La naturaleza masculina - Parte 1 Sanosuke9999 - finalfantasy_maniac@hotmail.com Lorena descubre la naturaleza masculina de una forma muy peculiar. La siguiente historia es del género de las féminas fuertes o como se le llama en inglés "strong girls" o inclusive "super girls". Advierto que el presente relato tiene un cierto contenido no apropiado para menores de 18 años o para personas susceptibles, por lo tanto si eres menor de edad o eres muy susceptible al hecho de mujeres o niñas teniendo a hombres mucho más grandes que ellas y (aparentemente) más fuertes, a su merced, deja de leer AHORA! Si no, continua y disfruta del siguiente relato. Toda clase de opiniones es bienvenida, pueden contactarme en: finalfantasy_maniac@hotmail.com La siguiente historia no puede ser cambiada de ninguna manera, tampoco colocada en ningún sitio web si no es con mi previa autorización. Todo empezó el día de ayer, había sido un día muy atareado para Julio que regresaba de la universidad. Cansado de estar por más de 5 horas sentado en el salón de clase y sin haber almorzado, se encaminó hacia la casa de su novia que vivía a unas cuantas calles de donde se encontraba, así que sin más ni más se puso en marcha. Julio era un chico de 1.90 metros de estatura, fornido y de una buena contextura muscular, formaba parte del equipo de fútbol de la universidad y era reconocido en el ámbito del fútbol de ligas universitarias, es más ingresó a la universidad por una beca deportiva y ya tenía más de dos años estudiando. Un día conoció a una niña de 14 años, se enamoraron, no entraré en detalle sobre su romance previo puesto que eso no es el punto importante de la historia. Había pasado un año de que eran novios y se amaban mucho, Julio siempre estaba dispuesto a proteger a su niña linda como él le decía y nunca dejaba que nada malo le pasara. Llevaban una vida muy normal como novios, salían al cine, a comer, a pasear, se abrazaban, se besaban, eran una pareja de lo más normal. Finalmente, Julio llegó a la casa de Lorena y tocó el timbre, esperó un momento y le atendió Mariela, la hermana mayor de Lorena quién él sonrió y le dijo que pasara que Lorena estaba haciendo una tarea del colegio y que la esperara. Julio pasó a la casa y se sentó en el sofá. - Oye Mariela, ¿y tus padres? ¿No están? - preguntó Julio - No, salieron tenían una cena organizada por el jefe de mi papá así que no llegarán hasta muuuuy tarde - Mariela volvió a sonreír - Bueno, Lore ya debe de haber terminado su tarea le voy a avisar que estás aquí, espera un momento. - Sí, esta bien. Mariela entonces subió las escaleras y ya no volvió a bajar, sin embargo al cabo de unos minutos, bajó Lorena. Lorena era una adolescente de 15 años, muy hermosa. Su brillante cabello castaño le llegaba hasta los codos y se remecía de una manera muy atractiva. Su rostro angelical revelaba la inocencia que aún tenía, ojos castaños al igual que su cabello, daban una mirada muy sexy hacia los ojos de Julio. Sus labios perfectos que según Julio eran altamente besables, ¿qué hombre no gustaría de besar unos labios tan deliciosos?. Dueña de una sonrisa encantadora y cautivante. Su cuerpo aún se encontraba en desarrollo pero sus curvas y demás estaban bastante bien desarrolladas para una niña de su edad. Un cuerpo que no se podía llamar absolutamente esbelto pero era muy bien formado. Lorena se acercó lentamente a Julio con una gran sonrisa en sus labios, le extendió su mano y Julio la tomó acercándose el también hacia ella y abrazándola lenta y apasionadamente. Ambos se abrazaron y sin decir palabra alguna se dieron un gran beso francés. Julio tenía que agacharse un poco para besar a Lorena puesto que ella medía 1.60 metros, era 30 centímetros más pequeña. El beso duró aproximadamente 5 minutos hasta que finalmente Julio dijo: - ¿Cómo está mi pequeña? - Mmmm... Muy bien, ¿y tú? - Excelente, aunque estoy un poco cansado, hoy en la U fue un día bastante agitado, aparte de las clases tuve práctica y no pude almorzar. - ¡Pobrecito! La verdad es que no tengo nada que darte, ¡mis papás se fueron a una cena y no nos dejaron nada de comer! Bueno al menos dejaron dinero para que compráramos una pizza o algo pero aún no la hemos pedido, me olvidé- dijo Lorena riéndose un poco - Bueno, no te preocupes, no creas que vine para que me dieras de comer, vine para verte a ti - Que lindo eres - ¡Jajajaja! Si tú lo dices, pequeña - Oye... ¿y te han dejado tarea en la U? -preguntó Lorena, como sabiendo ya la respuesta a la interrogante. - Hum... Oh oh... sí me han dejado una tarea en la clase de cinematografía- dijo Julio lamentándose y volteando un poco para ver la hora- ¿Qué? ¿Ya son las 9 de la noche? Si no me voy ahora, no podré terminar la tarea... es la desventaja de vivir lejos. - ¿Eh? ¿Ya te vas? -preguntó Lorena con un tono triste- ¡No, no te vayas! ¡Acabas de llegar! ¡Quédate! -Exclamó Lorena abrazando a Julio como para impedir que se vaya. - No, no puedo pequeña, tu sabes que me encantaría quedarme acá contigo pero tengo que hacer los deberes. -explicó Julio con serenidad. - Pero... ay... no debí haber mencionado lo de la tarea - ¡Menos mal que lo hiciste porque no me había acordado! ¡Jajajaja! - ¡No te vayas! ¡Justo hoy mis papás regresaran a altas horas de la noche puedes quedarte más tarde de lo usual! - Sorry baby, pero el fin de semana si nos veremos, ¿ok? ¡Lo prometo! - Hmmm... Esta bien... - dijo Lorena resignada pero sin dejar de abrazar a Julio. - Bueno, entonces... Julio entonces intentó salir del abrazo que le daba Lorena pero, ¡cual fue su sorpresa al ver que el intento que dio no obtuvo resultado! "¿Ah? ¿Qué pasa?" Se preguntó Julio para sí. Intentó zafarse del abrazo una vez más de tal manera que Lorena no diera cuenta, así que usó muy poca fuerza y además no quería lastimar a Lorena siendo él bastante más grande y fuerte que ella pero para su sorpresa nuevamente falló en el intento de zafarse. "¿Qué demonios? ¿Por qué no puedo zafarme?" En ese momento Julio vio el rostro de Lorena y ella estaba con los ojos cerrados y apoyando su cabeza en el pecho de Julio sonriendo ligeramente y sin aplicar fuerza alguna en el abrazo. "Si utilizo toda mi fuerza podría lastimar a Lorena así que usaré solo un poco de mi fuerza" Julio entonces dio otro intento de zafarse más fuerte que los anteriores pero falló igualmente. En este punto Julio empezó a preocuparse... ¿Qué acaso no podía zafarse del abrazo de una niña de 15 años, él que era 30 centímetros más alto, y pesaba casi el doble que ella y además era un deportista destacado? Algo extraño estaba pasando y Julio no sabía que era, empezó a desesperarse hasta que usó un grado tal de fuerza que dio un pequeño gemido como aquellos que uno da cuando quiere empujar algo muy pesado. Lorena al escuchar el gemido abrió los ojos y miró a Julio extrañada. - ¿Qué pasa amor? En ese momento, Julio no podía creer la expresión de Lorena, ella ignoraba por completo que él estaba casi completamente inmóvil y al parecer ni se daba cuenta de la forma en la que estaba abrazando a Julio. "Debe estar abrazándome con fuerza... Es la única explicación... pero... ¿tanta fuerza tiene?" Se preguntaba un ya incómodo Julio. Dudó un poco pero finalmente dijo: - Esto... Lorena, ya me tengo que ir deja de abrazarme tan fuerte. Lorena puso una cara de sorpresa, como si no pudiera creerlo. - Pero... yo no te estoy abrazando con fuerza, es más ni siquiera estoy usando nada de fuerza solo estoy abrazándote, eso es todo. ¿Qué significaba eso? ¿Acaso esta niña de 15 años era más fuerte que el deportista destacado de 19 años, fornido y alto? No era posible, era algo que Julio no podía concebir, olvidándose del hecho que Lorena era más pequeña y probablemente la lastimaría Julio comenzó a usar mayor fuerza y cada vez mayor para intentar zafarse gimiendo y apretando los dientes cada vez más. Lorena no lo podía creer, ¿realmente no podía zafarse? ¿Tan fuerte lo estaba abrazando que el no podía hacer nada para salirse del abrazo? Pero si ni siquiera tenía sus manos una con la otra formando una especie de nudo solo las había colocado suave y finamente sobre la espalda de Julio. Tenía que ser una broma... - Oye Julio, no bromees así, ya déjate de tonterías, no vas a salir con que no puedes zafarte si ni siquiera estoy poniendo esfuerzo alguno en abrazarte. Julio no la escuchaba ni quería, todo era tan humillante, ¡él siendo sobrepasado por una niña de 15 años! Ella no podía ser más fuerte, no podía! Tenía que ser un truco... Pero ya Julio no pensaba más que en deshacerse del abrazo, colocó sus manos en los brazos de Lorena apretando fuertemente y moviéndose hacia atrás para zafarse. Lorena aún no podía creerlo, en realidad su alto, musculoso y fuerte novio no podía zafarse de un pequeño abrazo dado con una fuerza mínima! ¿Acaso ella era más fuerte que él? Porque si lo era, no solo era más fuerte sino mucho más fuerte. Lorena seguía pensando que todo no era más que una broma, era imposible, impensable que ella fuera más fuerte que él y en ese grado. ¿O acaso él siempre había sido un debilucho? Lorena no recordaba nunca haber tenido una competencia de fuerza con él, tal vez él siempre había sido débil y no lo había averiguado sino hasta ese momento. Pero no, pensar eso era absurdo... - Ya Julio, déjate de estupideces ¿qué quieres sacar son esa broma? ¡Me parece que muy mal gusto! Pero Julio no le respondió, estaba demasiado ocupado tratando de zafarse, esta vez usando toda su fuerza, sus músculos estaban duros y la presión que ejercía era increíble, no lo podía creer ¿Realmente era su pequeña novia mucho más fuerte que él? Un gemido largo acompañado de un gota de sudor cayendo por la frente de Julio le hicieron darse cuenta a Lorena... "No puede ser... Él no está bromeando... Realmente SOY más fuerte que él, o es eso o, ¡él es un debilucho! ¿Pero tán débil puede ser?" Una sonrisa empezó a dibujarse en el rostro de Lorena, era verdad, ella era más fuerte, increíblemente más fuerte y una de dos cosas: Ella era fuerte o él era débil. Tenía que probar, descubrir cuál de las dos opciones era verdadera... Lorena sonriente empezó a abrazar con mayor fuerza a Julio (solo usando una pequeña porción de su fuerza) y lo acercó más a ella. A pesar de sus intentos por zafarse, Julio no pudo evitar que el leve movimiento de los brazos de Lorena lo acercara más a ella. - Lorena, ¿qué significa esto? ¿Qué estás haciendo? Esto es un truco ¿Cómo lo haces? -Julio no podía concebir la idea de que su frágil y pequeña novia fuera mucho más poderosa que él. - Hmmm... No es un truco, es la realidad, la verdad ni yo misma puedo creerlo, podría tenerte aquí abrazado por horas, no estoy usando casi nada de fuerza... - ¡Imposible, eso no puede ser! -Era demasiado humillante para ser verdad. - Te digo que yo tampoco puedo creerlo, pero o yo soy fuerte o tú eres un debilucho. - No... no soy un debilucho! - Entonces yo soy fuerte! -dijo Lorena alegremente y riéndose. Era una pesadilla, tenía que serlo... ¿¡¿¡Él un debilucho!?!? ¡De ninguna manera! - ¡Vamos a probar nuestra fuerza! - exclamó Julio - Si, yo también estaba pensando en lo mismo! - dijo Lorena que no dejaba de sonreír, realmente estaba disfrutando la idea de ser más fuerte que su alto y musculoso novio. Lorena entonces soltó a Julio y este aliviado empezó relajarse un poco después de la desagradable experiencia. - Hum... Y ahora... ¿Cómo probaremos nuestra fuerza, fortachón?- dijo Lorena en tono burlón, estaba empezando a sentirse más segura de sí misma, segura de que podría vencer a Julio en cualquier cosa que hagan. Julio se quedó callado... Aún no salía del estupor, estaba temblando, la idea de que ella sea más fuerte que él lo aterrorizaba... - ¡¡¡Ya sé!!! -Exclamó alegremente Lorena- Hagamos vencidas, vamos!! Y tomó la mano de Julio y aunque este intentó poner resistencia, fue inútil, fue prácticamente arrastrado hasta la mesa del comedor y entonces Lorena colocando sus suaves y perfectas manos sobre los hombros de Julio lo hizo sentarse en una de las sillas. - Eso es, ahora yo -dijo Lorena mientras se sentaba al lado opuesto de Julio y colocando su brazo en posición para las vencidas. -Anda ¿Qué esperas?- dijo Lorena con una sonrisa de par en par. Julio dudó, que pasaba si ella lo vencía, sería demasiado humillante, ni imaginarse que sus amigos de la universidad se enteraran, se burlarían de él y no sólo eso, lo removerían del equipo del fútbol por debilucho y por lo tanto perdería su beca de deportista destacado. Pero, él era fuerte, y lo sabía, ¿Por qué tenía tanto miedo a ser vencido, si ella era mucho más pequeña qué él? Julio entonces colocó su mano a la par con la de Lorena, él seguía temblando, algo de lo que se percató Lorena y disfrutaba enormemente, ¡¡¡de verdad le tenía miedo!!! La sonrisa de Lorena era más grande que antes, estaba segura de que ganaría y de que no le costaría ningún trabajo. Era un espectáculo bizarro, un brazo musculoso de grandes bíceps por un lado, y por el otro un brazo pequeño y fino, esbelto y sin músculos, listos para unas vencidas. - Oye, bebé -dijo Lorena (Julio detestaba que lo llamaran así)- empezamos a la cuenta de 3, ¿ok? Julio solo afirmó con la cabeza, estaba dispuesto si era posible de arrancarle el brazo de raíz a Lorena, iba a usar toda su fuerza desde el inicio, sin importarle si la lastimaba, su orgullo había sido lastimado. - Uno... Dos... ¡¡¡¡Tres!!!! -Exclamó Lorena e inmediatamente Julio comenzó a usar toda su fuerza, todas sus energías, apretaba los dientes, empezó a sudar y gemía pero... Lorena lo miraba desde el otro extremo de la mesa, toda la fuerza y el empeño que le ponía Julio a la competencia. Ella solo sonreía mientras sin hacer el más mínimo esfuerzo, solo colocando su brazo ahí resultaba inamovible para Julio. ¡¡¡¡Era imposible, no la había movido ni siquiera un centímetro!!!! Julio levantó un poco la cabeza para ver a Lorena y la vio sonriéndole, hasta le guiñó el ojo y él se sintió más humillado que nunca... - Si quieres puedes usar los dos brazos, bebé - dijo Lorena que disfrutaba de la situación sobremanera, era real, demasiado bueno para ser verdad. Ella era más fuerte que él. Julio olvidándose de su orgullo, se levantó y colocó su otra mano para apoyar a la otra y así vencerla, entonces colocando todo el peso de su cuerpo, toda la fuerza que tenía en sus brazos y piernas empezó a empujar el brazo de Lorena... Sin embargo, a pesar de los gemidos, del esfuerzo de TODO su cuerpo no podía moverlo ni un milímetro, ¡¡¡era como tratar de doblar una barra de acero!!! ¡¡¡Eso quería decir que el brazo izquierdo de Lorena era más fuerte que todo el cuerpo de Julio!!! ¡¡¡¡¡Y por mucho!!!!! - Ay bebé, ¡eres un debilucho! -dijo Lorena aumentando la humillación para Julio- mira que soy diestra, mi mano izquierda es mi mano débil. Se podían notar unas pequeñas lágrimas formándose en los ojos de Julio, era demasiado humillante, estaba siendo vencido por completo por su pequeña novia, estaba usado toda su fuerza y sin embargo ella no siquiera hacía el esfuerzo por detenerlo, solo colocaba su brazo ahí. Julio volvió a mirar a Lorena, esta le mandó un sexy beso volado con su mano libre. Lorena sonreía, como nunca. - Ay... bebé que patético, y pensar que todo este tiempo pensé que eras muy fuerte, parece que tus músculos sólo están ahí de adorno ¡¡¡Jajajajaja!!! Julio ya no podía soportarlo, esa risa tan burlona... - Uno... Lorena movió su brazo ligeramente y sin esfuerzo empezó a mover los brazos de Julio hacia la mesa, a pesar de que él se retorcía por evitarlo era imposible, no la retrasaba ni un milímetro, es más, ¡¡¡era como si sus brazos ni siquiera estuvieran ahí!!! - Dos... -pronunció e inmediatamente se burló haciendo un gesto de bostezo, entonces, siguió bajando el brazo de Julio lentamente... - ¡¡¡Tres!!! ¡¡¡Gané!!! - exclamó Lorena alegremente- ¡¡¡y no me costó nada de trabajo!!! ¿De verdad tienes beca en tu universidad por deportista destacado, pequeño? Julio empezó a llorar en silencio, unas lágrimas brotaban de sus ojos pero casi al mismo tiempo que cayeron las primeras dejó de llorar y vio que Lorena aún tenía su mano sobre las de él y las mantenía contra la mesa. - ¡Déjame! -dijo Julio. - ¡¡¡Oh!!! ¿Mi bebé, no puede zafarse de la mano de su pequeña y frágil novia? Era una fuerza imposible la que lo mantenía ahí, sin embargo para Lorena era como si ni siquiera estuvieran ahí las manos de Julio, tan débil era... Lorena dejó las manos de Julio libres y fue un momento al baño, regresó a los 15 segundos con una toalla y un poco de agua en su otra mano. -A ver mi bebé ha llorado, pobrecito, voy a lavarte los ojitos - dijo Lorena como si hablándole a un infante. Julio sólo permaneció sentado ahí, entonces Lorena con su mano derecha empezó a limpiarle los ojos a Julio y también el sudor y entonces lo secó con la toalla. Luego dejó la toalla de nuevo en el baño y regresó a donde estaba Julio. - Vamos, bebé no te deprimas, ahora que soy más fuerte que tú, seré yo la que te defienda, después de todo eres mi bebito lindo y no puedo dejar que nada malo te pase, eres tan débil que si te dejara solo cualquier cosa podría pasarte! - No soy un niño ya deja de hablarme así... esto que ha pasado tiene que ser un error, es imposible! - Ohhhh... Parece que mi pequeñito aún no entiende, ¿verdad? ¡¡¡Veamos que tan débil eres!!! -Exclamó Lorena en un tono juguetón y travieso. Julio se empezó a sentir nervioso, estaba temblando... ¿Como podía ser que Lorena sea tan imposiblemente más fuerte que él? Era ilógico. Lorena entonces colocó sus manos bajo los brazos de Julio y lo levantó de la mesa, una vez que Julio ya estaba totalmente incorporado, Lorena decidió jugar un poco con él para determinar que tan débil era, sabía que era extremadamente débil (como para no poder mover un milímetro del brazo izquierdo de Lorena, usando toda la fuerza de su cuerpo) pero ella quería averiguar que tan débil era. Ya que tenía sus manos bajo los brazos de Julio, empezó a levantarlo del suelo lentamente... Julio no podía creerlo, su pequeña novia Lorena que pesaba casi la mitad que él lo estaba levantando del suelo como si nada. Lorena solo sonreía y se reía de como podía levantarlo sin hacer ninguna clase de esfuerzo. - Sabes, he levantado plumas mucho más pesadas que tú!- dijo Lorena burlándose, aunque lo que dijo le parecía verdad. Julio era tan ligero para ella que era como si no estuviera sosteniendo nada. Julio estaba humillado, avergonzado, con su orgullo totalmente hecho pedazos. Finalmente lo levantó hasta que sus brazos estaban totalmente extendidos, y ahí estaba él colgando como un mero muñeco, aunque no, menos que eso, para ella un muñeco le parecía mucho más pesado que su frágil y musculoso novio. Lorena le sonrió y le mandó un beso volado, lo que hizo que Julio se sonrojara y se sintiera más humillado... - Ahora bebé, vamos a jugar un poco... Fin de la primera parte Agradecimientos a: - Beegboy, ya que me basé en sus excelentes historias para darle cuerpo a la mía. - Thevalkyrie.com pues es una de las mejores páginas web (sino la mejor) por incentivarme sin saberlo a escribir esto. - Todos los que se tomen el tiempo de leer esta historia, si les agradó o no, envíenme sus comentarios a: finalfantasy_maniac@hotmail.com. ¡Pronto la segunda parte!