La madre de Tanya

 

Esta es una historia real con los nombres, situaciones y lugares cambiados. Esta es una confesion que he ocultado por mucho tiempo debido a su contenido de sexo y violencia, no se recomienda su lectura si usted cree que le podria afectar.

 

Tanya es mi novia, ella tiene 21 años de edad. De piel algo oscura, rostro hermoso, mezcla inteligente que la madre naturaleza hizo de varias razas para entregarmela a mi. Mide 1.65 metros de altura, cuerpo bien proporcionado con muslos un poco gruesos que me gustan mucho. Trabajamos juntos en la oficina de contabilidad de una empresa exportadora de productos plasticos. Siempre que podemos escapar al acecho de las miradas estamos juntos besandonos apasionadamente, ella me estimula mucho y yo no soy capaz de contenerme cuando siento la oportunidad de gozar el placer de su cuerpo.

A pesar de llevar varios semanas de novios yo nunca habia visitado su casa, un dia le llegue un domingo en la mañana, ahí conoci a su hermana Katia quien era muy diferente, blanca de pelo teñido a rubio, la clasica chica de la zona. Mientras platicaba con ella en la sala vi pasando a una señora de edad alta y algo gorda de piel medio que era su madre Miriam. Tanya me conto que su madre habia sido jugadora de baloncesto y por eso ella tambien queria ser buena en algun deporte como ese, planteaba la posibilidad de la natacion. Antes de retirarme su hermana me invito a pasar la tarde en un club deportivo que estaba cerca del lugar, yo acepte la invitacion pue seria una oportunidad de ver a mi novia en traje de baño.

 

Llegamos al club donde habian instalaciones de futbol, basquetbol, piscinas y pesas. Katia hacia ejercicio con pequeñas pesas las que sostenia mientras se inclinaba enfrente para sacarle algo de masa a sus delgadas piernas. Tanya parecia haberse perdido, Miriam ahora estaba con ropa deportiva me invitaba a jugar un poco de basquetbol, un poco intimidado por el tamaño de la mujer acepte para no parecer maleducado. Ella media algo asi como 1.85 m, 10 centimetros mas alta que yo comenzamos a jugar, yo juego algo de basquetbol asi que no soy malo, la mujer no corria mucho pero encestaba de casi cualquier lado por lo que me iba ganando ventaja, peleabamos la pelota de cerca, ella me desplazaba facilmente con el volumen de su cuerpo y al ganar la posicion lanzaba al aro. En los contactos cuerpo a cuerpo pude comprobar la amplitud de su trasero y el peso de sus tetotas que se bamboleaban por el movimiento, sus antebrazos eran mas gruesos que mis propios muslos y se notaba que poseian fuerza, entre constantes saltos y manoteos no me di cuenta cuando ya tenia una ereccion completamente desarrollada la cual intente de ocultar con la camisa pero llego el momento inevitable en el que Miriam hizo un movimiento rapido con una de sus gruesas piernas y por accidente su muslo entro en contacto con mi miembro endurecido, yo suspire, ella se detuvo. Realmente la sensacion para mi era placentera y no intente quitarme de lugar. Ella sonrio ligeramente, levanto mi camisa y me agarro el pene a traves de la tela de mi calzoneta. Haciendo un gesto con los labios hundidos agito mi pene con su poderosa manota como si estuviera masturbandome.

De repente ella reacciono con miedo cuando escucho gente venir y salio de alli algo avergonzada, yo tambien hui del lugar.

 

Tanya estaba en la piscina pero no se puso traje de baño porque hacia algo de frio, fuimos a la seccion de la pesas donde Katia hacia abdominales, ahí estaba Miriam quien se fijo en mi con una mirada penetrante al verme con mi novia. Yo empeze a ponerme un poco nervioso pues no sabia cual seria su siguiente reaccion despues de que su poderio femenino encestador me habia excitado tanto. Ella estaba acostada haciendo pesas hacia arriba, el peso que tenia no era mucho pero cuando me vio se sintio algo molesta e introdujo mas discos en la pesa hasta ponerla en 200 libras, se acosto y empezo a moverla de arriba hacia abajo rapida y poderosamente. Tenia en la cara un gesto de cómo alguien que se quiere distraer de algo que lo confunde, evidentemente por lo que habia pasado conmigo. Despues de 20 repeticiones se levanto y puso mas discos, yo estaba asombrado, pero tambien sus dos hijas que miraban con los ojos bien abiertos, 250 libras !!!. Se acosto de nuevo y comenzo a bajar y levantar la pesa, esta vez mas despacio pero igual de continuo sin mostrar debilidad estandose varios minutos en ella. Tanya me miro sonriendo con el rostro un poco rojo de vergüenza asi igual Katia, ambas sentian lastima por mi al ser el unico hombre en la escena pero con la evidencia poderosa de que su madre era mas fuerte que mi, al menos en levantar pesas. Katia disimulo un poco volviendo a sus abdominales, mientras Tanya me preguntaba cual seria la maquina ideal para ella, yo le dije que seria bueno que corriera un poco en la caminadora para empezar y asi estuvimos los dos caminando un poco lejos de la escena de Miriam. Ella termino de hacer repeticiones, hizo unas 100 creo, se sento mirandome pensativa mientras se admiraba a si misma su cuerpo en uno de los tantos espejos que hay en las paredes.

 

Todo parecia volver a la normalidad pero en eso percibi a Katia riendose sin poder contenerse mientras escuchaba algo que le decia su poderosa madre, ya se lo conto todo –pense-. En eso tambien volteo a ver Tanya y me dijo suavemente “Que fuerte que es mi mama, verdad?” . “Ah... si..., si es muy fuerte” –conteste-. Regresamos a la casa de Tanya y me despedi sin nada malo aunque me quedo la duda si Miriam le contaria lo sucedido a sus hijas. Al dia siguiente en el trabajo mi novia parecia actuar normalmente por lo que me tranquilize un poco pero no podia dejar de pensar en Miriam y deseaba estar jugando basquetbol con ella de nuevo. Tanya me sintio un poco mas excitado cuando nos besamos, “Oh... estas muy caliente hoy, Que?  Parece que te reanimo el paseo de ayer” –me dijo-. La semana volvio a la normalidad con el rutinario trabajo, el miercoles a la hora del almuerzo Tanya me invito a ir a su casa para almorzar, cosa un poco extraña porque su casa quedaba algo lejos. Al llegar nos sentamos a platicar en los sofas de la sala, en eso aparecio Miriam con una bandeja en la que habian dos vasos conteniendo fresco natural, pero ella estaba con minifalda, zapatos de tacon alto, algo maquillada y con una camisa ligera de color blanco con muchos agujeritos que dejaba muy poco a la imaginacion y a travez de la cual se podia ver que no andaba brasiere. La situacion era incomoda, mi novia me veia sonriendo, era evidente que se habian hablado y habian tramado algo. Yo intente ser normal, salude a Miriam sin que ella correspondiera y tome el vaso servido mientras ella desaparecia tras la puerta de la cocina. Yo intente seguir una platica normal con mi novia cuando en eso ella grito: “mama, mama, ahora ven”, inmediatamente regreso la enorme mujer dirigiendose directamente a mi con paso fuerte. “Jugamos basquetbol?” –me dijo sarcasticamente-. Pense en como enfrentar la situacion, “Bueno, esta bien me agarraron, le pido disculpas por lo del domingo... ahg...” subitamente ella me tomo de la camisa poniendome de pie y con su mano libre descargo un puñetazo en mi cara. Solo recuerdo un sonido, un dolor, creo que estuve algunos segundos fuera de mi, al volver estaba asustado asi que comence a tocar los pezones puntiagudos de la gorilesca mujer. Ella me atrajo a su cuerpo y yo comence a acariciarla tocandole todo.

 

Termine teniendo sexo con ella en el suelo, al finalizar no encontre a Tanya porque se habia marchado al trabajo enojada. En los siguientes dias intente hacerla volver en razon pero ahora se mostraba siempre seria y enojada aunque me dejaba tener sexo con ella pero esta vez ella siempre me agarraba mis brazos sometiendome y me comenzo a golpear. Al principio intente someterla sujetandole sus brazos para calmarla pero me di cuenta que ella era mas fuerte que mi, no supe si siempre lo habia sido o fue a partir de la experiencia de su madre que la animo pero ahora Tanya me pegaba golpes inmisericorde, me hacia una llave en mi cuello apretando solidamente hasta hacerme perder el sentido y en ciertos casos llego casi a matarme si no hubieran intervenido Katia o Miriam. Por su lado la enorme mujer me trataba mejor y teniamos sexo descomunal que yo disfrutaba mucho, tambien con Katia que me trataba bien, Tanya se enojaba cuando me miraba con su madre. Era inevitable para ella no distinguir que la excitación que Miriam me causaba era mucho mas placentera como en una ocasión en la que yo estaba sobre sus pechos, si... y es que eran tan grandes que con mi pene erecto yo fornicaba con una de sus tetas mientras chupaba del pezon de la otra y acariciaba todo el volumen navegando con mis manos, estando yo sobre ella cruzado diagonalmente sobre su busto. En cierta ocasión jugamos con Miriam al boxeo, la pelea termino de un golpe que me mando inconsciente contra la pared, ella comenzo a mandarme como un esclavo y me ponia a limpiar la casa, despues teniamos sexo.

 

A veces hacian experimentos con mis erecciones, por ejemplo Miriam se ponia una delgada camiseta sin mangas que dejaba ver todo el tamaño de sus glandulas mamarias, me ponia en el suelo boca arriba bajandome el pantalon y el canzolsillo, despues me sujetaba mis brazos facilmente y se quedaba en esa posicion sin moverse. Poco a poco la sensacion de su increible poderio femenino y el tamaño de sus pechos me provocaban una enorme ereccion que superaba facilmente los 30 centimetros, en eso llegaba Tanya y se molestaba al ver eso. Al sentirse mas segura Miriam comenzo a salir con hombres a quienes golpeaba, vencia y humillaba. Por lo general ellos volvian otra vez para tener sexo con ella. Yo por mi parte todavia continuo intentando de normalizar mi relacion con Tanya pero cada tanto me descubre su madre en la casa y me obliga coger con ella de nuevo por lo que tengo que empezar otra vez, aunque a veces tambien me cruzo con Katia...

Hasta el momento Miriam no ha encontrado a ningun hombre que pueda vencerla, enfrentando a tipos mas altos y corpulentos que parecen caer vencidos tan facil como cuando yo mismo fui vencido por el verdadero sexo fuerte...  El Femenino.