La Catira IX. Por El Bohemio de Caracas. La historia de una rubia estudiante universitaria que se transforma en una verdadera heroína para su novio. Novena Parte: Y ahora... Michael. Corría el mes de octubre del 2001. Era un día viernes. Norelys y Carlos caminaban por el parque, la catira ya estaba recuperada de las lesiones sufridas en la pelea con Judith, pero todavía no estaba en condiciones de hacer ejercicios al ritmo con que los venía haciendo. Solo estuvo unas dos semanas con el brazo enyesado. En esos días tuvo que explicarle a sus padres que había sido víctima de un asalto, que se defendió como pudo... No quiso contarles la verdadera historia de sus lesiones. Y obligó a Carlos a seguirle la corriente. Por cierto, ambos se reconciliaron esa misma noche de la pelea. Mientras caminaban, ambos conversaban sobre las clases, que estaban próximas a iniciarse. Generalmente la universidad iniciaba las actividades docentes en el mes de septiembre, pero debido a que el gremio de profesores universitarios reclamaban el pago de bonos atrasados y otras deudas, así que como medida de presión, fueron al paro. El mismo duró unas tres semanas. -¿TE IMAGINAS QUE LAS INSCRIPCIONES LAS HICIÉRAMOS AHORITA Y NO EN JULIO?- preguntaba Carlos. -ESTO SERÍA ENTONCES UN VERDADERO CAOS- respondía la catira. Ambos se inscribieron para el turno de la noche, como lo habían planeado mientras transcurría el tercer año de la carrera. -HAY QUE BUSCAR INDEPENDIZARSE POCO A POCO- decía Carlos en una oportunidad. Caminaron hasta llegar a un recodo, entonces a Norelys se le ocurrió hacer algunos ejercicios de estiramiento. -VERÉ COMO ESTOY AHORA, TENGO TIEMPO QUE NO HAGO EJERCICIOS- dijo la catira. Y entonces, se quitó los zapatos y seguidamente empezó a realizar estiramientos, para después hacer unas figuras de karate, katás. Su novio al principio la miraba encantado, pero transcurrido un rato, Norelys lo invitó a acompañarla -VEN, SOLO SIGUE MIS MOVIMIENTOS-. Sabiendo que a Carlos le costaría un poco hacerlo, entonces decidió hacer unos movimientos de tai chi. Luego de varios minutos, se dirigieron a la salida del parque. Carlos preguntó que tenía pensado hacer en la noche y la catira le dijo que hasta ahora descansar. La invitó al cine y ella aceptó con gusto. Llegó la noche y se encontraron a las puertas del cine, como habían quedado; compraron las entradas y después vieron la película. Después de terminada la función, se fueron caminando por el boulevar. Eran las 9 y media de la noche y todavía deseaban seguir juntos. La relación ya se había consolidado y ambos se consideraban novios formales. Definitivamente el amor sustituyó a la pasión con que únicamente enfocaban su relación. Conversaban, hacían planes para el futuro, más allá de la universidad. Carlos debía ir el lunes a una entrevista de trabajo y se encontraba optimista. De repente Norelys deseaba compartirse con su novio y le dijo tiernamente -VAMOS A "HACER UNOS VOTOS" ESTA NOCHE PARA QUE TODO TE SALGA BIEN EN LA ENTREVISTA- y acto seguido, se dirigieron a un hotel... e hicieron el amor hasta quedarse dormidos bien entrada la madrugada. Despertaron. Ya eran casi las once de la mañana del sábado. Se bañaron, se vistieron y salieron del hotel caminando alegremente. Carlos decidió acompañar a su novia hasta su casa, pero no querían ir en el metro por lo que tomaron el autobús rumbo a la urbanización donde vivía la catira -ES QUE QUIERO ESTAR MÁS TIEMPO CONTIGO, PAPI, Y EL METRO VA MUY RÁPIDO- dijo Norelys a Carlos susurrándole en el oído mientras salían de su nido de amor. Abordaron el bus y se sentaron cómodamente en la última butaca, al lado de la puerta trasera, aprovechando que la unidad de transporte iba vacía. Era sábado y los autobuses que iban hacia el sector del este de Caracas donde residía Norelys llevaban pocos pasajeros los fines de semana, solo se llenaban de lunes a viernes, cuando la gente se dirige a sus puestos de trabajo. La pareja volvió a cerrar los ojos, en especial Carlos. Norelys iba sentada junto a la ventana, de vez en cuando abría sus ojos para ver el paisaje urbano, los vehículos, las motos, las calles, las casas, los edificios, la gente. Sobretodo a la gente. Miraba a las personas con una calma en su interior que después desaparecería violentamente mientras el bus pasaba frente a un centro comercial. Norelys vio a una persona que desde lejos se le hacía familiar, muy familiar. Tanto que abrió completamente los ojos al reconocerlo, luego que el autobus se detuviera a recoger pasajeros permitiéndole ver con más claridad: era Michael. -¡CARLOS! ¡CARLOS! ¡DESPIERTA!- le decía a su novio mientras lo sacudía, pues se había quedado dormido. -¡CARLOS! ¡EL TIPO QUE NOS EMBOSCÓ AQUELLA NOCHE! ¡MÍRALO! ¡EL QUE TE TENÍA CON UN CUCHILLO!-. Carlos trató de incorporarse y se acercó a la ventana para comprobar que efectivamente se trataba de Michael, el tipo que lideró al trío de maleantes a quienes había mandado Raiza esa noche para amedrentar a la catira. Norelys sintió como la invadía una especie de rabia que le nacía desde el fondo de su alma al ver a aquel malandro que estuvo a punto de arruinarles aquel fin de semana. -¡VOY A BAJARME!- dijo la catira con un tono casi imperioso -¿VAS A BAJARTE, MIJA? ¿QUE VAS A HACER? ¡DÉJALO!- le rogó su novio -¡YO NO! ESE BICHO TE TENÍA SOMETIDO CON UN CUCHILLO, BAJO AMENAZA DE MUERTE, CARLOS ¿QUÉ TE PASA?- le decía mientras apartaba a Carlos para bajarse. No quería discutir con él, así que cuando el bus se disponía a cerrar la puerta trasera y arrancar, la catira gritó -¡SEÑOR, DISCULPE!-, el chofer abrió la puerta de nuevo y Norelys se bajó rápidamente, seguida de su novio a quien no le quedó más alternativa que acompañarla. Una vez en la calle, Carlos le dijo a su novia -¡NORELYS, PERO SI NO ESTÁS BIEN RECUPERADA DEL BRAZO!-, -¡TÚ TRANQUILO!- le respondió la catira, mientras rastreaba con su mirada el frente del centro comercial, hasta que lo ubicó. -YA VA A VER ESE...- pensó y seguidamente cruzó la avenida, con Carlos a la zaga. Este le preguntó -¿QUÉ VAS A HACER?-, -TRANQUILO- volvió a responderle, esta vez con un tono de insistencia. -VAMOS A SEGUIRLO MIENTRAS PIENSO EN ALGO- dijo Norelys, a quien le extrañaba la actitud de su novio. Bueno, es que mientras Norelys pensaba desquitarse de las personas que intentaron hacerles daño, Carlos más bien había olvidado dicho asunto; entonces la catira trató de entender su actitud inicial, aunque no la compartía. Lograron ubicar al maleante en uno de los pasillos del centro comercial. Éste salió hacia el estacionamiento que lo separaba de la avenida, Norelys y Carlos lo seguían, tratando de no ser vistos por el personaje en cuestión. Michael caminaba al parecer si rumbo fijo, pero se dieron cuenta que él iba tras de una señora que había salido de un banco. Carlos sospechó de las actitudes del hombre y miró hacia los lados: no había ni un solo vigilante. Entonces sucedió... Cuando estuvo a pocos pasos de la señora, Michael echó a correr hacia ella y acto seguido le arrebató la cartera, dándose rápidamente a la fuga. Norelys vio la escena y dijo enojada -¡ASÍ QUE ESE DESGRACIADO ES UN VULGAR RATERO DE POCA MONTA!- y enseguida corrió tras él, aunque se encontraba lejos y el caco corría muy rápido. Carlos siguió a su novia. Michael corría muy rápido, pero la catira no lo había perdido de vista. Ella corría también a toda velocidad, dándose cuenta que a pesar del tiempo sin ejercitarse, no se esforzaba mucho, corriendo confiada. Michael se dirigió a una calle que corría al lado del centro comercial, como alma que lleva el diablo, sin mirar atrás, pero no contaba con que una chica de complexión atlética le pisaba los talones. Carlos empezó a rezagarse, acusando el cansancio. Corrieron varias cuadras alejándose del centro comercial. Mientras lo hacía, Michael sentía satisfacción pues había logrado cometer el delito en el momento oportuno, es decir, sin que hubieran vigilantes ni policías en los alrededores pero aún así, luego de recorrer una distancia considerable, dobló por una esquina, no miraba hacia atrás, solo corría y corría, como si lo hiciera por su vida, sin percatarse que efectivamente lo seguían. Norelys también seguía corriendo y los transeúntes que observaban la escena pensaban que había sido ella la víctima del arrebatón. Michael seguía corriendo, doblando en cada esquina con la intención de despistar posibles perseguidores hasta que se dirigió a un terreno baldío. Pertenecía a una construcción que había sido paralizada y allí se metió con su botín. Norelys lo había perdido de vista y cuando se topó con el terreno, no sabía si seguir corriendo, pero por esa intuición que tienen las féminas, se le ocurrió meterse a la zona en construcción y buscar ahí a Michael. De todos modos, quedó esperando un rato en el boquete que había en un muro que separaba el terreno de la calle, hasta que apareció su novio, quien ya no podía más. -EL TIPO SE METIO AQUI- dijo Norelys en voz baja. -LO BUSCARÉ- y acto seguido se internó en el sitio. Carlos la siguió, luego de tomar un poco de aire. La anterior noche de amor le había exigido el físico, mientras que Norelys parecía rebosar de energía -ME EMPATÉ CON UNA JEVA QUE ES PURA DINAMITA- se reía Carlos en su fuero interno. Norelys inspeccionaba el lugar, al parecer se trataba de la construcción de una planta, de una fábrica. Solo estaban levantados algunos galpones y faltaba el emplazamiento de la fábrica propiamente dicha. Sin embargo allí existía el "esqueleto" de un pequeño edificio de unos cinco pisos, al que le faltaban las paredes en algunas secciones. Norelys buscaba y buscaba, intuyendo el posible escondite de Michael. Finalmente se metió en el edificio y por alguna razón, en vez de subir las escaleras, bajó a lo que parecía ser el sótano. Allí encontraría a Michael con su botín. El sitio estaba apenas iluminado por lo que la catira pensó que no lo iba a encontrar allí, por lo que se diponía a abandonar el sitio cuando el maleante la sorprendió. -¡QUIETA AHI!- le gritó Michael saliendo de un rincón del sótano -¿QUÉ HACES AQUÍ? ¿QUIEN ERES TÚ? ¡HABLA!- gritaba Michael quien no reconocía a la catira, pues ella estaba de espaldas. Cuando le gritó la primera vez, ella solo hizo lo que le mandó, o sea, quedarse quieta, pues escuchó el sonido del cargador de una pistola 9 mm. Además, sabía que era él pues todavía recordaba su voz. -¡VOLTÉATE, MAMI!- ordenó Michael, tal vez notando que Norelys, pese a vestirse todavía holgadamente, la ropa dejaba traslucir un poco su físico, en especial los pantalones, que les quedaba ceñidos en sus caderas y muslos. Michael se estaba regocijando con la vista hasta que vio el rostro de su "víctima", la reconoció inmediatamente. -¿TU OTRA VEZ?- dijo el maleante; en eso llegó Carlos. Michael también lo reconoció, poniéndose nervioso. Entonces cargó la pistola de nuevo... -¡QUIETOS LOS DOS O LOS DEJO PEGAO'S AQUI MISMO!- gritó Michael. Entonces la catira decidió aprovechar la oportunidad para decirle -MIRA, CHAMO, YO NO VENGO POR LA CARTERA QUE LE ROBASTE VILMENTE A AQUELLA SEÑORA, VENGO POR TÍ PERO POR OTRA COSA-, -¿QUÉ? ¿QUÉ QUIERES? NO LOS VOY A DEJAR QUE SE VAYAN- respondió Michael visiblemente nervioso. -MIRA CHICO- prosiguió Norelys fríamente -YO VENGO A RETARTE A UNA PELEA. YO QUIERO CAERME A GOLPES CONTIGO, COMO DÍCEN USTEDES LOS HOMBRES, DE CABALLERO... BUENO, CHICO, DE UNA DAMA A UN CABALLERO ¿NO TE ATREVES A DARTE UNAS CUANTAS MANOS CONMIGO? ¿NO TIENES EL VALOR DE GOLPEAR A ESTA DAMA?-. Michael la miró perplejo. -¿QUÉ QUIERES, CHICA? YO NO PELEO CON MUJERES, VALE ¿QUE TE PASA, MIJA?- contestó sin dejar de apuntar su arma -¡SEGURO QUE USTEDES SON POLÍCIAS!-, -NO SOMOS POLICÍAS, CHAMO- replicó Carlos inmediatamente, siendo apuntado él ahora. -¿QUÉ TE PASA BICHITO? ¿RAIZA NO TE MANDÓ A JODERME, PUES? TE ESTOY DANDO LA OPORTUNIDAD DE QUE TE LO HAGAS, PERO A LAS MANOS ¿O ES QUE ME IBAS A DISPARAR?- retó Norelys. -NO SÉ DE QUE ME HABLAS, PERRA- contestó Michael a pesar de lo ciertas que eran las palabras de la catira -VAMOS, NO TE HAGAS EL GÜEVÓN, A TÍ TE MANDÓ RAIZA- siguió hablando Norelys, aumentando el tono de sus palabras, buscando provocarlo -SI ERES HOMBRE, DEMUESTRALO ¡PELEA CONMIGO!-. Carlos intervino siguiendo la corriente de su novia -VAMOS, PUES ¿A QUE NO TE ATREVES? YO NO ME METERÉ, PASE LO QUE PASE- dijo, confiando en la capacidad de su novia. Todo eso confundía al maleante -¡NADA CHICO! ¡VIENEN CON LA POLICÍA!-. Entonces la catira miró hacia un galpón y dijo -VAMOS A ESE GALPÓN Y PELEAREMOS AHÍ ¡TRANQUILO, CHAMO! QUE YO NO NECESITO A LA POLICÍA PARA RESOLVERME CON RATAS COMO TÚ-. Tales palabras dichas con mucha determinación por parte de la catira terminaron de provocar a Michael y ante la sorpresa de Carlos, aceptó el reto -¿ASI QUE TU ERES ARRECHA? ¡ESTÁ BIEN!-. A la catira se le dibujó una sonrisa un tanto maquiavélica. Dijo a Carlos -NO VENGAS, QUE RESOLVERÉ ESTO YO SOLA, PELEARÉ POR TÍ-. Carlos se negaba -ESTE BICHO TIENE UNA PISTOLA-. Michael intervino -ÉL TAMBIEN SE VIENE ¿TU JEVA SE LAS DA DE ARRECHA? BUENO, YO LE VOY A ENSEÑAR A RESPETAR ¡Y QUIERO QUE VEAS COMO UN MACHO TRATA A UNA HEMBRA QUE SE LAS DA DE ALZADA! ¡PA' QUE APRENDAS!-. Carlos pensaba que el maleante era más inteligente, pues, aceptó sin más el reto de la catira. No era el maleante con voz de mando de entonces. Sospechó que a lo mejor estaba consumiendo drogas y que éstas ya estaban dañando su cerebro, pues actuaba muy extraño. Iba a cumplir con su palabra de no intervenir en la pelea pues confiaba en Norelys. Nada más pensar que la catira lo iba a vencer se exitaba, pero después recordó la última pelea de ella. Empezó a preocuparse -TÚ TRANQUILO, MI AMOR- le dijo la catira con esa mirada enigmática en su rostro. -¡VAMOS!- ordenó Michael apuntándoles con la pistola, Carlos y Norelys se pusieron en marcha mientras el maleante iba detrás de ellos, mirando a su alrededor para comprobar que no había nadie más y así era. Tal era el poder de convencimiento de la catira. Tenía una buena vena de negociadora. Michael ya había escondido el botín. Llegaron al galpón en cuestión, buscaron una puerta e inmediatamente se metieron. No había nada en el lugar, salvo una mezcladora de cemento, bloques y otros materiales de construcción que fueron dejados allí a la intemperie. Una vez allí, Norelys le dijo a Carlos que se apartara, pero a Michael se le ocurrió una idea -MIRA, CHICA, AGARRA ESE MECATE QUE ESTÁ AHÍ Y AMARRA A TU NOVIECITO A ESE POSTE-. Ambos se quedaron sin aliento ante el pedido del caco pues no habían caído en cuenta de esa posibilidad. Es que fue un golpe de suerte para Michael comprobar que había una cuerda enrollada en la máquina mezcladora. A continuación, Norelys tomó el mecate, llevó a Carlos al poste y lo ató -AMÁRRALO BIEN, MIRA QUE PUEDO ADELANTAR Y QUEMARTE AHORA MISMO- presionaba Michael pistola en mano. Norelys amarró serenamente a su novio, quien estaba presa del pánico -¡NO ME AMARRES BIEN, CHICA!- pero Norelys, sonriente, hizo un buen nudo, atando bien a Carlos para que no se soltara -¡ESTÁS LOCA, CHICA! ¿EN SERIO VAS A HACER LO QUE DICE?- dijo Carlos con desesperación. -ESTOY LOCA POR TÍ, MI AMOR- respondió Norelys y luego de terminar de atarlo, lo besó apasionadamente. Michael se burló de la escena. Acto seguido, Norelys se puso delante de Michael, alejada unos cuantos pasos. El maleante no dejaba de blandir su arma, por lo que la catira le llamó la atención quitándose la camisa. Lo hacía con cuidado, para que el malandro se diera cuenta de que estaba desarmada, pero aun así Michael desconfió -¡PEGATE CONTRA LA PARED!- le ordenó. Norelys, suspirando, así lo hizo, le dio la espalda y se puso contra la pared y entonces el maleante la revisó y mientras lo hacía, aprovechaba para manosearla -MAMI, TÚ SÍ QUE ESTÁS DURA- y luego se dirigió a Carlos -PANA ¿COMO HICISTE PARA CONTROLARTE A ESTA CABALLOTA, CHICO? ¡ESTÁ BIEN BUENA!-. Norelys estaba quieta, mientras que Carlos observaba indignado la escena. Terminó de revisarla, dándose cuenta que estaba desarmada, así que se alejó unos pasos. Dejó la pistola encima de una mesa y ordenándole a Norelys -MAMITA, VOLTEA Y MIRA A ESTE MACHO- entonces se quitó la camisa, quedando con el pecho desnudo. Michael se veía fuerte y entonces invitó a Norelys. -VENTE, PUES, ¡MIRA LO QUE TE ESPERA! JA JA JA- y entonces mostró sus partes íntimas, ante la furia de Carlos. Norelys ni se inmutó -¡YA VA!- respondió, quien seguidamente procedió a quitarse la camisa ante la sonrisa burlona de su rival, una sonrisa que se covertiría en una mueca de sorpresa al ver el cuerpo de la catira. Norelys solo quedó en una prenda íntima que apenas cubría sus pechos turgentes, dejando al descubierto su abdómen ladrillado y sus brazos portentosos. Como era blanca, Michael notó sin problema alguno la musculatura del cuerpo de su rival del sexo opuesto. Norelys sabía que se iba sorprender, así que entonces, de manera disimulada, fingió calentar sus brazos, poniéndose tensa y así mostrar sus definidos y abultados bíceps. No tenía nada que envidiarle a su contendiente masculino, solo que era una bella mujer con cuerpo de acero que contrastaba con una silueta muy femenina. Michael se quedó consternado -NO PUEDE SER QUE UNA CHAMA TAN LINDA COMO TÚ TENGA ESOS MÚSCULOS- dijo. -¿POR QUE NO?- preguntó la catira, adoptando una pose de pelea, esta vez de karate, giraba los brazos. Michael hizo lo mismo, ante la expectativa de Carlos, comenzó a calentar lanzando jabs al aire, mientras que la catira calentaba a su estilo, cuadrándose como karateka y al cabo de un rato, el malandro dijo -¡VAMOS PUES!-. Carlos le deseó suerte a Norelys. No dejaba de decirle que tuviera cuidado. Los dos empezaron a girar, ambos parecían boxeadores, pues Norelys también se desplazaba de esa manera. Michael no dejaba de mirarla, sorprendido todavía con la visión que tenía enfrente. En su mente se preguntó -¿QUE PASARÍA CON EL BÁQUIRO? ¡TUVO QUE SER SOMETIDO POR LOS PANAS DE ESTOS CARAJOS! ¡ESTA CHAMA NO PUDO JODERLO!-. Entonces decidió tomar la iniciativa. Mandó una combinación, pero sus golpes fueron hábilmente esquivados por la rubia. Volvió a la carga con otra combinación, pero esta vez, fueron bloqueados. Lanzó un gancho de izquierda con todas sus fuerzas, pero la catira se agachó ágilmente y entonces ésta contraatacó conectando un upper de derecha que dio de lleno en la barbilla de su oponente, haciendo que Carlos gritara de alegría -¡BIEN, CATIRA! ¡ASÍ ES!-. Michael trastabilló hacia atrás, pero Norelys no fue tras él, decidió esperarlo. El malandro se tocó la barbilla, pues sintió que el golpe fue lo bastante fuerte para sacarlo de balance, quedó sorprendido. -¡VENTE PUES! ¿NO TE GUSTÓ?- preguntó la catira de forma altanera, haciendo enfurecer al malandro, quien arremetió con todo. Una andanada de golpes se batió sobre la catira quien logró esquivar algunos y bloquear otros, pero fue alcanzada en el pecho por un recto de derecha que la hizo dar unos pasos hacia atrás. Ahora era Michael quien se regodeaba, Norelys se recuperó y pensó -TENDRÉ QUE ECHAR MANO DE TODO LO QUE APRENDÍ- y acto seguido se fue sobre su rival lanzando combinaciones de golpes, los cuales eran bloqueados por Michael y entonces cuando creyó coveniente, la catira sacó una patada rapidísima, similar a la que conectó al ladrón del puente, con el mismo resultado: Michael arqueaba su cuerpo hacia atrás, debido al violento golpe recibido en la cara y esta vez por poco se cae. Se llevó la mano a la boca comprobando que la patada la había roto, su mano se llenó de sangre. Mirándolo con frialdad, Norelys se quedó esperando la carga de su rival, la cual no se hizo esperar. Michael seguía lanzando golpes, uno tras otro, haciendo trabajar más de lo debido a la catira quien como podía trataba de defenderse. Entonces no le quedó otra alternativa sino corretear cual boxeador escurridizo. Carlos miraba la escena, callado. El maleante iba tras de ella, lanzando golpes sin cesar. Pero en el momento en que hizo una pausa en su ofensiva, Norelys decidió atacar, mostrando sus dotes de peleadora y por un momento la pelea se convirtió en un violento toma y dame, un impresionante intercambio de golpes. Por un momento Carlos pensó que en esa refriega su novia iba perder, pero vio como la catira lograba aprisionar con su brazo izquierdo el derecho de su oponente. Y conforme a eso se lo estiró doblando su brazo sobre el de él a la altura del codo, resintiéndoleso. Michael acusó la acción, sintió su brazo partirse y Norelys aprovechó para conectarle a la boca varios rectos de derecha sin soltarlo, fueron tan demoledores sus golpes que hasta Carlos llegó a apreciar claramente como saltaban dos dientes de la boca de Michael. Acto seguido, le asestó un rodillazo en la boca del estómago y soltando su brazo, le aplicó un upper de derecha que esta vez derribó a su oponente, haciendo que Carlos delirara. Michael cayó al suelo, mareado pues movía su cabeza para despabilarse, mientras que Norelys trataba de agarrar aire, pues, ese despliegue de defensa personal la hizo cansarse. La inactividad estaba empezando a pasarle factura. La prenda que ocultaba sus senos no se rompió... todavía estaba incólume. -¡ASÍ SE HACE NORELYS!- gritaba Carlos. Norelys se echó hacia atrás mientras recuperaba el oxígeno, viendo como su rival se levantaba. Entonces Michael se puso de pié, volvieno la mirada hacia la catira: su rostro, ensangrentado, se veía desfigurado por la ira. Efectivamente le faltaban dos dientes. -YA VAS A VER ¡MALDITA!- gritó y se abalanzó sobre ella. No lanzó golpe alguno, aguantó un par de puñetazos que la catira le propinó para tomarla por el cuello y pegándola violentamente contra la pared, tratando de estrangularla con ambas manos. Carlos se puso nervioso de nuevo, al ver como el maleante estrellaba a Norelys a la pared y la levantaba del suelo con ambas manos. La catira parecía en peligro, trataba de zafarse de esa estranguladora, pero Michael la tenía bien tomada con ambas manos. Comenzaba a faltarle el aire a nuestra protagonista, quien en una maniobra arriesgada, puesto que tuvo que soltar las muñecas de su oponente, abrió los brazos y como queriendo matar a un mosquito, golpeó con todas sus fuerzas la cabeza del malandro a la altura de los oídos con sus manos abiertas. El golpe surtió efecto y Michael la soltó, llevándose sus manos a la cabeza, gritando de dolor. Norelys cayó al suelo, tosiendo. Mientras se dolía, Michael pateó a la catira en el rostro. Norelys acusó el golpe, pues le dio justo en la nariz. Carlos se movía desesperado, tratando de librarse de sus ataduras. Michael sentía que su cabeza le iba a estallar y no aguantaba el dolor, con la suerte de que Norelys estaba en el suelo, tratando de recuperarse de la patada recibida en su nariz. Empezó a sangrar por ella y entonces el dolor dio paso a la ira. Se levantó y entonces arremetió contra el maleante propinándole patadas. Ahora estaba aplicando sus técnicas de tae kwon do con toda intensidad, gritando a cada patada que conectaba a un todavía dolorido Michael. Alcanzó a darle en las costillas, estómago, piernas, no llegó a darle en el rostro pues Michael se defendía como podía. Entonces, este trató de tomar de nuevo a la catira por el cuello, tratando de llevar la pelea a la lucha callejera. Norelys no se dejó. Pero mientras se movía, sentía dolor en su brazo derecho, producto del golpe recibido en su pelea con Judith. Carlos contemplaba atónito como se desarrollaba el combate. había adquirido matices de drama, puesto que ambos peleadores lograron dañarse mutuamente. Michael consiguió frenar el avance de la catira tomando una de sus piernas y entonces girando sobre sí mismo la tiró unos tres metros, sin embargo Norelys logró amortiguar la caída. Se levantó rápidamente, pues Michael iba sobre ella y entonces chocaron, entrando en un duelo de fuerza. Sus brazos se atenazaron y cada uno comenzó a ejercer presión. A Norelys le dolía su brazo derecho pero lo resistía con estoicismo, a diferencia de Michael, quien todavía sentía sus tímpanos a punto de reventar. Inicialmente tomó ventaja, haciendo que la catira doblara una de sus rodillas, pero se repuso rápidamente. El maleante trató de sacudirla de un lado a otro, pero las catira estaba muy aferrada a sus brazos. Fue entonces cuando ella se agachó y saltó con ambas piernas, para después estrellar los talones de los pies contra el pecho del maleante. Fue un golpe brutal. Michael salió despedido hacia atrás mientras que la catira caía al piso sobre sus espaldas, viendo como su contrincante iba a dar contra la pared, rebotando en ella con golpe en su cabeza incluido, para caer al piso de boca. Michael se levantó a duras penas, mientras que Norelys lo hizo lo más rápido que pudo. Sin embargo, espero a que se pusiera de pié. Carlos intuyó lo que iba a pasar así que se preparó para ver el siguiente movimiento de su heroína. Michael se repuso, llevandose las manos al pecho y entonces escuchó otro grito. Era Norelys quien corría hacía él, por lo que tuvo arrestos para adoptar una pose defensiva. Norelys cambió su estrategia sobre la marcha, pensaba darle una patada voladora pero al ver la posoción de su rival, siguió corriendo para llegar y brindarle a su novio una auténtica demostración de cómo lanzar golpes y patadas, pues fue recibida por Michael con un gancho de izquierda que ella esquivó. A continuación le dió un recto de izquierda en el estómago, luego otro de derecha en el mismo sitio, para después levantarse y darle una combinación en su cara, después hizo un movimiento que desembocó en una patada giratoria, Michael no se movería, trató de lanzar un manotazo son su derecha, pero no logró conectarlo pues la catira volvió a agacharse y le golpeó las piernas a la altura de los cuádriceps, justamente en donde se unen con la rodilla. Michael se tambaleó y luego sentiría un dolor insoportable: Norelys le golpeó sus bolas con un derechazo, señalando el comienzo de su fin, para después subir golpeando sin cesar el cuerpo de su rival, otra patada giratoria en el rostro del maleante, esta vez lo pegó contra la pared, ganchos de izquierda y de derecha, Michael no respondía. Un recto... otro recto... upper... patada... derechazo que incluía un codazo, golpe típico de boxeo tailandés... -¡GUAOOOOOO!- Sólo atinó a decir Carlos al ver a Norelys hecha una verdadera máquina de lanzar golpes. Norelys incluyó en su repertorio un par de azotes en el rostro de Michael. Luego otro más... y otro más. Hasta que se sintió exhausta y finalizó con un recto de derecha. Dió un paso atrás y entonces ella y un asombrado Carlos vieron como Michael se desplomaba hacia el suelo, boca abajo, cayendo inconsciente. Prácticamente estaba siendo sostenido por los golpes que le propinaba la catira. Carlos salió de su estupor y entonces le gritó a una cansada Norelys -¡DESÁTAME!-. Norelys tardó en reaccionar pues, seguía viendo a su rival caído, por lo que Carlos volvió a gritar, consiguiendo llamar su atención. Desató a Carlos y entonces éste intentó abrazarla pero no pudo debido a que la catira también estaba dolorida. Le limpió el rostro, le ayudó a ponerse la camisa y salieron rápidamente del lugar. -¡ERES UN HURACÁN!- dijo su novio -¿SI?- respondía incrédula la catira -¡ME FALTA EL AIRE!- prosiguió tratando de respirar más fuerte. Definitivamente la inactividad hizo mella en su estado físico. Su nariz estaba rota y su brazo derecho se hinchó a la altura del codo, así que decidió llevarla a un hospital... otra vez. La catira estaba realmente agotada, por lo que debió apoyarse en su novio para caminar. Ese esfuerzo final fue muy grande. Salieron del lugar, dejando abandonado a Michael, quien yacía en el piso sin sentido. Pero Norelys, a pesar de lo golpeada, sentía un inmenso alivio. Por fin había logrado sacarse la espinita que le provocó aquel asalto montado por Raiza -YA PUEDO DORMIR TRANQUILA- pensó y después se dirigió a Carlos -¿QUÉ OPINAS AHORA? ME LLAMASTE LOCA Y TE DIJE QUE LO ESTABA... PERO POR TÍ... ESE CARAJO IBA A HACERTE DAÑO ANTES QUE A MÍ ESA NOCHE... NO LO IBA A PERMITIR...-, -YO TAMPOCO IBA A PERMITIR QUE TE PASARA ALGO, MI AMOR- respondió Carlos. Entonces se dieron un beso, aunque con cuidado para no lastimar la nariz de la catira. Reflejo de que esa relación había pasado ya a un plano superior. Esta vez Norelys tuvo que contarle a sus padres lo que realmente sucedió, puesto que había sido seriamente lesionada. Su nariz resultó fracturada, por lo que, luego de un primer tratamiento, tuvo que operarse meses después, durante las vacaciones decembrinas. Su brazo volvió a sanar, demostrando el gran estado físico que poseía, a pesar de la inactividad, demostrando que los años que pasó ejercitándose habían dado sus frutos. Ya podría estar tranquila. Sus amigos se enteraron de lo ocurrido. Rosalía se sentía complacida por el hecho de que Norelys al fin había conseguido enterrar la cuestión de Michael. Y hasta corrieron con suerte, mucha suerte, pues si Michael hubiera sido más inteligente, en vez de aceptar ese reto, los habría liquidado allí mismo, sin muchos miramientos. Además, luego de ese impresionante castigo, el rival de Norelys estuvo inconsciente varias horas; despertó y salió a la calle, encontrándose con una patrulla de la policía que había recibido la denuncia del robo que fue objeto la señora horas antes. Los agentes lo identificaron como el autor material del robo y le dieron la voz de alto, pero el maleante respondió accionando el arma que portaba. Pasó a mejor vida. Los muchachos siguieron estudiando tranquilamente en la universidad, aunque ya el grupo se había separado: Carlos, Norelys, Jhonny y Simón se cambiaron para el turno de la noche, mientras que Carmen, Rosalía y Mario seguían por la mañana. Pronto se iban a cambiar de turno. Y en lo que respecta a Norelys, ya había vencido en cuatro peleas delante de su novio... Y en todas ha vencido, aunque las dos últimas fueron complicadas, siendo la más reciente considerada por Carlos como -LA MÁS ESPECTACULAR QUE LE HAYA VISTO- a la catira . Y ahora que el asunto de la emboscada es ya un capítulo cerrado ¿Qué seguirá? Esto no ha terminado todavía, señores. Comentarios: vene_wanderer73@hotmail.com