LAS INQUILINAS DE OFICINAS Por Esper, esper_cl@yahoo.es Un amigo de Gregorio le presta su oficina en una casa donde las arriendan. Conoce a dos socias de una empresa constructora que lo impresionan por sus caracter�sticas f�sicas. Poco a poco se van conociendo. 1 GREGORIO TIENE PROBLEMAS CON SU TRABAJO Y EN SU HOGAR, UN AMIGO LO AYUDA A Gregorio las cosas se le fueron poniendo dif�ciles. Sus ingresos como consultor de empresas hab�an disminuido. Una de las empresas a las cuales le hab�a hecho un trabajo termin� quebrando, lo que le caus� un gran trastorno. Le hab�a dedicado mucho tiempo a ella y hab�a dejado de hacer otras cosas. En su hogar, una casa en un barrio de Santiago de Chile, su relaci�n de pareja tambi�n se hab�a deteriorado. Clara, con quien conviv�a, era bastante exigente en lo econ�mico. La hija adolescente de Clara, a quien llamaban Clarita, se estaba poniendo hostil e insolente. Gregorio ten�a habilitada como oficina una pieza de servicio contigua a la cocina. El no fumaba y Clarita encend�a su cigarrillo en la cocina y el humo entraba a la oficina provocando gran molestia. Pese a que �l hab�a manifestado su incomodidad, la chica segu�a haciendo lo mismo, y Clara dejaba que ella hiciera lo que quer�a. Las relaciones siguieron empeorando y finalmente Clara dio por terminada la relaci�n y le pidi� a Gregorio que abandonara la casa en 24 horas. Esto lo dej� muy dolido y confundido, puesto que a�n ten�a sentimientos por ella. No sab�a si la amaba o la deseaba sexualmente en forma intensa, pero de todas maneras sinti� un fuerte sufrimiento. Con las pocas reservas que ten�a arrend� un departamento de un dormitorio m�s un estar. La idea de �l era trabajar ah� mismo con su computador port�til. No estaba dentro de sus planes arrendar una oficina, puesto que sus medios eran muy escasos. La fortuna quiso que se contactara con su amigo Nibaldo a quien le cont� todo lo que estaba viviendo. Nibaldo: Mi familia tiene una casa en la que se arriendan oficinas. Yo voy a estar trabajando en proyecto por un a�o al menos y no voy a ocupar mi oficina. Si quieres te instalas ah�. Puedes decirle a la secretaria que tome los llamados, no hay problema. Gregorio: De verdad te lo agradezco, Nibaldo. Voy a tomar tu ofrecimiento. Eso me dar� un lugar donde instalarme mientras voy a visitar clientes. Al lunes siguiente Gregorio estaba instalado. Era una casa de unos 50 a�os y lo que antiguamente eran dormitorios ahora eran oficinas. Los otros arrendatarios eran empresas constructoras, arquitectos y dise�adores web. Hab�a una cocina com�n en la cual se iba a tomar caf� y a calentar almuerzo en microondas. 2. GREGORIO CONOCE A NELLY Y A VALERIA Una ma�ana aparecieron dos mujeres en el pasillo de la casa, y �l supo de inmediato que eran otras de las arrendatarias de oficinas. Se ve�an un poco menores que los 40 a�os de Gregorio. "Hola,� eres nuevo ac�?", dijo una de ellas cordialmente. "Hola, �c�mo est�n? Si soy nuevo, soy Gregorio" contest� �l. "Soy Valeria y ella es Nelly" dijo la misma mujer que hab�a hablado antes. Nelly: �A qu� te dedicas, Gregorio? Gregorio: Asesor�a econ�mica a empresas. Finanzas, proyectos, costos, gesti�n y etc�tera. Valeria: Mira que interesante. Quiz�s te consultaremos. Gregorio: Y ustedes �a qu� se dedican? Nelly: tenemos una empresa constructora. Somos Valeria, yo, y adem�s hay otro socio que viene muy poco a la oficina. Valeria: Nos hemos especializado en hacer piscinas, y diversos trabajos para municipalidades. Siempre estamos postulando a propuestas. Gregorio: �Son ingenieros constructores? Nelly: As� es. Las dos lo somos. Como era natural, Gregorio se fij� en el f�sico de ellas. Le llam� la atenci�n la mezcla de feminidad y rudeza, probablemente relacionada con el trabajo que hac�an. Las eran dos corpulentas, y se ve�an m�s musculosas que gordas, lo que se notaba en sus est�magos planos. Valeria ten�a el pelo entre casta�o y rubio y lo llevaba bajo los hombros, lo ten�a lacio y tomado en cola de caballo. Nelly ten�a el pelo oscuro, algo ondulado y era menos largo que el de su amiga. Las dos ten�an los ojos caf�s y tez clara, algo bronceada. Vest�an jeans y zapatos de salida a terreno. En cuanto a estatura, Valeria se ve�a un poco m�s baja que Gregorio, en tanto que Nelly era unos dos o tres cent�metros m�s alta que �l. Siguieron conversando por un par de minutos, y luego se despidieron porque los tres ten�an trabajos que hacer. Como impresi�n inicial, las dos se ve�an cordiales y alegres. Adem�s las not� bastante agradables de trato, m�s all� de sus aspectos f�sicos, los que por cierto tambi�n eran agradables. Valeria ten�a una actitud m�s ejecutiva. El imagin� que era ella quien hac�a las gestiones con bancos, y negociaba cuando hab�a alg�n problema. Esto no significaba necesariamente que era la l�der. En cuanto a Nelly se ve�a m�s como ni�a en sus gestos y forma de hablar. Para Gregorio era como una versi�n femenina de un gigante bonach�n. Un d�a como a las 7 de la tarde, Gregorio se dispon�a a irse. Decidi� tomarse un caf� antes y fue al �rea com�n donde estaba el agua hirviendo. Cuando pas� por la oficina de las chicas, vio que Nelly estaba a�n trabajando, cosa muy rara a esa hora en ellas. Se acerc� a saludar. Gregorio: Hola, veo que te has quedado hasta m�s tarde. Nelly: Hola Gregorio. Si, tengo que terminar esta propuesta y estoy enredada con esto de los costos. Gregorio: �Y Valeria?�No lo puede ver ella? Nelly: Anda en una obra fuera de Santiago. Est� con Alberto, nuestro otro socio. Ninguno contesta su celular. Ellos manejan mejor los costos, yo entiendo m�s la parte t�cnica. Gregorio: �Quieres que te ayude? He visto otras veces esos presupuestos. Quiz�s entre los dos podamos hacer algo. Nelly: Te lo voy a agradecer mucho. Intent�moslo. Gregorio mir� la propuesta y entendi� r�pidamente de que se trataba. Despu�s de media hora de trabajo la propuesta qued� lista, al menos en lo que correspond�a a su ayuda. Nelly: Gracias Gregorio, te debo una. Gregorio: De nada, pero si se la adjudican me invitan a festejar jejejejeje Nelly: Cuenta con eso, y si no nos la adjudicamos tambi�n. Gregorio: Trato hecho. Conversaron unos minutos m�s, y Nelly le cont� que con Valeria se conoc�an desde ni�as, puesto que sus padres hab�an sido amigos. A veces se dec�an "prima" entre ellas. Luego decidieron estudiar lo mismo y con el tiempo formaron su empresa constructora, en la que participaba con ellas Alberto, el tercer socio, tambi�n compa�ero de universidad. Gregorio relat� algo de sus problemas personales y como hab�a llegado a la oficina. Nelly le cont� que hace un par de meses hab�a roto una relaci�n larga. 3. LAS CHICAS INVITAN A GREGORIO A UNA REUNION SOCIAL La ayuda de Gregorio a Nelly fue un d�a mi�rcoles. El viernes siguiente en la ma�ana llegaron ambas chicas a la oficina de Gregorio. Nelly: Hola Gregorio. Gregorio: Hola, �c�mo est�n? Valeria: Nos vamos a juntar en mi departamento hoy en la noche como a las 8 y queremos invitarte. �Puedes? Gregorio: Pues con gusto. Ah� estar�. �Les llevo algo? Valeria: no es necesario. Te esperamos. Lleg� a la hora acordada, toc� el timbre y una voz masculina le respondi�. Supuso, correctamente, que era el otro socio de las chicas llamado Alberto. Este �ltimo hizo pasar a Gregorio. Al llegar vio con asombro que sus dos amigas tomadas de los brazos en posici�n de hacer vencidas. Interrumpieron la contienda y se pusieron de pie para saludar a Gregorio. Gregorio: �Es idea m�a o iban a hacer vencidas? Valeria: Si, jajajaja siempre las hacemos. Estamos en ejercitaci�n con pesas permanentemente. Gregorio: �Y qui�n es la que gana? Valeria: Normalmente Nelly gana. Esta maldita por ser m�s alta y pesar m�s necesita menos ejercitaci�n para tener m�s fuerza. Pero hay veces que le he ganado con la mano izquierda. Gregorio: �Cu�nto miden y pesan cada una? Si puedo preguntarlo claro. Nelly: Por m� no hay problema en que lo preguntes. Yo mido 1,78 y peso 88 kilos. Valeria: y yo mido 1,70 peso 75 kilos. �Y t� Gregorio? Gregorio: Peso lo mismo que t�, Valeria, y mido 1,75. Eso �ltimo le llam� la atenci�n a Gregorio. Valeria pesaba lo mismo que �l siendo 5 cent�metros m�s baja. En cuanto a Nelly , lo superaba en 13 kilos y no se ve�a gorda precisamente. Gregorio: Bueno, sigan entonces, no dejen que yo las interrumpa. Nelly: Muy bien, sigamos. Retomaron la contienda con la mano derecha, y , tal como se esperaba, fue Nelly quien venci�, luego de algunos segundos de forcejeo. Valeria: �Quieres probar fuerzas, Gregorio? Es solo un juego. Gregorio: Mmmm, podr�a ser. Nelly: Muy bien, �con cu�l de las dos quieres hacerlo? Todos captaron el doble sentido y estallaron en risas. Valeria: �Nelly! Si quieres ofrecerte, hazlo contigo no m�s no me involucres a m�. Volvieron a re�r. Gregorio (despu�s de pensar unos momentos): Bien, har� vencidas con Nelly. Valeria: �Por qu� elegiste a Nelly? Al parecer hiciste todo un an�lisis. Gregorio: Muy f�cil. Si gano, le gano a las dos. Y si pierdo solo habr� perdido con Nelly. Nelly: �Buen an�lisis! Vamos a las vencidas. Se iban a poner en posici�n pero Nelly interrumpi�. "Espera me voy a sacar el su�ter", dijo. Ese su�ter era color ladrillo, grande y subido pues era invierno. Se lo sac� y llevaba debajo un polo color amarillo claro. Ello permiti� que se viera sus dimensiones anat�micas realmente impactantes para Gregorio. Era ancha de espaldas con grandes brazos que parec�an tubos gruesos. Se alcanzaba a ver al aire sus grandes antebrazos a los que le segu�an mu�ecas y manos tambi�n grandes. R�pidamente concluy� que no iba a poder vencer a Nelly. Se pusieron en posici�n. Nelly: �Listo? Gregorio: Listo. Comenzaron los dos a hacer fuerza. Durante aproximadamente un minuto los dos hicieron fuerza sin lograr mover el brazo del otro. El pens� que ella a no iba a ganarle r�pido para que no pareciera que f�cil hacerlo. En un momento la fuerza de Nelly empez� a aumentar y Gregorio tuvo que ceder y perder la vencida contra su voluntad. Gregorio: Impresionante, nunca hab�a conocido a una mujer tan fuerte. Nelly: �Eso es un piropo? jajaja Gregorio: Es una observaci�n. Consid�ralo un piropo. Nelly: Gracias. Ella se acerc� a �l por sobre la mesa para que �l le diera un beso, a modo de saludo por fin de la competencia. El la bes� en la mejilla. Pas� la velada la cual fue muy agradable ya que todos congeniaron muy bien. En la medida que conversaban se hac�an bromas y se las respond�an, y la amistad de todos iba en aumento. A las 1 de la ma�ana Gregorio consider� prudente retirarse. Cuando se estaba despidiendo de Nelly su amiga empez� a decir algo. Ello permiti� que Gregorio mantuviera a Nelly abrazada por sus hombros, y ella lo mantuviera tomado por la cintura. Valeria (bromeando) : Creo que Gregorio est� cansado, mejor lo llevas en brazos a dormir. Gregorio: A esta hora ella tambi�n, as� que es dif�cil que ... En eso Gregorio se vio interrumpido ya que Nelly, se hab�a agachado para tomarlo de la pierna y lo alz� en sus brazos. Gregorio: Jajajjaa , siempre me sorprendes. Nelly: Como ves no estoy tan cansada. 4 UN ASADO EL FIN DE SEMANA En la semana siguiente se siguieron viendo en la oficina. Las bromas segu�an- El d�a jueves las chicas invitaron a Gregorio a un asado para el d�a s�bado en la casa de los padres de Valeria, quienes ten�an una parcela en las afueras de Santiago. Ellos no iban a estar el fin de semana. Cuando lleg� Valeria le abri� el port�n de entrada. Entro su auto y al bajarse lo estaba esperando Nelly. Se abraz� con Gregorio y se dieron un beso en la mejilla. Gregorio: Es un gusto verte de nuevo, amiga fortachona. Valeria: Con que fortachona, �eh? Nelly , hazle una demostraci�n de fuerza, creo que lo est� pidiendo. Nelly: Muy bien. Ni corta ni perezosa se agach� y carg� a Gregorio en su hombro, y camin� con �l todo el trayecto hacia donde estaba el asado. Todos re�an. Debe haberlo tenido as� un par de minutos, y no se ve�a cansada ni en lo m�s m�nimo. Lo baj�. La conversaci�n era con muchas risas. En un momento Gregorio empez� a bromear con Nelly y �sta le respond�a las bromas. Lo abraz� por los hombros y �l a ella por la cintura. Parece que les gust� porque se mantuvieron as� por minutos. En un momento alguien dijo que faltaban bebidas. Gregorio: Yo puedo ir en mi auto. Nelly: Vamos, yo te acompa�o. En ese momento suena el celular de Gregorio. Era para avisare que su madre estaba enferma y hab�a que llevarla al hospital. Le avis� a las chicas y les dijo que lamentablemente se iba a tener que retirar del asado. Todos lo sintieron, en especial �l porque pensaba que se pod�a estar iniciando algo con Nelly. Nelly: Ll�mame y me cuentas como va todo. Ya tienes mi celular Gregorio: Bien lo har�. La enfermedad result� ser no muy grave y su madre fue derivada a su casa a reposo. Llam� a NElly para contarle. 5. GREGORIO SE REENCUENTRA CON NELLY EN LA OFICINA El lunes siguiente estuvo toda la ma�ana en la oficina. Vio que la oficina de las chicas estaba cerrada. Como era de suponer estar�an en alguna obra o haciendo tr�mites. Como a las 3 de la tarde sinti� la llave que se abr�a. Pens� en que luego ir�a a ver cu�l de las dos hab�a llegado. Ten�a que mandar un mail en forma urgente y no pod�a esperar. A los cinco minutos sinti� pasos acerc�ndose. Entonces vio a Nelly entrar a su oficina. Gregorio de puso de pi� y se saludaron con un abrazo y beso. Ella ya estaba enterada de la salud de la mam� de �l. Nelly: Hola Gregorio. �C�mo est�s? Gregorio: Yo bien, m�s tranquilo con lo de mi mam�. �Y t�? Nelly: Bien, pero un poco apenada porque no nos adjudicamos una propuesta. Gregorio: �Esa propuesta en la que estuvimos trabajando el otro d�a? Nelly: No, otra. Esa en la que nos ayudaste se va a saber el resultado dentro de una semana. Gregorio: Bueno, no creo que sea la primera vez en la que no se adjudican una propuesta. Nelly: Por supuesto que no. Nos hemos adjudicado muchas y muchas otras no. Gregorio: �Entonces? Nelly: Es que me dio pena no m�s. Estaba claro que Nelly estaba con un comportamiento de ni�a con �l y que quer�a algo as� como mimos. Naturalmente Gregorio estaba dispuesto a darle el gusto. Segu�an de frente. La tom� de por los brazos y la empez� a acariciar y luego le subi� la mano para posarlas en sus inmensos hombros. Ella sonr�o y se agach� poniendo su cabeza en los hombros de �l. Luego Nelly rode� a Gregorio por la cintura. El sinti� la mezcla de su perfume con su olor personal, lo que le gust� mucho. La tom� por la cabeza y la empez� a acariciar en el pelo. Luego la bes� en la mejilla y le mantuvo sus labios pegados. Siguieron abrazados. Ahora �l le bes� el cuello en forma repetida. Ella emiti� un gemido de agrado. Luego la apret� con m�s fuerza y ella hizo otro tanto. Nelly: Uf, me dieron ganas de ir al ba�o. Gregorio: Bueno, ve y vuelve. Nelly: Bien, volver�. A pesar de que se iba a ver en unos minutos m�s ella se despidi�. Le dio un beso apretado en la mejilla y ella le dio a Gregorio una cari�osa palmada en el trasero. Luego ella lo sujet� de las manos y le dio un beso en la comisura de sus labios. Nelly: ya vengo, ahora si me urjo por orinar. Mejor esp�rame en nuestra oficina. El obedeci� y a los 5 minutos ella estaba de vuelta. Lo abraz� de nuevo y lo bes� en los labios. Se siguieron besando con lenguas. Se comenzaron a excitar. El la besaba y la manoseaba. Recorri� su trasero. Ella le tom� son fuerza las manos e hizo que acariciara tus senos. La oficina de las chicas estaba en un segundo piso y ten�a vista a una plaza. La vista era bonita porque el tiempo estaba c�lido, pese a ser fines de invierno. Abrazados y bes�ndose miraban la plaza comentando que el tiempo estaba hermoso, y que hab�a sido hecho para ello. La erecci�n de Gerardo era notoria bajo su pantal�n y no sacaba nada con disimularla. En la oficina de las chicas hab�a un sof�. Los dos lo miraron y al parecer tuvieron la misma idea. �l hizo un gesto con la cara y boca mirando el sof� como dici�ndole a ella que pod�an hacer el amor ah�. Nelly lo entendi� perfectamente y qued� pensativa unos instantes. Nelly: Mmmm en cualquier momento va a llegar Valeria. Gregorio: �Puedes ir a mi departamento ahora? Nelly: Vamos. El trabajo que tengo puede esperar hasta ma�ana. Voy a llevarme el computador y lo veo en mi casa. Salieron de la casa tomados de la mano, y cuando se dirig�an al auto de Gregorio encontraron a Valeria que ven�a llegando a la oficina. Ella mir� a Nelly medianamente sorprendida. Ya era cerca de las 5 de la tarde. Nelly: Vamos a tomar un caf� con Gregorio y me va a ayudar con el proyecto. Valeria: Bien, �vuelves? Por coincidencia Nelly y Gregorio dijeron "no" al un�sono. Los tres rieron de eso. Valeria (dando un gui�o): Bueno, no gastes mucha energ�a porque te voy a desafiar a vencidas. Esta semana he hecho mucho ejercicio de brazos. Ese comentario mereci� una sonrisa de ambos. Llegaron al auto de Gregorio y enfilaron a su departamento. Gregorio: Me dio risa el comentario de Valeria de las vencidas, �habr� sospechado algo? Nelly: Dalo por hecho. Gregorio: jajajajjaa Nelly: Ya s� que no importa pero igual no me va a preguntar. Somos muy amigas pero no somos chismosas como otras mujeres. Gregorio: Interesante. Nelly: Eso de tener intimidad contigo pretend�a que lo hici�ramos en el asado de la parcela, pero ocurri� tu llamado. Gregorio: creo que para eso �bamos los dos. Nelly: Me gustas mucho Gregorio. Y t� a mi coraz�n Llegaron a al departamento de �l e hicieron el amor m�s de una vez. Y as� se fue iniciando una relaci�n que durar�a en forma indefinida.