TRAS LAS MURALLAS DE LAS AMAZONAS Por Plutarco de Malatesta CAPITULO III A la mañana siguiente, Duna , la guerrera que habia capturado al fugitivo paso por la plaza, lo vio alli inconsciente y con aspecto deteriorado bajo el intenso sol, luego continuo su camino, en pocos minutos llego hasta uno de los edificios mayores y mas lujosos de la ciudad, se dirigio a la centinela que vestida con arreos de guerra y armada hasta los dientes guardaba la entrada, .- Soy Duna, de la III escuadra, la Jefa de la Guerra me espera a la hora del Sol alto. Tras un momento de espera en una antesala, Duna fue conducida por pasillos al- fombrados hasta una estancia espaciosa y luminosa donde fue recibida por la mu- jer que ostentaba el mando supremo del ejercito de las amazonas, y que era des- pues de la Reina, la mujer con mas poder de el reino y la de mas poder en la ciudad, puesto que la Reina habitaba en otra. Cruzaron el saludo de las guerreras , formando una equis con los antebrazos de- rechos de puño cerrado a la altura de los ojos. Luego la anfitriona ofreció asiento a Duna en un mullido asiento mientras ella lo hacia en un sillon de campaña, plegable rigido y austero pero que al parecer era el mas de su agrado. era una mujer a la que faltaba poco para alcanzar la cincuentena, pero esto era un puro dato cronologico, pues su aspecto era magnifico, sus miembros denotaban que estaban sometidos a ejercicio diario. a una edad en que en pueblos vecinos y enemigos las personas eran consideradas ancianas, las amazonas y en especial las castas superiores y guerreras mantenian el vigor y un aspecto aún saludable y atractivo. Tras los preambulos la Jefa entro rapidamente en materia .-Se te ha mandado llamar porque tras anteriores méritos, la captura del fugiti- vo en solitario te ha hecho merecedora del nombramiento de Jefa de Centuria. Duna reprimio su alegria, y solo denotó un poco de ella con una sonrisa y una inclinación de cabeza en se¤al de agradecimiento. la mujer continuó .- como sabes se formará una centuria con guerreras jove- nes y excedentes de otras, vuestro asentamiento estara en el pabellón norte, tienes derecho a aposentos privados y a elegir un esclavo personal. Duna guardo silencio un instante luego dijo:- ya he elgido, quiero el fugitivo que capture... -humm.-, la otra mujer la miro mas fijamente,.- durante unos instantes el desti- no del prisionero fue tan incierto como el de una moneda rodando por una corni- sa. ..._ habia pensado entregarlo a las educadoras,..las guerreras jovenes necesitan hombres para ejercitarse.., aunque ese esclavo esta desforzado y es demasiado devil para resultar util como luchador, esas jovenes estan deseando demostrar sus aptitudes y se ensañan con sus adversarios hasta destrozarlos,...era un des tino de castigo para un fugitivo... .- la mujer guardo silencio durante unos instantes, luego prosiguió -Pero aún no he dado la orden y puedo cambiarla, ..he recibido un informe sobre el, es un esclavo bien domado y totalmente sumiso,..y esta siendo debidamente castigado y reeducado por su intento, el destino mas adecuado para él es el de servidor personal de una Centúride, ..no me gusta malograr un esclavo útil, pu do entregartelo si te ocupas de continuar su reeducación. _ lo haré .- La mujer de mas edad cambió bruscamente de conversación, ligeramente molesta por haber dedicado al tema mas tiempo del que consideraba que merecia. -hablemos de cuestiones mas importantes. Tu centuria formará con la tercera Unión..