LISA 3 El karate Apenas finalizo el periodo de clases Bart se dirigio muy animado a la escuela de karate pensando en las teorias que le habia contado el maestro donde la clave de la fuerza era la concentracion de la energia y la disciplina en los movimientos. Al llegar se vistio con el uniforme de combate sintiendose mas listo que nunca, se dirigio al maestro: “Cuando empezamos Nakana”. Y el le respondio “Tu empezaras en el primer nivel ve al cuarto 3 apresurate que ya esta la instructora esperando. “Que? U.. una mujer sera mi instructora” –pregunto sorprendido-. “Si, es una chica muy habil, fuerte e inteligente para su edad” –agrego Nakana-. Bart se sintio contrariado solo faltaba que se tratara de Lisa, pero se sintio tranquilo al ver a una linda adolescente de corto cabello oscuro de baja estatura, cuerpo corpulento con bonita silueta femenina. “Mi nombre es Sharon Garcia y sere su instructora durante 2 meses” –se presento ante todos con voz suave y agradable-. Bart sintio que el corazon el palpitaba mas fuerte, era realmente bonita con hermosa figura solida. “Muy bien comenzemos todos a correr alrededor del salon por 20 minutos, vamos…” –Ordeno comenzando el entrenamiento-. Entre tanto en la casa Lisa buscaba a Bart y descubrio sobre su escritorio la factura de inscripcion de la escuela de karate. Su reaccion fue de risa, “Ja, ja, ja parece que haremos una visita a este lugar” –penso- y sin mas se dirigio hacia la escuela. En la entrada habian dos niños grandes con sus vestimentas de karate platicaban tranquilamente mientras fumaban mariguana. “Oigan eso les puede hacer mucho daño, les deberia dar vergüenza como karatekas estar consumiendo drogas” –les expreso-. Entonce uno de ellos arrojo su cigarro y la enfrento “Que te importa chiquilla” –dijo enojado- y la empujo hacia atrás. Lisa agarro impulso y lanzo su poderoso derechazo que aterrizo en la quijada del niño quien se tambaleo cayendo al suelo noqueado. El otro chico se agacho para asistir a su compañero pero Lisa capturo su cuello con su poderosa llave cortandole la respiracion, el trato de quitarse el agarre pero no pudo y finalmente perdio el conocimiento. Lisa paso encima de los dos karatekas vencidos limpiandose los zapatos en sus camisas antes de entrar “Según la costumbre oriental hay que entrar con los zapatos limpios, no?” Llego hasta el salon donde estaba Bart y se puso a observar como algunos mas que lo hacian, los estudiantes practicaban lanzar golpes al aire con fuerza. Lisa sintio satisfaccion al ver a la corpulenta instructora. Sharon media solo 1.56 metros de altura pero tenia una cintura delgada que contrastaba con enormes senos que estiraban su blanca camisa hacia delante y llenaba en espacio hacia los lados cayendo pesadamente hacia abajo. Despues de un rato estaban practicando en parejas la forma de derribar al otro, en eso la instructora se acerco a Bart y lo sujeto por atrás para explicarle sobre ciertos errores en su postura, el pudo sentir las enormes tetas calientes que presionaban en su espalda, no queria que ese momento terminara y trato de apretarse mas contra ella. Sharon acostumbrada a notar el menor movimiento pudo sentir la fuerte ereccion del chico por un momento no quiso moverse y siguio sintiendo sujetandolo por detrás. “Umm… te agradesco el presente pero este no es el momento apropiado trata de controlarte”, -le dijo ella a Bart avergonzada de la mirada de las personas que notaban algo extraño-. Ella lo solto y el logro salir disimulando su ereccion del salon hacia fuera buscando los baños. Lisa pudo observarlo todo y siguio a su hermano al baño. “Asi que te gustan las mujeres fuertes, no Bart?” –le sorprendio-. El la miro asustado “Ehh.. ehh… Lii..sa que haces aquí”, “Que que hago?, estoy obsevando la sumision de un chico debil que siente pasio por mujeres grandes y fuertes” –dijo ella y continuo- “Verdad que te gustan las mujeres fuertes?”. “Bueno ya deja de molestarme, lo que pasa es que ella es muy bonita pero no es que me guste que una mujer me vaya a estar dando ordenes y por eso vine aquí para aprender a pelear y darte una leccion” –contesto el mientras se vestia-. “Ah.. con que esas tenemos, entonces tendre que obligarte a decirlo” –respondio Lisa-. Este retrocedio asustado pero recordo lo practicado hoy y se envalentono atacando rapidamente a Lisa sujetandola por un brazo se dio vuelta lanzandola sobre el tirandola contra la pared. El golpe sono fuerte y Bart temio haberla lastimado gravemente pero Lisa solo se dolio un poco para luego darse vuelta. Bart aprovecho su ubicación para salir corriendo hacia fuera y llegar de nuevo al salon. Sharon observo sonriendo hacia su pantalon con curiosidad, el sintio de nuevo una fuerte sensacion de ereccion pero hizo lo posible para que no se notara poniendose el pene hacia arriba y encogiendose. Comenzo a pensar con mucha alegria como habia podido escaparse de Lisa quien desde lejos le lanzaba un gesto amenzador y poco despues se retiraba. El siguio entrenando con esmero pensando en que al regresar a la casa tendria que vencerla, hoy mismo y no como lo habia planeado para despues. “Es facil vencerla solo es cuestion de saber pelear” –penso-. Despues de finalizada la clase se quedo en el gimnasio para ejercitarse un poco mas golpeando un puching bag. Sharon se le acerco, ahora llevaba desbonotada la camisa dejando mostrar una muy fina camiseta sin mangas llena de dimnutos agujeros que mostraban toda la amplitud de sus pechos. El sintio de inmediato una poderosa ereccion, ni siquiera la volteo a ver sino que con solo sentirla cerca el ya entraba en intensa estimulacion. Ella le hablo de temas triviales haciendo caso omiso al bulto de su pantalon, lo hacia a proposito para disfrutar viendolo estimulado adorandola mimicamente. Despues de un rato “Oh.. debo de ir a la siguiente sesion, sigue practicando mucho Bart, te quiero ver muy fuerte” –dijo ella- pero antes de retirarse se quito la camisa y mostro a Bart uno de sus biceps tensionado, el se estremecio nerviosamente con una vibracion en todo su cuerpo. Era el mas bello musculo que habia visto, una montaña de solida carne blanca tan grande como el tronco de su cuerpo. Su ereccion crecio doliendole el pantalon. Ella simplemente se puso su camisa y se retiro como si nada dejando al chico extremadamente excitado y confundido. Despues de casi media hora en el baño para lograr reducir su ereccion, Bart se fue a la casa. En una ventana superior observo a Lisa haciendo tareas y vigilando su llegada al mismo tiempo, de repente el miedo se apodero de el recordando el bicep de su instructora haciendo salir otra ereccion. Entro escondido por la puerta trasera llegando a su cuarto sin hacer ruido. Tenia sentimientos confusos por las experiencias de hoy. “Seran las mujeres mas fuertes que los hombres?” –pensaba concentrado mientras sin querer inmaginaba peleando a Sharon contra su padre-. “Oh… ella.. ganaria sin dificultad..” balbuceo casi sin aire. Repentinamente la puerta se abrio, el se sobrepuso nervioso por su enorme ereccion que se notaba sobre todo por solo estar en canzolsillo. Lisa que venia directo a zarandearlo se detuvo al versela. “Oh.. Bart que grande lo tienes!!!”-dijo- “Esa mujer si que te gusta mucho” –afirmo observandolo por un rato como pensando que hacer. “Bueno dime a que has vendio, a golpearme?” –pregunto Bart-. “Si” –contesto ella- cerrando la puerta con llave. “Oye por lo menos dejame que me recupere” –dijo Bart-. “Esta vez no hermano malcriado” –contesto Lisa-. Bart rodo por la cama hacia el otro lado tratando de escapar pero ella lo alcanzo de un salto sujetandolo lo puso boc arriba otra vez y se le sento el pecho mientras le sujetaba los brazos. El intento liberarse pero esta vez no habia truco para hacerlo que no fuera la fuerza, Lisa comenzo a soltar golpes directos sobre su cara haciendolo gritar suplicando “Ay.. no no por fav..” brak…! Los golpes insciables continuaron durante varios minutos, ella lo siguio golpeando aun despues de dejarlo inconciente. Marge estaba en la sala con sus hermanas Selma y Paty quienes al escuchar los gritos de Bart subieron a ver que pasaba. Se quedaron boquiabiertas al ver el rostro del chico noqueado manchado de sangre con moretes, Lisa sentada encima se quedo paralizada sin decir nada mientras el pene de Bart aun erecto y enorme arrojaba abundante semen. Marge se desmayo teniendo que ser reanimada. Selma y Paty escucharon todo de los labios de Lisa. “Aunque seas mas fuerte no tienes que ponerte a golpearlo” – aconsejo Selma-. Ella explico el porque de cada cosa aunque Marge no quedo uy convencida con la historia de Sharon por lo que decidio ir personalmente al gimnasio para verla antes de llevar a Lisa y a Bart a donde un sicologo o al manicomio. Ella la interrogo y le ordeno al dueño Nakana que no aceptara mas a Bart o lo demandaria. Selma y Paty en cambio estuvieron muy interesadas en los relatos de la instructora quien contaba lo normal que era para ella el provocar erecciones en los hombres cuando estos observaban su fuerza, su agilidad o la veian venciendo hombres. “A los hombres les gusta la superioridad femenina pero no se atreven a revelarlo” –termino diciendo-. Otra instructora que trabaja ahí confirmo las historias de Sharon y hasta afirmo le hecho de una vez un hombre que cuando vio la fuerza de Sharon venciendo a otros karatekas, este quedo con una ereccion que duro casi 5 dias seguidos y en los demas dia las seguia teniendo por momentos!. Selma se animo y decidio inscribirse inmediatamente. Bart fue llevado al medico y luego al dentista para que tratara de hace algo su dentadura destruida. Lisa fue llevada a donde un siquiatra pero ella no cambio en nada su parecer. Homero llego mas tarde y se molesto mucho recriminandola por el costo del servicio medico. (el pensaba que Lisa lo habia golpeado con un tubo o algo asi). Ya en la noche Bart no podia dormir asustado por lo ocurrido, la prohibicion de ir al karate solo lo hacia pensar mas en Sharon con su respectivo efecto corporal. a medianoche fue al cuarto de Lisa y se acosto junto a ella con la idea de pedirle perdon y afirmarle su sumisidad besandole los pies o cualquier cosa que ella quisiera. Ella tenia mucho sueño y para que no la molestara le dijo que lo perdonaba y que lo queria mucho abrazandolo. Bart sintio como los brazos que lo habian vencido ahora se sentian suaves y reconfortantes aumentando su ereccion no pudo contenerse dejandose envolverse en el abrazo quedandose dormido junto a ella. El sol arrojaba sus primeros rayos cuando Lisa sentia un agradable calor en su pierna derecha. Con asombro noto que se trataba del pene de Bart que conservaba un poco de rigidez estirado descasaba sobre su muslo. Penso un rato y considero que no habia nada de malo en esto pues no era un intento de sexo ni amor como lo habian creido el dia anterior su madre y sus tias. Espero un rato y ordeno: “Bart vete a tu cuarto”. Este se levanto soñoliento y salio por la puerta. En la mañana siguiente en la escuela Bart usaba unos anchos lentes oscuros para disimular las heridas y moretes que habia sufrido. Lisa todavia promocionaba la supremacía femenina venciendo chicos y enseñando a otras para aumentar el nuevo imperio amazonico que se habia apoderado de la escuela. En una de las aulas las chicas habian vencido a todos sus compañeros obligandolos despues a arrodillarse a lo largo de un largo pasillo besandole los pies a las niñas mientras expresaban frases de sumision. Bart cargaba la mochila de su hermana acompañandola hasta su aula y limpiaba su asiento que ella revisaba con ridicula precision. “En el receso quiero que me traigas el almuerzo aquí, puedes retirarte” –dijo ella-. “Lo que usted diga mi reina, yo que soy tu perro, tu esclavo, tu humilde servidor me retiro, ama mia” – Bart recitaba la frase que ella lo habia obligado a decir llegando a la humillacion total-. El caminaba triste por los casilleros cuando de repente uno de ellos se abrio y abruptamente alguien lo jalo hacia adentro. Era el cuartel secreto de varios niños que preparaban un grupo de resistencia contra el dominio de las mujeres. Estaban discutiendo sobre alternativas de liberacion. Ya habian tratado de denunciarlas ante autoridades adultas con resultados negativos porque no podian castigarlas mucho y mas bien se vengaban despues como le sucedió al anterior dirigente del movimiento quien ahora estaba en el hospital recuperandose. Todos querian que bart ocupara su puesto pero el se nego explicando su delicada situacion. Finalmente eligieron a Jimbo quien propuso el uso de armas para vencer a las niñas. “No nos dejaremos dominar”. Continuara...