Pigarzos 2. La fábrica By Dan the diverman dmmbsr@gmail.com Me explican el misterio de Pigarzos: La fábrica Esa noche duermo como hacía mucho tiempo, la quietud, el ambiente, el calor de unas pesadas mantas ayudan al más reparador de los sueños. Me despierta el sol entrando por las rendijas de las contraventanas, no escucho ni un ruido, me incorporo en la cama, intento agudizar el oido, pero nada, no se si todo el mundo duerme o todos han salido. Abro cuidadosamente la ventana, el sol me deslumbra. Cuando mi vista se adecua a la luz, empiezo a disfrutar del panorama, veo el pueblo, con su carácter terrizo, con su entorno montañoso, mucho verde, el frío de la mañana me atraviesa el fino pijama, cierro la ventana rápidamente, pero me quedo mirando los pájaros, las calles aún desiertas; voy a correr, supongo que estarán todos durmiendo, me calzo mis deportivas, me cambio de ropa y bajo sigilosamente las escaleras, la puerta está abierta, salgo a la calle; el frío me corta la cara, es agradable hacer algo de ejercicio con esta temperatura. Estiro adecuadamente, y salgo a correr, como no me conozco el camino y sigo sin tener cobertura, cojo la calle en la que está la pensión y corro en una de sus direcciones, el pueblo termina rápidamente, avanzo por lo que parece uno de los accesos al pueblo, pasa media hora, no he vuelto a ver ninguna construcción, ningún coche, ningún vecino. Paro y disfruto del paisaje, a lo lejos puedo ver la fisionomía de Pigarzos, desde este punto de vista llama la atención la vieja fábrica, ocupa un lateral del municipio, es bastante más grande que el propio pueblo. El aspecto desde aquí es el de una fábrica abandonada, la fachada se ve ajada, definitivamente me tengo que acercar, pero antes, regreso para desayunar, reanudo mi regreso, ahora veo como el pueblo se va agrandando conforme me acerco, las piernas están cansadas cuando llego a la puerta de la pensión; la puerta sigue abierta, subo sigilosamente, cuando escucho alguien en la cocina, me asomo para saludar y veo a la madre, hoy lleva ropa mas ligera que ayer, aún no soy capaz de distinguir nada de su cuerpo; se la ve muy atareada, la saludo y girándose me contesta ?Hombre buenos días, no quería despertarte, pero ¿has salido??, le contesto ?Si, he salido a correr un poco, pero sigo sin ver a nadie por la calle?, continúa ella ?bueno, es normal, están todos en la fábrica, es muy tarde?, recapacito, me he despertado a las 8 y no veía a nadie, es sorprendente que entren tan pronto y salgan tan tarde, ¡pobres!. ?Trabajan mucho pues, salieron muy tarde ayer y han entrado muy temprano?, me dice que si, que es normal, pero que al medio día comen en casa, y que deben agradecerle a la fábrica el poder subsistir en el pueblo sin mayor problema. Me indica que el desayuno lo puedo tomar cuando quiera, le indico que después de ducharme desayunaré. Tras un abundante desayuno salgo a dar un paseo matutino por el pueblo, aprovecho para fotografiar el detalle, cada esquina, cada calle, el fondo montañoso genera unas instantáneas magníficas, pasado un rato me acerco a la fábrica, se acerca la hora de comer, supongo que saldrán pronto. El aspecto de la fábrica es muy romántico, parece en ruinas; es una nave de ladrillo, muy sucia, el alto horno se distingue al fondo, echa un humo negro, que es el que ha teñido gran parte del edificio, los cristales en la parte superior denotan una falta de limpieza, de mantenimiento, la imagen me evoca abandono, mañana vendré con mas tiempo para hacer unas fotos. Escucho una sirena y veo como se abren las puertas y empieza a salir una marea de trabajadores, van con monos casi todos; por un lateral salen los más pequeños; me aparto un poco, regresaré con todos a la pensión. A lo lejos me saluda con el brazo Irene, la espero con una sonrisa, corre hasta donde estoy ?¡ven, te voy a enseñar la fábrica!?, la interrumpo ?No, Irene, ahora vamos a comer, mañana me la enseñas, tengo ganas de hacer algunas fotos? veo su cara de decepción, esperamos a que salgan sus hermanas y sobrinas, veo como las dos hermanas aparecen por la puerta, el aspecto de Inma es tremendo, es evidente que ha estado en la mina, está negra de polvo, se le notan las huellas de las gafas, María sin embargo está estupenda, no viste el mono que llevan las demás, va vestida con ropa de calle, lleva una falda algo más larga que ayer, solo se le ven los tobillos, se le acentúa su estrecha cintura, destaca la figura de reloj de arena, acentuado por su gran desarrollo pectoral, el jersey que lleva es bastante grande, llama la atención que lleve hombreras, supongo que aquí no pasaron de moda, cuando se acercan me saludan también con el brazo, pero siguen con su charla acercándose a su ritmo; Me interpela Inma ?Muy buenas, muchas gracias por venir a buscarnos, ¿que te ha parecido el pueblo??, le contesto ?Un placer, el pueblo es bonito, quizás un poco pequeño, pero muy acogedor. He estado buscando un sitio con cobertura, pero no lo he localizado, ¿sabeis algún sitio con Internet?, debo conectarme al trabajo y mi móvil no se conecta.? Esta vez me contesta Irene ?En la fábrica hay internet, esta tarde me acompañas y te digo como acceder, así te la enseño?, su alegría es contagiosa, le tomo la palabra, y cuando llegan las hijas de Inma, emprendemos el camino, aprovecho para halagar la vestimenta de María ?Vas muy elegante, pensaba que trabajabas en el almacén, ¿se trata de un trabajo administrativo??, me contesta, ?¡No!, el trabajo es cargando cajas de un sitio a otro, lo que pasa es que me gusta ir guapa, nunca salgo con la ropa de trabajo, más aun cuando tenemos un invitado en la pensión?, ahora me sonrojo yo, ?Muchas gracias por la parte que me toca. Respecto a tu trabajo, me sorprende que sea tan físico, no pareces demasiado fuerte, pese a que ayer me ayudaste con la bandeja?, sonrío, espero que no se corte ?Bueno, realmente el trabajo no exige demasiado, aun así, supongo que seré más fuerte de lo que aparento?, la veo sonreír, ¡me encanta!. Continuamos el corto trayecto hasta la pensión. La mesa está puesta, Inma se ducha mientras yo me retiro a mi cuarto para que tengan su momento, cuando me avisan ya están todos sentados, en la misma posición que ayer, ahora, la luz, me permite verlas mejor, tanto las hijas como las nietas son todas muy guapas, hoy el ambiente es un poco más relajado, las pequeñas siguen jugando entre ellas, las tres hermanas hablan casi como si yo no estuviese allí, la madre come mientras disfruta de su familia, el abuelo no interacciona. Me pregunta María ?Entonces, ¿Te gustaría conocer la fábrica?, ¿Quieres acompañarme esta tarde, o prefieres que te acompañe Irene??, la interrumpe Irene, ?¡me lo había pedido yo!?, continúo, ?Si puede ser, podría ir hoy con Irene, y si acaso, otro día, te acompaño a ti, María?, comemos tranquilamente y tras el café, me indican que tienen que salir para la fábrica, me apresuro a recoger mi portátil y salimos de nuevo. Cuando me acerco, me percato del tamaño, las dimensiones son impresionantes, a juzgar por las ventanas, hay una parte administrativa de varias plantas, por el lateral se adivina lo que debe ser la escuela, es un anexo. Entramos Irene y yo hacia la parte administrativa, mientras Inma y María se adentran con el resto de trabajadores por la entrada principal de la fábrica. Sigo a Irene por los pasillos, me va explicando quien trabaja en cada sitio, subimos una planta, donde lo que hay, además de la escalera y un cuerpo de aseos, es una gran sala diáfana, con grandes estanterías en el fondo, cargadas con innumerables cajas y mesas en la parte más cercana; aquí hay otras chicas como Irene, de la misma edad, trabajando; pese a tratarse de una oficina, el trabajo que realizan es físico, andan cargando cajas llenas de expedientes, de las estanterías a las mesas y viceversa ?Aquí es donde yo trabajo, mira te voy a presentar a mis compañeras?, parecen todas cortadas por el mismo patrón, son todo chicas jóvenes guapísimas, una de ellas lleva un vestido con las mangas descubiertas, puedo ver que está tremendamente desarrollada, sus músculos se excitan a cada movimiento; me quedo petrificado cuando veo el desarrollo de su bíceps cuando agarra una caja que parece muy pesada y la sube a la parte más alta de la estantería; me presenta a cada una de las chicas que la acompañan, tan solo me quedo con el nombre de Sandra, la chica de los bíceps gigantescos. Cuando Irene se retira a cambiarse, aprovecho para conocer a Sandra, me acerco y le pregunto por su trabajo ?bueno, como Irene, nosotras trabajamos aquí solo por la tarde, cada día cuando llegamos, nos han dejado una lista de expedientes que hay que buscar en todas estas cajas, y nos dedicamos a localizarlos, al final del día, dejamos los expedientes sobre las mesas, y por la mañana continúan trabajando otro grupo de personas?, quiero investigar un poco más ?pero esas cajas parecen pesadas, podrías hacerte daño?, sonríe y me contesta, ?No, realmente no pesan casi nada, son solo papeles?, con eso, continúa su trabajo, aprovecho para intentar levantar una de las cajas que Sandra acaba de dejar sobre una mesa, y no puedo moverla ni un ápice. En ese momento regresa Irene, veo como se acerca y agarra la caja que intentaba levantar hace un instante, y sin ningún problema ¡la sube a la estantería nuevamente!, estoy ojiplático, me quedo ensimismado mirando como levantan todo este peso estas jovencitas, en un momento dado, Irene me saca de mi trance; perdona, no te he dicho que si quieres internet de ese, debes hablar con el departamento de dirección; están arriba, son muy simpáticos; diles que vienes de mi parte, te atenderán muy bien." Me doy la vuelta y subo lentamente mientras no le quito ojo a las chicas cargando esas pesadas cajas, cuando llego arriba, veo una planta similar a la anterior, solo que está compuesta por puestos de trabajo, al final se ven un par de despachos, y en primera fila, hay un pequeño mostrador, en el que un joven está delante de un ordenador escribiendo algo; ahora caigo que es el primer atisbo de tecnología que he visto desde que he llegado a este pueblo. Abordo al recepcionista ?Disculpe, vengo de parte de Irene, de la planta inferior, estoy hospedado en la pensión de su familia, y para mi trabajo necesito una conexión a internet. Me ha dicho que el único sitio de todo el pueblo donde me puedo conectar es aquí, pero claro, no quiero interferir con vuestro trabajo, y quizás sea un poco osado que me deis acceso?, se levanta, se presenta y me pide que le siga ?realmente yo no se nada de eso, estos asuntos los lleva directamente el señor Gómez, el Director General de la fábrica, si te parece se lo pides a él?, mientras nos movemos por los cubiculos, pienso que es un poco excesivo tener que entrevistarme con el Director General para una simple conexión a internet; llegamos a una de las puertas del fondo, llama con los nudillos y escuchamos como alguien dentro nos da paso. Me abre la puerta el recepcionista y paso al interior. Se trata de un despacho muy ancho, tiene ventanas en tres de sus caras, al fondo y al lateral derecho las ventanas dan a la calle, se puede ver el paisaje montañoso del entorno, en el lateral izquierdo se ve el interior de la nave, desde la altura de las cerchas de cubierta. El interior está decorado de una manera muy sobria, en una esquina hay un conjunto de sofá, tresillo y una mesa baja, al fondo en el centro, está la mesa del Director General, y a la izquierda hay una librería llena de documentos. Hay plantas distribuidas por todo el despacho; el Director General es un hombre bastante joven, está trabajando en su ordenador ?Por favor, siéntese, ahora mismo le atiendo?, me indica muy cortésmente, sin separar la vista de su pantalla. Pasados unos segundos, termina su tarea ?Bienvenido a Pigarzos, me dijo Irene que tenían un inquilino en su pensión; como habrá notado, este pueblo no recibe muchas visitas, por lo que no le sorprenderá que a estas alturas, todos los vecinos sepan que está usted aquí? Me quedo nuevamente sorprendido ?No salgo de mi asombro, realmente es un pueblo pequeño, pero pensé que había pasado desapercibido, apenas he salido, y solo me he cruzado con la familia que me está acogiendo?, él se ríe ?Si te quedas suficiente tiempo, irás conociendo el carácter de los vecinos de Pigarzos, son buena gente, yo vine como usted, me gustaba conocer la España más recóndita, y de este pueblo no tenía apenas información, tardé muy poco en empatizar con las vecinas de este pueblo, y finalmente me enamoré de Lourdes, y en menos de un año ya nos habíamos casado?. Me sorprende la facilidad con la que se está abriendo a mi ?Antes de nada me gustaría pedirle que me tuteara, no me siento cómodo cuando alguien como usted se dirige a mi con tanto respeto. Respecto al pueblo, he de reconocer, que me tiene intrigado, he visto alguna cosa que me ha extrañado, y aunque yo había venido a otra cosa, dada su buena disposición, no quiero perder la oportunidad de preguntarle, mas que nada por si pudiese orientarme en mis averiguaciones?, el sonríe, se acomoda ?Antes de que me preguntes nada, te contaré mi historia con detalle, y posiblemente se disipen tus dudas. Llegué al pueblo hace más de 15 años, me hospedé en el único sitio que se podía quedar un visitante aquí, ni siquiera era una pensión, se trataba de una vecina que vivía sola con su hija; habrás adivinado que se trata de mi suegra y mi mujer; se portaron extremadamente bien conmigo, me acogieron, me dieron comida y cama sin hablar nunca de dinero, las dos se esforzaron en que mi estancia fuese lo más placentera posible. En los sucesivos días, Lourdes me acompañaba en mi reconocimiento del entorno; había un aspecto que me extrañaba mucho, y era la cantidad de mujeres respecto a los hombres, la diferencia puede ser de 1 hombre por cada 20 mujeres, con el tiempo pude saber que genéticamente, en esta región, la probabilidad de nacimientos está totalmente descompensada hacia las mujeres; rara vez nace un niño; de echo, yo mismo he tenido tres chicas; un día de estos las conocerás; pero en aquel momento, tampoco le daba demasiada importancia a este echo, suponía que los hombres estarían en el campo trabajando; no fue hasta un tiempo después que no averigüé esto. Pero lo que me motivó a quedarme aquí, fue que un día, cuando apretaba el calor, Lourdes se vistió de una manera menos conservadora, abandonó esa ropa tan pesada que se ponía, y apareció con un vestido muy ligero que mostraba su cuerpo; no hubiese echo falta verla con menos ropa para enamorarme de ella, su trato, su elegancia en su comportamiento, su sensibilidad, me había cautivado, pero al verla aquel día, con ese cuerpo no pude resistirme, me abalancé sobre ella y desde aquel día no he parado de amarla, cada vez que la veo no puedo evitar excitarme, de echo, no la quiero tener cerca, porque me cuesta mucho concentrarme.? Estoy anonadado, ?Me gustaría conocerla, tal y como describes su belleza, debe ser espectacular?, se ríe, "no es su belleza lo que me cautivó, fue su fuerza, su musculatura, todas las mujeres de este pueblo son extraordinarias, poseen unos cuerpos que no se pueden comparar con el resto de seres humanos, habrás visto como Irene mueve esas cajas, ¿no?, ¿te has fijado en cuanto pesan?, cada caja pesa 40 kilos, y las mueven como si no pesasen nada. Éstas increíbles mujeres empiezan a aumentar su fuerza desde los 10 años, el crecimiento es exponencial hasta los 25 años, en ese momento continúan aumentando su fuerza pero a un ritmo más progresivo. El pueblo no es muy grande, durante unas semanas pude comprobar que esto era así, hice todo tipo de pruebas que corroboraban lo que te acabo de contar, ellas no comprendían porque les pedía que levantasen cosas o que flexionasen sus músculos, para mi, como sociólogo con estenolagnia, esta circunstancia era muy estimulante. Decidí quedarme a vivir aquí, empece a estudiarlas en mayor profundidad, y concluimos que su nivel de envejecimiento es más lento de lo habitual, y su sistema inmunológico es mucho mas fuerte de lo normal, rara vez caen enfermas, en mis quince años de convivencia, no he visto nunca estornudar a Lourdes ó a cualquiera de mis hijas. Aquí en la fábrica, nunca hemos tenido una baja laboral. Al mes de mi estancia aquí, pensé que sería muy interesante realizar un estudio a gran escala de este extraordinario pueblo, tiré de hilos, hable con mis amistades en Madrid, y conseguí financiación para el proyecto de mi vida. La idea era poder estudiar globalmente a las mujeres de Pigarzos, para ello debíamos sacarlas del campo, lo más fácil era montar la fábrica, o mejor dicho, re-abrirla. Éste pueblo, a principios de siglo pasado, montó un alto horno que no llegó a estrenar, el alto horno estaba vinculado a una mina de hierro, pero el mineral empezó a escasear, y el alto horno, no se llegó a poner en marcha, sin embargo, para el estudio sociológico, la instalación era inmejorable, es la forma que tenemos de tener en un recinto a todas las habitantes de este pueblo y poder analizarlas periódicamente. La instalación además da algo de beneficio, por lo que hoy por hoy somos autónomos, y eso que para poder verificar el comportamiento, así como la progresión de nuestra vecinas, mucho del trabajo que se hace aquí, es simplemente cargar cosas, ejercer mucha fuerza; apenas tenemos máquinas, todo se hace a mano, eso si, con las mayores medidas de seguridad. En la mina se trabaja a pico y pala, los almacenes se gestionan a mano, y salvo el alto horno, que está automatizado, el resto de trabajo requiere una fuerza física sobre humana. Cada quince días, se hacen pruebas médicas a cada trabajadora, se verifica su fuerza y su resistencia. En la escuela que también mantenemos, hacemos algo similar, la educación física busca experimentar con las más pequeñas, y te sorprendería ver lo que son capaces de hacer, incluso antes de cumplir los 10 años que te decía antes.? Estoy sin palabras, no me puedo creer lo que me está diciendo, ?Entonces, si he entendido bien, tanto Irene como María como Inma, son mas fuertes que yo, por poner un ejemplo?, sigue sonriendo "mucho más, hasta las pequeñas Susana y Eva, son mas fuertes que tu, sin embargo, su crecimiento muscular, apenas ha empezado, aún tardarán un par de años en empezar a mostrar la característica musculatura.? Aún no doy crédito, continúo con mis preguntas ?¿y que me dices de María y Belén?, ¿se escaparon?? Se rie escandalosamente ?¡Nooo!, aquí no están presas, se pueden ir cuando quieran, de echo, nos encantaría que se fuesen, pero no se sienten seguras cuando salen del pueblo, a María y Belén, las educamos especialmente para lo que ya han empezado a hacer, y la forma más fácil era introducirlas por el mundo del deporte, la idea es que se integren, que socialicen fuera de Pigarzos; además, al tratarse de deportistas de alto nivel, accederán a la televisión y radio, y con los medios de comunicación podemos conseguir que determinado tipo de hombres se interesen. De echo, me consta, que tu reacción a la entrevista de televisión que les hicieron, fue organizar un viaje hasta aquí, tan solo para verificar tus sospechas, que evidentemente se han visto más que verificadas. Verás, este municipio está condenado a desaparecer si no hacemos nada; hace algo más de 50 años, emigraron todos los hombres a Argentina, aquí quedaron algunos niños que terminaron fuera del pueblo. Las vecinas no quieren salir de aquí, ya sabes como son por estos lares, con su tierra. La incomunicación con el resto del mundo es manifiesta, por lo que no hay hombres que mantengan la población. Esto sumado a que los nuevos nacimientos son siempre de chicas, el problema del pueblo se acentúa. Al haber conseguido que alguien como tu, se haya visto atraído por el pueblo, por sus mujeres, me anima con mi trabajo, espero que en breve haya más como tu.? Sigo sin palabras, parece que me hayan organizado la vida, pero lo cierto es que esto parece el paraíso, cada una de las mujeres de este pueblo es mi ideal de belleza, pero no tengo claro que aquí esté el amor de mi vida; quizás María, parece tan dulce, es tan atractiva,?; me pierdo en mis pensamientos cuando escucho a mi interlocutor nuevamente ?Si te parece, te puedo mostrar la fábrica, seguro que disfrutas viendo a María, es una chica muy especial, me recuerda a Lourdes cuando nos conocimos, también era la más guapa, y también era la más fuerte; actualmente, María es la mas fuerte de todas.? Se levanta; cada palabra que me dice me deja más atónito, ?Hay muchas cosas que no comprendo, dices que todas las mujeres trabajan aquí, pero en el sitio donde me hospedo, hay una señora que trabaja en su pensión, aunque no tenga huéspedes habitualmente?, me contesta ?Bueno, Lola, la madre de María, habló conmigo hace un par de meses, en ese momento seguía trabajando con nosotros; nos pidió permiso para quedarse en casa, porque debía cuidar a Don José, su padre; además, somos consciente de su preocupación por el estado civil de María; Como sabes, su hermana, Inma, tiene dos niñas, Susana y Eva, su padre, falleció en un accidente de tráfico hace cinco años, ellas ya no se acuerdan de él; pero Inma siente su vida suficientemente realizada, sin embargo, María, que puede ser la chica más atractiva del pueblo, no ha conocido a ningún hombre soltero, menos aún a uno de su edad. Sabiendo todo esto, y la necesidad que tenía Lola de quedarse en casa le planteamos la posibilidad de montar una pensión. Ella aceptó sin vacilar, le cambiamos algunas cosas de la casa, la instruimos un poco en gestión, y le prometimos que en un periodo relativamente corto tendría por lo menos a un huésped, que con suerte podrán ser más. Como ya te he dicho, la entrevista que le hicieron a María y a Belén buscaba llamar la atención de hombres jóvenes de tu perfil, la pena es que hayas venido solo, que no te hayan seguido más; pero supongo que será cuestión de tiempo?. Continúo pensando en lo que está pasando ?Entonces ¿Lola sabe que todo esto es un montaje, que al mostrar en televisión a dos deportistas de alto nivel del pueblo vendría el que podría ser el futuro marido de su hija María??, sonríe nuevamente, ?No, en absoluto, en el pueblo tienen mucho orgullo, no deben saber nunca el motivo de la fábrica, o que cuando hacemos algo, es para ayudarlas. Son gente humilde, de buen corazón, pero no quiero que se enojen, o que se ofendan; aún así, el plan es tan rocambolesco, que es muy complicado que le puedan dar crédito. Ahora, cuando ya ha pasado bastante tiempo desde que María y Belén saliesen del pueblo, las vecinas las ven como dos chicas listas que se están consiguiendo ganar la vida fuera de aquí, y eso es también lo que buscábamos?, sigo pensando mientras salimos del despacho y lo sigo hacia una puerta que abre hacia el interior de la nave, desde esta altura puedo ver la nave en planta, su superficie es gigantesca, al fondo distingo el alto horno, salen columnas de vapor, el rojo intenso del hierro fundido me llama mucho la atención, ?Si te fijas, en la parte derecha puedes ver muchas estanterías, en ellas guardamos las piezas que hacemos; no se si sabes algo de altos hornos, el nuestro hace coladas lingoteras, esos lingotes los usamos parcialmente para realizar piezas que vendemos, y a su vez, también vendemos el hierro en lingotes. Es muy valorado por la calidad del mineral. La entrada a la mina la puedes ver a la izquierda, dentro de un rato saldrán todas por aquel ascensor? dice señalándome hacia una pequeña construcción apenas perceptible entre la negrura de la nave. ?La escuela la tenemos fuera, ahora mismo las niñas estarán jugando, pero te invito a que te pases cualquier día por la mañana y te la enseñaré encantado; ahora si te parece podemos bajar para que veas a María trabajar duro, seguro que te encanta.? no puedo resistirme, ?¿Porqué crees que me gusta María?, y en cualquier caso, ¿porqué apuestas porque ella pueda quererme a mi??, bueno, eso es fácil, como sabes, tengo muchos contactos, cuando llegaste a la pensión, me informé de tus gustos, hoy en día no hay privacidad, espero que esto no te moleste, pero tardamos menos de media hora en tener un perfil tuyo completo, sabemos tus preferencias sexuales, sabemos que María encaja en tu ideal de mujer; respecto a ella, es la persona más dulce del pueblo, la más bella, la que coincide en edad contigo, la más fuerte y la más musculosa, cada una de estas circunstancias la hacen tu ideal, para colmo habitáis bajo el mismo techo. Por otro lado, a María la conozco bien, realmente conozco a cada una de las vecinas, y me consta, por su comportamiento desde esta mañana, que ha cambiado, es evidente que ha encontrado en ti a alguien que le gusta, hoy estaba más feliz de lo que suele estar, hoy se ha cambiado cuando ha terminado el turno de mañana, y he notado como se alegraba cuando te ha visto recogerla en la fábrica a medio día; créeme, ella está emocionada con tenerte cerca?, vamos bajando la escalera, todo esto me confunde, pero comprendo que me hayan investigado, la situación parece bastante sensible, si fuesen más descarados, se haría mucho daño sobre esta sociedad tan especial, ?Estoy pensando, ¿habéis averiguado porqué las vecinas del pueblo no contraen enfermedades?, o ¿porqué se desarrollan tanto?, no he visto ningún gimnasio, no presumen de sus cuerpos, de echo los tapan, y no parece que coman o tengan alguna costumbre que pueda alterar su salud?, noto su tono de preocupación, ?No, aun no hemos dado con ninguna clave; tanto la salud como su fuerza y musculatura, son innatas, genéticas, parte de la experimentación que hacemos aquí es hacer trabajar a un grupo manteniendo otro grupo de control, para ver si la fuerza aumenta aun más al ejercitarse, y los resultados no son concluyentes. La realidad es que en estos años, yo he enfermado varias veces, y mi familia no ha caído ni una sola vez; en las analíticas de sangre que hemos hecho no encontramos que es lo que hace que sean tan fuertes, interna y externamente; la descendencia no parece que merme sus características, mis tres hijas son más fuertes que yo, y como ya te he dicho, siguen sin caer enfermas. La semana pasada, cuando vinieron María y Belén, les hicimos unos análisis y nada había cambiado, luego tampoco parece que su salud o fuerza, hayan variado al cambiar de ubicación y alimentación; seguimos pensando que es algo genético.? Llegamos a la planta baja, los ruidos son ensordecedores, ?Respecto a su cuerpo, ellas ven normal sus cuerpos, todas tienen esos músculos, por lo que no le dan la mayor importancia; les sorprende que nosotros no tengamos su nivel de fuerza o resistencia, pero tampoco parece que les importe?, vamos andando hacia donde debe estar María, cuando llegamos al pasillo, veo unas bancadas muy grandes, en las cabeceras hay una especie de vagoneta cargada de los lingotes, los están descargando cuatro chicas; cada lingote medirá unos treinta centímetros, por unos 12, y algo más de 5 de alto, no recuerdo la densidad del hierro, pero no parecen ligeros; las trabajadoras cogen uno con cada mano y lo colocan ordenadamente sobre las bancadas, van todas vestidas igual, con un mono azul y un gorro que les oculta el pelo, llevan también unas máscaras que le tapa la parte inferior de la cara, y unas gafas de seguridad, soy incapaz de reconocer a María, pero me quedo hipnotizado viendo como mueven ese peso como si no fuesen bloques de poliestireno; ahora veo como llega alguien del fondo, vestida con la misma indumentaria, y agarra cuatro bloques de hierro en una pequeña torre y se va hacia el fondo, desapareciendo en la oscuridad, ?¿que te ha parecido María?, ¿no es impresionante su fuerza?, es la única que es capaz de mover cuatro bloques simultáneamente, sus compañeras, en el mejor de los casos mueven tres, y generalmente, con dificultad. Ella es capaz de desplazar los cuatro bloques sin problemas, aún no se cuantos podría mover si se esforzase más. Como te he dicho es la más fuerte?, lo miro atónito, ?no sabía que era ella, no la he reconocido; pero me asalta una duda, ¿cuanto pesa cada lingote??, me mira con una media sonrisa, ?llega casi a 30 kilos, por lo que lo normal es que una chica lleve 30 kilos en cada mano, lo que hace un total de 60, eso lo hacen sin sudar; en el caso de María, puede mover cuatro lingotes fácilmente, por lo que en cada viaje lleva 120 kg"; veo como dos de las chicas que estaban cargando en la bancada los lingotes, agarran la vagoneta vacía y se la llevan empujándola, el ruido es tremendo. Me muestra el resto de la fábrica, sin acercarnos al horno por seguridad; da la sensación de que he viajado en el tiempo, hay muy poca tecnología; parece mentira que un negocio así sea competitivo, y más cuando tiene una evidente labor social. Supongo que su elemento diferencial será la calidad, no el precio, y así pueden permitirse subsistir; cuando estamos paseando suena la sirena, y veo como salen chicas de todas partes y se dirigen hacia la salida; no quiero que se valla María sin mi ?Anda, corre, pero no te preocupes, María hoy se cambiará, quiere causarte buena impresión, tardará aún unos minutos, pero ve y espérala fuera?, me despido de mi anfitrión y salgo del edificio entre el resto de trabajadoras, lástima que la temperatura ambiente no me permita ver sus cuerpos, ahora puedo solo imaginármelo, donde antes veía ropas abultadas, pesadas, anticuadas hombreras, ahora me imagino cuerpos musculosos, fuerza contenida. Continuará?