La Catira VI. Por El Bohemio de Caracas. La historia de una rubia estudiante universitaria que se transforma en una verdadera heroína para su novio. Sexta Parte: Emboscada y reflexión. Jhonny se dirigió a la dirección que le dio Carmen. La rumba se estaba celebrando en la casa de un amigo de ésta en una urbanización del sur de Caracas. Llega allí y Carmen lo recibe, luego ella lo presenta al resto de los asistentes, con quienes congenia casi inmediatamente, debido a su personalidad jovial y extrovertida. Después de unas horas, la cerveza se estaba terminando y uno de los amigos de Carmen, que se llamaba Roberto, sugirió salir a comprar varias gaveras a una licorería que se encontraba a varias cuadras del lugar. Era la más cercana, pero de todos modos había que ir en carro. Jhonny se ofreció a acompañarlo a él y a otros tres asistentes a la fiesta que salieron a comprarlas. Ellos eran Juan Pablo, Enrique y Samuel. En esa urbanización las avenidas principales eran de una sola vía, por lo que para dirigirse al lugar debían tomar una avenida y para regresarse hacerlo por otra. Luego de comprar las cervezas, el grupo se dirigió de inmediato a casa, pero a Roberto, quien conducía el carro, se le ocurrió tomar un atajo por una de las calles laterales a la otra avenida, debido a que ésta se encontraba congestionada. Eran casi las ocho de la noche del viernes. Y más adelante, Jhonny se sorprendería por una escena que iba a presenciar. En el mismo instante en que los rumberos salían de la casa a comprar las birras, a unas cuantas cuadras de allí, Carlos y Norelys estaban siendo víctimas de una emboscada planeada por Raiza. Mientras esperaban el autobús, un trío de hombres se acercaban a ellos, luego que una chica llegara a la parada, fingiendo esperar el transporte. Norelys estaba alerta, aunque se veía calmada, lo mismo su novio Carlos. Entonces, llegaron los maleantes, quienes rodearon disimuladamente a nuestros amigos, haciéndose pasar también por usuarios. Tras unos segundos, el líder de los tres, Michael, se acercó a la pareja y les dijo -QUIETOS, ¡NO SE MUEVAN!- Inmediatamente los otros dos se acercaron, mientras Judith, amiga de Raiza, hacía el papel de campanera, de vigía de los hampones por si acaso apareciera la policía y prevenirlos. -VAMOS, CAMINEN- ordenó Michael, poniendo un filoso cuchillo en la espalda de Carlos, mientras que los otros hampones terminaban de rodearlos y uno de ellos ponía una navaja en la espalda de Norelys, a la altura de los riñones. Nuestros amigos se quedaron quietos, no tan sorprendidos por la situación puesto que ya la presentían, pero el nerviosismo estaba a flor de piel. -¡COÑO!- fue lo único que llegó a decir Carlos, mientras que a Norelys se le dibujaba en el rostro una expresión de rabia. -TRANQUILO- le diría a su novio. -¿ADÓNDE VAMOS? ¿QUÉ NOS VAN A HACER?- preguntó Carlos. -¡CÁLLATE Y MUÉVETE!- dijo uno de los hampones. Raiza estaba escondida detrés de un árbol y veía todo lo que pasaba, a la expectativa. Sin que nuestros amigos ofrecieran resistencia, todos, incluida Judith quien estaba un poco retrasada, se dirigieron a una calle que cruzaba con la avenida. La misma estaba casi desierta, no tenía mucho tráfico, poco iluminada debido a los árboles que tapaban la luz de los postes. Además en sus dos aceras no tenía ni una sola vivienda, al parecer dicha calle solo albergaba pequeños edificios de oficinas y negocios. Pero a mitad de camino entre la avenida donde estaban esperando al autobús a la otra aerteria vial ubicada un poco mas arriba y que corría en sentido contrario, había un terreno baldío, sin paredes, ni cercas. Allí pretendían llegar los maleantes con nuestros protagonistas, quienes a pesar del nerviosismo mantenían la calma. Además, cuando pasaron por uno de los pocos recodos iluminados de la calle, Norelys vio a su novio a los ojos: le dispensó la misma mirada de advertencia de la primera vez que los asaltaron, de que se prepare para pelear. Esta vez Carlos entendió el mensaje... Como vio que los estaban dirigiendo al terreno, Carlos se frenó. -VAMOS ¡MUÉVETE, CARAJO! ¡MUÉVETE!- le dijo Michael. -¿QUÉ PASA? ¿QUIEREN DINERO? SE LOS DAMOS- dijo Carlos, pero recibió como respuesta un golpe en la cabeza y estas palabras -¡CÁLLATE, BECERRO! ¡CAMINA!-. Norelys siguió caminando. La catira estaba esperando el momento, calculaba los pasos que daba y con ello la distancia y posición del maleante que la tenía sujetada y con la navaja en mano. Mientras caminaban, de manera muy disimulada movía su brazo derecho, ya que el malandro rodeaba su espalda con su brazo izquierdo y con el derecho sujetaba la navaja, la cual retiró de su espalda para colocársela en un costado, a la altura del hígado. En cuanto al tercero de los maleantes, éste se dispuso a acompañar a su líder quien caminaba delante de todos ellos junto a nuestro amigo, puesto que por su condición de hombre, Carlos revestía más peligro, según pensaban. Y cuando se alejó de ella y su captor, quedando ambos en la retaguardia, Norelys creyó propicia la ocasión. Justo cuando Carlos y los dos malandros estaban cruzando la calle rumbo a la propiedad abandonada, Norelys miró hacia atrás, percatándose que la muchacha, Judith, estaba muy alejada del grupo, retrasada. Entonces, tomando por sorpresa a su oponente, la rubia golpeó la mano que sostenía la navaja y en una demostración de agilidad y velocidad, logró liberarse del brazo que la rodeaba por la espalda y hombro... el maleante trató de reaccionar, pero Norelys ahora le tomaba del brazo, para despojarlo de la navaja. Carlos y los otros dos voltearon a ver la escena y uno de ellos trató de intervenir para ayudar a su compinche, pero Michael lo detuvo, -DÉJALO, QUE EL BÁQUIRO LA VA JODER-. Entonces desistió de hacerlo, yendo mas bien a reforzar a Michael, tomando de los brazos a Carlos, quien sólo miraba nervioso la escena. "El Báquiro", alias del maleante que forcejeaba con Norelys, era un tipo blanco, de contextura normal, que tenía ese mote debido a que era una persona mal encarada, y también de malos procederes. Tenía la misma estatura de Norelys. Pero lo que él y los demás no habían advertido, salvo Carlos obviamente, era la fortaleza y contextura de la catira, todo por su camisa y pantalones holgados, así que no midió la fuerza con que intentaba someterla, descubriendo que era insuficiente -¡COÑO, MANO! ¡ESTA CARAJA SÍ QUE ES FUERTE!- dijo sorprendido mientras tratabas de dominarla. Carlos veía la escena, pero aún en medio de su nerviosismo llegó a pensar -EL MALANDRO CON QUE PELEÓ EN EL PUENTE LA OTRA NOCHE ERA MÁS CUADRADO, MÁS CORPULENTO QUE ESTE BICHO. SI NORELYS LE GANÓ, A ESTE FLACO LO PUEDE NOQUEAR MAS RÁPIDO... - y entonces empezó a dibujarse una sonrisa en sus labios. -¡VAMOS, CATIRA! ¡DALE!, ¡NO TE DEJES!- gritaba animando a su novia. Judith se había rezagado a la espera de su amiga Raiza, quien llegó a donde ella estaba y rápidamente siguieron su rumbo, pero a lo lejos advirtieron lo que pasaba y vieron como Norelys se batía en un atípico duelo de fuerza con El Báquiro, un hombre contra una mujer. A Raiza se le aceleró el pulso -¡COÑO! ¡ESA CATIRA ES ARRECHA! ¡MIRA JUDITH!- exclamaba una asombrada Raiza mientras que su amiga se estrujó los ojos, pues no daba crédito a lo que veía, pero después se repuso diciendo -¡NOOO, VALE! ¡EL BÁQUIRO LA VA A PARTIR EN DOS!-. Judith estaba confiada pero Raiza tenía la sensación de que el maleante iba a tener muchos problemas para someter a la catira. Y entonces, en medio del forcejeo, la catira consiguió desarmar a su rival, pues con un movimiento brusco hizo que El Báquiro soltara la navaja, la cual pateó una vez que la misma cayera al piso, mandándola lejos del alcance de su oponente. En eso, el carro donde iba Jhonny junto a los demás muchachos casualmente subía por esa calle. Roberto corneteó a Raiza y a Judith para que se apartaran de la vía. Ellas se hicieron a un lado.- ¡AAAHHH PAR DE BICHAS! ¡QUÍIITENSEEEE!- les gritó el conductor mientras los demás reían, cuando Juan Pablo se percató de la escena que tenían al frente. -¡MIREN, MUCHACHOS! ¡MIREN ESO!- dijo señalando a los dos que estaban forcejeando. Jhonny prestó atención e inmediatamente reconoció a Norelys -¡COÑO! ¡ESA JEVA ESTUDIA CONMIGO EN LA UNIVERSIDAD!- mientras que Samuel vio a Carlos entre dos tipos, dándose cuenta que lo tenían como rehén. -¡ALLÁ, MUCHACHOS! ¡MIREN! ¡AL OTRO LO TIENEN AGARRADO! ¿QUÉ PASA AQUÍ?-. Jhonny volvió a exclamar - ¡A ESE TAMBIÉN LO CONOZCO! ¡ES PANA MÍO!- bajándose del carro y entonces los demás ocupantes, salvo Roberto, se bajaron. Samuel tenía una navaja, mientras que Enrique vaciaba una botella para después quebrarla y usarla como arma. Roberto les gritaba -¡CHAMOS! ¡TENGAN CUIDADO! ¡NO VAYA SER QUE ANDEN ARMADOS!- Carlos y Michael se percataron de la presencia del vehículo y vieron como se bajaban sus ocupantes. -COÑO DE LA... - dijo el compinche de Michael. En eso, El Báquiro aprovechando un instante de desconcentración de la catira, pues también se dieron cuenta del carro, hizo que Norelys le diera la espalda y acto seguido le aplicó un abrazo del oso, todavía tomándola de los brazos, pero tenía gran dificultad para dominarla, quien luchaba con desesperación para liberarse, cuando escucharon a alguien gritar -¡SUÉLTALA, MALDITO!- Norelys vio que era Jhonny quien se acercaba rápidamente a ayudarla, pero le gritó -¡JHONNY, NO TE METAS! ¡YO PUEDO SOLA!- Jhonny detuvo su marcha, muy cerca de ellos y dijo -¡¿QUÉ TE PASA?!- ¡TRANQUILO, JHONNY!- gritó la catira, mientras que El Báquiro, a pesar de la presencia del amigo de la catira, no soltaba a su presa. Norelys calló por un par de segundos para volver a decir entre dientes -TRANQUILO- gimiendo, pero con un tono de voz más grave... Entonces, la catira, haciendo acopio de todas sus fuerzas, se agachó un poco, para después liberarse del abrazo del Báquiro en una explosión de fortaleza de brazos, dejando sorprendido a su rival, quien dio dos pasos hacia atrás, producto de la fuerza con que la catira había reaccionado. -¡AJÁA!- exclamaba Carlos, mientras que Michael y su compinche se quedaban asombrados. Los amigos de Jhonny, quienes se aproximaban al trío, detuvieron la marcha para contemplar la impresionante escena. Carlos sintió como el maleante aflojaba los brazos y Michael retiraba un poco el cuchillo, y entonces reaccionó y subiendo ambos brazos, les propinó sendos codazos a ambos en sus rostros, para luego dar unos pasos adelante y tratar de correr hacia donde estaban Jhonny y los demás. Éstos se dieron cuenta de lo sucedido y fueron en ayuda de Carlos. Entonces Enrique fue contra Michael, quien no había soltado el cuchillo pese al golpe recibido y se aprestaba para cargar contra nuestro amigo, quien aun le daba la espalda. Entre tanto, el otro maleante, al ver que se acercaban Juan Pablo y Samuel, intentó huir, pero fue alcanzado por los dos amigos de Jhonny, quienes lo capturaron y la emprendieron a golpes contra él. Mientras, Carlos volvió la espalda y se defendía de Michael, tratando de esquivar sus intentos de apuñalarlo, pero Jhonny y Enrique acudieron en ayuda de nuestro amigo -¡QUE PASÓ, CARLOS?- preguntó Jhonny -¡NO SÉ! ¡ESTOS CARAJOS NOS QUERÍAN METER A ESE TERRENO!-. Entonces Michael atacó al amigo de Jhonny, quien había quebrado la botella utilizando su pico como arma blanca. Pero viendo la superioridad numérica de los muchachos, así como la agilidad de su oponente, optó por huir cobardemente, abandonando a sus compinches, uno que estaba siendo golpeado por dos amigos de Jhonny y al Báquiro, en un combate con Norelys, pensando que a lo mejor los muchachos se iban a meter en la pelea para evitar que el maleante le diera una paliza a la catira. Estaba equivocado con ella... Carlos y Jhonny vieron como Michael huía. Tmbién lo vió el otro maleante, quien le gritó -¡MICHAEL! ¡AYUDAAA!-. -¡TRAS ÉL!- gritó Carlos, quien estaba picado con ese maleante. Tenía ganas de agarrarlo y darle una paliza. -¡¿Y Norelys!?- preguntó Jhonny, -¡TRANQUILO QUE ELLA SABE DEFENDERSE SOLA!- contestó Carlos, así que ambos, junto con Enrique, fueron en pos de Michael. A Jhonny no le gustó la idea de dejar sola a la catira, y entonces, en mitad de la carrera, se paró y se devolvió para defender a su amiga, pero... Norelys se había liberado del abrazo del Báquiro, se volvió a él y entonces dijo -¡AHORA SÍ!-. Acto seguido, se cuadró en pose de boxeadora y empezó a lanzarle jabs a su rival, quien los esquivaba. El Báquiro estaba sorprendido por la soltura de la catira, al igual que Roberto, que no se había bajado del carro, y Judith y Raiza quienes veían desde un poco lejos la escena. Raiza estaba nerviosa, no así Judith, quien observaba con cuidado los movimientos de la catira. Jhonny llegó justo a tiempo para ver a su amiga dar una demostración de boxeo, quedando estupefacto -¿ESA ES NORELYS?- se preguntaba. El Báquiro trató de seguir el juego a la catira, aunque también sabía moverse y tratando de sorprenderla lanzó varios golpes seguidos, pero la catira, o los esquivaba o los bloqueaba, demostrando que no estaba falta de recursos. El hombre lanzó un recto de izquierda que la catira bloqueó con su izquierda también, subiendo el brazo del Báquiro, para inmediatamente conectarle un recto de derecha directo a las costillas de su rival. Siendo más bien un golpe seco, de karate, el cual hizo mella en su contrincante, quien acusó el impacto. El Báquiro sintió como se rompía una costilla. La catira le propinaría una patada al estómago de su rival, con tanta fuerza que lo derribó. La patada parecía mas bien una volea de fútbol. El Báquiro cayó al suelo y Jhonny y sus amigos festejaron, no así Raiza quien se sintió aterrada por la escena, mientras que Judith solo decía -¡WAU!-. Entonces la catira las vio. -¡TÚUUU!- gritó Norelys señalando a Raiza, quien tomó la mano de su amiga para echar a correr. La catira iba tras ellas, pero fue detenida por El Báquiro, quien se sobrepuso rápidamente y se levantó, propinándole éste una tremenda patada a sus nalgas. Fué tan bárbaro el puntapié, que alzó a la catira unos cuantos centímetros del suelo, quedando ella sorprendida y también dolorida. Entonces su oponente aprovechó para rodearle inmediatamente el cuello con una estranguladora, pero sería inútil: Norelys tenía la sangre hirviendo por haber visto a Raiza, pues entendió que los tres maleantes habían sido enviados por ella para vengarse de la paliza que le había dado días atrás. Estaba furiosa también por la patada que recibió a traición. Entonces, forcejeando de nuevo, le dio un pisotón, logró conectarle un codazo y después con su cabeza moviéndola hacia atrás le golpearía la nariz, liberándose nuevamente, para volverse y darle un verdadero recital de golpes a su rival. Izquierdazo y derechazo... izquierdazo y derechazo... izquierdazo y derechazo... fueron varias combinaciones que dejó boquiabiertos a los presentes, incluyendo a los acompañantes de Jhonny quienes después de someter al tercer maleante, amarrándole las muñecas con las trenzas de sus zapatos y dejándolo tendido en el suelo, desmayado, fueron a asistir a la demolición que efectuaban los puños de una mujer en el rostro de un hombre. -¡WUAO!- exclamaba Jhonny. Izquierda... derecha... izquierda... derecha... esa era la combinación que la catira empleaba para golpear al Báquiro, quien no caía porque Norelys le tenía pisado un pié. Le hizo saltar un diente, le rompió la nariz y la boca. El Báquiro trataba de responder al ataque, pero l os primeros golpes recibidos de la rubia hicieron efecto y no pudo conectar bien los suyos, los cuales eran meros manotazos al aire que serían bloqueados o bien, esquivados. Entonces, la catira se acercó más, para darle un rodillazo que definitivamente acabaría con su rival, quien se dobló hacia adelante. Norelys le dio un codazo en la espalda, en toda la columna, haciendo que terminara de arrodillarse. Entonces, le pateó la cara, otros dientes volaban, para después tomarle la cabeza por los cabellos con la mano izquierda, acomodándola y soltó un grito -¡YYYAAAAHHHH!-. La catira le dio un golpe seco con la derecha, el cual hizo explosión en su nariz, siendo el final de la pelea. El Báquiro quedó tendido en el piso, inconsciente, sangrando por la boca y la nariz. No fue rival para la catira, quien estaba comenzando a excitarse. Volvió la vista a donde estaba Raiza, pero ella ya no estaba, al igual que su amiga. Entonces Jhonny se le acercó y trató de calmarla -¡NORELYS! ¡NORELYS! ¡LO VENCISTE! ¡LO NOQUEASTE!- le decía entusiasmado. La catira volteó y lo vio, sintiendo un poco de alivio, aunque le pidió que no se acercara mucho, pues todavía estaba furiosa. -¿Y CARLOS? ¿QUÉ PASO CON CARLOS?- preguntó ansiosa. -FUE TRAS UNO DE LOS MALANDROS- dijo Jhonny, quien preguntó -¿QUÉ PASO, CATIRA?-. la rubia respondió -PENSÉ QUE NOS IBAN A ATRACAR, PERO NO, NOS IBAN A HACER OTRA COSA. ¿NO VISTE A UN PAR DE CHAMAS QUE ESTABAN ALLÁ ABAJO?- le preguntó a su amigo - SÍ, HABÍAN DOS QUE LES TOCAMOS CORNETA PARA QUE SE APARTARAN, ESTABAN CAMINANDO EN MEDIO DE LA CALLE-. -UNA DE ELLAS ES LA CARAJA A QUIEN LE DÍ UNA PALIZA POR GOLPEAR A ROSALÍA. ¡LA DESGRACIADA ESA MANDO A ESTOS MALDITOS A JODERME!- decía una rabiosa Norelys. -¡QUÉ BOLAS!- respondía Jhonny. Se fueron acercando los amigos de Jhonny, a quienes se las presentó, éstos la felicitaban -¡CHAMA! ¡SABES PELEAR!- decía Juan Pablo, mientras que Samuel completaba -¡Y PELEAS DE PINGA!-. Pero ella estaba pendiente de Carlos. Hasta que finalmente su novio apareció junto a Enrique, quienes habían salido en persecución de Michael, pero éste logró darse a la fuga, no pudieron alcanzarlo. -¡COÑO! ¡ESE BICHO SE PIRO!- se lamentaba Enrique. -¡MALDITO HIJO DE... ! ME TENÍA CON UN CUCHILLO EN LA ESPALDA EL BECERRO ESE ¡LO IBA A JODER!. Se reunieron y se abrazaron. Entonces, Robertó, quien solo entonces se bajó del carro, sugirió a todos irse del lugar lo más rápido posible, dejaron a los dos maleantes en el sitio, desmayados, se montaron en el carro como pudieron (Norelys fue en el asiento de adelante junto a Carlos) y se retiraron del sitio. Mientras iban rodando, Carlos y Norelys les comentaban a Jhonny y a los demás lo que había pasado. Y la catira terminaba de comentar que eso había sido una venganza planeada por Raiza. -YO SABÍA QUE ESTO IBA A OCURRIR- dijo. Jhonny estaba realmente impresionado con el estilo de pelea de la catira. -CHAMA. YO PENSÉ QUE CARMEN ESTABA EXAGERANDO, PERO ES VERDAD ¡PELEAS DEL CARAJO! ¿ERES CINTA NEGRA O QUÉ?- preguntaba, a lo que Norelys respondió -OJALÁ FUERA CINTA NEGRA- dejando a todos impresionados. Carlos intervino -YO SABÍA QUE ESE TIPO NO IBA A PODER CONTIGO, MI NIÑA. EL QUE ESTABA PREOCUPADO ERA JHONNY ¿VISTE?-. Jhonny estaba orgulloso de la catira. -PANA ¡TREMENDA JEVA TE GASTAS!- dijo a Carlos para risa de todos, pero Norelys se ruborizó un poco, pues ya estaba más calmada y serena -CHAMO ¿NOS PUEDES DEJAR EN UNA ESTACIÓN DEL METRO?- preguntó Carlos a Roberto. -SI, VALE- y tomó rumbo a una estación, donde los novios se despidieron de Jhonny y los demás, marchándose estos y la catira y Carlos se dirigieron al metro. Pero... Carlos no quiso ir al metro y tomó a Norelys de la mano, luego por sus caderas y la besó. Se dieron un beso apasionado. Pero ambos estaban cortos de dinero para ir a un hotel y así se lo hizo saber la catira; como pudieron aguantaron las ganas. Carlos acompañó a Norelys hasta la estación donde su novia se baja y después de comentar lo ocurrido, de decirle lo orgulloso que se sentía de ella, se despidió. Norelys subió las escaleras y Carlos se quedó en el andén, esperando al tren, que no tardó mucho en llegar. Norelys llegó a su casa, se dio un baño, se vistió y luego telefoneó a Rosalía. Le preguntó por Raiza y ante la extrañeza de su amiga, le contó lo que había ocurrido. Luego de una larga conversación, la catira colgó el teléfono, pero inmediatamente recibió una llamada. Era Carmen, desde la fiesta en donde estaba junto a Jhonny, a quien se le olvidó decirle a los novios que estaba en la misma fiesta donde ella. Carmen le dijo que Jhonny los había encontrado en apuros, pero que -TÚ RESOLVISTE LAS COSAS, AYUDANDO A JHONNY Y A LOS PANAS. CHAMA ¡TE FELICITO!...-. Habló con ella largamente, se despidieron y luego Norelys finalmente se fue a su cuarto, en donde se puso a recordar el episodio. Pensaba en el asombro de todos los que la vieron pelear, sintiendo un poco de pena, pues pensó -¡ME VEN COMO SUPERCHICA O XENA LA PROINCESA GUERRERA ¡JA! ¡JA! ¡JA!-. Volvió a revivir en su memoria las imágenes de su lucha contra El Báquiro, sintiendo como se calentaba su cuerpo, comenzando a masturbarse. Después de un orgasmo intenso, pudo conciliar el sueño y finalmente se durmió. En ese mismo instante, Carlos pensaba en su novia y también hizo lo mismo, durmiendo plácidamente tras pasar unos momentos divinos, recordando aquel episodio dramático del cual salieron bien librados. Pasó el fin de semana. El lunes se reunieron los muchachos en la universidad, puesto que fueron a inscribirse para el tercer año académico, el tercero de su carrera. Entonces todos se encontraron en los pasillos de la escuela, con excepción de Simón, quien todavía no había asimilado el rechazo de Rosalía el día de la fiesta. Estaban Carlos, Norelys, Mario, Jhonny, Carmen y Rosalía, quien fue en compañía de su novio Leandro. El grupo se reunió y la catira fue el centro de atención, pues, Jhonny comentó lo sucedido la noche del viernes. Y los demás ya comentaban que Norelys era una buena peleadora, ya que fue de capaz de batirse en una pelea con un hombre y vencerlo. Además del cariño y aprecio, la rubia también se había ganado la admiración y hasta el respeto de de sus amigos. Debido a la presencia de Leandro, a Norelys se le ocurrió la idea de desquitarse de Raiza. -¡ESTOY ARRECHA! ¡ESA BICHA ME MANDO A JODER!- decía visiblemente enojada. -TAL VEZ NO VUELVA A HACERLO- replicó Jhonny. Y seguían deliberando, para ver si había que desquitarse de Raiza o no. Deliberaban en grupo, puesto que Rosalía la conoce y había sido su víctima, al igual que su actual novio, así como Carmen, Carlos y Jhonny, quienes la habían visto. Mario decía que dejaran ese asunto así, pero su propuesta no tenía cabida -ESTO ES UN ASUNTO DE MUJERES, MARIO, SERÁ DIFICIL HACER QUE ELLAS CAMBIEN DE OPINION.- le observó Leandro, por lo que las tres amigas decidieron que la acción de Raiza no debía quedar sin respuesta. Le preguntaron a Leandro detalles de ella, donde vive, donde trabaja y así sucesivamente. A pesar de la desaprobación de Mario, estaban decididas a montarle una trampa. Se inscribieron quedando juntos en un mismo curso, y como cada uno aprobó todas las asignaturas, solo debían pasar tranquilamente las vacaciones. Carlos viajó al interior; había invitado a Norelys, pero ella se negó. Mario también viajó, mientras que Jhonny consiguió un trabajo de medio turno. A Simón solo lo vieron el día de las inscripciones y no supieron mas de él. Rosalía y Carmen la iban a pasar en Caracas, por lo que siguieron viéndose. Entonces, con los datos aportados por Leandro, y sin decirle nada a los demás, las tres amigas decidieron ir tras Raiza. Le hicieron seguimiento y un día la esperaron afuera del edificio donde ella trabajaba. Al final de la tarde Raiza salió junto a su amiga Judith y ellas caminaban juntas cuando en plena calle fueron abordadas por la catira y sus amigas. Cuando vio a la rubia, Raiza se atemorizó, le rogaba a Norelys que no le hiciera nada, mientras que nuestras amigas las obligaron a caminar hacia un callejón. Allí hablaron, la catira le decía a Raiza que era una cobarde, que había mandado unos tipos para golpearla. -VISTE LO QUE HICE CON UNO DE ELLOS ¿VERDAD?, ASÍ QUE DEJA LA VAINA Y O SI NO TE DEJARÉ PEOR QUE LA OTRA VEZ.- decía la catira mientras que Judith solo la miraba fijamente, sin mostrar temor. Entonces la rubia prosiguió -¡AH! Y UNA COSA. ROSALÍA TIENE ALGO QUE DEVOLVERTE- y acto seguido Rosalía la encaró y le propinó un puñetazo en la nariz que la derribó, sintiendo Raiza un gran dolor, pues aún no se le había recuperado luego de la paliza que le dio Norelys. Al final, no le hicieron más nada y a Judith la amenazaron también. -NO VUELVAN A METERSE CON NOSOTRAS-, pero a la catira le asaltó en su mente la imagen de Michael y le preguntó a Raiza -¿DÓNDE PODEMOS UBICAR AL PATÁN DE TU AMIGOTE?-, -¿DE QUIEN HABLAS?- le preguntó Raiza -DEL TIPEJO AQUEL QUE MANDABA A LOS OTROS DOS ESA NOCHE. ¿DÓNDE LO CONSIGO? QUIERO "CONVERSAR" CON ÉL UN RATO-. Raiza, con ojos llorosos y temerosa, le dijo que vivía en un barrio del oeste de la ciudad. Cuándo oyeron el nombre del lugar, Carmen le preguntó -¿NO VAS A IR ALLÍ, O SÍ?- la catira respondió -TRANQUILA, QUE A ESE LO UBICO-. Y dirigiéndose a Raiza dijo estas palabras -DILE A ESE MARICO QUE LO ANDO BUSCANDO-. Luego las tres amigas se retiraron, dejando a Raiza y a Judith en el callejón -CREO QUE ESA BICHA YA NO VOLVERÁ A MOLESTAR. AUNQUE QUIERO AGARRAR A ESE TIPO Y GOLPEARLO- decía Norelys, haciendo énfasis en la última parte de la frase. SE marcharon dejando a Raiza y a Judith en el callejón. Más tarde Carmen comentaría a Rosalía -¿VISTE COMO LA AMIGA DE RAIZA MIRABA A NORELYS? PARECÍA NO TEMERLE-. Rosalía también lo notó, pero no le dieron importancia. Estaban más pendientes del asunto de Michael. Pasaría el tiempo. Desde el pueblo en donde estaba, Carlos llamaba a la catira cada dos noches. Se mostraba preocupado por ella -NO VAYAS A COMETER LOCURAS ¿OISTE, MI AMOR?- le decía -TRANQUILO, NO TE PREOCUPES- le respondía la catira, aunque ya estaba decidida ir por Michael y saciar sus deseos de venganza. Norelys hacía ejercicios con más intensidad esta vez. Como estaban de vacaciones, el gimnasio de la facultad de medicina estaba cerrado, así que solo se dedicó a trotar y hacer barras en el parque todos días. Lograba distraerse mientras se ejercitaba, pero por dentro le revolvían las ganas de darle una golpiza a Michael. Pasaba el tiempo, días, noches, semanas, la catira seguía preparándose: ahora por cada ejercicio realizado en la barra, hacía hasta 20 repeticiones. Solo le faltaba dominar los cristos, el ejercicio más poderoso que se hace en la barra fija. Hacía diez repeticiones de ese ejercicio, algo muy notorio en una joven muchacha que se entrenaba sólo para mantenerse en forma. El propio Carlos se llegó a preguntar cómo le iría a ella si se dedicaba de lleno al culturismo, pero lo cierto del caso es que a la catira no le interesaba en absoluto competir en esa disciplina. En una mente tenía un objetivo que ya formaba parte de sus principios: no volvería a ser víctima. Un día caminaba por el centro de la ciudad, estaba realizando una diligencia de trabajo. Esa mañana se levantó muy temprano y se le ocurrió la idea de salir a explorar el mercado laboral.-TOCAR LA PUERTA NO ES ENTRAR, SOLO VOY A AVERIGUAR- se dijo la catira y entonces salió a visitar empresas y oficinas cuyas direcciones conseguía en los avisos clasificados del periódico. Llegaba a sitios en donde se solicitaba personal como mensajeros, promotoras, recepcionistas, transcriptoras de datos. Norelys había hecho algunos cursos mientras esperaba el cupo en la universidad, así que decidió probar suerte. Y salió elegantemente vestida, pero como siempre la ropa no mostraba su verdadera humanidad, tal vez los pantalones, que en un principio le quedaban anchos, y que no se los ponía hacía meses, pero había entrenado tanto que le quedaban apretados a la altura de los muslos, delatando la curvatura de los cuádriceps. No le dio importancia a este detalle y así salió. En la calle y en las oficinas, llamaba la atención, llegaron a decirle muchos piropos a los que ignoraba en su gran mayoría, mientras que sonreía cuando les parecía originales, pero hubo uno que un señor le dijo que era fue muy morboso. Sintió ganas de abofetearlo, pero nuestra protagonista, a pesar de su carácter de guerrera, se comportaba como toda una dama cuando la ocasión así lo ameritaba, por lo tanto, pese a molestarse mucho, lo ognoró. Estuvo desde las 8 hasta las 11 de la mañana en esas diligencias, cuando decidió caminar para distraerse. Se dirigió a un boulevar, el cual estaba plagado de vendedores ambulantes, y cuando estaba llegando al final del mismo, vio un puesto en donde vendían relojes. Como es natural, hubo modelos que llamaron su atención, así que decidió preguntar precios, pero la persona que atendía el tarantín no estaba presente. Otros vendedores le dijeron que esperara, que había salido un momento, entonces siguió mirando la mercancía. Finalmente llegó el vendedor y comenzó a preguntar. Una vez que supo las ofertas, le dio las gracias y se dedicó a ver otros tarantines cuando, en medio de la gente, escuchó una voz que le pareció familiar. Volteó con cuidado a ver... era uno de los maleantes que habían participado en la trampa que le montó Raiza la noche de aquel viernes. El que tenía tomado a Carlos junto a Michael; que había sido atrapado y golpeado por los amigos de Jhonny. Logró verle el rostro y éste lucía las huellas de los hematomas provocados por los golpes que le dieron. Fue, junto a Michael, los únicos que no vieron pelear a la catira. El tipo, que se llamaba Robinson, pues con ese nombre lo saludó el vendedor, estaba en el tarantín donde momentos antes había estado la catira mirando los relojes. Conversaba animadamente. Norelys siguió mirando los productos que habían en los otros puestos ubicados cerca de donde estaba el maleante. Pasaron varios minutos hasta que por fin Robinson se despidió del vendedor y se marchó del lugar, entonces la catira empezó a seguirlo. El maleante recorrió el boulevar, saludando a algunos de los vendedores, pero para suerte de nuestra protagonista, no se detuvo a hablar con ellos. Siguieron recorriendo el paseo, él adelante y ella detrás a unos cuantos pasos y aprovechando que había mucha gente en el lugar para no dejarse ver por el maleante. Finalmente Robinson se fue hasta una calle que estaba un poco despejada de vendedores, entonces Norelys pensó -¡VOY A AGARRARLO!- cuando habían recorrido cierto trecho, lo abordó. -OYE, CHAMO- lo llamó. El maleante volvió su mirada y se topó con una hermosa chica rubia elegantemente vestida. Se quedó mirándola, extrañado, pero no la reconocía. Norelys lucía muy diferente a como estaba esa noche, incluso, andaba maquillada, por lo que el maleante, totalmente confiado, atendió al llamado. Norelys seguía hablándole -UNA PREGUNTA, CHAMO ¿PODRÍAS DECIRME DONDE QUEDA ESTA CALLE?- le estiró un papelito con una dirección, entonces el maleante le indicó por donde debía ir. Entonces la catira, queriendo ir al grano con respecto a él, le dijo le comentó lo siguiente -ESPERO QUE SEA CIERTA LA INFORMACIÓN QUE ME DAS, PORQUE SINO, HARÉ QUE VUELVAN A DARTE UNA PALIZA COMO LA DE UN VIERNES EN LA NOCHE, QUE HIZO QUE TE CERRARAN ESE OJO- el maleante quedó totalmente extrañado por las palabras que le decía una dama elegantemente vestida, a continuación, la catira le ayudaría refrescarle la memoria -¿NO TE ACUERDAS, MUCHACHO? TÚ, CON OTROS DOS MALANDROS, PRETENDÍAS ASALTARNOS A MI NOVIO Y A MÍ UN VIERNES POR LA NOCHE- y prosiguió, agregándole cierta ironía a las palabras - LO QUE PASA ES QUE LLEGARON UNOS PANAS Y NOS AYUDARON. A TI TE MOLIERON A GOLPES. ME SORPRENDE QUE TE HAYAS RECUPERADO TAN RÁPIDO- fue entonces cuando Robinson cayó en cuenta de lo que le hablaban. Entonces, reconoció a la catira. Le estaba hablando la misma muchacha a la que iban a darle un escarmiento por haber golpeado a Raiza. Se atemorizó, pero Norelys previó esa reacción, así que decidió calmarlo -MIRA, ALLÍ QUEDA UN MODULO DE LA POLICIA, YO PODRÍA IR ALLÍ A DENUNCIARTE POR LO QUE HICISTE, PERO NO LO HARÉ... MÁS BIEN NECESITO UN FAVOR TUYO... QUIERO SABER COMO PUEDO UBICAR AL TIPO QUE TE MANDABA ESA NOCHE-. Robinson recordó entonces lo que había pasado. Quiso huir de la catira, pero viendo que ella le habló con tranquilidad, sin ánimo de confrontación, se quedó allí con ella, un poco temeroso, eso sí. Norelys no sabía que tras el incidente, Robinson no volvió a ver a Michael. Fue golpeado por los amigos de Jhonny, quienes lo dejaron inconsciente en plena vía pública. Estuvo así por unas dos horas y tuvo la suerte de que no pasara por el lugar alguna patrulla de la policía que lo consiguiera así en ese estado. Estaba dolorido por los golpes que recibió. Cuando recuperó el sentido, vio a su compinche El Báquiro tendido en el suelo. Lo reanimó como pudo y entonces trató de ayudarlo a levantarse. A duras penas, caminaron juntos por las calles, y como andaban todos sucios y golpeados, no pudieron abordar ningún taxi, pues por el aspecto que tenían, los taxistas no se arriesgaban a subirlos a sus vehículos. Vagaron por las calles de la ciudad durante toda la madrugada, pues estaban demasiado lejos de su barrio. Le dijo al Báquiro que lo habían golpeado dos de los tipos que llegaron en aquel carro, y viendo el estado en que había quedado su compinche le preguntó que cuántos lo habían golpeado a él, dando poco crédito a la respuesta que le daba -LA CHAMA... LA CATIRA ME JODIO, ROBINSON... LA CATIRA COMO QUE ERA KARATEKA O ALGO ASÍ... CHAMO, PELEABA BURDA... ERA MUY ÁGIL Y MUY FUERTE PARA SER MUJER-. Robinson no creía lo que le decía El Báquiro, pero él le juraba que era verdad. Entonces le pidió que no le dijera nadie que lo había derrotado una mujer en una pelea. -TRANQUILO, BÁQUIRO, NO LO SABRÁ NADIE. YO A TI TE APRECIO. A QUIEN LE AGARRE ARRECHERA ES AL MICHAEL... DEJO EL PELERO Y NOS DEJO A TI Y A MÍ CON ESOS TIPOS-. Luego de esa noche pasaron varios días más. Y desde entonces no supo mas nada de Michael. No lo vio más. Así que se sintió traicionado por su "líder", no le perdonaba eso y entonces decidió desquitarse. Esa fue la vivencia que tuvo Robinson y esa fue la historia que le contó a la catira. Y cuando le hacía el relato, ambos estaban tomando un café en una panadería, Norelys lo había invitado, convenciéndolo de que solo quería hablar con él, mas nada, recuerden que Norelys tiene una personalidad encantadora, tanta que logró convencer a alguien que por naturaleza era desconfiado. El maleante siguió contándole a la catira todo lo que fue ese plan para asaltarlos. Le confesó que efectivamente Raiza los había buscado para que le dieran una lección, que solo le había dado detalles a Michael y este los contactó a él y al Báquiro para la emboscada. Le confesó que cuando la vio forcejear con su compinche sintió deseos de golpearla, pero que su jefe se lo impidió -CREÍAMOS QUE EL BÁQUIRO IBA A SOMETERTE. ASÍ PENSÉ YO, PERO NO VI MAS NADA, PUES "TUS AMIGOTES" TE AYUDARON, A TI Y A TU NOVIO. NO CREO QUE TÚ LE HAYAS HECHO ESO AL BÁQUIRO-. Es que por estar ocupado lidiando con dos de los amigos de Jhonny no pudo ver el duelo que su compinche sostenía con la catira. Norelys sonreía, tampoco se preocupó en decirle que había sido ella quien, efectivamente, dio una lección de defensa personal a su compinche delante de varias personas, incluyendo a Raiza. Entonces siguió escuchando a su interlocutor. -ESE MICHAEL ES UN COBARDE. UN MIEDOSO. NOS DEJÓ A MI Y AL BÁQUIRO SOLOS. YA VA A VER. NO LE PERDONO LO QUE NOS HIZO. ME LAS PAGARÁ-. Norelys se iluminó con esas palabras de Robinson: había encontrando a un inesperado pero potencial aliado para encontrar a Michael. Fue entonces cuando le contó sus motivos por los cuales buscaba a Michael. Le dejo claro que no iba a denunciarlo a la policía.- YA RESOLVÍ LO DE RAIZA. NO PASARÁ MAS NADA- dijo a Robinson, en quien apreció que no era mala persona después de todo. Descubrió que era un tipo humilde que andaba desorientado en la vida y que había caído en las garras de un vago y maleante de oficio como lo era Michael. Le había captado su lado humano y en esa conversación le dio a entender que había que ganarse la vida de manera honrada, que no había que estar haciendo daño a los demás por simple gusto. Hasta le comentó que en una oficina que ella había visitado estaban buscando mensajeros. Le dio la dirección y todo. Pero lo que no pudo conseguir de Robinson fue la ubicación de Michael -ESE CARAJO SE PERDIO DEL MAPA, SE DESAPARECIO. ES QUE SI LO VEO, LO MATO-. Entonces ambos dieron por terminada la conversa y se retiraron del sitio. Norelys regresó pensativa a su casa. Pues se dio cuenta que no era la única persona que andaba buscando a Michael para joderlo. Después pensó - SI ESE CHAMO SE ME ADELANTA, PUEDE SER QUE LO MATE DE VERDAD... NO QUIERO METERME EN UN POSIBLE CRÍMEN. SIN EMBARGO... OJALÁ TOME ESA DIRECCIÓN Y CONSIGA ESE TRABAJO, QUE DEJE DE ESTAR MALANDREANDO... EN EL FONDO NO ES MALA PERSONA...- Norelys siguió pensando y después de meditarlo, reconsideró sus deseos... dejaría quieto a Michael -PERO SI VUELVE A METERSE CONMIGO O CON ALGUNO DE MIS AMIGOS... VA A VER-. Norelys nunca lo supo, pero si se hubiera enterado, tendría una satisfacción personal bastante grande. Después de conversar con la catira, Robinson se acercó, al día siguiente, al sitio que ésta le había indicado, consiguiendo trabajo. Sin proponérselo realmente, Norelys había conseguido que una persona dejara el mal camino (por suerte el maleante no era consumidor de drogas). Mucho tiempo después se lo volvería a encontrar. Lo de Michael estaba descartado... por ahora. Y así se lo hizo saber a sus amigas. Les contó que no valía pena arriesgarse por culpa de un antisocial. -TENEMOS UN FUTURO QUE CUIDAR, MUCHACHAS- les habría dicho. Esperaron el inicio de clases. Carlos y Mario regresaron de sus respectivos viajes y así nuestros protagonistas iniciaron el tercer año de sus carreras. Ese tercer año iba a transcurrir tranquilo... pero en sus semanas finales, nuestros amigos vivirán unos acontecimientos emocionantes. Sobre todo Carlos y Norelys, pues ¿estará definitivamente enterrado el asunto de Michael? ¿Por qué Judith no se atemorizaba ante Norelys? Continuará. Comentarios a: vene_wanderer73@hotmail.com