IVONNE Y LUCY, PARTE 3 Por Esper, esper_cl@yahoo.es Arturo sigue disfrutando an‚cdotas de Lucy sobre fuerza y artes marciales, asĦ como momentos de sexo y humor. El dĦa viernes tal cual lo habĦamos planeado fui a la casa de Lucy y me present˘ sus hijas, las que ya sabĦa que eran muy altas, de 1,80 y m s. Les dijo que yo era su novio. Nos sirvi˘ un trago y algunas cosas para picar. Pidi˘ comida china por tel‚fono y cuando yo ofrecĦ pagar, ella se opuso. Una de sus hijas que estudiaba agronomĦa llevaba un ramo de economĦa ese semestre, asĦ que aprovechamos de conversar y me hizo algunas consultas. Ello sirvi˘ para ir construyendo una c lida relaci˘n. En un momento lleg˘ Jaime, su primer esposo, quien al parecer iba a su casa dejarles dinero a sus hijas. Lucy lo hizo pasar y me present˘. Sin darle detalles, le dijo "Jaime, te presento a Arturo". Se sent˘ con nosotros, se qued˘ algo asĦ como una hora y tuvimos una amena charla. Despu‚s de retir˘ y nos quedamos conversando los dos a solas con Lucy. Yo: Se ve agradable tu ex marido. Al parecer tienen una buena relaci˘n. Lucy: Si, es un buen tipo. Que fracas ramos como pareja es una cosa, pero ha sido muy responsable como padre y nunca les ha faltado algo a mis hijas. A veces nos encontramos en torneos de judo y conversamos amigablemente. Yo: ¨l se volvi˘ a casar? Lucy: Si, est  casado y tiene un hijo. Lo conozco y a su actual esposa tambi‚n. No puedo decir que somos amigas, pero hemos conversado cordialmente muchas veces Yo: Tus hijas son muy agradables las dos, se nota que son hijas tuyas. Lucy: Lo son, no debieras tener problemas con ellas. Ya les habĦa hablado de nuestra relaci˘n y se alegraron, puesto que les habl‚ bien de ti. Yo: Me hace feliz oĦr eso. Lucy: AsĦ es, Bebe. Yo: ¨Alguna de ellas ha practicado artes marciales? Lucy: Las dos. Era l˘gico siendo que sus padres las han practicado. Ana MarĦa la mayor es cintur˘n negro de k rate y lo desea seguir practicando para avanzar en los niveles dan. Viviana la menor lleg˘ hasta cintur˘n azul, pero luego lo dej˘ por el tenis que le gusta m s. Yo: Es importante que cada una elija y haga lo que mas le gusta. Lucy: Totalmente de acuerdo. Nos despedimos a eso de las 12 de la noche. Est bamos cansados y habĦamos decidido salir fuera de Santiago al dĦa siguiente. La pas‚ a buscar en la ma¤ana del s bado y enfilamos. A petici˘n de ella fuimos en su auto, porque tenĦa deseos de manejar en carretera. Como era bastante habitual hablamos de muchos temas, Yo: Cu‚ntame alguna de tus historias de artes marciales. Lucy (en un tono muy rotundo): No Yo (asombrado): ¨No? Lucy: Ya escuchaste bomb˘n. No. Realmente me sorprendi˘ lo que me dijo. Sus dos "no" fueron muy breves pero de tono muy firme. Yo: ¨Por qu‚ no? Lucy: Porque te pones muy caliente cuando te las cuento, y por ahora quiero conversar, relajarme y disfrutar el paisaje. Yo: Jajajajjajajajajjajajajajajaja jajajjajajajjaa Fue tal la carcajada que mand‚ que ella se contagi˘ y comenz˘ a reĦr con ganas, al punto que tuvo que detener el auto para reĦrnos. Yo: ­Realmente eres terrible! Lucy: Si coraz˘n, pero nadie te oblig˘ a involucrarte conmigo, lo est s voluntariamente asĦ que no reclames. Yo (a£n riendo): Es cierto, estoy metido en un embrollo contigo, y lo peor es que no quiero salir de ‚l porque me siento demasiado a gusto. Lucy: Uy, eso que dijiste me gust˘. Te voy a premiar cont ndote una pelea entonces. Yo: ­Bien! Lucy: Pero no te vayas a calentar, y si lo haces paro el auto y te autosatisfaces. Yo: Jajjajajajajajajjaaa ­no tienes remedio! Volvimos a reĦr los dos con ganas. Lucy: Hasta yo me rĦo de las estupideces que digo. Yo: Jajajjaa, son geniales. Lucy: Vamos a la historia. Yo: Soy todo oĦdos. Lucy: Bien. Esto sucedi˘ antes de conocer a mi segundo marido. Ya estaba separada de Jaime. Regres bamos con un amigo de un asado. El conducĦa su auto y me iba a dejar a mi casa. Mi amigo se detuvo en un sem foro de esos que tienen una autorizaci˘n para doblar hacia la derecha con luz roja y precauci˘n. l no tenĦa que doblar pero atr s se detuvo un auto que si querĦa hacerlo El conductor del otro auto de inmediato toc˘ la bocina bien fuerte para que mi amigo doblara. Mi amigo cuyo nombre es Jos‚ no le hizo caso. Luego el tipo empez˘ a encender las luces altas y seguĦa tocando la bocina. Escuchamos que el tipo le grit˘ "avanza r pido huev˘n". Mi amigo entonces la sac˘ su mano y le hizo un gesto obsceno con el dedo mayor. Yo: Jajjajaja TĦpica discusi˘n de cuando uno conduce. Normalmente no pasa mayores. Lucy: Normalmente no. Pero esta vez si pas˘ a mayores. Dieron la luz verde y Jos‚ parti˘ de inmediato. El tipo en lugar de doblar como iba a hacerlo, sigui˘ de largo, nos hizo una encerrona y oblig˘ a Jos‚ a detener su auto. Se baj˘ y comenz˘ a increpar y a amenazar a Jos‚. Me fij‚ que el tipo era m s bien joven, de unos 25 a¤os, y venĦa algo ebrio. Lo acompa¤aba un amigo, quien tambi‚n se baj˘ del auto. Le dije a Jos‚ que no se bajara del auto por ning£n motivo. Yo: Entiendo. Cuando se baja el conductor la pelea es casi segura Lucy: Eso quise evitar. Me baj‚ yo entonces y trat‚ de calmar al tipo. Le dije que Jos‚ no habĦa hecho nada malo, porque no tenĦa la obligaci˘n de doblar donde estaba. El tipo comenz˘ a dar sus argumentos enojado y no cambiaba de posici˘n. Luego le dije que se fuera ya que esta discusi˘n no tenĦa destino. El tipo dijo "¨y que opinas si te rompo el vidrio de tu auto?" Dio entonces un golpe fuerte en el vidrio del asiento trasero. Por suerte no se quebr˘. Yo: S£per violento e irracional. Lucy: Si. Yo le dije que se tranquilizara y se fuera de una vez, porque lo £nico que iba a lograr era hacerse da¤o en la mano. El tipo desafiante me mir˘ y me dijo "¨crees que no soy capaz de quebrar el vidrio? Mira lo que voy a hacer" El empu¤˘ su mano otra vez y se dispuso a darle el golpe a la ventana trasera. Al hacerlo lo tom‚ del antebrazo se lo empuj‚ de modo que su golpe dio en el marco de la puerta. Aprovech‚ la fuerza que llevaba su golpe Se peg˘ muy fuerte, imagina que pretendĦa romper el vidrio. Yo: Me imagino, debe doler mucho darle un golpe al metal. Lucy: El tipo solt˘ un gran alarido de dolor y como vi que perdi˘ un poco el equilibrio aprovech‚ de hacerle una zancadilla y cay˘ al suelo golpe ndose. Me encontr‚ entonces con la mirada del amigo que verĦa con ‚l. Por su expresi˘n vi que qued˘ at˘nito sin saber que decir. Yo: Jajjaa se nota que no te conocĦa. Lucy: Le dije al amigo "¨y t£? Espero que no seas violento tambi‚n". Me contest˘ "No para nada y solamente vengo con ‚l y no tengo nada que ver en la pelea" Yo: ¨SerĦa cierto que no se iba a meter? Lucy: No s‚, pero hizo bien al marginarse. El tipo se puso de pie entonces y se dispuso a atacarme. Como vi el estado de  nimo en el que estaba ya ni siquiera intent‚ detener la pelea. Estaba con la mano derecha adolorida por el golpe e intent˘ mandarme un zurdazo directo a mi cara. Se lo desvi‚, lo tom‚ por la mu¤eca y le di dos golpes de pu¤o uno en la cara y el otro en el est˘mago por el lado. Su nariz y su boca comenzaron sangrar. Intent˘ mandarme un codazo, pero se lo ataj‚ Luego lo tom‚ con una llave por el brazo y por el cuello y lo empuj‚ contra el auto. Lo dej‚ inmovilizado. Le dije entonces que por favor detuvi‚ramos la pelea ya que habĦamos llegado demasiado lejos. Yo: ¨Cu l pelea? M s que pelea fue una paliza Jajajajaja. Lucy: Jjajaja, es cierto. Yo: ¨Y que pas˘ finalmente? Lucy: El amigo tomo al tipo para llev rselo al auto. Le dije al amigo que lo mejor era que condujera ‚l. Me encontr˘ la raz˘n y se fueron. Yo: Y tu amigo Jos‚ ¨qu‚ dijo? Lucy: Qued˘ muy impactado El sabĦa de mi conocimiento de artes marciales, pero me dijo que nunca se habrĦa imaginado ver algo asĦ. Le hice prometer que no lo contarĦa ya que no querĦa hacerme famosa por eso. Yo: ¨Y por qu‚ prefieres no contar estas an‚cdotas? Lucy: Uno, me da un poco de rubor. Dos, no quiero que se sepa porque despu‚s podrĦa no faltar alguien que quiera desafiarme y tal como te he dicho antes soy pacĦfica. T£ eres una de las pocas personas a las cuales se las he contado. Yo: Me queda claro. Lucy: A mis hijas nunca les pegu‚. Y nada m s lejano que haber tenido violencia intrafamiliar. Yo: Pero tus maridos deben haber sabido lo fuerte que eres. Lucy: Por supuesto y piensa que con Jaime fuimos compa¤eros de judo. El empez˘ despu‚s que yo y m s de alguna vez lo vencĦ e inmovilic‚ en los entrenamientos. Y como te cont‚ tambi‚n, lo levant‚ varias veces como lo he hecho contigo. Yo: A tu segundo marido no lo levantaste creo. Lucy: No. Bueno, al menos no deliberadamente. Una vez que lleg˘ borracho de una comida de oficina, lo cargu‚ en el hombro y lo subĦ al segundo piso donde tenĦamos el dormitorio. Pero despu‚s no se acordaba de nada. Yo: Jjajajajjajajaaa Lucy: Menos mal que no se emborrachaba seguido, solo una vez a las quinientas. Yo: ¨C˘mo se llama ‚l? Lucy: Se llama Rodolfo. No creo que lo llegues a conocer. No es que hayamos terminado muy mal, pero dado que no tuvimos hijos en com£n la relaci˘n va a ser m s distante. Yo: ¨Y ‚l supo de tu fuerza? Lucy: No hicimos vencidas ni pruebas de fuerza, pero creo que r pidamente se dio cuenta de que yo era m s fuerte que ‚l. Lo vimos en detalles dom‚sticos. Yo: ¨Como asĦ? Lucy: Por ejemplo una vez estaba cambiando la rueda de un auto y no podĦa soltar el perno con la herramienta porque estaba muy apretado. Lo intent‚ yo y el perno cedi˘. Otra vez compramos unos ladrillos para construir una barbacoa. El acarreaba de a dos ladrillos en tanto que yo llevaba cuatro. No logr˘ cargar los cuatro como yo. Yo: ¨Y ‚l le dio alguna importancia a tu fuerza? Lucy: Ninguna. No le provoc˘ ni rechazo ni atracci˘n. Al igual que con las artes marciales. Para el era lo mismo si me hubiera dedicado al tenis o al bridge. Y eso que es bien machista, pero en lo fĦsico no tuvo importancia. Yo: ¨De qu‚ forma era machista? Lucy: Siempre le import˘ mucho ganar m s dinero que yo y tener cargos m s altos. En sus actividades sociales le gustaba m s que yo asumiera el rol de su esposa antes que una persona con su propia profesi˘n y temas propios. Una vez me dijo que querĦa que yo dejara de trabajar ya que estaba ganando bien. Puse el grito en el cielo Yo: Me imagino que si. Lucy: ¨Y t£ bebe? ¨Eres machista? Yo: No lo creo, al menos no me defino asĦ. La acarici‚ en ese momento en los hombros y los brazos y aprovech‚ de sentir su musculatura y grandes dimensiones anat˘micas. Con mi mano derecha le tom‚ su mano la que llevaba en la palanca de cambios. Ella sonri˘ y emiti˘ un gemido de placer. Fue un momento m s bien de ternura. Lucy: Bebe. Yo: Si, dime. Lucy: Yo se que te atrae mi fuerza incluso parece excitarte que sea m s fuerte que t£. Yo: AsĦ es. Lucy: ¨Te gustan las mujeres asĦ? ¨Es un requisito para ti? Yo: Me gustan las mujeres asĦ, pero no es requisito. Lucy: Pero estuviste con Ivonne que es fuerte y adem s muy alta. Yo: Si, es cierto, y esas dos cosas me atraĦan en ella. Lucy; ¨entonces? Yo: Te cuento que con la que fue mi se¤ora tuvimos una relaci˘n bastante plena en su momento, y ella no es precisamente fuerte. Mide 1,62 y es delgada y nada de pesas ni artes marciales por parte de ella. Lucy: Ya veo. Yo. En cuanto a ti, siempre me gustaste, desde que te conocĦ en Filadelfia. Y no sabĦa de tu fuerza ni de artes marciales. Lo que si sabĦa que estabas casada. Lucy (sonriendo): Me levantas el ego, Bebe. Cu‚ntame m s de eso. Me qued‚ pensando unos momentos. Yo; Veamos. Te encontr‚ muy atractiva a la vista, me agrad˘ tu voz, tu conversaci˘n y tu agudeza. Tambi‚n encontr‚ genial tu forma de usar palabras obscenas a veces. Nunca fue mi intenci˘n buscar algo con mujeres casadas, pero pens‚ que no estaba prohibido disfrutarte a trav‚s de mis ojos y mis oĦdos. Nuestra relaci˘n en un inicio fue de amistad, pero para mi estaba muy claro que eras mujer. Lucy: ­Qu‚ lindo escuchar todo eso! Yo: Y adem s vi que tenĦas un trasero muy lindo, de tama¤o superior al promedio y a la vez muy bien formado. Lucy: Jajjajajajajaja Yo: Y te digo m s. Lucy: ¨qu‚? Yo: Hay cosas que me gustan en ti pero que no las se explicar. Lucy: Est  bien que sea asĦ, eso de gustarse es m s de emociones que de razones. Yo: Tienes raz˘n. Lucy: Una pregunta ¨Por qu‚ crees que Ivonne sinti˘ atracci˘n por ti? Yo: Mira, de que hubo atracci˘n fĦsica la hubo. Ahora bien, creo que la atrajo mis conocimientos de economĦa, mi forma de tratarla, de ayudarla, de apoyarla y de que se sintiera reforzada por mĦ. Como que se sentĦa protegida y eso el gustaba. Y est  claro que no era protecci˘n fĦsica ya que me superaba en 20 centĦmetros en estatura. Lucy: ­­Uy!! Despu‚s de esa exclamaci˘n hizo un gesto notorio, abriendo ojos y levantando cejas. Yo: ¨qu‚ pasa? Lucy. Es que mucho de eso que me cuentas de Ivonne me pasa a mĦ contigo, cosa que te iba contar yo despu‚s. Yo. Est  claro que hay algunas coincidencias, ya lo habĦa pensado, aunque sean personas un tanto diferentes. Lucy: Ayer cuando vi que le explicabas cosas de economĦa a mi hija, fue algo que sencillamente me encant˘, Yo: A ver, explĦcame eso. Lucy: El que fuera a mi hija a quien le estabas explicando cosas, ya me gust˘. Pero adem s me impresion˘ mucho y me encant˘ la forma de decirlo, tu dominio y tu calidez para comunicarte. Precisamente creo que eso el atrajo a Ivonne. Y a mi tambi‚n, Arturo. Me acord‚ entonces de una conversaci˘n que tuve con Ivonne un par de dĦas antes. Yo: Sabes, creo que no te habĦa contado que habl‚ con Ivonne y le coment‚ que t£ y yo estamos en una relaci˘n de pareja. Y me dijo algo muy lindo. Lucy: ¨qu‚ te dijo? Yo: Que nos felicitaba, que nos tenĦa mucho cari¤o a los dos, y que nos merecĦamos el uno al otro. Lucy: ­Mira que tierna es! Seguimos unos kil˘metros y en un momento empez˘ a bajar la velocidad. Lucy: Bebe. Yo: ¨Si? Lucy: ¨Est s caliente? Yo: No coraz˘n, acu‚rdate que t£ misma le pusiste restricci˘n a mi calentura en este paseo. Lucy: jajjaaj es verdad. ¨Y te costarĦa mucho ponerte caliente? Yo: ¨Contigo? ­La pregunta que me haces! T£ eres capaz de calentarme con el dedo me¤ique, incluso sin tocarme. Y en dos segundos. Lucy: Acabamos de pasar un motel parejero. No se si te fijaste. ¨Quieres que vuelva y entramos? Yo: Jajajjajaa. Bueno, vamos. Dio media vuelta al auto y nos dirigimos al motel. Un empleado nos fue a atender directo al auto. Lucy comenz˘ a bromear con el tipo y le dijo que est bamos de luna de miel por lo que querĦamos una buena habitaci˘n. Nos llev˘ a la habitaci˘n asignada. Siguiendo las bromas que habĦa empezado Lucy, el empleado y dijo que ya que est bamos de luna de miel el novio debĦa llevar a la novia en brazos. Lucy le respondi˘ que tenĦa raz˘n pero que no querĦa que yo perdiera energĦas. Dicho eso se agacha y me toma en brazos con toda facilidad, tal como lo habrĦa hecho varias veces antes conmigo. El empleado qued˘ mudo con cara de asombro. Yo me contuve la risa. Por si lo anterior fuera poco, Lucy me pregunt˘ que querĦa servirme y empez˘ a tratar el pedido con el empleado y todo eso lo hizo manteni‚ndome cargado en brazos. Entramos a la habitaci˘n y nos pusimos a reĦr. Nos sentamos sobre la cama a esperar el par de tragos y cosas para picar que habĦamos pedido. Nos trajeron el pedido y el empleado se retir˘ dese ndonos una grata estadĦa. Lucy vio que el suelo tenĦa un cubrepisos grueso y se tendi˘ sobre ‚l para probar su blandura. Me acerqu‚ a ella por el lado de sus pies y me estira los brazos para que la tome de las manos. No sabĦa si querĦa que la ayudara a ponerse de pie o que me pusiera sobre ella. En un momento me hace un juego de pies con lo que pierdo el equilibrio y caigo sobre ella. Dado su conocimiento de judo, me di cuenta que ella me habĦa hecho la zancadilla de modo que mi cuerpo se fuera encima del suyo. Fue amortiguando mi caĦda son sus brazos hasta que qued‚ encima de su cuerpo contundente y musculoso. Me tom˘ de la cabeza y me bes˘ largamente. Lucy: ¨Est s c˘modo ahĦ, Bebe? Yo: Si ricura, mucho. Eres el colch˘n m s delicioso que he probado en mi vida. Lucy: Mmm y a este colch˘n le gusta mucho la persona que tiene encima. Hubo mucha sensualidad en ese instante y los dos nos calentamos. Nos quedamos ahĦ unos minutos acarici ndonos y manose ndonos. Yo: Desnud‚mosnos, no traemos ropa de recambio. Lucy: (Sonriendo) ¨Para qu‚?¨Qu‚ me vas a hacer? ¨Es que me piensas ensuciar? Yo: Jajajaa. Pues si, y creo que los dos nos vamos ensuciar. Lucy: Bueno bomb˘n, como digas, desnud‚mosnos. A veces en momentos Ħntimos y de seducci˘n Lucy decĦa palabras y usaba un tono de voz que me excitaban enormemente. Ella lo sabĦa y lo explotaba. Ese tono y palabras mostraban una mezcla de mujer ingenua, sensual, entregada, como que la estaban excitando sin saber lo que ocurrĦa. Nos desnudamos y nos metimos a la cama. Le empec‚ a acariciar y besar. Lucy: Espera bomb˘n. Yo: Si. ¨Qu‚ pasa? Lucy: quiero ser tu puta ahora. Yo: Bien puta mĦa y ¨que quieres hacerme? Lucy: Ya vas a ver lo que te espera. Me tom˘ de las manos con fuerza de modo que yo no podĦa soltarme. Otra vez demostraba como su fuerza era mayor que la mĦa. Me hizo acariciar su cuello, est˘mago y senos. Luego me dio un empuj˘ y quede de espaldas sobre la cama. Me acarici˘ mis testĦculos y los comenz˘ a lamer. Luego recorri˘ su lengua con mi pene erecto hasta llegar a la cabeza de ‚l. Yo lanzaba gemidos placer. Ella reĦa y seguĦa chupando. Empezamos a decir palabras obscenas. Yo: ­Puta rica! ­GrandĦsima puta! ­Me pones demasiado caliente! Ella: ­Huev˘n caliente! Aprende lo que es bueno Hizo entonces que mi pene estuviera dentro de su boca y me lo lamĦa con su lengua haci‚ndome sentir sus labios. SeguĦ disfrutando hasta que lleg˘ el momento en el que me venĦa. Yo: Me est s haciendo eyacular, puta mĦa. Lucy: Dale huev˘n. Esa leche va a ser para mĦ. Derram‚ mi lĦquido y quedo salpicada su cara, boca, cuello y senos. Lanc‚ un gemido fuerte. Ella se tendi˘ sobre la cama a mi lado. Lucy: Y finalmente nos ensuciamos. Yo: AsĦ fue. Tremenda chupada la que me mandaste. Lucy: ¨No te gust˘? Yo: Uf, la pregunta. Demasiado me gust˘. Seguimos alternadamente conversando y haciendo el amor, y asĦ pasaron horas. Nos duchamos juntos en el ba¤o de la habitaci˘n y luego regresamos a Santiago Nuestra relaci˘n continu˘ de modo favorable para los dos. AsĦ seguimos por meses saliendo, vi‚ndonos bastante y hablando casi todos los dĦas. Muchas veces se qued˘ conmigo a dormir en mi departamento. Lleg˘ la primavera y el tiempo bueno. Me di cuenta entonces que para ella era un problema el calor, porque no podĦa usar ropa que disimulara su musculatura con la que llamaba mucho la atenci˘n, cosa que la incomodaba. Para ella estaba vedado, seg£n se lo habĦa autoimpuesto, usar ropa sin mangas como era frecuente que lo usaran las mujeres en tiempo bueno. Solo la usaba en presencia mĦa o de sus hijas. Un par de veces fuimos juntos a matrimonios y me fij‚ que usaba vestidos elegantes con mangas de modo que no se vieran sus hombros y parte de sus brazos. Un dĦa conversamos el tema. Lucy: Desde ni¤a me gust˘ hacer ejercicios de fuerza y tener musculatura. Pero ya ves el costo que pago. Yo: Bueno, asĦ ha sido. Fue algo que elegiste y si te hace feliz, eso es lo importante. A nadie le haces da¤o. Lucy: Eso he pensado. Y tiene el beneficio de que te guste a ti Bebe. Yo: Si, pero no olvides que me gustas y me has gustado m s all  y por muchas m s razones que tus m£sculos. Sonri˘ y me dio un beso despu‚s de ese comentario mĦo. Lucy: Y te cuento m s, a veces he sido objeto de chismes y bromas, sobre todo por parte de mujeres. Y a veces no del todo bien intencionados. Yo: Me he dado cuenta que si una mujer musculosa causa alg£n rechazo, eso se da en mujeres antes que en hombres. Lucy: Esa misma ha sido mi experiencia. Queda pensando unos momentos y comienza a sonreĦr. Lucy: Me acabo de acordar de una vez que me echaron de un gimnasio por un incidente que tuve con otra mujer jajajaja Yo: ­No digas! ¨Te peleaste? Lucy: Casi. M s bien fue un inicio de pelea ¨quieres que te lo cuente? Yo: Siii, por favor. Esto no me lo pierdo Lucy: Estaba en la universidad. Debo haber tenido unos 21 a¤os. Iba a un gimnasio a hacer pesas y m quinas. HabĦa una chica cuyo nombre era Susana que me tenĦa antipatĦa. Parece que fue porque una par de veces me vio conversando con su novio. Yo: Ah, tema de celos. Lucy: Algo de eso hubo. Ocurre bastante en algunos gimnasios que tanto a hombres como mujeres les gusta exhibir musculatura o bonito cuerpo y tenerlos mejor que el de otros. Y como que se producen algunas competencias silenciosas. ¨Me entiendes? Yo: Si, perfectamente. Lucy: Yo hacĦa los ejercicios con un polo ancho, porque me desagradaba entrar en ese tipo de competencias. PreferĦa hacer lo mĦo sin que me miraran. Como sabes siempre fui corpulenta. Lo soy en forma natural y adem s siempre me dediqu‚ a desarrollar m£sculos. Yo: Claro que lo s‚. Lucy: Bueno, esa Susana empez˘ a llamarme "gorda". No me lo decĦa de frente sino se lo decĦa a sus amigos y amigas cuando yo estaba cerca para que lo escuchara. Quiz s me veĦa asĦ porque solo me veĦa con un polo debajo del cual habĦa un cuerpo grande. Yo: Jjajajajaja Lucy: No quise hacerle caso, ya que lo consider‚ una tontera. Un dĦa yo estaba en el camarĦn. Lleg˘ Susana pas˘ detr s de mĦ y me pas˘ a llevar. Me qued˘ claro que fue intencional. Luego me dijo, "me empujaste, ten cuidado". Yo no le quise contestar en tono agresivo, asĦ que le dije: "es que el camarĦn es chico, a veces uno se topa". Yo: me parece bien, tuviste bastante paciencia. Lucy: Justo entr˘ una amiga de ella. Era una chica que se llamaba Heidi, me acuerdo que era de apellido alem n. Heidi escuch˘ algo de la discusi˘n entre Susana y yo, y pregunt˘ que pasaba. Susana dijo "lo que pasa es que el camarĦn es chico y hay algunas gordas que ocupan mucho espacio". Yo: jajajjajajaa Parece que esta an‚cdota es de las m s graciosas. Lucy: Eso creo, mira lo que viene. Heidi se rĦo y me dijo "Lucy, parece que con lo de gorda Susana se est  refiriendo a ti". Yo le dije "nada de malo tiene ser gorda". Me saqu‚ entonces el pantal˘n de buzo, luego el polo ancho y le hice un par de poses de fisicoculturista. Quise que Susana viera mi musculatura. TenĦa mucho menos porcentaje de grasa que ahora, hasta se me notaban las venas en los brazos. Yo. ­Qu‚ buena! Lucy: Para rematarla, le dije "mira, tienes raz˘n, estoy gorda, espero que est‚s satisfecha". Me acuerdo que Heidi se ri˘ y le dijo a Susana que era mejor que se fueran. Yo: ¨y que hizo o dijo Susana? Lucy: Se qued˘ muda unos momentos y cuando recuper˘ el habla me dijo "Te crees lo m ximo, pero no tienes clase. Si hasta tienes el mismo nombre que una empleada dom‚stica que hubo en mi casa." Yo: Qu‚ tonto ese £ltimo comentario de ella. Lucy: Claro que fue tonto. Le dije "Susana, eres realmente est£pida, crees que es un insulto decirme que me llamo igual que tu empleada dom‚stica. Ellas son personas dignas como nosotros, y te rebajas con lo que dices". Yo: Buena respuesta, veo que siempre has sido aguda. Lucy: Susana estaba haciendo k rate en el mismo gimnasio y tuvo la ocurrencia de atacarme. Parece que no le habĦa quedado claro que el k rate debĦan usarlo solo para defenderse. Yo: ¨y c˘mo te atac˘? Lucy: Me mand˘ dos golpes uno al pecho y otro a la cara. Los dos se los ataj‚ con facilidad. Luego me quiso dar un golpe en el est˘mago. Lo puse bien duro y se lo recibĦ sin que me hiciera da¤o alguno. En los dos primeros golpes que me lanz˘ Susana, me di cuenta que no tenĦa mucha potencia, y que no tenĦa un nivel avanzado de k rate. Luego le hice una llave de judo y la dej‚ inmovilizada tom ndola por detr s y por el cuello, y le dije "­ya basta, por favor!" Vi entonces que se acercaba Heidi, al parecer con intenciones de atacarme. Yo: ­Oh! Lucy: La mir‚ fijamente y le dije "No cometas una estupidez, Heidi. Puedo contener a una de ustedes sin hacerle da¤o, pero si me atacas t£ voy a tener que dar golpes y cr‚eme que lo doy fuertes y certeros, ya viste mi musculatura y adem s no tienes idea de ni nivel de k rate." Se lo dije en un tono tan firme y le di una mirada tan en‚rgica que se detuvo. En eso sentimos ruido de personas que iban al camarĦn. Heidi y Susana salieron sin decir palabra. Yo: ¨Y como fue que te echaron del gimnasio? Lucy: Al dĦa siguiente me llam˘ por tel‚fono Javier, el administrador del gimnasio. Era un buen tipo y siempre me llev‚ bien con ‚l. Lo conocĦa porque era hermano de una compa¤era mĦa. De hecho a trav‚s de ‚l llegu‚ a ese gimnasio. Me dijo que me tenĦa una mala noticia, la cual era que se habĦa tomado la decisi˘n de expulsarme del gimnasio, porque Susana habĦa dicho que yo la habĦa insultado y tratado de agredir y que Heidi habĦa reafirmado lo dicho por Susana. Yo: ­qu‚ mentirosa! Lucy: Si. Eso le dije a Javier. Me pidi˘ que le contara mi versi˘n de lo que habĦa pasado y le cont‚ lo mismo que te acabo de contar a ti, Arturo. Luego me dijo que me creĦa a mĦ porque me conocĦa como era y sabĦa que Susana era una ni¤a rica mal criada, a pesar de sus veintitantos a¤os, y que Heidi era del mismo estilo. Yo: ¨y por qu‚ te expulsaron entonces? Lucy: Lo que pas˘ es que el due¤o del gimnasio era primo de Susana. No le crey˘ mucho a ella, porque tambi‚n sabĦa como era, pero hizo prevalecer su condici˘n de primos. Javier me dijo que el due¤o habĦa dado instrucciones de que se me devolviera el dinero pagado de las £ltimas 3 cuotas mensuales y el derecho de incorporaci˘n. Eran algo asĦ como 200 d˘lares en ese momento. La £nica condici˘n era que no volviera al gimnasio y que Susana y nadie supiera de ese arreglo econ˘mico. Yo: Me imagino que le recibiste el dinero. Lucy: ­Por supuesto! Y te digo m s: de ese gimnasio me iba a retirar de todas maneras despu‚s de lo ocurrido, asĦ que ese dinero me vino caĦdo del cielo. Yo: Excelente historia, al igual que otras que me has contado. Lucy: Si, pero espera, esto no termina. Yo: ­No me digas! ¨Qu‚ m s pas˘? Lucy. A los dos dĦas, tal cual lo habĦa acordado con Javier, fui a buscar el dinero: la idea es era que fuera solamente a su oficina y me fuera r pido. Fui con Jaime, con quien ya est bamos de novios. Le pedĦ que me esperara en el auto, ya que lo que iba a hacer no me tomarĦa m s de un minuto. Ya le habĦa contado a Jaime el incidente y mi expulsi˘n del gimnasio. Yo: ¨Y que m s pas˘? Lucy: No vi a Susana cuando entr‚ y pens‚ que no habrĦa m s problemas. Sin embargo cuado salĦ escuch‚ que me hablaba por detr s y vi que estaba acompa¤ada de su novio. l empez˘ a increpar y a decirme "¨asĦ que te pusiste violenta con Susana?". ParecĦa que querĦa darme una golpiza. En eso Jaime que algo escuch˘ y vio se baj˘ del auto y solo dijo "¨qu‚ pasa?" Imagina lo que impresionaba con su 1,92, m s de 100 kilos y su vozarr˘n ronco, que ya conoces. Yo: Si, me di cuenta la otra vez del vozarr˘n que tiene. Lucy: Me dirigĦ entonces a Susana y a su novio y les dije: "les presento a mi novio, el adem s es uno de los due¤os de la academia de k rate a la que pertenezco". El decirles eso junto con el fĦsico imponente de Jaime fue suficiente para que el novio de Susana desistiera de cualquier acci˘n violenta. Yo: jajajjajaja Lucy: Jaime dijo entonces "bueno, no se que pasa". Lo £nico que atin˘ a decir el novio de Susana dirigi‚ndose a Jaime fue: "lo que pasa es que tu novia se pone violenta a veces, y deberĦas corregirla". Jaime fue muy astuto y dijo. "est  bien amigo, no te preocupes, yo me har‚ cargo de eso, v mosnos Lucy, se nos hace tarde" Y de ahĦ no supe m s de ellos. Yo: Jjajaja muy buena, definitivamente creo que no jugarĦa al p˘quer contigo, adem s de aguda sabes buflear bien. Lucy: Jajjajajaa Contin£a en la parte 4..