FLORA, CONTADORA Por Esper, esper_cl@yahoo.es Axel tiene problemas con su esposa. En su trabajo conoce a Flora, quienes es una contadora. Desde un primer momento le llama la atención que es corpulenta y fuerte. AXEL COMIENZA CON PROBLEMAS MATRIMONIALES A los 45 a�os Axel estaba teniendo una crisis matrimonial con su esposa Catalina. Uno de los problemas era el sexo, el que hab�a perdido el encanto, y se estaba haciendo cada vez menos frecuente. Sospechaba que ella le estaba poniendo los cuernos desde hace un tiempo. Eran comunes las llegadas tardes sin anunciar, en la cuales casi siempre dec�a que hab�a ido a tomar caf� con alguna amiga, que hab�a ido a un "happy hour" o que se hab�an juntado en una casa a conversar. Adem�s ella hab�a organizado viajes a Argentina con grupos de amigas, seg�n ella, de los cuales se hab�an hecho unos 3 o 4. Aparte del problema con el sexo, y quiz�s por lo mismo, la comunicaci�n se hab�a puesto distante y ahora el uno le contaba menos al otro sus noticias y problemas. Socialmente se mostraban como el matrimonio feliz, lo cual era una hipocres�a, que a Axel no dejaba de incomodarlo. Ellos viv�an en un barrio acomodado de Santiago de Chile, especialmente por darle el gusto a Catalina, puesto que proven�a de una familia adinerada y de linaje. Axel era de una familia de clase media alta, de padres profesionales, y era socialmente aceptado por la familia de Catalina. Los hijos de ellos, Sim�n y Giselle, ten�an los dos 24 a�os, pues eran mellizos. Nacieron fruto de un embarazo no deseado de Catalina con Axel, cuando a los 21 a�os eran novios. Fue entonces cuando decidieron casarse. Por esos a�os, su relaci�n de pareja andaba bien y el embarazo no hizo m�s que adelantar el enlace. EN SU TRABAJO, COMIENZAN LOS PRIMEROS CONTACTOS CON FLORA De profesi�n ingeniero en inform�tica, Axel trabajaba en el departamento comercial de una empresa dedicada a los softwares de las �reas contable, comercial, tributario, laboral etc. Con frecuencia le tocaba atender problemas que ten�an los clientes. Le correspond�a precisamente supervisar a quienes atend�an las consultas, e intervenir cuando hab�a casos con una mayor complejidad. En su secci�n ten�an catalogados a los clientes, seg�n la frecuencia de los llamados y la forma de comunicarse. Estaban los tranquilos, los neur�ticos, los olvidadizos, los paranoicos, los insistentes etc. En general Axel no atend�a clientes. Sin embargo a veces los visitaba selectivamente, para tener una idea de c�mo funcionaban sus productos, los vendedores y sus soportes. Tambi�n ocurr�a que hab�a reclamos o problemas lo suficiente complejos para que se ameritara la presencia de �l. En m�s de una ocasi�n la presencia del jefe era solicitada por los mismos clientes. Fue as� como conoci� a Flora. Ella era la administradora de un colegio. Con el tiempo Axel supo que era contadora de peque�os negocios y empresas, y que trabajaba en las ma�anas en el colegio. En esta funci�n le correspond�a el pago de sueldos, la contabilidad y mantener al d�a la informaci�n de pagos de los alumnos. Flora hab�a sido catalogada por el personal la empresa como "insistente". Llamaba una y otra vez para que le aclararan aspectos del software que el colegio hab�a adquirido. Dec�a que no le hab�an proporcionado una aplicaci�n que seg�n ella hab�a solicitado. En un almuerzo alguien se refiri� a ella como "Florero", dado que tend�a a captar atenci�n. Luego de no haber obtenido respuestas satisfactorias de los empleados de la empresa, pidi� hablar con el jefe el que era precisamente Axel. De esa forma se inici� el contacto. En la primera llamada, ella se dedic� a explicarle los problemas que ten�a. A pesar de que Axel no le dijo cosas muy diferentes a las que hab�an dicho sus subordinados, Flora qued� algo m�s tranquila. A�n as� que quedaron preguntas. Despu�s de cortar, Axel qued� pensando en Flora y la conversaci�n que hab�a tenido. Su tono de voz era firme y seguro, pero no agresivo. Su voz era m�s bien grave. A ratos lo trataba de Usted y a veces lo tuteaba. Por la forma de hablar, en cuanto a palabras y acento, decididamente era de clase media o media baja, muy distinta a lo que estaba acostumbrado con su esposa Catalina y sus amigas. Por alguna raz�n que Axel no supo explicar en el momento, Flora le result� agradable. Quiz�s era una especie de relajo hablar con una mujer bastante diferente a su esposa, en cuanto a modo de ser y costumbres sociales. Dado que Axel ten�a que visitar clientes en forma selectiva, encontr� que era una buena idea ir al colegio de Flora a conocer el funcionamiento de su servicio de software. Pensaba llamarla para concretar una visita, pero se adelant� un llamado de ella: FLORA: Buenos d�as Axel. AXEL : Buenos d�as Flora. FLORA: Tengo un par de consultas que hacerte. En primer lugar... AXEL (interrumpe): Espera un poco. Disculpa. Ma�ana tengo que salir a terreno a visitar clientes. Si est�s de acuerdo te puedo pasar a ver. FLORA: Estoy de acuerdo. �C�mo a qu� horas vendr�as? Estoy hasta las 13:30 en el colegio y despu�s me voy a mi oficina propia. AXEL: Entre las 12 y las 13, puedo llegar. FLORA: Muy bien. Te espero. Voy a tener el placer. Hasta ma�ana AXEL: Yo tambi�n, hasta ma�ana FLORA Y AXEL SE CONOCEN EN PERSONA Axel lleg� al colegio donde trabajaba Flora un poco despu�s de las 12. Se anunci� en la porter�a, le avisaron a Flora y ella sali� a recibirlo. Axel le extendi� la mano. Se dieron un apret�n y se acercaron para darse un beso en la mejilla. Para �l, Flora estaba dentro de lo que habr�a imaginado. Era aproximadamente de su edad, de clase media. Vest�a de pantalones azules y un su�ter blanco. Pocos adornos y joyas portaba. Sus u�as estaban bien cortadas, pero no llevaban pintura. En la cara llevaba poco maquillaje. Era morena con el pelo ondulado, casi rizado, y lo llevaba a los hombros. Sus ojos eran de un color extra�o, algo as� como caf� claro. Med�a alrededor de 1,70 y era muy corpulenta. Cuando se dieron la mano �l se pudo dar cuenta que la de ella era mucho m�s grande. Llegaron a la oficina de ella, la que era sencilla m�s o menos de dos metros por uno y medio. Cerr� la puerta con lo que lograron tener privacidad. Se fueron de inmediato al computador y se pusieron a examinar el software de la empresa de Axel. La reuni�n fue provechosa para los dos. Gracias a las explicaciones de Axel, Flora entendi� mucho mejor el sistema. Y adem�s se dio cuenta que no era necesario que comprara las funciones adicionales. FLORA : T� s� que explicas bien, Axel. Y eres muy agradable. De aqu� en adelante te voy a consultar a ti. AXEL: Gracias, pero yo soy supervisor. Se supone que los ejecutivos de soporte son quienes se relacionan con los clientes. Yo por excepci�n debo ver estas cosas, FLORA: �C�mo es eso? �Acaso, no es el cliente el que tiene la raz�n? Yo quiero que me atiendas t�. AXEL: Feliz lo har�a, pero te va a costar encontrarme muchas veces. Salgo a terreno y paso en reuniones y no estoy dedicado a recibir de clientes. Flora: mmmmmm ... . Bueno, que pena. Pero igual me gustar�a que en el futuro me atiendas t�. �Y sabes? Yo soy bien insistente. AXEL: De eso ya me he dado cuenta. Jejeje. FLORA Y AXEL SE ENCUENTRAN EN UNA ESTACION DE SERVICIO Y TOMAN UN CAF� Algo as� como un mes despu�s de la reuni�n con Flora, un d�a en la tarde cerca de las 18 horas, Axel pas� a tomarse un caf� a un centro de comida de una gasolinera. El destino quiso que se encontraran. Hab�a solamente una persona en la cola de la caja. A pesar de que estaba de espaldas a �l, reconoci� de inmediato a Flora. La llam� por su nombre y ella se dio vuelta. FLORA (cordial y c�lidamente): �Hola Axel! Se dieron un abrazo y beso y Flora le sujet� la mano unos segundos m�s. AXEL: �En qu� andas? FLORA: Fui a comprar a los outlets. Y pas� a tomarme un caf�. AXEL: Andaba viendo clientes, pero ya termin�. Y tambi�n pas� a tomar un caf�. FLORA: O sea tienes un tiempo. Tomemos juntos el caf�. AXEL: Excelente. Comenzaron la conversaci�n. AXEL: �Eres casada? FLORA: S� y no. AXEL: �C�mo es eso? FLORA: Estamos muy distantes hace a�os. Cada uno hace su vida aunque vivimos en la misma casa. AXEL: �Y no han pensado en separarse? FLORA: No. Como que nos hemos acostumbrado as�. AXEL: �Tienes hijos? FLORA: Dos hijas mujeres de 22 y 20. �Y t�?, cu�ntame de ti. AXEL: Soy casado. Tengo mellizos, hombre y mujer de 24 a�os. FLORA: Qu� lindo tener mellizos. Deben ser muy felices. AXEL: Los mellizos claro que dan felicidad. Pero si te refieres a mi matrimonio, las cosas no andan muy bien. No ser�a raro que dentro de poco estemos igual que Ustedes. Nos hemos alejado mucho. FLORA: �Qu� distra�da es tu se�ora! Muchas se quisieran un "pituquito" como t�. AXEL: Jajjajajaja �Un pituquito? �Yo? El t�rmino "pituquito", abreviatura de "pituco", se usa en Chile para referirse a personas de clase alta. A ojos de Flora, Axel definitivamente lo era. FLORA: Claro que s�. Eres un pituquito buenmozo y simp�tico. AXEL: Gracias por lo de buenmozo y simp�tico, pero no me considero pituco. Soy bien normal. Mi se�ora s� que lo es. FLORA: Bueno, no tiene nada de malo. AXEL: Si s�, pero me da risa que me lo digas. FLORA: En cambio yo, soy atorrante Axel volvi� a re�r. AXEL: Para nada mujer. No s� por qu� dices eso. FLORA: Es broma. Siguen conversando temas profundos y livianos, en lo cual se entretienen bastante los dos. Despu�s de unos 20 minutos, Axel mira la hora. FLORA: �Tienes algo que hacer que miras la hora? AXEL: S�, tenemos invitados a cenar. FLORA: Ah, est� bien, igual me entretuve conversando contigo AXEL: Yo tambi�n. FLORA: �Sabes? Quisiera comprar un software de ustedes para mi oficina contable. AXEL: Me parece muy bien. FLORA: Quiero que me ayudes a escogerlo e instalarlo. Ambos se dieron cuenta de que Flora no solo estaba interesada en el software, sino que adem�s buscaba un motivo para volver a verse a solas con Axel. AXEL: Con gusto. FLORA: Tengo tu tarjeta. Ah� sale tu celular si no me recuerdo mal. AXEL: As� es, �me das el tuyo? Esa �ltima petici�n del celular de Flora por parte de Axel, fue una especie de confirmaci�n de que el tambi�n interesado en que se vieran. Flora tom� el lapicero que �l llevaba el bolsillo de la camisa, fue a la caja a pedir un papel, volvi� y anot� el n�mero. Luego puso en el bolsillo de Axel el lapicero con el n�mero de su tel�fono m�vil. AXEL SIGUE CON PROBLEMAS MATRIMONIALES Y VA A CONOCER A LA OFICINA DE FLORA Dentro de la semana siguiente las cosas siguieron igual o peor para Axel en su matrimonio. Confirm� sus sospechas acerca de que su esposa Catalina ve�a a alguien m�s. Un par de veces la vio en un auto que no era el de ella. Al acompa�ante lo reconoci� y era un compa�ero de colegio de ella al que le dec�an "Kiko". Un mes atr�s hab�a contestado el celular de ella mientras se duchaba en la tarde y result� que llamaba el mismo Kiko. Se vio turbado cuando contest� Axel, y luego le dijo que la llamaba para confirmar que se iban a juntar los ex compa�eros de curso. Axel se fij� que su esposa ten�a grabado el nombre y tel�fono de Kiko en su m�vil. Esa llamada lo dej� un tanto intrigado, y ahora al haber visto a Catalina con Kiko todo pasaba a tener una sola explicaci�n. Por m�s de una raz�n su mente la puso en Flora. Se sent�a atra�do por ella, y dem�s se daba cuenta como para ella �l le resultaba atractivo. Era mucho m�s agradable pensar en eso que sentirse amargado por la infidelidad de Catalina. Por si fuera poco, sent�a que lo hecho por su se�ora le daba licencia para tener aventuras u otras relaciones, m�s all� del nombre que tuvieran. Al d�a siguiente en la tarde, Axel llam� a Flora a su celular. FLORA: Hola Axel, �c�mo est�s? AXEL: Bien y t�. Estaba registrando tu tel�fono y aprovech� de llamarte. FLORA: Bien me parece. Yo tambi�n iba a llamarte. Compr� el software para contadores, as� que quer�a que me ayudaras a instalarlo. AXEL: No es dif�cil, es auto explicativo. Pero puedo aprovechar de verlo contigo cuando me toque salir a terreno. FLORA: �Cu�ndo ser�a eso? AXEL: ma�ana y el viernes me toca salir. FLORA: �Puedes venir el viernes como a las 5 a mi oficina? AXEL: Claro ... A pesar de que los viernes se trabajaba hasta las 5, Axel no tuvo problema en hacer reuni�n en ese horario con Flora. Sab�a que iba a ser mitad relajo y mitad trabajo, y probablemente m�s lo primero. Lleg� el viernes y a las 5 Axel se hizo presente en la oficina de Flora, la que estaba a unas 20 cuadras del centro de Santiago. El lugar era una casa antigua, bien mantenida. En el primer piso funcionaba una empresa de venta y arreglo de computadores y en el segundo estaba la oficina de Flora. Pens� que era de esas construcciones en la cual originalmente en el primer piso hab�a una vivienda y otra en el segundo, con entradas separadas. Subi� al segundo piso donde Flora lo estaba esperando. Se abrazaron y le dio un c�lido beso en la mejilla. Entraron al despacho de ella. Se escuchaba la voz de otra mujer hablando por tel�fono. "Es mi socia quien habla, tiene que irse luego, de modo que el software lo voy a ver yo". Flora estaba en ese momento con un pantal�n de mezclilla negro y una polera de manga corta tambi�n negra, con cuello y botones. Como calzado llevaba zapatillas deportivas. Sin duda que era una tenida c�moda de d�a viernes para trabajar sin atender clientes. Su tama�o de hombros, brazos, piernas y cuello se pod�a ver perfectamente. La musculatura se notaba por todas partes. De no ser por el calzado, ella podr�a verse como un guardia de seguridad. FLORA: Est�s con la corbata puesta. �Por qu� no te la sacas? Ac� no hace falta tanta formalidad. AXEL (sonriendo): Porque estoy trabajando. FLORA: Vamos a sacarla. Ella misma la afloj�, desaboton� el primer bot�n de la camisa de �l, deshizo el nudo de la corbata y la sac�. La enroll� y la dej� sobre su escritorio. Dio dos golpes suaves en el pecho de Axel y le mantuvo la mano apoyada. Axel se la tom� y sonri�. As� estuvieron unos segundos. Ella tambi�n sonri�. Fue como el comienzo del contacto f�sico. FLORA: As� est� mejor. A los pocos minutos apareci� la socia, cuyo nombre era Myriam, quien hab�a estado trabajando en la oficina contigua. Fueron presentados con Axel. Los tres conversaron por un rato sobre el sistema de su empresa. Myriam era un poco m�s baja que Flora y bastante menos corpulenta. Ten�a pelo casta�o liso, y se ve�a atractiva dentro de su estilo. Luego se retir� porque ten�a que recoger a su hijo. En el despacho de Flora estaba un computador tipo "desktop" al costado se su escritorio. Lo encendi� y se conect� al software que ya hab�a adquirido. Una de las primeras preguntas de Axel fue acerca de c�mo respalda la informaci�n. Ella comenz� a explicar. "Si�ntate t� frente al computador para que teclees y yo te voy diciendo". Dicho y hecho. �l le estuvo dando varias recomendaciones. Flora tom� un cuaderno y comenz� a anotar. Cuando Axel ten�a que encontrar un sitio en el computador Flora le tomaba la mano sobre el mouse para guiarlo. �l pod�a notar la mano grande de ella y sus tambi�n grandes mu�ecas y ante brazo. Adem�s de tomarle la mano, Flora le pon�a la otra mano en el hombro y la espalda de �l. Axel actuaba como si eso fuera de lo m�s normal, pero la respiraci�n se le agitaba. Cambiaron de posici�n y ella se sent� para manejar el computador bajo la gu�a de Axel. Fue �l ahora quien le puso la mano sobre la espalda la que percibi� grande y fuerte en consonancia con sus manos y brazos. Hasta pudo sentir la musculatura de sus hombros, lo que lo dej� impresionado. Cuando se acercaba para indicarle algo en la pantalla pon�a su cara cerca del pelo de ella. Ambos segu�an actuando con naturalidad. Se escucharon unos gritos en la calle. Acudieron a la ventana a ver qu� ocurr�a. Era solo un grupo de j�venes vociferando. Cuando miraban, Flora lo abraz� con su brazo derecho por los hombros. Era un poco m�s baja que �l, de modo que no le era inc�modo hacerlo. �l la rode� con su brazo izquierdo por la cintura. As� se mantuvieron. Axel tuvo la osad�a de bajar la mano a la cadera de ella, y sentir con su antebrazo el trasero de la contadora. No hubo reacci�n de ella, por lo que �l entendi� que no hab�a problema. Luego se puso a recorrerla alternadamente en la cadera y cintura moviendo su mano de arriba a abajo y de abajo hacia arriba. Ella puso la mano que ten�a libre en el pecho de �l, lo acarici� y presion� con fuerza. Sintieron entonces una llave que abr�a la puerta y alguien que sub�a la escalera. "Es Myriam que debe hab�rsele quedado algo", dijo Flora. Se soltaron. Lleg� Myriam al segundo piso donde ellos estaban. MYRIAM: Vine a buscar unos documentos, porque el lunes tengo que irme directo a impuestos internos. Estoy atrasada para ir a buscar a mi hija. Salgo de inmediato. FLORA: Muy bien Myriam pareci� sospechar que algo pod�a haber entre Flora y Axel , y no quer�a ser un estorbo. �l pens� que Myriam deb�a saber de la escasa relaci�n entre ella y su esposo. Tom� una carpeta con documentos y sali� r�pidamente diciendo un escueto "Chau, chau..". FLORA: ven a ver la vista de este costado. Se dirigieron a una ventana que estaba perpendicular a la anterior. En ella se apreciaba una vista urbana, con el cerro San Crist�bal detr�s. El tipo de luz de la puesta de sol hab�a hac�a m�s hermosa la vista. Ahora fue Axel quien la abraz� por los hombros y Flora quien lo tom� por la cintura. Aplic� la misma fuerza. �l volvi� a acariciar sus hombros y brazos. Sinti� nuevamente la musculatura de ella y su cuerpo grande y s�lido. AXEL: Eres grande y fuerte, por lo que veo. FLORA: S�, lo soy. �Cu�nto pesas? AXEL: 80 kilos FLORA: Yo peso m�s de 80 kilos, ahora debo estar en unos 84. AXEL: �Y cu�nto mides? FLORA: �1,70 y t�? AXEL: 1,77 FLORA: Mi peso no es por grasa, es sobre todo m�sculo. AXEL: As� lo noto. �Hagamos vencidas? FLORA: Bien. Hag�moslas. Ella se sent� en el escritorio en el que trabajaba y Axel en la silla del otro lado. Se tomaron los brazos y empezaron a forcejear. FLORA (en medio de forcejeo mira a Axel): tienes m�s fuerza de la que me imaginaba. �l sigue haciendo fuerza, pero no lograba su objetivo de hacer que flora cediera. FLORA: Pero yo tengo m�s. Dicho eso, dobla el brazo de Axel y ella gana la contienda. AXEL: me ganaste, pero no me sorprende. Siguieron tomado de las manos en un gesto de caricia. Flora se pone de pi�. Axel hace otro tanto y se abrazan de frente. �l le acaricia el pelo, las orejas y le besa el cuello. Le besa entonces la cara y se acerca a los labios con la boca. Fue Flora quien lo bes� primero en los labios y luego se contactan sus lenguas. Ella siente el bulto del pene erecto bajo el pantal�n. Mira hacia abajo. Flora: �qu� hay por aqu�? AXEL: jajajaja Ella baja su mano, le desabrocha el pantal�n y le abre el cierre. Le toma el pene lo que pone a Axel extremadamente caliente. Con la otra mano le toma los test�culos y se los acaricia. AXEL: Vamos a un motel. FLORA: Tengo un par de colchonetas en las que hago abdominales en la pieza del costado. Esp�rame un poco. Acudi� a su escritorio, abri� un caj�n y sac� un paquete que ven�a envuelto en una bolsa de farmacia. Lo abri� y eran condones. Flora: Quiero que los uses. Estoy en mi periodo f�rtil. AXEL: Muy bien. Mientras ella abr�a la caja �l la empez� a acariciar por detr�s. Le meti� la mano por la espalda de ella y la acarici� directo en la piel. Pas� su mano a la barriga y pudo sentir sus m�sculos abdominales los que lo dejaron bastante impresionado. Fueron a la pieza del costado y vio que no solo estaban las colchonetas, sino que adem�s hab�a unas pesas de tama�o menor para hacer ejercicios. Se volvieron a besar apasionadamente. Flora le tom� el pene otra vez con lo que se puso duro como un resorte. Se terminaron de desnudar. FLORA: Quiero subirme arriba tuyo. �l se puso de espalda en la colchoneta con su pene apuntando al cielo. Flora se subi� mir�ndolo a �l. Comenz� a moverse. Mientras lo hac�a Axel le tomaba las tetas y los brazos, sintiendo sus b�ceps y tr�ceps, lo cual lo impresionaba y lo dejaba a�n m�s caliente. Flora segu�a moviendo y gem�a. "Mi pituco rico", le dec�a. Pese al cond�n, �l estaba muy caliente y disfrutaba los movimientos de ella. Lleg� el momento del orgasmo de Flora. Emiti� gemidos fuertes y grit� un par de palabrotas. Con el pene a�n dentro de su vagina ella se acach� un poco y el pelo le toc� el pecho a �l. La empuj� para que se saliera, Quedaron los de espalda desnudos, tendidos sobre la colchoneta. FLORA: Quiero que te vayas t� tambi�n. AXEL: Con cond�n demora m�s. FLORA: Te lo voy a chupar, Pituco. Puedes botar tu leche donde quieras. No te preocupes de ensuciar o de botarla en mi boca. Quiero que te sientas totalmente libre para eso. Ella empieza su cometido y al par de minutos Axel bota su l�quido blanco encima de ella. AXEL Y FLORA SE SIGUEN VIENDO. �L CONVERSA CON SU ESPOSA Pas� el tiempo y se siguieron viendo. El lugar de reuni�n era la oficina de Flora. Ocasionalmente iban a moteles. Compraron dos colchonetas m�s las que pusieron para hacer una especie de ring. Luchaban de vez en cuando, y Flora era siempre la vencedora. A veces ella le daba ventaja a Axel dejando que la tomara como quisiera. Sin embargo siempre lograba soltarse y tomar la delantera. Tambi�n cargar a Axel era otra de las cosas que Flora hac�a. Lo tomaba en brazos como a un ni�o, lo manten�a as� y lo besaba largamente. Lo sub�a a sus hombros y caminaba con �l. A veces se agachaba, met�a su cabeza bajo las piernas de �l, se ergu�a y Axel quedaba en posici�n vertical. Entonces Flora caminaba con �l durante un rato. La casa era antigua y de techo alto, por lo que lo pod�an hacer sin problemas. Flora sigui� llamando a Axel "Pituco" y Pituquito". �l por su parte le dec�a "negra", "negrita" y "negris", en alusi�n a que era morena. Axel ten�a como inversi�n un departamento de dos dormitorios, en el centro, relativamente cerca de la oficina de Flora. Cuando los arrendatarios se lo devolvieron, decidieron habilitarlo para sus encuentros �ntimos. Escogieron juntos muebles de dormitorio y living. Se fueron a los malls lejanos para no ser vistos por gente conocida. A�n as� estaban atentos por si alguien aparec�a. Entre tanto, los problemas matrimoniales de Axel no se arreglaron. Al parecer Catalina se hab�a acostumbrado a tener otra compa��a. Pareci� mostrar asombro porque Axel nada dec�a, y hac�a cada vez menos preguntas. Tambi�n le llam� la atenci�n las llegadas tardes de �l, que antes no eran frecuentes. Ella misma comenz� a sospechar que ten�a a alguien m�s. Fue ella quien decidi� enfrentar el tema. Conoc�a a su esposo y sab�a que �l era capaz de mantener la situaci�n de infidelidad mutua por a�os, sin hablarlo. CATALINA: �Axel? AXEL: �S�? CATALINA: Tenemos que hablar. AXEL: Claro, de lo que quieras. CATALINA: Creo que sabes cu�l es el tema que tenemos que tratar. AXEL: Dilo, t� iniciaste esta conversaci�n. CATALINA: Hemos estado alejados desde hace un tiempo. Nuestro sexo es cada vez m�s distante por no decir que es nulo. AXEL: Eso los dos lo sabemos. Sigue. CATALINA: Bueno, creo que sabes que he estado viendo a otra persona. AXEL: Claro, y t� sabes que lo s�. Es ese Kiko compa�ero tuyo. CATALINA (emite un suspiro de incierto significado): S�. �l es. AXEL: �A d�nde quieres llegar con esto? CATALINA: para empezar me desconcierta tu reacci�n. O m�s bien me desconcierta que no reacciones. Te has dado cuenta y nada dices. Y llevamos meses as�. AXEL: Bien, �y qu� m�s? CATALINA: �C�mo que qu� m�s? �Vas a seguir sin decir algo? AXEL (en tono ir�nico): A ver, �yo tengo que decir algo? �Eres t� la que est�s con affaires y yo soy quien tiene que hablar? CATALINA: Uf �ya sali� el ingeniero con su l�gica! AXEL: Bueno, no s� que quieres que diga. CATALINA: �Axel? AXEL: �S�, Cata? CATALINA: �Tienes a alguien m�s? AXEL: �me preguntas si me veo con alguna otra mujer? �Si tambi�n tengo mis propios affaires? CATALINA: Por supuesto que te estoy preguntando eso. �No te hagas el tonto! �l mir� a su esposa y se qued� meditando unos instantes. Le vino la idea de que su respuesta podr�a tener muchas implicaciones. Si dec�a que no, podr�a venir una recuperaci�n del matrimonio, aunque no era seguro. Si dec�a que s� podr�a significar el divorcio, lo cual tampoco era seguro. Finalmente opt� por decir la verdad, viniera lo que viniera. AXEL: Pues s�. Me veo con alguien. CATALINA (sin cambiar su actitud): Con que eso era. Ahora me calza tu forma de reaccionar. AXEL: Bueno, creo que los dos tenemos los mismos derechos. Si t� eres infiel, yo puedo serlo igual. CATALINA: No he dicho lo contrario. El tono de voz de ella se sent�a ahora m�s calmado. Era como si se hubiera sacado un peso de encima. Posiblemente el saber que su marido era infiel le daba m�s derecho a serlo ella. CATALINA: �Quieres contarme algo de ella? AXEL: No, no quiero. Ella ri� de la respuesta tan tajante de �l. �l no pudo evitar contagiarse. CATALINA: Bueno, dime al menos como se llama. AXEL: Esta bien, te voy a contar algunas cosas. Pero lo que yo quiero. No quiero que marques la pauta con tus preguntas. CATALINA: Me parece justo. Soy toda o�dos. AXEL: La conoc� en una de mis salidas a terreno. Trabajaba con uno de mis clientes. Nos encontramos en un caf� en una estaci�n de servicio, y de ah� nos comenzamos a ver. Te puedo asegurar que no la conoces. CATALINA: �C�mo sabes? AXEL: Porque t� solo conoces gente de barrio alto y que haya estudiado en colegios particulares tradicionales. Las �nicas personas que no son as� que conoces son las nanas y los que nos hacen trabajos en la casa. Y ella no es de barrio alto ni de las que hacen trabajo dom�stico. CATALINA (sonr�e): Est� bien. �Qu� m�s? No me digas que es una tipa algo vulgar ... AXEL: Depende de lo que llames vulgar. Desde luego que no usa la ropa, zapatos o carteras de las marcas que usas t�, y menos a�n las joyas. Tampoco va a los restaurantes exclusivos que te gustan. No juega al golf como tu familia lo hace. CATALINA: �Por qu� no me dices el nombre? Es solo para referirnos a ella AXEL: Chela. �l r�pidamente elabor� una respuesta. El segundo nombre de Flora era Graciela. Su mam� se llamaba as� y le dec�an Chela. Adem�s la misma Flora le contaba que su madre y t�as le dec�a "Chelita" CATALINA: �Chela? En realidad a nadie conozco con ese nombre. AXEL: Bueno, vamos al grano. �Iniciaste esta conversaci�n porque quieres que nos divorciemos? CATALINA: La verdad es que no s�. �Es lo que t� quieres? AXEL: No necesariamente. CATALINA: mmmm AXEL: Bueno, entonces que cada uno siga haciendo su vida y socialmente nos mostramos como el matrimonio que somos oficialmente. �F�cil? �O no? Y si en el futuro alguno de los dos quiere el divorcio se conversar� en ese momento. CATALINA: S�, tienes raz�n. Ella pens� una vez m�s que Axel ten�a la habilidad para ordenar los problemas o temas complejos. Organizaba todo y los reduc�a a algo sencillo. AXEL Y FLORA CONVERSAN. ELLA LE CUENTA COMO ES LA M��S FUERTE EN SU CASA. De vuelta con Flora, en la oficina de ella, le cont� algo de la conversaci�n que hab�a tenido con su esposa. Flora le coment� que era muy parecido a lo que hab�a sucedido entre ella y su esposo. Hac�a unos diez a�os que estaban viviendo de esa forma. Adem�s su esposo llevaba m�s de dos a�os en una relaci�n con otra mujer. Incluso Flora la conoc�a y hab�an hablado un par de veces. AXEL: �C�mo se llama tu esposo? FLORA: Enrique. �Y tu esposa? AXEL: Se llama Catalina. FLORA: Mmmmm. Es nombre de mujer de clase alta. AXEL: Tienes raz�n, jajajajjaa En ese medio se da m�s ese nombre. FLORA: �y tus hijos como se llaman? AXEL: Sim�n y Giselle. �Y las tuyas? FLORA: Elena y Margarita. Te voy a mostrar fotos de ellas. Ac�rcate. Busc� en el computador un archivo de fotos hasta que las abri� para verlas. Axel se acerc� por detr�s. Como era ya habitual le toc� los hombros y el pelo y la acarici�. FLORA: Si�ntate, pituco. AXEL: �Donde? En la silla no alcanzo a ver. La contadora lo tom� de la mano y lo tir� con fuerza y lo sent� nada menos que en las rodillas de ella. FLORA: Ac� te vas a sentar. �No te gusta? AXEL: Por supuesto que me gusta. Jajajaja En esa posici�n comenzaron a ver las fotos. Vio a sus dos hijas, en incluso a su esposo. En una de las fotos en la que Axel las vio de pie, not� que las dos hijas eran bastante altas, sin duda m�s que Flora. Las dos ten�an el pelo parecido al de Flora, pero m�s largo. Elena era de tez blanca, en tanto que su hermana Margarita era morena como Flora. AXEL: Son altas tus hijas, por lo que veo. Son m�s altas que t� y eres relativamente alta. FLORA: Elena mide 1,73. Se ve m�s alta porque est� con tacos. Margarita es mucho m�s alta. Mide 1,80. AXEL: �Tu esposo es alto? FLORA: 1,80 AXEL: Apuesto a que eres la m�s fuerte de todo. FLORA: Claro que s�. Mis hijas han hecho muchas veces vencidas conmigo y siempre les gano. Y les gano con facilidad. A�n est�n lejos de ganarme. AXEL: �Y con tu esposo? �haces vencidas? FLORA: Nunca las hemos hecho, pero yo tengo mucho m�s fuerza que �l. AXEL: �C�mo sabes? FLORA: Tengo m�s m�sculos en general y eso se nota al tacto y a la vista. AXEL: Entiendo. FLORA: Adem�s cuando en la casa hay que hacer fuerza por algo, yo soy quien lo hace. Es como roles invertidos. En todos los matrimonios el hombre es de la fuerza. En nuestro caso es la mujer. Lo m�s divertido es que cuando no puede hacer algo porque le falta fuerza, me llama a m�. AXEL: jajajjajaja. FLORA: Te da risa, pituco. En realidad es un poco c�mico. AXEL: Dame algunos ejemplos que muestra que eres la m�s fuerte de tu casa. FLORA: Una vez cerr� una botella de bebida para que no se le fuera el gas. Despu�s �l no pod�a abrirla y me la pas� a m� para que la abriera. Por supuesto que pude. Desde entonces siempre no puede abrir una botella pl�stica, me la pasa a m� para que lo haga y siempre lo logro. AXEL: jajajajaja. �Alg�n otro ejemplo? FLORA: Una vez ten�a que llevar una lavadora vieja a la camioneta para cargarla y regalarla. Me pidi� ayuda porque apenas la pod�a mover. La idea de �l era que entre los dos la movi�ramos, pero yo le dije "d�jame a m�" Logr� levantarla, caminar con ella como cuatro metros y subirla a la camioneta. AXEL: �Genial! �Y se ha sentido atra�do por tu fuerza? FLORA: No mayormente. M�s de alguna vez me dijo que le atra�a que yo fuera relativamente alta y muy corpulenta, pero mi fuerza siempre le dio lo mismo. AXEL: A m� me atrae, me gusta y me excita. FLORA: y si yo no fuera as�, �igual yo te gustar�a? AXEL: Por supuesto. Me atrajiste desde que te conoc�. FLORA (sonr�e): Est� bien. AXEL: Incluso antes de conocerte. FLORA (asombrada): �C�mo? AXEL: Tu voz me gust�. Tan sincera, en�rgica y segura. Adem�s la encontr� bien distinta a la de mi esposa, su familia y amigas. Ellas son todas pitucas. Y eso me atrajo. Y cuando te vi en persona de verdad me gustaste. FLORA: �Que rico es lo que me dices, pituco! Adem�s de lo bueno que est�s, sabes decir cosas lindas. AXEL: Y a ti te pas� algo conmigo. FLORA: el d�a en el que nos conocimos, cuando fuiste al colegio, te encontr� atractivo. Y me di cuenta que yo te gustaba por la forma en que me mirabas. Eso fue como una peque�a bomba que deton� dentro de m�. Despu�s, cuando nos encontramos en la estaci�n de servicio fue m�s a�n. AXEL: Creo que cuando nos encontramos e intercambiamos tel�fonos, ya no hab�a retorno. Ella sonr�e. Axel segu�a sentado sobre las rodillas de Flora. Entonces ella lo besa en la boca y se mantienen as� en forma prolongada. Ella le saca la camisa del pantal�n y le mete la mano y lo acaricia en el est�mago y pecho. Comienzan a jadear. Una vez m�s, ella lo carga como un ni�o, y van a la colchoneta de la pieza del lado. Hacen el amor intensamente. DESENLACE La relaci�n entre Flora y Axel durar�a cerca de 15 a�os. Despu�s de eso cada uno reinici� su vida con sus respectivo c�nyuge. En realidad ninguno se hab�a llegado a divorciar. Flora retom� su vida con su esposo Enrique y Axel con su esposa Catalina. Para entonces todos estaban en torno a los 60 a�os. Probablemente en todo influy� que a esa edad el sexo ya no era tan intenso ni prioritario, como lo eran cuando estaban m�s j�venes.