourdes avanza con decisión, parece que lo tiene ganado, María parece incrédula; me levanto para ver mejor el espectáculo; subo al escenario de un salto, nadie se percata de mi presencia. Cuando faltan apenas dos centímetros para tocar la mesa, los brazos se quedan inmóviles, se paran en seco. Veo la mirada de concentración que muestra María, me fijo en Lourdes y su mirada es de esfuerzo, de incredulidad; en la posición en la que está es imposible perder, empuja con el hombro, el bíceps parece que vaya a explotar; María parece calmada, su brazo es mayor que el de Lourdes, veo como tensa un poco la situación y devuelve las manos al centro, sube progresivamente, a un ritmo constante, el bíceps se hincha cada vez más; las venas se le marcan, da la sensación de que nunca haya usado tanta fuerza; cuando las manos llegan al centro se detiene, alza la vista para ver la cara horrorizada de Lourdes, la concentración de María se ha disipado, ya no hace falta. Me mira y sonríe, es evidente que está disfrutando, ahora se ha dado cuenta de que ha superado a su mito, sabe que ahora es la más fuerte del pueblo, la más musculosa, sin apartar la vista de mis ojos, imprime más fuerza, doblando el exhausto brazo de Lourdes hasta que se escucha el sordo sonido de los nudillos golpeando la mesa. La cara de Lourdes está roja, ha realizado un esfuerzo impresionante, María sin embargo parece que no haya hecho nada ?Caramba, pensaba que me ibas a ganar, nunca he usado tanta fuerza como hoy, pero creo que me has dejado ganar, todos sabemos que tu eres la más fuerte?, Lourdes respira con fuerza ?Créeme María, has ganado limpiamente, he echado el resto, he usado todos los trucos que conozco pero eres mucho más fuerte que yo, me has ganado limpiamente?, ahora la expresión de Lourdes es de orgullo, siente admiración por su antigua alumna, mientras que la cara de María denota sorpresa, me acerco y la abrazo, noto el calor de sus abultados músculos, el sudor mezclado con el aceite corporal que se ha ha untado hace que el tacto de su piel sea especialmente sexy, ella siente mi erección contra la parte baja de su bikini, me da un beso con mucha sensualidad, lentamente, mientras acaricio su hercúlea espalda, me corro sobre ella al sentir su sudor, al oler su aroma, al probar su fuerza, ella siente mi calor sobre su entrepierna, rompe el beso y me mira, esta vez con la mirada burlona que ya ha practicado varias veces, se acerca a mi oído ?reserva algo para después, estoy muy excitada?, asiento y me retiro a mi asiento, disimulando la mancha que llevo en el pantalón, Lourdes mira de reojo, sabe perfectamente lo que ha pasado, se ríe sutilmente. ?¿que es lo siguiente, en lo que Maria me va a humillar?" Dice sonriendo, dejando claro que no se siente ofendida, habla Luis, "ahora toca el brazo izquierdo" María pone su brazo izquierdo en posición, parece ansiosa por vencer, Lourdes se acerca lentamente, se pone en posición bajo la atenta mirada de María, ésta está exultante. Cuando Luis indica el comienzo los brazos se quedan inmóviles, María sonríe mientras Lourdes se esfuerza, se observa una deriva en favor de Lourdes, su brazo hipertrofiado de músculos tiembla ante el esfuerzo, su rostro refleja la intensidad del combate, enfrente Maria no deja de sonreír, está jugando con ella, casi parece cruel, bajan los brazos hasta los 45°, en ese punto María congela el movimiento en seco, la mirada de Lourdes manifiesta desesperación; ahora sin dilación María fuerza la situación, empuja sin aparente esfuerzo contra los esfuerzos vanos de Lourdes, esta vez no se detiene en el centro, me fijo en ambos bíceps, los dos son gigantescos, regados por un red de venas y arterias, el brazo de Lourdes brilla por el sudor, el músculo ha tomado un color rojizo del esfuerzo realizado, el de María mayor que el de Lourdes, no aparenta esfuerzo. Cuando las manos tocan las mesas Maria mantiene los brazos en esa posición unos segundos su bíceps sigue haciendo fuerza, el de Lourdes ya se ha relajado. No pensé que María pudiese ganar tan fácilmente a alguien como Lourdes. Busco sus expresiones, Lourdes sonríe, parece que de los cuatro, ella era la única que tenía claro que no había nada que hacer. María parece avergonzada, ahora se está dando cuenta de que no sólo la ha vencido, sino que la ha humillado, veo que se sonroja y se acerca a Lourdes, parece que vaya a llorar, no puedo oír lo que hablan, pero es Lourdes la que anima a María, la abraza. Miro a Luis, muestra una sonrisa de aprobación, parece que esté orgulloso de María. Me mira sin alterar su sonrisa, "ha llegado el momento de realizar la siguiente prueba de fuerza", le interpelo "quizás sea demasiado, María parece avergonzada, creo que ha quedado clara su superioridad en todos los aspectos, hay que tener en cuenta que se le ha caído un mito. Tu mujer, Lourdes, hasta ahora era la más fuerte del pueblo, todos pensaban que era así, incluso María; la tenía en un pedestal, ahora tiene que digerir que ella es mucho más fuerte que su ídolo?, Luís me mira incrédulo ?tanto Lourdes como yo sabíamos hace mucho tiempo que María era mucho más poderosa que Lourdes, ten en cuenta que ser la mas fuerte tiene ciertas responsabilidades, y hasta ahora, muy a su pesar, era Lourdes la que se encargaba, sabiendo perfectamente que María la superaba en cualquier aspecto. En mis reuniones con María intentaba forzar este pequeño campeonato que hemos tenido hoy, quería que ella supiese que era más fuerte que Lourdes. Cuando llegaste al pueblo y vimos como María había cambiado, vimos la oportunidad, créeme, Lourdes está disfrutando de esto más que nosotros, y a juzgar por tu pantalón, tu estás disfrutando mucho? dice sintiendo mientras me avergüenzo, intento taparme la mancha más que evidente ?no te preocupes, la superioridad de María me ha llevado al orgasmo también, su demostración ha sido aplastante, estoy deseando ver como la supera en curls de bíceps, va a ser espectacular.? Esto me parece un poco raro, cada vez que intento comprender lo que me está pasando como algo casual, veo que hay voluntad en cada cosa que me pasa. Después hablaré con María para que me informe de esa ?responsabilidad? de la que me ha hablado Luis. ?Si te parece Luis, me gustaría hablar con María, creo que está muy sensible y antes de continuar debería animarla un poco?, le parece bien, así que asciendo nuevamente al escenario, al verme Lourdes se aparta y me deja a una María sollozando. ?Me gustaría hablar contigo?, ella reacciona levantando la vista, sus ojos vidriosos arrojan pena ?vamos a un sitio donde tengamos algo de intimidad?, digo agarrándola de la mano y tirando de ella hacia un cuarto anexo al escenario, veo un par de sillas, le indico que se siente, y me ubico a su lado. ?Deberías desahogarte, cuéntame lo que te pasa?, tarda un rato en recomponerse, mientras tanto acaricio suavemente su cuello y hombros, es grotesco, pero esta situación me excita, ver a la que posiblemente sea la mujer más poderosa del mundo abatida, con su musculatura totalmente definida del esfuerzo realizado sollozando ante mí, me excita mucho, me vuelvo a empalmar; esta vez ella no se da cuenta. ?Hasta ahora Lourdes era la más fuerte del pueblo, siempre lo ha sido, desde que era pequeña se hablaba de ella en todas las casas, como te dije ayer, cuando alguien necesitaba realizar un trabajo en que la fuerza fuese necesaria, era ella la que ayudaba, su musculatura siempre ha sido la referencia, supongo que te has fijado, mis músculos serán más fuertes, pero no son tan grandes como los suyos; realmente no pensé que la pudiese vencer en una prueba de fuerza.? la tengo que interrumpir, ?¿Realmente piensas que ella tiene más músculos que tu?? la miro con incredulidad, ella me mira extrañada ?pues claro, de eso iba la prueba de hoy, se trataba de silenciar la insistencia de Luis, el siempre dice que soy mas fuerte y que mis músculos son mayores que los de Lourdes, me han insistido muchas veces para compararme con Lourdes, pero me parecía innecesario, todos sabemos que ella es la más grande del pueblo?, su mirada refleja perplejidad ante mi duda, le indico que voy a por una cosa y salgo a recoger mi libreta y la de Luis para enseñarle los resultados, cuando regreso veo a una María extrañada, ?¿Donde has ido??, ?Quiero enseñarte las puntuaciones que os hemos dado en cada prueba?. Saco las libretas, sumo los valores en cada categoría para cada una de ellas y se lo muestro: Luís María Lourdes Vol. Def. Pose Vol. Def. Pose Pose doble de bíceps 10 10 5 8 9 5 Pose abdominales 10 10 5 8 8 5 Pose Cuadriceps 10 10 5 7 9 4 Pose Piernas espalda 10 10 4 10 10 5 Pose espalda 10 10 4 8 9 5 50 50 23 41 45 24 Daniel María Lourdes Vol. Def. Pose Vol. Def. Pose Pose doble de bíceps 10 10 3 7 9 5 Pose abdominales 10 10 4 7 9 5 Pose Cuadriceps 10 10 5 6 9 4 Pose Piernas espalda 10 9 3 9 9 5 Pose espalda 10 10 3 8 9 5 50 49 18 37 45 24 Total 100 99 41 78 90 48 Máximo 100 100 50 100 100 50 Total María 240 puntos 216 puntos ?¿Ves?, hemos puntuado tres cosas en cada pose, el Volumen, en tu caso de 100 puntos posibles, has obtenido los 100, tanto Luís como yo, pensamos que eres más grande que Lourdes, la siguiente columna es la definición muscular, de 100 posibles puntos has obtenido 99, tan solo has perdido un punto del máximo, en ambos casos Lourdes ha obtenido un 78 en volumen y un 90 en definición. En lo que te ha vencido es en pose, ella ha llegado a los 48 puntos de un máximo de 50, mientras que tu te has mantenido en unos mas que dignos 41; ten en cuenta que para ser la primera vez que haces esto, lo has hecho muy bien? le señalo mi entrepierna empapada, ella se sonroja ?¿Te has corrido solo con verme??, asiento. Se abalanza sobre mi y me da uno de sus besos, evidentemente ella es el alfa en nuestra relación, me domina en todos los aspectos, con una mano me agarra el paquete, que lleva erecto un buen rato, mientras me masajea y besa. Mi excitación llega al límite y me corro sobre la marcha, ella rompe el beso, me mira con satisfacción ?nunca me había sentido deseada por nadie, has tenido que venir de muy lejos para sentirme como me siento ahora, estoy en una nube?, ahora soy yo el que se abalanza sobre ella, el aceite que lleva por todo el cuerpo me complica agarrar sus músculos, mi mano se desliza por la falta de adherencia, muevo mi mano violentamente acariciando toda su espalda, pasando a los muslos, cada grupo muscular más grande que el anterior, más duro, mi excitación ha regresado, pasa un tiempo indeterminado de magreo muscular. Rompemos el beso, nos esperan. ?¿Quieres seguir con la competición? Luis está deseando verte ganar a Lourdes levantando peso?, ella me mira incrédula ?Bueno, estáis muy seguros de que la puedo ganar, yo no lo tengo tan claro, pero si os apetece, por mi bien?, le seco las lágrimas mientras le explico ?vas a ganar, es evidente, parece que seas tu la única que no lo sabe, en cualquier caso Lourdes y Luis se están quitando un peso de encima, ellos querían demostrar desde hace mucho tiempo que eras tu la más fuerte del pueblo, y hoy se están desquitando, así que no los dejes mal y da todo lo que tienes, no pienses en lo que hace Lourdes, simplemente da el máximo en cada ejercicio.? Ella me mira con determinación, no tengo más que prepararme para otro espectáculo, la beso, y me adelanto para sentarme en mi sitio mientras María me sigue hacia el escenario. Me siento sin mirar hacia atrás junto a Luis, que nos espera, me pregunta por María, ?No te lo vas a creer, pensaba que Lourdes era más grande que ella, le he tenido que enseñar las puntuaciones para demostrarle que no es así, respecto a la fuerza piensa que Lourdes es mucho más fuerte que ella, la he motivado para que de el máximo, pero ¿Como está Lourdes?, ¿Le está afectando la demostración de María?? me mira sonriente ?¡que va!, ella está encantada, como te dije antes, llevábamos tiempo intentando demostrarle a María sus posibilidades, y hoy se ha hecho posible, aun así no se va a rendir tan fácilmente?, me relajo, cojo mi libreta nuevamente y le dejo a Luis la suya, miro hacia el escenario y veo a Lourdes hablando con María, la mesa de los pulsos se la han llevado, y han traído unas mancuernas gigantescas, una barra curl ez cargada al máximo, y una barra para hacer sentadillas también con unos discos que aparentan pesar una barbaridad. Desde luego el equipamiento que hay sobre el escenario no podría ni hacerlo rodar, le pregunto a Luis por los datos de pesos y ejercicios que van a realizar. ?Empezaremos por curl alterno de bíceps con las dos mancuernas, estas pesan ?solo? 20 kg, realmente se trata de contar repeticiones, la mancuerna debe tocar el hombro para que cuente y cuando se produzca un fallo se acaba la prueba, ambas deben llegar al máximo posible?, apunto en mi libreta. Como solo hay un juego de mancuernas empieza Lourdes, pero pedimos a María que no mire para que no sepa cuantas repeticiones ha hecho su adversaria. Lourdes imprime un ritmo frenético, el músculo empieza a expandirse, el sudor va dando brillo a su masa muscular, su rostro dibuja concentración, el ritmo de respiración acompasa el ritmo frenético de sus brazos, es evidente que está acostumbrada a ejercitarse, no toda su fuerza es natural, gran parte es entrenada. Llevo contadas 45 repeticiones con cada brazo, el ritmo se relaja, empieza a notar cansancio, el brazo es impresionante, cuando llevamos poco más de un par de minutos el ritmo empieza a ir muy lento, cada brazo tarda unos segundos en llegar a su punto más alto, lleva 80 repeticiones con cada brazo, por fin, el brazo izquierdo no llega a completar la repetición 90, deja caer las mancuernas, María se gira para comenzar, no sabe cuantas repeticiones ha realizado Lourdes, pero al verla se queda impresionada, el ejercicio ha bombeado sus músculos, me encantaría poder medirla ahora, sus bíceps deben medir más de 45 cm (18?). Sugiero a Luis que antes de que se relaje deberíamos medir sus brazos, le parece una gran idea, corre a buscar un metro y regresa en un par de minutos, Lourdes está extrañada, parece que nunca se hubiese medido sus músculos, se encarga Luis, le pide que flexione el brazo derecho, ella lo hace, ante nosotros aparece el bíceps más grande que me pueda imaginar, ahora mismo mucho más grande que el que le he visto a María, empiezo a tener dudas respecto a sus posibilidades en esta prueba, ando en mis pensamientos cuando Luis me dicta 47 cm., tomo nota inmediatamente, pasa al brazo izquierdo, mientras tanto María está ojiplática ante la demostración de volumen de Lourdes, baja del escenario mientras Luis mide el brazo izquierdo, ?¿Realmente pensáis que yo soy más grande que ella?, ¡creo que estáis locos!, ¡¡ese brazo es gigantesco!!?, me incorporo y le doy un beso ?estoy seguro que lo vas a hacer mejor que ella, pero tienes razón, ese brazo es muy grande, estoy gratamente sorprendido? digo mirando de reojo detrás de María viendo como Luis mide el brazo izquierdo, María me agarra el paquete llamando mi atención ?¿Debo ponerme celosa??, me río y le como la boca mientras la pego contra mi sintiendo cada músculo, escucho que Luis me dicta 46,8, invito a María a subir a demostrar lo que puede hacer, mientras ella sube me quedo hipnotizado por sus gemelos al subir los peldaños, acentúa la flexión en cada escalón, mirándome por encima del hombro en cada paso, la adoro. Apunto el dato y nos preparamos para la demostración de María. Agarra las mancuernas, da la sensación de que pensaba que eran más pesadas, al incorporarse da un traspiés, como quien hace mucha fuerza y se encuentra con que lo que quería levantar no pesa nada, su mirada es de sorpresa, empieza la demostración, su ritmo es inferior al de Lourdes, pero es imparable, no cambia un ápice su ritmo durante las primeras 60 repeticiones, pero lo que me llama la atención es que no ha roto a sudar, el brazo se le nota un poco más grande de lo que estaba antes, pero no ha cambiado como el de Lourdes, continúa al mismo ritmo, llega a las 90 repeticiones, ya ha vencido, pero no lo sabe, su brazo no ha cambiado apenas, ella continúa con una expresión de extrañeza, mientras levanta uno y otro brazo nos pregunta ?¿Cuando debo parar?, apenas siento el peso que estoy levantando, no me llego a cansar, más bien me estoy aburriendo? llevo contadas 140 repeticiones, y mantiene el ritmo, la invitamos a continuar hasta que empiece a notar el peso; el espectáculo, contra pronóstico, empieza a ser aburrido, lleva ya 300 repeticiones y sigue sin romper a sudar, insiste ?nada ha cambiado, no tengo claro que llegue a sentir el peso?, la invitamos a que aumente el ritmo, cuando lleva 400 repeticiones nos mira con la misma expresión, sin embargo se empieza a notar algo de sudor, el músculo reacciona, le insistimos que continúe así, y si puede más rápido, veo que la velocidad es superior a la de Lourdes en el primer tramo, ya ha pasado las 500 repeticiones, el brazo ya está sudado, por lo menos habrá cogido algo de volumen, nos informa ?ahora empiezo a sentirlo, pero creo que me pasaría lo mismo si moviese los brazos a esta velocidad sin peso alguno, de verdad, no siento nada?, y continúa, al llegar a 700 repeticiones le dejamos que pare; deja las mancuernas en el suelo con suavidad, veo que Luis me facilita el metro y me invita a medirla, subo deprisa al escenario, le pido que flexione el bíceps derecho, lo hace unas pocas veces, su color es más blanquecino, no ha llegado a estar al límite como el de Lourdes, antes de medir necesito sentir su fuerza, su poder, intento agarrar con mis dos manos su volumen, pero no llego a abrazar todo su músculo, ella me mira sonriente mientras me susurra ?¿Lo he hecho bien?, ¿he ganado a Lourdes??, la miro atónito, ?la has barrido, ella no llegó a 100, tu te has parado por aburrimiento a las 700, pero midamos tus brazos?, saco el metro del bolsillo y mido, 50 cm, se lo dicto a Luis, repetimos la operación con el izquierdo, cuando lo flexiona no puedo más y lo lamo, ella mantiene la pose, espero que no se asuste con mi comportamiento, pero recuerdo que tenemos público y dejo mi conquista erótica para otro momento más íntimo, abrazo la cinta métrica alrededor de su bíceps, y leo en alto la medida: 50 cm, exactamente lo mismo, es absolutamente simétrica ?¿Quieres decir que mis brazos son mayores que los de Lourdes?, ¡pero si los suyos eran gigantescos!?, le indico que ella sudó más, y que en esa situación de llevar al extremo los bíceps, aparecían más definidos, pero que su masa muscular sigue siendo superior a la de su compañera. Bajo del escenario mientras veo como Lourdes felicita a María, ahora las dos sonríen, Luis sigue con su expresión de orgullo por que por fin María sepa lo que tiene. La siguiente prueba es la de curl de barra ez, cada una debe realizar solo 10 repeticiones con el máximo peso posible, por lo que deberán probar, comienza Lourdes; desmonta todo el peso que trae la barra y empieza con unos discos grandes, leo 25 kg, el peso de la barra es de 5 kg, por lo que ya lleva 55, pero no para en ese punto, añade dos discos de 10 kg y otros dos de 5 kg, total 85 kg, la barra tiene un aspecto grotesco, se agacha, la levanta sin demasiada dificultad hasta la cintura y empieza a realizar sus curls, se ve que conoce perfectamente cual es su tope, el ritmo es muy pausado, cuando lleva 8 repeticiones suda profusamente por todo el torso, los brazos le tiemblan, acusan el ejercicio que hizo anteriormente, pero con mucho esfuerzo consigue completar la décima repetición. No parece necesario medir otra vez el brazo, aunque quizás haya crecido un poco, invito a Luis a verificarlo, de todas maneras estamos disfrutando los dos mucho, asciende al escenario y tras flexionar cada brazo me dicta: 48 cm el derecho, 47,6 cm el izquierdo. Es sorprendente que haya crecido aún más. Estoy ansioso por ver los de María. Antes de que María pudiese ver lo que había levantado Lourdes, se ha vaciado la barra, ahora los discos están preparados para ella, se acerca, se la ve torpe en la elección, agarra los de 20, carga un par de ellos y se incorpora, al darse cuenta de lo ridículo, los saca e introduce dos discos de 25 kg, adicionalmente coloca los dos de 20 kg, ya va por 95 kg, vuelve a intentar levantarlo, y pasa lo mismo de antes, extrae los de 20 y los sustituye por cuatro discos de 25, en total 155 kg, la barra no admite más peso, por lo que Lourdes le explica que realice la prueba con ese peso, pero que tenga cuidado porque se puede lesionar. La cara de María es de incredulidad, coloca los topes, se agacha levanta el peso y realiza las diez repeticiones sin esfuerzo, nos mira con curiosidad ?realmente he notado el peso, pero no me parece demasiado complejo podría levantar mucho más?, la invitamos a usar la otra barra, la de sentadillas, actualmente está cargada con 200 kg, la agarra y realiza nuevamente las diez repeticiones, sus brazos por fin están sudando, creo que la demostración es suficiente, subo al escenario a medirla, lanzo mi metro por encima del bíceps derecho ella lo flexiona orgullosa, es increíble, pero ha crecido respecto a la última medida, 54 cm, el derecho, paso al izquierdo, lo mismo, la simetría es prodigiosa, la abrazo y beso como si no nos fuésemos a ver más, me corresponde. Pasado un rato bajo a mi sitio, Luis me pregunta las medidas, se las digo y se queda ojiplático, toma nota. ?Es aún más grande de lo que pensaba, creo que estamos ante la mayor promesa del culturismo femenino que ha existido nunca, ¿te imaginas a donde puede llegar si cuidase su alimentación y entrenase?? su comentario me hace pensar, creo que no quiero que sea mas grande aún, tal y como es podría ganar a cualquier culturista de alto nivel en un Miss Olympia, y todo sin romper a sudar. La siguiente prueba son sentadillas, se repite la operación, esta vez el peso de la barra son 10 kg, Lourdes carga por cada lado cuatro discos de 25 kg, uno de 10 kg y uno de 5 kg, suma un total de 240 kg, el aspecto de la barra es grotesco, demasiado peso, ella se coloca delante de la barra, se agacha sujeta con firmeza las pesas y lo levanta sin mayor dificultad. En un segundo paso lo sube hasta arriba, y lo deja bajar lentamente hasta que lo tiene tras la nuca, en ese momento abre un poco las piernas y empieza a realizar sentadillas; se trata de hacer 50, cuando le faltan 10, empieza a temblar, los cuadriceps y gemelos están empapados en sudor, el espectáculo es glorioso, realiza una pausa cuando le faltan dos, la definición que alcanza cuando realiza la penúltima es dramática, el temblor de los músculos acentúa su esfuerzo; para hacer la última se toma algo más de un minuto, por fin desciende y la realiza con mucha dificultad, vuelve a dejar caer la barra; esta vez no se molesta en vaciar la barra, sabe perfectamente que María superará su marca sin problema. Las piernas han crecido una barbaridad, le pido a Luis que la mida rápidamente, el sube, mientras Lourdes realiza una pose de pierna derecha, relaja su abultado músculo, mueve a un lado y a otro su increíble masa y cuando tiene a Luis arrodillado frente a ella, lo tensa, el espectáculo es orgásmico, me dicta las medidas, muslo derecho, 72 cm, baja el metro hasta el gemelo, que desde delante se ve gigantesco, gemelo derecho 46, relaja la pose, y realiza lo mismo con la pierna izquierda, muslo izquierdo 71 cm, gemelo izquierdo 45,8 cm, baja orgulloso de las impresionantes piernas de Lourdes, y ansioso por ver lo que es capaz de hacer María. Ésta agarra la barra tal y como la tenía cargada Lourdes pero cuando realiza el primer levantamiento la baja y quita los topes, elimina los discos pequeños de 10 kg y 5 kg y los sustituye por dos de 25 kg más por cada lado y uno de 20 kg, ya no hay más peso, coloca los topes, el total suma 350 kg, si antes la barra tenía un aspecto grotesco, ahora parece un dibujo animado, cuando la levanta, el metal se retuerce ante el peso, se puede ver perfectamente la curva que toma ante semejante desafío. Realiza los pasos tal y como Lourdes le explica con una barra vacía de peso que tiene al lado, y cuando se la coloca en la nuca empieza a realizar las repeticiones, mantiene un ritmo rapidísimo, quiere esforzarse al máximo, cuando llega a 50 no ha cesado ni un solo instante su frecuencia, de echo sigue realizando sentadillas hasta 100, en ese momento vuelve a subir la barra por encima de su cabeza y la deja sobre el suelo con suavidad, las piernas han sudado mucho me apresuro a subir a medirlas mientras asegura ?Deberíais tener barras que aguanten más peso, esto sigue sin ser un reto, al igual que antes, supongo que he notado más la velocidad que el peso, pero bueno, para la prueba que estamos haciendo vale?, parece incluso enojada, al explicarnos que no se ha podido poner al límite, ya cuando me he arrodillado delante suya recuerda que la tengo que medir, e imita los movimientos que antes realizó Lourdes, cuando empieza a agitar su muslo derecho me pone en estado pre-eyaculatorio, y cuando lo tensa me corro encima, mancho por enésima vez mi pantalón, ella, al estar mirando hacia abajo, sonríe al verificar el efecto que tiene sobre mí, su mirada es de niña traviesa, al ver que no la mido, vuelve a realizar el mismo movimiento, esta vez, cuando rigidiza, el músculo es si cabe más grande, lo abrazo con el metro, leo la lectura varias veces, me parece increíble, 80 cm, bajo a los gemelos, 52 cm, no doy crédito en mi posición mido mi gemelo, apenas llega a 20 cm, como me gusta lo que me está pasando, delante mía tengo a una diosa, agitando ahora su muslo izquierdo, tengo claro lo que va a medir, es absolutamente simétrica, es perfecta, cuando lo tensa verifico mis sospechas, 80 cm y 52 cm, bajo a mi asiento con una mancha más que visible, Lourdes se ríe sonoramente mientras Luis me sonríe con complicidad, le informo de las medidas y las apunta religiosamente en su cuaderno. ?Creo que esto es todo, a no ser que a alguien se le ocurra una idea más?, me miran todos a mi, pero me quedo en blanco, la verdad es que después de esta demostración estoy exhausto, y lo que más deseo es pasar un rato a solas con mi diosa, ?bueno, se me ocurren varias cosas, pero prefiero dejarlo para otro momento, creo que ha quedado claro que María es mas grande y más fuerte en cada grupo muscular, a poco que perfeccione la pose, de que se suelte un poco, Lourdes no podrá compararse, es el único aspecto en el que ha perdido respecto a la antigua campeona, me temo que tenemos un cambio generacional, la juventud insultante de María ha batido a la experiencia de Lourdes? digo mientras todos me escuchan, me levanto, subo al escenario agarro las manos de ambas y las subo, pero Lourdes me fuerza mi brazo bajándolo, me susurra, ?no digas tonterías, ha vencido limpiamente en todo, aquí solo hay una ganadora; ahora disfruta de su cuerpo, tenéis muchas cosas que explorar?, me giro y veo a María sonriendo, la abrazo con fuerza, ella me devuelve el abrazo, me rodea con su cuerpo, ahora mismo está totalmente inflada, ha duplicado su volumen habitual, veo músculos por todas partes, mis manos no llegan a tocarse tras ella, noto como ejerce algo de fuerza y me empieza a faltar el aire, se me empieza a nublar la vista, se oscurece todo. Despierto mirando al techo, la cara de María en primer plano me enamora, en un segundo plano veo a Lourdes y Luis mirándome con preocupación, ?Lo siento, creo que apreté demasiado, no estoy acostumbrada a abrazar a nadie y al ver que apretabas te respondí con la misma moneda, pero no te asustes, tendré más cuidado la próxima vez? le contesto recuperando el aire ?ni se te ocurra tener más cuidado, esta demostración me ha excitado muchísimo, como ha dicho Lourdes, tenemos que experimentar muchas cosas? digo intentando sonreír mientras veo como se ríen Lourdes y Luis, noto como María me levanta sin ningún esfuerzo y me lleva en brazos hasta uno de los sillones de la sala, me deposita sobre él con delicadeza y me susurra, ?ahora te voy a realizar un pase privado, espero que te guste?, veo como Lourdes tira del brazo de Luis, que le gustaría quedarse, María sube al escenario sensualmente, empieza a repetir los movimientos que antes realizó Lourdes, en la demostración inicial, veo como lentamente flexiona y relaja sus brazos, veo como imprime cada vez más fuerza a su pose, los bíceps tiemblan por primera vez ante el poder que poseen, juraría que están aún más grandes que antes, pasa a una pose de abdominales, se levanta sus abultados senos con la mano izquierda, mientras deja la derecha arqueada en un lateral, flexiona los abdominales por fases, de arriba a abajo, hipnóticamente, la pierna que tiene adelantada la hace bailar, hasta que al igual que antes tensa los músculos, esta operación la repite varias veces, por fin, relaja la pose, coloca los brazos a ambos lados del cuerpo, arqueados, acentuando los deltoides y trapecios, sin moverse flexiona cada músculo, la imagen es orgásmica, en ese momento empieza a bailar sus tetas, tensando y relajando sus músculos pectorales, el espectáculo es más que suficiente para hacerme llegar nuevamente, se deja caer al suelo y comienza a realizar flexiones, pierdo la cuenta cuando lleva 30, al rato quita un brazo y continúa solo con una mano, el ritmo no varía, vuelve a colocar la otra mano en el suelo, da un pequeño impulso con los pies, y se queda haciendo el pino, empieza a realizar flexiones hasta que su cabeza toca el suelo, no pierde la verticalidad en ningún momento, no me molesto en contar las repeticiones, llegado el momento se impulsa hacia atrás dando una vuelta y cayendo de pie sin titubear; se gira dándome la espalda, puedo ver cada músculo empapado en sudor, los deltoides, trapecios acentúan su forma en V, la estrechísima cintura, enmarcada por los oblicuos, dan paso al culo mas bonito que haya visto nunca, las piernas ligeramente separadas, llena de abultadas curvas denotan su fuerza, y por fin los gemelos, totalmente definidos, dan ganas de introducir mi cabeza entre ellos y sentir el ahogo que supone su flexión. Mantiene la pose unos segundos, asegurándose que me fijo en cada detalle, por fin, empieza lentamente a flexionar los brazos, lo primero que destaca son las estrías en los hombros, su volumen, pero cuando empieza a bombear nuevamente los bíceps, los hombros apenas se ven en comparación, la montaña de músculo que supone su brazo ensombrece el resto del espectáculo, cuando termina de bombear mantiene la pose y lentamente hace lo mismo con su pierna derecha, veo como el bíceps femoral se infla a cada repetición, cuando termina, se gira con mucha gracia, lentamente, permitiéndome ver el bíceps femoral en toda su gloria. aprovecha para realizar una pose de tríceps, mientras me mira con la cara más angelical que haya visto nunca, aguanta la pose un rato y por fin se relaja, se gira, se pone frente a mí, y adopta la pose del cangrejo, veo como sus pectorales se inflan llevando el tejido del bikini al punto de rotura, los brazos arqueados bajo sus abundantes senos se tensan para mostrar los bíceps y tríceps totalmente tensos, se arquea ligeramente hacia delante, marcando los trapecios, aparecen estrías por todas partes, aun con todo el esfuerzo que está realizando, mantiene su sonrisa, extiende los deltoides un poco más, apenas imperceptible, pero lo suficiente para que la parte superior del traje de baño se deshaga, cae al suelo, dejando sus tetas al aire, estas bailan arbitrariamente, ella, lejos de cortarse, se yergue y empieza nuevamente a bailar las tetas, al no estar aprisionadas, el espectáculo es aún más erótico, insiste hasta que me hace eyacular otra vez, en ese momento se relaja y hace una reverencia, indicándome que el espectáculo se ha terminado. Aplaudo sonoramente, ella está respirando con violencia, es evidente que ha realizado mucha fuerza para mantener esas poses, salta del escenario, acercándose a mi violentamente, se me abalanza y empieza a besarme con fuerza, se separa, agarra mi camisa y la deshace en un instante, libera mi torso, se apoya sobre mi con la misma violencia, acaricio como puedo sus enormes tetas, ella responde frotándose contra mi, puedo sentir sus abdominales rozando contra mi, el dolor de mi erección es importante, la interrumpo, ella me mira extrañada, me levanto y empiezo a desabrocharme el cinturón, los nervios me juegan una mala pasada, no logro sacar de la hebilla el cinturón, ella agarra los pantalones por ambos lados y de un jalón los reduce a añicos, me acabo de quedar sin pantalones, hace lo mismo con los calzoncillos, ahora estoy totalmente desnudo frente a ella, se acerca como una pantera, lentamente, como la que acecha a su presa, la mirada es de deseo, parece que se haya transmutado en una devoradora sexual, me abraza mientras la contemplo, trabaja mi cuello, mi pene se comprime contra sus abdominales nos dejamos caer nuevamente sobre el sillón, esta vez tumbados. Ella me lame el pecho, espontáneamente asciende hasta mi boca y me besa, yo aprovecho cada instante para sentir su piel, palpar sus músculos, ella tensa cada vez que comprimo un poco cualquier parte de su cuerpo, se frota contra mí, mi erección es más que evidente, ella juguetonamente se incorpora y me agarra por la cintura, sin ningún esfuerzo me eleva hasta que mi pene reposa entre sus dos tetas, en ese momento las comprime usando sus pectorales, la sensación es indescriptible, tensa y relaja el músculo varias veces hasta que eyaculo sobre ella, se relame lo poco que le ha caído junto a sus labios, me deja nuevamente en el suelo, mi pene ahora flácido ya no es apto para ese juego, ahora la trabajo yo, empiezo con sus tetas, acaricio con mis dientes alrededor de sus pezones, mordiéndolos con delicadeza, mi mano acaricia cada centímetro de su piel, busco su sexo, el bikini me molesta, ella se da cuenta y de un gesto lo deshace, cae al suelo, acaricio sus labios, el bello púbico es corto, duro, la sensación es deliciosa, su sexo ya está húmedo, es evidente que todo esto la ha excitado, su superioridad sobre la que era la más fuerte, la ha tenido que poner a 100, uso un par de dedos para masturbarla, convulsiona ante mí, sus músculos se tensan mis dedos quedan atrapados dentro de ella, noto como la piel se le eriza, empieza a gemir, no alcanzo su boca, pero lamo sus abdominales, están tensos, duros como el granito, su sabor, su olor me embriaga, noto como mi mano queda inundada de sus jugos, el calor es agradable, ella se relaja, busco su boca, la beso con pasión, pero la intensidad hace mella, estamos los dos agotados, nos sentamos mirándonos mientras acaricio suavemente su pelo, ella me mira como quien mira a su primer amor; es sorprendente que una persona con su aspecto tenga tanta inocencia, alguien tan sumamente fuerte externamente, sea tan frágil. Tengo que cuidarla, que protegerla, no quiero que nadie le haga daño, me acerco a sus labios y la beso, un piquito, algo que determina que hemos terminado por ahora. Pasado un rato, decidimos que debemos despedirnos de nuestros anfitriones, pero tenemos un problema serio con la ropa, por lo menos María llevaba una ropa distinta a la que traía cuando vino a casa, a ella no le costará encontrar su ropa, pero mi caso es diferente, no me queda prácticamente nada de lo que traje. María se dirige a las salas detrás del escenario y aparece vestida tal y como vino, está guapísima, se acerca, me da un beso, y me dice que va a hablar con Luis para conseguir algo de ropa para mi, desaparece por la puerta del fondo y pasados unos minutos regresa con un traje, me apresuro a vestirme, no quiero que nadie más me vea así. Mientras tanto María me espera sin perderme de vista, está disfrutando mucho con todo esto. Cuando voy a salir, me dice ?Luis y Lourdes se han acostado, me habían dejado esto en el salón con una nota, diciéndonos que posiblemente nos hiciese falta una muda?, es evidente que habían supuesto que pasaría lo que ha pasado. María parece extrañada, me enamora su candidez. Apagamos todo y salimos sigilosamente por la puerta, la noche es oscura, apenas hay iluminación en el pueblo, las ventanas dejan claro que todo el mundo se ha acostado, en el silencio de la noche solo resuenan nuestros pasos, el claqueteo de los tacones de María, por el camino vamos charlando de cosas irrelevantes, por fin llegamos a casa, antes de abrir la puerta le pido que pase la noche conmigo, aunque sea solo para dormir; me dice que no puede, que su madre no debe averiguar nada. No insisto, pese a que ya se que la madre lo sabe más o menos todo. Entramos en la casa, nos damos un beso en el recibidor y subimos sigilosamente para no despertar a la familia. La casa está en silencio, se oyen al fondo los ronquidos del abuelo, pero nada más, entro en mi habitación mientras veo como María se aleja por el pasillo, andando de puntillas para no hacer ruido, sus gemelos están totalmente hinchados por la postura, incluso en la penumbra en la que nos hayamos se pueden distinguir perfectamente, desaparece en la oscuridad, y doy por terminado este glorioso día. Continuará? Pigarzos 7: Un paseo por el campo By Dan the diverman dmmbsr@gmail.com Cuando la fuerza de María me ayudó por primera vez Me despierta el sol entrando por la ventana, agudizo mi oído para intentar averiguar si hay alguien despierto en la casa. Escucho un susurro, decido ducharme y salir del cuarto, me asomo a la cocina donde suele estar Lola pero no la veo, continúo hasta el comedor y cuando me asomo veo de espaldas a Lola y María, hablan en voz baja, no soy capaz de distinguir lo que dicen o el tono que están usando; como no he hecho ruido decido regresar a mi cuarto y ?avisar? de que ya estoy despierto; vuelvo sobre mis pasos, abro la puerta nuevamente y la cierro sonoramente, ando por el pasillo haciendo algo más de ruido, carraspeando, cuando llego al comedor veo que me están mirando; doy los buenos días mientras Lola se levanta y me mira con determinación; con un tono aséptico me informa que me pondrá el desayuno sobre la marcha, que la espere en el comedor, se lo agradezco y me centro en María, ahora estamos los dos solos, ella está mirando al suelo, no puedo ver su cara. Cuando Lola no nos puede ver me reclino sobre ella buscando el primer beso de la mañana, dado que ella no reacciona, coloco mi mano bajo su mandíbula intentando que me mire, pero me rechaza con una mano, ahora solloza, me siento en la misma silla donde estaba Lola hace un momento ?¿Que ha pasado??, le pregunto preocupado, ella no me contesta, pongo mi mano sobre su hombro, pero ella la rechaza nuevamente, ?¡Estoy fatal! anoche cuando llegamos de casa de Luis y Lourdes, me metí en la cama y empece a pensar en lo que había pasado, estaba muy feliz, pero me di cuenta de que tarde o temprano te irás, y no lo llevo bien; me he enamorado de ti y se que es cuestión de tiempo que te pierda?, dice entre sollozos; ?Escúchame María, no voy a permitir que nos alejemos, si no quieres venir a vivir conmigo, me quedaré aquí contigo, no estoy dispuesto a perderte, nunca he conocido a nadie tan especial como tu?, no logro que deje de sollozar, así que continúo ?El primer día que visité la fábrica, Luis me contó su historia, al igual que yo cayó en este pueblo por casualidad, conoció a Lourdes porque se hospedó en su casa, exactamente igual que nosotros, el decidió quedarse a vivir con su amor, y tras lo que ha pasado estos días, lo entiendo perfectamente. Nadie me espera en Cáceres, no creo que se diese cuenta nadie de que no regreso; el único problema que puedo tener aquí es que necesito trabajar y no tengo claro que mis conocimientos sean útiles, pero estoy dispuesto a lo que sea para quedarme contigo?, veo que reacciona, levanta la vista, los ojos están empapados en lágrimas, la cara dulce, siempre sonriente ha desaparecido, y todo por mi culpa, por no hablar las cosas, la abrazo, ella no me responde, pero por lo menos no me rechaza; pasado unos segundos regreso a mi silla, ella se seca las lágrimas, ?no dirás esto para calmarme, ¿verdad?, porque para mi es muy duro perderte?, insisto ?en absoluto, tu eres de largo lo mejor que me ha pasado nunca, no me quiero separar de ti ni un minuto?, ella sonríe, aprovecho ahora para besarla, ?quieres que hable con tu madre, creo que ella me comprenderá, y dado que ya has hablado tu con ella, creo que es mejor que yo aclare las cosas?, ella asiente mientras se limpia la cara con la manga. Me dirijo a la cocina, Lola está ocupada, le pido permiso para pasar, ?Lola, creo que ha habido un mal entendido?, me interrumpe, ?ya te advertí que María era muy cándida, como sabrás se ha enamorado de ti, deberías haberla tratado con mas tacto, haberle explicado que una relación a distancia es muy compleja o lo que digáis los chicos de ciudad cuando no queréis ver a alguien; ahora está desolada, y pasará mucho tiempo hasta que se recupere?, la interrumpo yo ahora, ?perdona que te interrumpa, pero creo que estás equivocada?, me atiende, ?María y yo estamos enamorados mutuamente, no pienso dejarla, quiero luchar por ella lo que haga falta, pero no quiero perderla ni por un solo minuto. Sus temores, si razonables, no son reales, no pienso irme, y si me voy, será con ella, como le acabo de decir a María, ella es lo mejor que me ha pasado en mi vida?, le cambia el rostro a Lola, parece que mis palabras le han servido para tranquilizarse, le doy más seriedad a la situación ?de echo, no quería que nos vieses ?cariñosos? sin antes pedirle si puedo salir con su hija?, ahora sonríe, ?por su puesto que puedes salir, además, si ella quiere algo lo consigue, difícilmente podría yo oponerme a nada. Pero ya sabes como somos las mujeres en este pueblo?, dice levantando su pesado brazo y flexionando, veo como la manga empieza a rajarse, el bíceps empuja con fuerza, ?como le hagas daño no tendrás un sitio donde esconderte, te daré una paliza que te servirá de escarmiento?, dice sonriendo, aunque se que lo dice en serio, no puedo estar más tranquilo, ?voy a ver a María, le hará mucha ilusión que vendida nuestra relación?. Cuando entro en el comedor, ella está mirando por la ventana, sigue con el pijama puesto, puedo ver las formas generales de su maravilloso cuerpo, ahora que lo he visto en su plenitud no puedo mas que visualizar cada músculo, cada curva, ? Por lo menos parece más calmada, me acerco lentamente, me escucha pero no cambia su posición, la abrazo por la espalda, mis manos se van al abdomen, ella lo tensa e inmediatamente mi miembro reacciona, ella se da la vuelta y pregunta ?¿que te ha dicho mi madre??, le doy un beso y se lo explico, ahora por fin sonríe, me agarra de la mano con fuerza y me arrastra a la mesa, llega mi desayuno, se coloca frente a mi y me observa como desayuno, no dice nada. Al terminar de desayunar le planteo salir a dar un paseo por el monte, quiero que me enseñe las inmediaciones, le parece bien, así que se marcha a ducharse y cambiarse, mientras tanto, viendo que me quedo solo, se aproxima Lola, se sienta frente a mi, ?Verás Daniel, quiero que queden las cosas claras; en un pueblo todo se sabe y me molestaría que hubiese malos entendidos. Hace unos meses hablé con Luis, el Director de la fábrica, y le manifesté mi preocupación por María, me daba mucha pena que no conociese a un hombre con el que compartir su vida; María lógicamente no sabe nada, ni quiero que lo sepa nunca, supongo que Luis no le habrá dicho nada a nadie, pero como te digo esto es un pueblo y al final la gente se entera de todo. La contestación de Luis fue que montase una pensión, y que ya llegaría alguien apropiado para María, y parece que funcionó; has sido el primer cliente, y parece que habéis hecho buenas migas. No tengo claro como lo consiguió, pero desde luego acertó de pleno?, le explico como son las cosas ?Efectivamente, Luis me facilitó la comprensión de las cosas, me dijo que habías hablado con él, y también me habló maravillas de María; para atraerme al pueblo lo que hizo fue provocar que Belén y María apareciesen en el televisión y mostrasen parte de su musculatura; como supongo que sabrás, fuera de este pueblo las mujeres no son tan fuertes?, veo que me mira con sorpresa, ?por tu expresión entiendo que no lo sabías, pues como te digo, fuera del Pigarzos, los hombres son mucho más fuertes que las mujeres, y es muy raro ver a una chica con musculatura; aquí, por lo que he podido ver, lo raro es que una mujer no tenga una gran musculatura. El ideal de belleza fuera de aquí es la típica chica delgada, con alguna curva y poco más, pero algunos hombres, como es el caso de Luis o el mío, nos gustan las mujeres fuertes, musculosas, y lo cierto es que encontrar a una chica así donde yo vivo es muy complicado y cuando la encuentras suelen estar ya comprometidas?, su cara es de asombro, veo que está comprendiendo lo que está pasando ?cuando vi el documental, me llamó la atención que en un pueblo tan pequeño hubiese dos chicas con esos cuerpos, y despertó mi curiosidad, en cuanto pude organicé un viaje y en el momento que entré en la fábrica y vi la capacidad de sus habitantes, me quedé sorprendido, hasta las niñas más pequeñas son mucho más fuertes que yo, pero mi mayor sorpresa fue encontrarme con alguien como María, ella no solo representa el cuerpo perfecto para mi, también es cariñosa, bondadosa, inteligente, sensible, ?, es mucho más bella por dentro que por fuera, y eso es decir mucho, porque como te digo es la mujer más atractiva que he visto nunca.? Escucho un carraspeo detrás mía, me giro y veo a María sobre mi, me levanto y le doy un piquito, ella se sorprende, mientras escucho a Lola animarla ?¡no seas tan estrecha!, ¡dale un beso a este hombre, que te quiere mucho!?, sonrío a sabiendas de lo que ya ha pasado. Nos despedimos y salimos a dar nuestro paseo. ?¿Qué hacemos? ¿Quieres dar una vuelta por aquí, o prefieres que cojamos el coche?? me mira con curiosidad, como si dudase si decirme algo, ?mejor damos una vuelta por alrededor del pueblo, lo conozco bien, y me gustaría enseñártelo?, comenzamos a andar hacia la montaña, tardamos un par de minutos en salir del pueblo, y al poco nos salimos de la carretera y nos introducimos en el monte por un sendero muy estrecho; vamos ascendiendo a un nivel muy suave, María va delante, me va contando sus aventuras cuando era pequeña por el monte, donde se reunían, donde acampaban, donde se escondían, me voy dando cuenta que su vida se ha realizado en este pueblo y sus alrededores, alejándose no más de 1 ó 2 km, todas sus experiencias vitales están recogidas en esta comarca. Ella camina con determinación, va delante mía guiándome, cuando llevamos un rato andando me percato de que lo único que he visto son sus gemelos; va vestida con unas mallas que quedan cubiertas por unos pantalones anchos tipo ?pirata?, en la parte superior lleva una chaqueta que me tapa todo su magnífico torso, pero los gemelos destacan en esas mayas, puedo distinguir cada fibra de su portentosa pierna, cada vez que tiene que retrepar un poco el gemelo estalla en un volumen imposible, para volver en mi levanto la vista y me asombra la arboleda, estamos dentro de un bosque muy frondoso, muchísimo monte bajo y algunos avellanos, arraclanes, arándanos, y en el fondo puedo distinguir algunos abedules y sauces, el paisaje es espectacular, pero lo mejor de todo es María, tengo que liberar la mente, va a pensar que soy un pervertido si cada vez que la veo me abalanzo sobre ella. Al rato nos encontramos un gran árbol en medio del camino, María que va delante de un salto se abraza a la parte superior del tronco caído y se impulsa sin ningún problema, ahora esta en pie sobre el tronco, cuando yo me acerco intento imitarla pero no llego a sujetarme en el tronco, me resbalo y me caigo de espaldas, me siento ridículo, ella salta de inmediato para ver como me encuentro, me mira los brazos con cara de espanto, me incorporo para ver que se me han desecho las mangas y estoy sangrando profusamente, María se está poniendo blanca, ?no te preocupes, no pasa nada, necesito un poco de agua para limpiar la herida, pero es algo muy superficial, estoy bien, dame un segundo que me recupere y seguimos" ella sigue preocupada, se le nota en la cara "para llegar al río hay que atravesar este árbol y ahora no puedo llevarte en brazos, te podría hacer más daño, y no creo que pueda moverlo, soy fuerte, pero no tanto?, me quedo pensativo, llevamos un buen rato andando, pero no soy capaz de calcular cuanto, posiblemente estemos lejos del pueblo, de repente escucho un ruido, busco a María, pero no la veo, se mueven las ramas en mi entorno, me empiezo a preocupar, puede haber algún animal por el entorno, pero para mi asombro el árbol caído se empieza a mover, cuando se levanta una cuarta del suelo puedo distinguir sus pies detrás del tronco, poco a poco el árbol va tomando altura, pero aun insuficiente para pasar por debajo me acerco reptando hasta un lugar seguro cerca del tronco, le pregunto si paso por debajo, y ella, con la voz rota me dice que si puedo si; me armo de valor y sin pensarlo cruzo a toda velocidad, no me da tiempo a mirar para atrás, cuando mis pies ya han pasado escucho al árbol caer, me giro ahora más tranquilo y veo a María sudando como no la había visto nunca ?eso ha sido duro, no pensé que pudiese levantarlo, pero por lo menos ya estás aquí; ¿puedes caminar??, me incorporo sin problema, las heridas empiezan a molestar, pero evidentemente puedo andar, a los pocos metros cogemos un desvío que baja hacia el río, bajamos bastante altura, cuando llegamos al agua me despojo de lo que queda de chaqueta y empiezo a limpiarme bajo la atenta mirada de María, da la sensación de que nunca haya visto una herida, cuando he quitado la mayor parte de la sangre ya solo se ve la herida en sí, y es un buen arañazo, se lo enseño para que se quite el susto, ?¿ves?, no era para tanto, cuando te haces una herida así, se sangra mucho, pero eso no quiere decir nada, si te parece descansamos en este paraje que es maravilloso y continuamos el camino?, veo que se va relajando, ?nunca había visto una herida así, normalmente no nos hacemos daño aquí, o por lo menos no sangramos, me ha impresionado mucho?, la miro sonriente, hay que quitarle hierro al asunto, no quiero que piense que soy un alfeñique. Pasado un rato, aunque no me canso del paisaje presidido por María, y rodeado un entorno salvaje, con el río, las montañas, y toda la vegetación exuberante, me incorporo para seguir caminando, quiero ver donde ha pasado su infancia María; ella me pregunta si estoy bien, la miro sonriente mostrando mis antebrazos heridos, ?he estado mejor, pero creo que no voy a tener problemas para caminar, me acerco a ella y le doy un beso, ella me lo devuelve, me abraza mientras nos besamos, ?eso que le dijiste a mi madre fue muy bonito, no sabía que te había causado tan buena impresión, pensaba que lo único que veías era mi cuerpo, que ya se que te encanta, pero no sospechaba que te gustase como soy, me haces muy feliz?, me dice mientras me tiene abrazado; le contesto con una sonrisa. Subimos buscando el sendero por el que ibamos antes, la subida se hace dura, mis músculos se han enfriado y noto la pendiente; evidentemente a María no le cuesta nada, va hablando, sin perder el aliento, me sigue contando historias sobre el sitio en el que estamos, aventuras que tuvo en estos parajes, intento seguirla pero me cuesta; entre jadeos, le pido que vaya un poco más lenta, que no la puedo seguir; se da la vuelta para ver que me he quedado muy rezagado, ?¿Quieres que te lleve en brazos?, quizás estés un poco cansado, y aún nos queda mucho?, la miro con ilusión, se que puede llevarme en brazos sin desfallecer, pero prefiero seguir detrás de ella, el panorama no puede ser más sexy; le contesto ?por ahora prefiero seguir detrás tuya, estoy disfrutando mucho, pero debo ir un poco más lento?, digo jadeando mientras llego hasta donde está ella ?Si quieres puedes ir tu delante, así marcas el ritmo, realmente se trata de seguir el camino de arriba, por donde íbamos antes?, le tengo que confesar ?creo que no me entiendes, me encanta ir detrás tuya, ver tus piernas trabajar, tus gemelos bailar con tus movimientos, tu trasero endurecerse en cada paso, es un espectáculo, quiero ir detrás, ni siquiera al lado?, ella se ríe como una adolescente. Continuamos nuestro ascenso pero a un ritmo más tranquilo, no tardamos en llegar al camino por el que circulábamos antes, sobre ese terreno más horizontal puedo desenvolverme mejor, aumentamos el ritmo mientras continuamos con la charla, por el camino me sorprende un rugido, veo que María no se inmuta, ?¿no te preocupa ese rugido que hemos escuchado?, yo estoy aterrado?, ella me mira y se ríe ?no, que va, es solo un jabalí, por aquí hay muchos, no les prestes atención, no nos atacan nunca, saben que podrían salir malheridos.? No salgo de mi asombro, continuamos el camino subiendo lentamente, mis piernas piden un descanso a gritos, por fin llegamos a un alto, donde se puede ver el pueblo a lo lejos, a ambos lados de donde estamos hay sendos picos, y al fondo se ve lo que posiblemente sea un pantano o lago. ?Te apetece que paremos un rato, posiblemente estés cansado, y la vista desde aquí es muy bonita?, asiento y me dejo caer derrotado sobre el terreno, ella se postra a mi lado acariciandome el pelo. Aprovecho para sentir sus brazos, está durísima, "no me quiero imaginar lo que pesaba ese árbol, un no comprendo como has podido levantarlo, espero que no te hayas lesionado", me mira un poco preocupada "pues ha sido muy duro, nunca había levantado algo tan pesado, de echo me duele un poco la espalda, es algo nuevo, nunca me había pasado esto", le explico que posiblemente sea una sobrecarga, "en muchos casos, con un buen masaje es suficiente para calmar el dolor, si quieres intentó ayudarte, pero debes relajarte" ella me mira esperanzada, le indico que se tiene que quitar la chaqueta y la camiseta que lleva y tumbar boca abajo; se incorpora y lentamente, como una profesional del strip-tease se quita las dos prendas que le he dicho; esta chica tiene un erotismo que me vuelve loco; cuando se ha quedado con la parte de arriba del sujetador, comienza una sesión de poses, solo con verla flexionar esos músculos me corro, supongo que esto se irá controlando, porque sino la relación va a ser difícil. Cuando ve la mancha en mi pantalón se da por satisfecha, se tumba como le he dicho junto a mi sin perder su sonrisa victoriosa, ¡adora tener ese control sobre mi sexualidad! Me coloco a horcajadas sobre ella, apoyándome sobre su estrecha cintura, ?Dime si te hago daño, esta posición es la más cómoda para darte un masaje?, ella se ríe como una adolescente al ver al chico que le gusta, entiendo que no se ha enterado que estoy sentado sobre su espalda. El paisaje desde mi punto de vista es espectacular, valles y montañas de músculos, en un prado verde, y todo para mi; poso mis manos sobre la región lumbar, justo por encima de donde estoy sentado, recorro con mis pulgares la columna; la tensión de la espalda es importante, dudo que con tanta cantidad de músculo pueda tener relajada la espalda. Realizo fricciones palmares por los deltoides, voy inspeccionando para encontrar un amasamiento, pero por ahora lo que he sentido no me ha transmitido nada, continuo con los trapecios, y cuando llego a la proximidad del cuello veo durezas, ella me indica que es ahí donde le duele, uso mis pulgares para intentar disolver el amasamiento pero su musculatura es demasiado fuerte para mis manos, fricciono el trapecio con mi palma, intento relajar el músculo, tengo que imprimir mucha fuerza para lograr desplazar algo su masa, echo mi peso sobre la palma para intentar disolver la dureza, poco a poco va cediendo, pero me falta fuerza, uso los nudillos intentando ser más efectivo, dejo por imposible trabajar mejor sus amasamientos, y paso a darle con el canto de la mano a toda la espalda, por lo menos esto relaja, continúo con fricciones por toda su poderosa espalda, los músculos empiezan a relajarse, cada vez es más maleable, pero se nota la densidad muscular, regreso a los trapecios con mis pulgares, poco a poco disuelvo la dureza, cuando considero que ya he terminado, empiezo a besarla, lamerla, siento cada músculo, ella me responde con gemidos de placer, cuando llego al cuello le doy un mordisco, no puedo evitarlo, su aroma me embriaga, me tumbo a su lado acariciando todo su torso, mientras mi miembro aprieta contra los pantalones, ella se mantiene pasiva, me incorporo un poco para masajear sus piernas, empiezo por sus gemelos, son gigantescos, pero los puedo malear bien, cuando llevo unos minutos ella los tensa, rigidizando toda esa masa, ahora son inamovibles, lucho contra ellos, pero es como intentar mover una montaña, no ceden ni un milímetro, la escucho reír como antes, miro su cara y está mirando hacia atrás, con su pose juguetona, me acerco a su boca, mientras ella se gira, y antes de llegar a besarla me abraza, me pega contra ella, ahora mi pene está aprisionado contra su entrepierna, ?me ha encantado, pero me has puesto a 100?, tras esto me besa apasionadamente, se pone boca arriba arrastrándome con el movimiento sobre ella, uso mis manos para palpar su cuerpo, jugar con cada grupo muscular, ella sigue besándome, puedo sentir sus pezones apretando contra mi pecho, necesito liberarme de ropa, quiero sentir su contacto en cada centímetro de mi piel, pero no me animo a romper el beso, ella está en éxtasis, me aprieta fuerte, noto que me cuesta cada vez más respirar, sus brazos me aplastan contra ella, la sensación es orgásmica, abraza mis piernas con las suyas, insuflando aun más presión, lo único que puedo mover es la cabeza y un poco los brazos, aprovecho para sentir sus oblicuos, pero se me empieza a nublar la vista, siento como llega al orgasmo, en ese momento aprieta aún más mientras convulsiona, rompe el beso, separo mi cabeza para ver su cara extasiada, por fin me libera, aprovecho para coger aire, necesito recuperarme, ella me mira de reojo ?me ha encantado, tenemos que hacer esto todo el tiempo?, me quedo inmóvil disfrutando de las sensaciones que me ha dado esta diosa, la miro, ella respira con fuerza, dejamos pasar el rato en silencio, disfrutamos de los jadeos de ambos. ?Me gustaría saber que buscas en la vida, creo que es importante para mi saber a que me tengo que atener a partir de ahora, tengo claro que quiero estar siempre contigo, y me gustaría saber si quieres salir de Pigarzos o prefieres que me quede a vivir aquí, en cualquier caso, haré lo que desees, sabes que me posees, que soy tu siervo?, ella me mira desconcertada, aun tumbada, da la sensación de que no se había planteado el futuro en absoluto, ?pues anoche, cuando me metí en la cama y repasé lo que había pasado, me empecé a plantear la situación y me di cuenta de que te irías pronto, en ese momento mi mundo se derrumbó, no quería perderte, lo que nos está pasando es demasiado bueno para que termine?, veo que se emociona conforme dice esto, ?cuando hablamos esta mañana, y sobre todo, cuando te sorprendí hablando con mi madre sobre mi, me alegraste la vida, pero lo cierto es que no me lo he planteado. No conozco nada fuera de Pigarzos, nunca he tenido que salir de aquí, y la verdad es que tengo curiosidad, me gustaría ver mundo; he visto fotos y he leído libros sobre el exterior, pero no es lo mismo?, me abruma su candidez, ?pero independientemente, no tengo claro que me pueda adaptar a otro sitio, quizás me tire la tierra y cuando lleve un tiempo viviendo fuera tenga ganas de regresar, en otras palabras, no lo se, pero me encantaría ver donde has vivido; yo tampoco me quiero separar de ti, quiero tenerte cerca.? Me encanta lo que oigo, estoy deseando enseñarle los sitios que conozco, quiero pasearme con ella por el maravilloso centro de Cáceres, tengo claro que Extremadura le encantará, su comida, sus gentes, nos lo vamos a pasar estupendamente, y siempre podremos regresar a Pigarzos, donde todas y cada una de las mujeres que habitan son más fuertes que yo. Cualquier cosa me parece fantástica si voy con ella. ?Si te parece aprovechando que sigo de vacaciones podemos salir a conocer las ciudades que tienes cerca, podemos ir a las Rias Bajas, que si no las conoces, son fantásticas?, me mira extrañada, ?Lo he estudiado, pero no tengo claro que esté tan cerca, cuando hemos paseado no logramos llegar a ver el océano?, la beso apasionadamente, me enamora su candidez. Decidimos regresar, no llevamos comida y estamos lejos de casa, empezamos nuestro camino, ahora es cuesta abajo, por lo que mis cansadas piernas van un poco más relajadas, empezamos a caminar, pero María coge un ritmo imposible, me mira con cara de desesperación, vamos muy tarde, en mi casa somos muy estrictos con la hora de la comida, debemos correr un poco más, aumento mi paso, pero las piernas no me aguantan, veo que me espera nuevamente, cuando la alcanzo me dice, ?me temo que te voy a tener que llevar a borriquita, si no no vamos a llegar nunca?, al decir esto se agacha para que me suba a su espalda, la abrazo por el cuello y mis piernas las paso por su cintura, cuando estoy bien agarrado, ella se levanta como si no cargase mis 80 kg y empieza a caminar a toda velocidad, en algún momento llega a correr, yo no quiero moverme para no entorpecerla, pero la sensación de poder que me transmite es orgásmico, llegamos al tronco que antes saltó, no se detiene, tal y como llega da un salto y se agarra a una rama, realiza una flexión, coloca una pierna sobre el tronco y de un brinco se coloca encima, ha subido a dos metros de altura sin ningún esfuerzo, desde arriba salta al camino nuevamente y continúa como si no llevase peso. No tardamos mucho en llegar a la carretera, en ese momento me baja y continuamos andando, ya hemos recuperado el tiempo perdido. ?Me preocupa que fuera de Pigarzos no sea útil, aquí desempeño un trabajo, me siento parte de un equipo; como sabes mi formación es muy limitada, tan solo estudiamos la enseñanza obligatoria? le contesto, ?no te preocupes, en la ciudad es muy fácil mantenerse ocupado, pero si quieres trabajar en algún sitio, tal y como están las cosas ahora, y con tu formación es complejo, pero podemos montar algún negocio y trabajar para ti misma; con un cuerpo como el tuyo serías un reclamo para cualquier aspecto relacionado con el culturismo?, me mira extrañada, ?ya te he dicho que la cultura y yo estamos un poco reñidas?, me río escandalosamente, ?el culturismo es el culto al cuerpo, como ya te dije, lo normal fuera de Pigarzos es que las personas sean bastante débiles en comparación, pero hay un deporte que busca desarrollar el cuerpo al máximo, busca tener músculos como los que tu tienes, y para ello la gente pasa horas en los gimnasios, comen batidos de proteínas, incluso consumen drogas que les dan más y más músculos; existe tanto culturismo masculino como femenino, el primero tiene más aceptación, el segundo es un poco más raro, y rara vez es apreciado por las personas?, se interesa, ?por lo que dices, ¿yo podría pasar por una culturista femenina, sin haber pisado nunca un gimnasio?, es chocante?, bueno si te comparas con las culturistas actuales, eres más grande que todas ellas, no tendrías problemas en ganar campeonatos sin esforzarte lo más mínimo, además, las drogas que toman para ejercitar sus cuerpos no les dan demasiada fuerza, son pura fachada?, me mira sorprendida ?entonces ¿son débiles pese a tener una musculatura como la mía??, ?no exactamente, son débiles para la musculatura que tienen. Tus músculos son reales, por lo que eres capaz de mover una cantidad ingente de peso, ellas son muy fuertes, pero no tanto como aparentan?, ?¿y lo de la aceptación?, ¿como es que el culturismo masculino está más aceptado que el femenino??, continúo, ?bueno, la fuerza fuera de este pueblo, suelen tenerla los hombres, por lo que en gran parte de la sociedad, no está bien visto que una mujer se desarrolle muscularmente, a muchas personas esa estética les parece masculina?, me mira sorprendida, ?pero a ti no te lo parece, te gustan mis músculos mucho?, dice flexionando su brazo para enfatizar lo evidente, ?tanto Luis como yo somos ?extraños?, nos gustan las mujeres con músculos pero somos conscientes que no es normal, el ideal de belleza ahora mismo es de mujeres delgadas, con curvas y grandes tetas? digo sonriendo, ?¿como las mías??, dice mientras las hace saltar con sus pectorales, ?exactamente. Sin embargo debes entender, que alrededor de ese deporte si que hay mucha admiración, generalmente, cuando te metes en esos círculos, estás rodeado de gente que te adora, como es mi caso?, estamos llegando al pueblo, me besa y me pide cautela, no quiere ser objeto de comentarios en el pueblo, y no quiere que su madre nos vea en una actitud demasiado cariñosa. Entramos en la casa antes de que lleguen las hermanas y sobrinas, subimos y vemos a la madre terminando la comida y al abuelo sentado en el salón, sin las pequeñas, la casa está demasiado tranquila, saludamos y nos retiramos a cambiarnos, yo aprovecho para limpiarme un poco mejor las heridas. Escucho como llega el resto de la familia, así que salgo para comer, María está sentada a la mesa hablando con Inma, cuando esta me ve, me mira de reojo y sonríe; la sensación de que todo el pueblo está hablando de mi es apabullante. Pregunto a Lola si la puedo ayudar con algo y me manda a sentar, cuando regreso a la mesa ya está todo el mundo sentado, me pregunta Irene, ?¿Que habéis hecho?, ¿te ha enseñado la Sierra Do Cando María?, las vistas desde allí son muy bonitas? le contesta María, ?no, no hemos llegado, nos hemos quedado por el camino, pero nos lo hemos pasado muy bien?, veo que Irene mira a su hermana como si no comprendiese porque hemos ido en ese sentido y no hemos llegado, intervengo ?por el camino había un árbol en el camino y cuando lo fui a saltar, me hice daño en los brazos, así que nos entretuvimos un poco, y cuando nos quisimos dar cuenta tuvimos que regresar?, me mira con asombro, ?¿Como te hiciste daño con un árbol??, me remango la camisa y le enseño el raspón, ?cuando salté para agarrarme, no me apoyé bien y resbalé hacia atrás, y me raspó la piel del árbol, pero tu hermana se encargo de cuidarme estupendamente, la miro para ver que está sonrojada. Continúa la comida, hablando de lo que hemos hecho, evidentemente sin entrar en detalles. Cuando terminamos de comer, le sugiero a María que salgamos a Pontevedra, quiero enseñarle una ciudad, y no está a más de una hora, le parece una idea estupenda, así que nos cambiamos, cojo las llaves del coche y salimos.