“Los músculos de la montaña.” Primera Parte Por JMV, josema94@yahoo.com.mx Dos fuertes y bellas mujeres me muestran el poder de los músculos del bosque Cuando acepte el trabajo de supervisor de antenas de radiotelefonía, no imaginaba que mi vida cambiaria por completo. Este trabajo consistía en dar mantenimiento a las antenas que permiten la comunicación telefónica en zonas muy alejadas, donde las instalaciones telefónicas normales aun no llegan. Era un trabajo agotador y solitario, ya que tenía que realizar todo yo mismo y conducir durante horas para llegar a los lugares que tenia que visitar. Un día fui a reparar una antena a una lejana comunidad. Cuando concluí el trabajo y me disponía a marcharme, la persona que me recibió en ese lugar me aconsejo que no manejara de noche ya que por esa zona se forma una niebla muy espesa y hace que la carretera se vuelva muy peligrosa. Yo estaba ansioso por salir de ahi y no hice caso de esa advertencia asi que guarde las herramientas, aborde la camioneta y arranque. A los veinte minutos de conducir, oscurecio y a pesar de tener las luces encendidas no alcanzaba a ver completamente la carretera y en poco tiempo aparecio la niebla de la que me habían advertido, pero aun asi, decidí continuar. Pensé que si iba despacio, no habría problemas, cuando de repente, note que me había salido de la carretera y la camioneta se iba montaña abajo, internándose en la espesura del bosque. Escuche los golpes de los árboles en la carrocería de la camioneta y el sonido de los cristales quebrándose mientras el vehículo caía en el bosque. Lo ultimo que recuerdo es que me cubrí el rostro con los brazos. Cuando abri los ojos, vi a una mujer que colocaba hojas de alguna planta en mi pecho y me dijo que no me moviera. Despues de colocarme las hojas, me pregunto como me sentia: - Muy adolorido. No puedo mover la cintura – Respondi. - Esas hojas te aliviaran. Quedate acostado. Te haran bien.- Indico aquella mujer. Me quede dormido y cuando desperte el dolor había desaparecido. Ahora pude ver todo con mas detalle. Me encontraba en una casa hecha con troncos de árboles, techo de hojas, piso de tierra y note que me encontraba completamente desnudo. Por un momento crei que se trataba de un sueño, pero en eso, entro la mujer que había visto antes, me vio y me pregunto como me encontraba. - Ya no me duele. Me siento muy bien.- Le dije a la mujer. - Te golpeaste muy fuerte, pero veo que ya estas mejor. Aqui esta tu ropa. Puedes vestirte. Me vesti y sali de la casa pero lo único que había afuera eran árboles y mas árboles. Me encontraba en medio del bosque. - ¿Dónde estamos?- Pregunte. - En la montaña.- Respondió la mujer. "Estoy perdido", pensé y me quede en silencio, observando la inmensidad de aquel bosque. La mujer que había curado mis heridas se quedo en la puerta de su casa y entonces pude observarla con atención. Tenía el cabello intensamente negro que le llegaba hasta la cintura, su piel era morena clara, sus ojos eran café claro, ligeramente rasgados y su mirada era muy profunda. Sus labios eran carnosos con un intenso color carmín. Tenía un vestido color blanco de una sola pieza, sin mangas, que le llegaba un poco mas arriba de las rodillas y el escote del vestido llegaba hasta el nacimiento de su busto. Su cuerpo era esbelto y armonioso con grandes senos y una pequeñisima cintura. Sus muslos eran grandes y le daban a sus piernas una belleza increíble. Su vestido era tan delgado que se podia apreciar la forma y el color de sus pezones. Se encontraba descalza, pero a pesar de eso, sus pies lucian hermosos y sus dedos y uñas eran perfectos. Sus brazos eran largos y lucian mas musculosos que los mios asi como tambien sus piernas perfectas se veian fuertes y llenas de vigor. Me encontraba ante una belleza tan exotica que me costo trabajo quitar la vista de ella. -¿Como te llamas? – Le pregunte a la chica. - Me llamo Xochitl.- Respondió. - ¿Cuántos años tienes, Xochitl?- Pregunte nerviosamente. - 14 años- Contesto la chica. La respuesta me sorprendió muchísimo ya que creía que Xochitl tendría unos 20 años, por las exquisitas formas de su cuerpo y el desarrollo muscular que tenia. -¿Sabes donde esta mi camioneta? -No. Yo no te encontré. Fue mi madre cuando regresaba a casa. Ella debe saber donde esta. Cuando este aquí, le preguntaras.- Me contesto Xochitl. -¿A donde fue tu madre? -Esta en el bosque. Tengo que ir por agua. Esperame dentro de la casa.- Ordeno. -Puedo ir contigo, si quieres.- Le dije de inmediato. -No. Aun no estas bien del todo. Descansa un poco mas. No tardare. Pase el tiempo observando el bosque y en la forma de regresar cuando Xochitl entro a la casa. -Ya no tengo a que salir mas. Esperaremos a que llegue mama.- Mientras decia eso, Xochitl se quito su vestido, quedando completamente desnuda. Se volvio hacia mi y quede inmóvil. Su cuerpo era verdaderamente impresionante: sus hombros estaban definidos y se apreciaban claramente sus abdominales. Si vestida me había impresionado bastante, al admirar de cerca ese cuerpo tan perfecto y solido como la roca que se movia con una sensualidad natural no pude evitar sentirme excitado y comence a tener una ereccion. Creo que Xochitl noto mi sorpresa por verla desnuda y me explico: -Mi madre y yo solo nos vestimos cuando salimos. Mientras estamos dentro de la casa, nos desnudamos completamente. Siempre ha sido asi. Si quieres, tu tambien puedes quitarte la ropa. Me senti avergonzado de que Xochitl viera mi cuerpo tan delgado, sin mucho desarrollo muscular y no pude evitar comparar los fuertes y musculosos brazos de ella, que eran por lo menos el doble de los mios, pero recorde que ya me había visto desnudo cuando me curo de las heridas. Pensaba en eso, cuando se abrio la puerta de la casa. -¡Mama!- Exclamo con sorpresa Xochitl. -¿Ya desperto el hombre?- Pregunto la recien llegada. -Si, ya esta mejor- Respondió Xochitl. -Ve a preparar la comida. Ya tengo hambre.- Ordeno. La mujer dejo unos bultos en el piso, se dio la vuelta y en seguida se quito su vestido y unas sandalias que calzaba. Cuando volteo, quede aun mas sorprendido. Los músculos de la madre de Xochitl eran inmensos. Sus brazos eran tan grandes como los troncos de la pared de la casa. Sus senos eran enormes y a pesar de su tamaño, se mantenian totalmente erguidos, sin ninguna caida. Su espalda parecia una enorme "V" con músculos tan marcados que parecian haber sido esculpidos en su piel. Sus abdominales estaban aun mas definidos que los de Xochitl y su diminuta cintura hacian ver inmensos sus muslos. Sus pantorrillas se encontraban marcadas y tan grandes que parecian reventar. Su cabello era tan negro como el de Xochitl y su rostro era bello, pero no tanto como el de su hija y su mirada era muy dura. Al igual que Xochitl, sus pies eran perfectos. -¿Por que no te has quitado la ropa?- Me pregunto con dureza la madre de Xochitl. - Es que... yo...- Conteste nerviosamente. -Supongo que Xochitl ya te dijo que dentro de la casa, debemos quitarnos la ropa. Quitatela ahora. – Ordeno secamente. Timidamente me quite la ropa y sentir sin mis botas el piso de tierra frio y aspero me parecio una tortura, pero estaba intimidado ante esa imponente mujer. Xochitl sirvio la comida y era deliciosa. Comimos sentados en el piso en una mesa hecha de piedra y despues de comer, Xochitl retiro su plato y el de su madre y fue a la otra habitación. La señora me miro y me dijo: -LLevale tu plato a Xochitl. Esa peticion se me hizo muy rara, pero acepte. Con mi mano derecha tome el plato y al intentar levantarlo, no pude porque era muy pesado. Tuve que utilizar las dos manos para levantarlo y calcule que el plato debia pesar unos 30 kilos. Con trabajo, lo lleve hasta donde estaba Xochitl, al verme ella sonrio y extendio su brazo izquierdo para tomar el plato. Lo agarro solo con dos dedos, como si fuera un plato de plastico y lo llevo hasta donde los lavaba. Al terminar de lavarlos, Xochitl sostenia con su mano derecha los tres platos y los llevaba a una alacena para guardarlos. Todo eso era muy extraño para mi, no podia entenderlo completamente. Regrese a la otra habitación donde estaba la madre de Xochitl. Me miro fijamente y me dijo: -Eres muy debil, pero puedes ayudarnos. Xochitl, ve a dormir. La bella y musculosa adolescente asintio, tendio una especie de grueso tapete en el piso, se acosto y se cubrio con una manta. Pronto se quedo dormida profundamente. La imponente señora estuvo observandome por un largo rato y finalmente dijo: -Me llamo Ixtla. Yo te saque de la camioneta y te traje aqui. Ordene a Xochitl que curara tus heridas y quiero pedir tu ayuda. -¿Para que necesita mi ayuda?-Pregunte sorprendido. -Debes ayudar a Xochitl.-Respondió. -¿Qué tiene Xochitl? -Es debil y no puede hacer las cosas que debe realizar. Solo tu la puedes ayudar.-Explico. -No entiendo... -Nosotras vivimos en la montaña. Necesitamos ser fuertes para sobrevivir, para defendernos y Xochitl aun es una niña. Debe ser fuerte para continuar con vida. -¿Cómo puedo ayudar a Xochitl?- Pregunte. -Debes darle tu liquido vital.-Respondió. -¡¿Cómo?!- Dije casi saltando. -Tienes que hacer lo que todos los hombres hacen con las mujeres. -¿Quiere que tenga relaciones con su hija? -Si. Solo asi mi hija podra sobrevivir.- Dijo Ixtla. No podia comprender lo que esa mujer me pedia. Tampoco podia considerar a Xochitl como una "debil" mujer ya que tenia un cuerpo impresionante con una gran musculatura y era mucho mas fuerte que yo. -No voy a obligarte.-Dijo Ixtla.-Si lo quieres hacer debe ser por voluntad propia. Aunque me preocupa que seas tan debil. Ni siquiera pudiste levantar un plato. -Es que era muy pesado. ¿De que esta hecho?- Pregunte a manera de excusa. -Es de piedra. Lo hice de una roca esta mañana. Siempre estoy haciendo platos porque los rompo con mucha facilidad. "¡¿Romper esos platos con facilidad?!", pensé. Esos platos eran tan duros y pesados que para romperlos necesitaria un buen martillo, aunque ya había visto a Xochitl cargarlos con mucha facilidad. -¿Que decides? ¿Quieres ayudar a mi hija?- Pregunto Ixtla. -Si, quiero ayudar a Xochitl. ¿Qué debo hacer?- Dije con seguridad. Ixtla me pedia que tuviera relaciones sexuales con la mujer mas bella y sensual que había visto en toda mi vida y aunque esa petición podia ser muy extraña, no podia negarme y ademas, tenia mucha curiosidad por ver que pasaria. -Antes debo verte primero.- Dijo la musculosa e impresionante mujer. Se levanto y con movimientos felinos se acerco a mi hasta estar tan cerca que podia sentir el calor de su cuerpo. -Ahora vere si realmente puedes ayudar a mi hija. Y la forma de su mirada me estremecio completamente. CONTINUARA... Recibo sus comentarios buenos y malos. Escriban a josema94@yahoo.com.mx Saludos a tomcat y a CDR