HIEDRA VENENOSA - LA MUCAMA por Hiedra� venenosa1111@yahoo.com.ar � Natalia trabajaba como empleada domestica en una casa de clase alta. El �nico problema en su trabajo era que por las tardes siempre se quedaba sola en la casa con el abuelo de la familia, un viejo de 81a�os que estaba en silla de ruedas y que se la pasaba haci�ndole comentarios sexuales, mir�ndola libidinosamente, dici�ndole groser�as e intentando espiarla cuando ella de cambiaba de ropa. No era para menos, ya que Natalia, con sus 26 a�os, entrenaba su cuerpo obsesivamente en el gimnasio y con clases de aerobics, esto sumado a que ella de por si ten�a un f�sico exuberante. � El viejo hab�a tenido un ataque cardiaco recientemente, pero se hab�a recuperado y estaba de vuelta en la casa. Se lo ve�a un poco m�s d�bil y menos propenso a propasarse con ella. Sin embargo, Natalia sinti� el impulso de hacerle pagar al viejo sus groser�as pasadas. � Por eso preparo un uniforme especialmente para la ocasi�n, lo hizo m�s corto, ajustado y escotado y en lugar de llevar sus usuales medivachas, visti� unas medias negras con portaligas. � Ten�a toda la tarde a solas para jugar con �l. Ni bien entro en el living donde se encontraba el viejo, sinti� su mirada sobre ella. Tranquilamente tomo una escalera y la utilizo para alcanzar los estantes mas altos de la biblioteca, no porque fuese necesario limpiar esa parte, sino porque ella sab�a que de esa forma podr�a, disimuladamente, estimular visualmente al viejo. El viejo la miro subir escal�n por escal�n, a cada paso que ella daba pensaba que iba a detenerse, pero no, Natalia continuo subiendo lentamente, con cada escal�n el viejo pod�a ver con mas detalle la peque�a bombacha blanca de algod�n, que no lograba cubrir el exuberante y firme culo, esto sumado a las medias blancas con portaligas. Fue demasiado para el viejo, que siempre hab�a deseado febrilmente a Natalia pero que nunca hab�a podido apreciar mas que sus piernas. La imagen lo hizo jadear mientras su coraz�n se aceleraba. Natalia lo miro brevemente y disimulo su sonrisa al ver al viejo con la mand�bula ca�da. Lentamente llego al escal�n mas alto y se inclino hacia adelante. El viejo sinti� que su miembro empez� a responder a lo que estaba viendo. Luego de limpiar por unos minutos, Natalia bajo los escalones y miro al viejo. � - Tiene la camisa afuera del pantal�n - le dijo. � Se acerco r�pidamente a �l y antes de que pudiera reaccionar se agacho y comenz� a acomodar la camisa del viejo dentro del pantal�n. Las manos de Natalia rozaron brevemente el miembro erecto del viejo. Esto, por supuesto, sumado al exuberante escote que tenia a pocos cent�metros de la cara. Esto fue demasiado para el viejo, quien en un gesto brusco tomo a ella por la cintura y comenz� a pasar torpemente su lengua por sus pechos. Natalia retrocedi� r�pidamente, alej�ndose del viejo. � - Que est� haciendo!? El viejo la miro jadeante, su erecci�n era evidente en sus pantalones. La miro con una sonrisa maliciosa. � - Si pones tus tetas en mi cara, yo las voy a chupar. No tengo m�s remedio. � - Eso est� mal hecho! � Natalia se acerco y se sent� sobre la falda del viejo. Desabrocho los primeros botones de su uniforme, dejando sus enormes tetas completamente expuestas. � - As� que h�galo bien � Ella no llevaba corpi�o, los ojos del viejo se sal�an de sus orbitas. Ella lo tomo por la nuca y lo empujo suavemente, poniendo la cara del viejo entre sus pechos. El viejo empez� a chupar y manosear desesperadamente, intentando abarcar completamente el enorme tama�o de las tetas de Natalia. El viejo sinti� un leve dolor en el pecho, pero decidi� ignorarlo. Con su mano izquierda ella abri� el cierre del pantal�n y tomo su miembro entre sus dedos. Comenz� a acariciarlo con movimientos suaves, ascendentes y descendentes. El viejo gem�a pesadamente. Ella fue aumentando lentamente el ritmo y la presi�n de su mano. En pocos segundos el viejo estaba al borde del cl�max. Ella lo not� y se detuvo. Se dio vuelta y apoyo su culo contra el miembro del viejo, que quedo atrapado entre los firmes gl�teos de ella. Comenz� a hacer movimientos ascendentes y descendentes con su culo. El viejo estaba completamente superado por la situaci�n e intentaba mantener el control y tratar de pensar en lo que estaba sucediendo: "�por qu� est� haciendo esto?, ella siempre me evit� y... ooohhhh!..." Natalia hab�a acelerado el ritmo de su movimiento y eso fue demasiado para el viejo, que sinti� un escalofri� anunciando un orgasmo explosivo, su coraz�n golpeaba salvajemente en su pecho, todos los m�sculos de su cuerpo se tensionaron. Pero ella se detuvo. � Natalia se puso de pie y miro al viejo. Su estado era deplorable: jadeaba pesadamente y estaba cubierto de sudor. Ella sab�a que la excitaci�n causada por una joven chica como ella le resultar�a muy exigente al deteriorado cuerpo del viejo, pero no esperaba verlo en una condici�n tan penosa. � - �Se siente bien? - dijo ella divertida. � El miembro del viejo estaba duro como una roca y se mov�a con peque�os espasmos con cada latido de su coraz�n. � Natalia se arrodill�, ubic�ndose entra las piernas del viejo y apoyado sus manos sobre los muslos de �l comenz� a acariciarlo lentamente, acerc�ndolas cada vez mas al miembro del viejo hasta solo rozarlo. El viejo jade� ante la expectativa del contacto. Natalia lo miraba con una leve sonrisa de malicia mientras se acercaba y volv�a a alejarse nuevamente. El viejo movi� sus caderas involuntariamente. Sinti� una un nuevo dolor en el pecho. � - No me siento muy bien... � Natalia tom� el miembro del viejo con ambas manos y empez� a acariciarlo lentamente, el viejo gimi� de placer. � - Seguro? a mi me parece que lo est� disfrutando? � Ella continu� subiendo y bajando su mano derecha a lo largo del miembro del viejo, mientras con la izquierda masajeaba los test�culos, el viejo respiraba pesadamente, gimiendo cuando ella envolv�a la punta de su pene y le daba un peque�o apret�n. El viejo empez� a tensarse ante la nueva cercan�a del orgasmo, entonces ella solt� su miembro completamente. El viejo gimote� de frustraci�n. � - ...por dios... qu�? � El viejo se encontr� con la mirada maliciosa de Natalia. � - Me parece que es mejor que nos detengamos, esto podr�a ser malo para su salud. � El viejo, luchando contra el deseo salvaje que ella le hab�a generado y consciente del creciente dolor en su pecho, asinti�. � - ...si, no me siento bien... mejor deteng�monos. � - Esta seguro?- pregunto ella � El viejo asinti�. Natalia se acerco un poco mas y puso el miembro del viejo entre sus tetas. Entonces con ambas manos las junt� para aprisionarlas sobre el pene. � - Esta seguro? - volvi� a preguntar. � El viejo asinti� nuevamente. � - Si, si, basta por favor... � Natalia apret� aun mas sus tetas, envolviendo el pene del viejo. Y comenz� a subir y bajar. El viejo dio un gemido de desesperaci�n. � - Esta seguro? - volvi� a preguntar ella en un susurro � El viejo no contest� esta vez. Sin detener el aprisionamiento del miembro del viejo empez� a lamer la punta, lo que hizo que el soltara otro gemido mientras todos sus m�sculos se tensionaron con el comienzo del orgasmo. Entonces ella se detuvo nuevamente, y dejo de tocarlo completamente. � El viejo, jadeante y sudoroso. hizo un gesto de frustraci�n. �O de dolor?. Porque la presi�n que sent�a en el pecho se hac�a cada vez m�s insoportable. � Natalia se puso de pie y le sonri� al viejo mientras se desabrocho los botones restantes y se lo quit� lentamente. La visi�n del tonificado cuerpo de Natalia llevando solamente la peque�a bombacha blanca con el portaligas y las medias negras le cort� el aliento, a pesar del intenso dolor que sent�a en el pecho, el pene del viejo se convulsionaba de excitaci�n. Nunca una mujer lo hab�a excitado tanto. Entonces ella se dio vuelta y, d�ndole la espalda al viejo, empez� a juguetear con la su bombacha, estir�ndola, baj�ndola un poco y volvi�ndola a subir mientras contoneaba sensualmente sus caderas. Esto fue demasiado para �l. Siti� una puntada aguda en su pecho. � - Ahhhh! mi coraz�n! me duele! � Natalia giro su cabeza y lo mir� con ojos depredadores. � - Yo s� lo que necesita para calmarse. � Entonces, de un tir�n, rompi� la bombacha, la arranc� y arrojo el diminuto pedazo de tela restante al suelo. Se acer� al viejo, le separ� las rodillas y se sent� lentamente sobre �l, d�ndole la espalda. El viejo mir� como su pene entraba lentamente en la apretada vagina de Natalia. Dio un gemido � - Ahhh! por dios! que est�s haciendo? � - Hacerlo sentir bien... � Natalia se levant� lentamente hasta que solo la punta del pene del viejo qued� dentro de ella, entonces volvi� a bajar hasta el fondo, haciendo que el viejo gima nuevamente. Repiti� lentamente el movimiento, el viejo empez� a respirar entrecortadamente y estaba empapado en sudor. Estaba al borde del orgasmo. Natalia volvi� a subir, todav�a m�s lentamente, el cuerpo del viejo se tens� involuntariamente ante el orgasmo inminente, pero Natalia se detuvo nuevamente justo antes de que el miembro del viejo saliera completamente de su vagina. El viejo grit� de frustraci�n y dolor, un solo movimiento m�s de Natalia era suficiente para hacerlo eyacular� violentamente, pero Natalia se mantuvo quieta. Giro su cabeza y miro al viejo con una sonrisa, �l la miro suplicante. Natalia se mordi� el labio inferior y lentamente empez� a mover sus caderas en c�rculos, el viejo gimi� ruidosamente. Manteniendo los movimientos circulares, ella se desliz� nuevamente hacia atr�s, el pene del viejo volvi� a desaparecer dentro de ella. � - �Por favor, basta, basta! �no puedo soportarlo! - gimi� el viejo � � El viejo la tom� por la cintura, intentando quit�rsela de encima, pero se encontraba tan d�bil a causa de las sucesivas provocaciones a las que ella lo hab�a sometido que a Natalia no le cost� ning�n esfuerzo continuar con sus movimientos. Y comenz� a moverse en forma m�s consecuente, en c�rculos y de arriba hacia abajo, repitiendo los movimientos cada vez m�s r�pido. � El viejo sinti� un dolor insoportable en el pecho, grit� de dolor y utiliz� todas sus fuerzas para detener a Natalia, pero ella empez� a moverse con mayor ferocidad, mont�ndolo con violencia. Los esfuerzos del viejo solo lograron romper uno de los el�sticos del portaligas. Entonces ella se movi� hacia atr�s y apoyo todo su cuerpo contra el viejo, recost�ndose sobre �l, manteni�ndolo dentro de ella. Entonces tom� ambas manos del viejo y las apoyo sobre sus enormes pechos. El viejo ya no pudo soportarlo y empez� a convulsionarse. Natalia gir� su cabeza y le susurr� al o�do: � - �Ya vas a eyacular, viejo de mierda? � Con un alarido, el viejo estall� y empez� a expulsar chorros de semen dentro de Natalia. Ella continu� implacable con sus movimientos, orde�ando al viejo durante el orgasmo. El viejo continu� eyaculando durante quince segundos, nunca hab�a tenido un orgasmo tan intenso en toda su vida. Una vez� terminado, ella sali� de encima y, mientras volv�a a vestirse, miro al viejo que agonizaba victima de las exigencias a las cuales Natalia hab�a sometido a su d�bil coraz�n. � Cuando el viejo dejo de respirar, ella lo limpi� y le acomodo la ropa. Toda la familia del anciano supuso que hab�a muerto de causas naturales.