ERASMO CONOCE A EMY Por Esper, esper_cl@yahoo.es Por casualidad Erasmo conoce a Emy en la playa. Poco a poco ella le cuenta sus problemas, y �l le da su opini�n. Paralelamente va conociendo su tama�o y fuerza, as� como es como mujer. EN LA PLAYA DE CONC�"N Todo comenz� cuando Erasmo fue despedido de su trabajo, en una empresa de Santiago de Chile. Tuvo problemas con una compa�era de trabajo, quien result� ser amante de uno de los due�os. Lo sucedido le doli� bastante porque el trabajo le gustaba y pensaba que ten�a perspectivas de hacer carrera. Con todo, ten�a que estar optimista, tener fe en sus conocimientos y capacidades. A sus treinta a�os, ya sab�a que la vida ten�a tropezones y hab�a que saber ponerse de pie. De profesi�n administrador de empresas, se hab�a dedicado a la administraci�n de personal especializ�ndose en coaching. Con esa t�cnica dictaba programas de capacitaci�n y hac�a proyectos de consultor�a. Era invierno y decidi� ir a pasar unos d�as a Conc�n, ciudad balneario que queda a 130 kil�metros de Santiago y a unos 14 kil�metros al norte de Vi�a del Mar. En esa ciudad sus padres ten�an un departamento de veraneo, el que decidi� ocupar para descansar y trabajar en proyectos propios. Estar�a atento a cualquier llamada desde Santiago, para posibles entrevistas de trabajo. Era d�a mi�rcoles en la ma�ana cuando decidi� bajar a la playa a pasear. Camin� por la arena un rato, y luego subi� para caminar por la terraza larga que estaba entre la playa y los estacionamientos. Llevaba diez minutos caminando cuando vio una chica algo menor que �l que estaba sentada en un banco. Ella estaba con buzo y zapatillas, por lo que podr�a haber estado trotando. Dos cosas le llamaron la atenci�n. Una es que la chica estaba con una mano tom�ndose el tobillo. La segunda es que ten�a una expresi�n un tanto apesadumbrada, e incluso ten�a los ojos h�medos. De inmediato Erasmo pens� que podr�a haberse hecho da�o en alguna parte de sus extremidades inferiores. Decidi� ofrecerle su ayuda. "Hola, �est�s bien? ", le dijo Erasmo. Ella lo mir� un tanto asombrada, sin comprender del todo. "�T� tobillo est� bien?", continu� �l. "Ah" dijo ella como comprendiendo. Entendi� que por tener la mano en el tobillo y estar con los ojos llorosos, quien la viera pod�a pensar que se hab�a hecho alg�n da�o. "S�, mi tobillo est� bien", le respondi� ella. "Solo estoy viviendo un momento dif�cil, y vine a disfrutar de la soledad, y gracias por preocuparte", agreg� con una leve sonrisa. "Ok, me quedo tranquilo" dijo Erasmo. Por el tono de la chica y por lo que dijo, entendi� que estaba bien y quer�a quedarse sola. La chica se ve�a un poco m�s joven que �l. Erasmo se fij� que ella ten�a el pelo color�n oscuro, lacio y largo, que en ese momento ten�a tomado con una cola de caballo. Por el largo de sus piernas y tama�o de sus pies, deb�a ser alta. A los dos d�as, Erasmo repiti� la salida matutina. Pens� que podr�a encontrarse de nuevo con la chica, aunque abordarla se presentaba como algo dif�cil. Tal como lo esperaba, la chica estaba sentada en un banco, cercano al anterior. Esta vez no estaba con buzo, sino con un jeans y un pol�n verde claro con capucha, la que en todo caso no llevaba puesta. Parec�a mirar el mar, las gaviotas y los pel�canos. Ahora Erasmo se fij� m�s en ella y not� una vez m�s que sus piernas y brazos eran bastante largos, por lo que ahora no le cupo duda que la chica deb�a ser bastante alta. Su expresi�n denotaba m�s tranquilidad que dos d�as antes. Cuando se acerca, ella lo ve y lo saluda, con una expresi�n que se ve�a amigable. "Hola", le dice ella sonriendo. "Hola, �c�mo est�s? No te conozco, pero veo que estas mejor que el otro d�a." dijo Erasmo. "La verdad es que s�. Estoy mejor", dijo la chica. "�Me puedo sentar?" pregunt� Erasmo, quien vio que las condiciones se estaban dando para conocerla m�s. "Claro, por favor ... " dijo la chica en tono amable. "Mucho gusto, mi nombre es Erasmo". "Igualmente. Me llamo Emiliana y me dicen Emy". Ella extendi� la mano para que se saludaran. �l se la estrech�, y mentalmente intent� completar la descripci�n f�sica de ella. La mano era bastante grande. A�n no la hab�a visto de pie, pero ya notaba que era una mujer de considerable tama�o. Adem�s del pelo color�n oscuro, que ya hab�a visto, su tez era clara, y ten�a pecas que se notaban solo cuando se le acercaba. Sus ojos eran caf�s. Se ve�a de gran tama�o corporal, aunque en ese momento Erasmo no sab�a si ten�a sobrepeso o era maciza. Comenzaron a conversar. �l le cont� que era de Santiago y que acababa de perder su trabajo. Le relat� algo de los detalles. Ella le cont� que tambi�n era de Santiago, y que estaba viviendo un momento dif�cil por una pena de amor. El que era su novio la hab�a dejado nada menos que por una prima de ella, con quien hab�a sido bien amiga toda su vida. EMY: Me vine a pasar unos d�as a Vi�a de Mar, y en las ma�anas me vengo a Conc�n porque quiero pasar algunos momentos sola, mirando el mar. Ac� me relajo y puedo ver las cosas con m�s tranquilidad ERASMO: Bueno, si te sirve de ayuda conversar conmigo, de lo que quieras, estar� feliz. EMY: La verdad es que s� me ha hecho bien conversar contigo. El mi�rcoles me hizo gracia cuando me preguntaste si me dol�a el tobillo. Me sacaste una sonrisa y olvid� mis problemas por alg�n rato. ERASMO: Si me lo permites, creo que deber�as pasar m�s rato tratando de no pensar en tus problemas. Pensar en otras cosas te har� bien. El pasado no lo puede cambiar. EMY: Tienes raz�n, pero de todas maneras no puedo enterrar del todo el problema. Poco a poco tengo que ir cerrando c�rculos. ERASMO: De acuerdo. Pasaron un par de horas conversando. Erasmo le cont� de su experiencia en el Cocahing, y que esa era su principal actividad. Emy le cont� que era traductora y que dominaba el ingl�s y el alem�n. Dieron las una de la tarde, buena hora para almorzar. Erasmo tuvo la idea de que almorzaran juntos. Le sugiri� a Emy que fueran juntos a comer unas empanadas, las que eran caracter�sticas de Conc�n. Ella acept� la invitaci�n. Hab�a que caminar unas cuatro cuadras para llegar al lugar escogido. Se pusieron de pie para iniciar el trayecto. Entonces Erasmo pudo percibir la estatura de Emy. Efectivamente era muy alta, y de hecho bastante m�s alta que �l. Erasmo opt� por dec�rselo. ERASMO: Eres bien alta por lo que me doy cuenta. EMY: Claro que lo soy. Mido uno ochenta y cinco. ERASMO: Estando sentada ya se ve que eres alta, pero no me imaginaba tanto. EMY: �T� cuanto mides? ERASMO: Uno setenta y cinco. EMY: Eso pensaba m�s o menos que med�as, porque te hab�a visto de pie. ERASMO: �Qu� edad tienes? EMY: Veinticinco �y t�? ERASMO: Treinta. EMY: Cu�ntame m�s, �tienes pareja, ya sea esposa o novia? ERASMO: Estuve casado tres a�os. Y se termin� hace dos. No tuvimos hijos. Ahora estoy sin pareja. EN EL ALMUERZO HABLAN DE LOS PROBLEMAS DE EMY Llegaron al sitio de empanadas. Pidieron empanadas y bebidas. Ninguno de los dos pidi� cerveza o alguna otra bebida alcoh�lica. Siguieron conversando. Erasmo not� que Emy a ratos se desconcentraba de la conversaci�n ERASMO: �Est�s bien? �Quieres hablar algo de lo tuyo? EMY: S�. Hablemos algo. ERASMO: Quisiera hacerte una pregunta. EMY (mir�ndolo atentamente a los ojos): Dale, preg�ntame. ERASMO: �Qu� es lo que de verdad te duele? �La ruptura de tu novia, la traici�n de tu prima o las dos cosas? Emy qued� pensando unos momentos. EMY: Las dos cosas, y creo que he recibido un golpe a mi autoestima. Eso tambi�n duele. ERASMO: �Algo m�s sobre eso? EMY: Te mentir�a si te dijera que C�sar, que as� se llama mi ex novio, era el amor de mi vida. Alcanzamos a estar seis meses. No estaba enamorada, pero le ten�a cari�o y me gustaba. Llegu� a pensar que esa relaci�n tarde o temprano se terminar�a, pero nunca esper� que fuera de esa forma. Adem�s, ya nos est�bamos conociendo los defectos, y me di cuenta que era un tanto mentiroso. "Jjajajajajaa", rio Erasmo. Esa risa contagi� en algo a Emy, quien esboz� una sonrisa. EMY: Te sigo contando. Con mi prima Virginia siempre nos hab�amos llevado bien, aunque no es para nada mi mejor amiga, y tampoco es la �nica prima amiga. Por el lado de mi padre somos catorce primos, y todos estamos entre los 18 y los 30 a�os. Hacemos reuniones de primos por lo menos dos veces al a�o. Adem�s, tenemos una fecha para juntarnos las primas mujeres, las que somos ocho, y llevamos cuatro a�os reuni�ndonos. Creo que eso se va a romper. Al menos yo no voy a ir a esos encuentros. ERASMO: Es una l�stima, pero no es lo m�s importante de tu caso. Lo importante es que est�s bien. EMY: Eso mismo pienso. Aunque este caso ha causado un revuelo familiar y eso ha sido una enorme complicaci�n para m�. ERASMO: �C�mo as�? EMY: Hay tres primas que insisten en que eso hay que dejarlo de lado. Sus madres piensan parecido. Dicen que algo como eso no debe interponerse a la uni�n familiar, que ya tendr� la oportunidad de encontrar otros chicos. ERASMO: �O sea que quieren que participes en las reuniones familiares como siempre, como si nada hubiera pasado? EMY: As� mismo es. Adem�s, me insisten en que si no lo hago es como dejarme abatir por los hechos. ERASMO: Cuento tres primas que no piensan as�. EMY: Son dos primas y mi hermana Isabella. Ellas no me presionan para que vuelva a las reuniones familiares. Opinan que yo debo tomar mis decisiones de acuerdo a como me sienta y piense. ERASMO: mmmmm Ya voy viendo. EMY (mir�ndolo fijamente): A ver, dime como experto en coaching como ves mi caso. ERASMO: En primer lugar, d�jame decirte que no soy sic�logo. El coaching es una metodolog�a para enfrentar y resolver problemas. No es m�s que eso. EMY: Lo s�. Igual me interesa su opini�n. ERASMO: Bien. Lo que veo es que es un tema que tiene tres aristas. La primera es que tu novio haya terminado contigo, lo que pareces tener superado. La segunda es que haya sido con tu prima, lo cual te tiene algo molesta, antes que angustiada. Tambi�n pareces haberlo superado. EMY: De acuerdo. �Y la tercera arista? ERASMO: La tercera, que creo que es la que m�s te complica, es la relaci�n familiar, la que se ha perturbado. Te sientes presionada por tus primas, y t�as. EMY: S�, tienes raz�n. En realidad es el principal problema. Ella se vio algo m�s tranquila con lo que le dijo Erasmo. EMY: �Y qu� piensas que debo hacer? ERASMO: Dime t� ... EMY: �C�mo? ERASMO: Lo importante es que t� te sientas bien contigo misma. Ese es tu verdadero objetivo. EMY: MMMM. Despu�s de hablar contigo todo se ve m�s f�cil. Lo que tengo que hacer es mandarlos a la mierda, pero sin insultarlos, sino dentro de m�. Erasmo le contest� con un gesto de manos como dici�ndole "si es lo que crees, estar� bien". EMY: Despu�s de hablar contigo se ve todo m�s sencillo. Creo que m�s que coacher eres un brujo. ERASMO: Jajajajaja. Si eso es un halago, gracias. EMY: S�. Lo es. SE QUEDAN COMVERSANDO EN EL RESTAURANTE - ERASMO LA ACOMPA�A A SU AUTO Conversaron temas diversos, acerca de que estudiaba o hab�a estudiado cada uno. La directora de la carrera que hab�a estudiado Emy result� ser t�a de Erasmo. De hecho, llevaban el mismo apellido. Eso le dio a�n m�s confianza a Emy. EMY: Es incre�ble. Nos conocimos hace un par de d�as, reci�n hoy nos pusimos a conversar, y te he contado gran parte de m�. Una sonrisa fue toda la respuesta de Erasmo. EMY: Y de verdad te estoy agradecida. Me has ayudado a entenderme a m� misma, y a ver el futuro en forma m�s serena. Lo que he estado viviendo es dif�cil para m�. Siento que en ti he encontrado un amigo de verdad ERASMO: Pues me alegra serte �til. Intercambiaron n�meros de celulares, correos y se agregaron a Facebook. Estaban haciendo sobremesa por m�s de una hora, cuando Emy mira la hora y dice dijo que ten�a que volver a Vi�a del Mar. Erasmo le pregunta si hab�a venido en auto, y ella contest� que lo ten�a estacionado como a cinco cuadras de donde estaban. Optaron por que �l la acompa�ara caminando hasta su auto. ERASMO: te he conocido m�s desde que conversamos. Ha sido agradable. EMY: Has sido una gran compa��a. Me he relajado contigo. Espero no haberte cansado con mi drama. Realmente llegaste en un momento dif�cil para m�. ERASMO: La verdad es que no me he cansado. Eres muy agradable, y junto con lo dif�cil del momento, se ve que quieres superarlo y miras la vida con optimismo. Y m�s que dif�cil, lo ve�as dif�cil. Mientras iban caminando, pas� en sentido contrario una pareja. Los dos eran m�s bajos que Erasmo. Se quedaron mirando a Emy, sin lugar a dudas impactados por su gran tama�o. ERASMO: Esa pareja que pas�, te quedaron mirando, asombrados por tu gran estatura. EMY: Es com�n que ocurra. Ya s� que mi estatura llama la atenci�n. Trato de no darle importancia. ERASMO: �Son altos en tu familia?, pregunt� �l. EMY: En general s�, pero yo soy de las m�s altas. Solo una prima es un cent�metro m�s alta. Se llama Antonia, es mayor que yo, y es una de las que m�s me ha apoyado con lo sucedido. Me dijo que si no quer�a ir m�s a las reuniones de primas y primos, que no fuera sencillamente. Ella me iba a apoyar en lo que yo decidiera. Nota: La prima Antonia es la protagonista de la serie "Samanta y Antonia", escritas por este autor. EMY: de mis primas la m�s alta es Antonia con 1,86, despu�s sigo yo con 1,85. Mi hermana Isabella mide 1,82. Virginia mide 1,80. Somos cuatro las que medimos uno ochenta o m�s. Las dem�s tambi�n son altas, de 1,73 haca arriba. Cuando nos juntamos las primas en alg�n lugar llamamos mucho la atenci�n. Emy se acuerda de algo que la hace re�r. Erasmo le pregunta por qu� se r�e. EMY: Me acord� de algo que ahora me parece gracioso. Mi prima Virginia, la del problema, tambi�n es alta. Mide uno ochenta, como te dije. Su hermana una vez me cont� que cuando en alguna reuni�n social voy a estar yo o Antonia, se pone tacones. Como que quiere ser la m�s alta o al menos verse tan alta como nosotras. ERASMO: Es gracioso. Es posible que te tenga envidia, �y tu ex, es alto? EMY: S�, es posible que sea envidia. Mi ex mide uno ochenta, igual que Virginia, o sea es cinco cent�metros m�s bajo que yo. Erasmo tom� nota mental de lo que ella dijo. "O sea no le importa que el hombre que sea su pareja sea m�s bajo que ella. O al menos est� dispuesto a aceptarlo" pens�. Entonces la diferencia de estatura a favor de ella no le cortaba la posibilidad de tener algo m�s que una amistad. En su mente de hombre, siempre pens� la posibilidad de que fuera su pareja en el futuro, aunque de momento se ve�a dif�cil. ERASMO: �Has hecho deportes en tu vida? Me imagino que s�. EMY: Por supuesto. Comprender�s que por mi estatura, siempre he estado en el ojo de entrenadores y entrenadoras para que me dedique el basquetbol o voleibol. ERASMO: Por supuesto. Eso supuse. EMY: Fui seleccionada de voleibol en el colegio. Sin embargo, lo que m�s he practicado es judo, desde ni�a. A los nueve a�os lo segu� en el colegio y me gust�. Tengo cintur�n negro. ERASMO: (la mira con sorpresa): Mis respetos. EMY (sonriendo): Tambi�n he estudiado aikido, y tengo nivel avanzado. ERASMO: M�s respetos todav�a. Emy sonr�e por algo que acababa de recordar. Le cont� algo que ocurri� con un novio anterior. Hab�a terminado y un d�a se le acerc� en un parque para tratar de volver. Se le puso insistente y la comenz� a tocar y a abrazar. Ella dijo que no se le acercara ni tocara, pero �l no hizo caso. Entonces ella lo cogi� de un brazo, lo tir� al pasto y lo inmoviliz� caus�ndole alg�n dolor. Le dijo al tipo que no se le acercara m�s, lo que �l tuvo que acatar. Le cont� que a su prima Antonia le hab�a pasado algo muy parecido. ERASMO: (exclamando): "jajajaja, �qu� buena an�cdota!". Llegaron al auto de Emy. Ella misma se detuvo e inici� un gran abrazo con Erasmo. �l se sinti� hundido en esa mujer de gran tama�o y le dio dos besos largos en los cachetes. Ella se volv�a ese mismo d�a a Santiago, mientras que Erasmo se quedaba unos d�as m�s. Acordaron iniciar una amistad y verse nuevamente en Santiago. EMY: Gracias otra vez Erasmo. Me has ayudado mucho a relajarme y aclararme las cosas. ERASMO: De nada Emy. Lo he pasado muy bien contigo y me alegra ser �til. Espero que nos veamos pronto. EMY : Cuenta con eso. De m� no te deshaces f�cil. La �ltima acotaci�n hizo re�r a Erasmo. Ese d�a viernes, Emy retorn� a Santiago, y Erasmo lo hizo al lunes siguiente. SEMANA SIGUIENTE Durante la semana, no hubo acontecimientos que tuvieran que ver con Emy y su ruptura, salvo que entre sus parientes el ambiente estaba bastante tenso, y estaban algo divididos. Algunos le daban todo el apoyo y compresi�n a Emy, en tanto que otros pensaban que deb�a superar el impasse con su prima Virginia y que deb�an seguirse viendo en las reuniones familiares, como si nada hubiera pasado. El tema lo convers� con Erasmo varias veces por tel�fono, y por mensajer�a de Facebook. Ella misma propuso que se juntaran el viernes en la noche a servirse algo como unas tablas y una sangr�a o cerveza. El lugar, escogido por Erasmo, fue el restaurante de un club deportivo de colonia. Ninguno de los dos era socio, y no era un lugar demasiado concurrido, por lo que no se iban a exponer a la incomodidad de encontrase con varias personas conocidas. Al menos la probabilidad de encontrarse con alguien, era baja. Comieron y bebieron, en medio de una conversaci�n igual de animada que las que tuvieron en la playa. Pasadas las diez de la noche hab�an terminado. Era invierno, y hac�a fr�o, aunque no demasiado. No llov�a y hab�a luna llena. Salieron del comedor a caminar por el exterior. Se detuvieron unos instantes en la terraza. Erasmo abraz� a Emy por los hombros, los que eran muy anchos, grandes y s�lidos. Para hacerlo tuvo que levantar la mano porque ella es diez cent�metros m�s alta. Emy correspondi� el abrazo tom�ndolo por la espalda, cerca de la cintura. Caminaron un poco m�s y se sentaron sobre un muro. Ella se puso en una posici�n en la cual no se notaba tanto la diferencia de estatura. �l la volvi� a abrazar y ella puso su cabeza en la mejilla de Erasmo, quien sinti� su pelo suave. Corri� su cabeza y su mejilla la puso cerca de la boca de Erasmo. El la bes� en un cachete manteni�ndole la boca en forma prolongada. Ella rio suave, mostrando agrado. Se tomaron por la mano que ten�an libre. Una vez m�s se not� que la de ella era de mayor tama�o. Emy movi� su cabeza hasta que las bocas de los dos se encontraron, y se besaron intensamente. Al rato volvieron a entrar, caminando tomados de la mano, para tomar un caf�. Se sentaron en la misma mesa. Llevaban una media otra conversando, tom�ndose de las manos alternadamente y al rato acarici�ndose. Lo hac�an de un modo tierno antes que sexual. Emy estaba mirando la entrada, cuando ve algo que la impacta. EMY: �No puede ser! ERASMO (sorprendido): �Qu� ocurre? EMY: �Esto es una tremenda coincidencia! Vienen entrando dos parejas juntas, y una de ellas es mi prima con su novio, o sea mi ex novio. ERASMO: Virginia y C�sar son sus nombres, si mal no recuerdo. �Estoy en lo correcto? EMY: S�, as� se llaman. ERASMO: �Qu� quieres hacer? �Prefieres que nos vayamos? Ella se queda pensando unos momentos. Lo mira. EMY: No, prefiero que nos quedemos. Y si hay que enfrentarlos de alguna manera, lo har�. T� me apoyas. ERASMO (haci�ndole una caricia en la mano): �Por supuesto! Yo te sigo en lo que le digas, o no les digas. ENCUENTRO CON LA PRIMA Y EL EX NOVIO DE EMY �l los mira y reconoce al tipo que ven�a con la otra chica. ERASMO: Conozco al tipo de la otra pareja. Fuimos compa�eros de universidad. EMY: Es una coincidencia �Es amigo tuyo? ERASMO: No somos amigos, aunque siembre tuvimos una buena relaci�n. Si pasa cerca nuestro y nos vemos, lo voy a tener que saludar. Se llama Jorge. A la chica no la conozco, pero podr�a ser su esposa. EMY: No conozco a ninguno de los dos de la otra pareja. No s� qui�nes son ni su relaci�n con mi prima y su novio. Y obviamente no me interesa averiguarlo. ERASMO: Entiendo. EMY: No tenemos tiempo para prepararnos para enfrentarlos. D�jame llevar la conversaci�n, y t� me sigues. ERASMO: Bien. EMY : Si se dan las cosas, trata de provocar un poco a C�sar. Con facilidad pierde el control. Pero no lo provoques demasiado porque a veces se pone violento. ERASMO: Muy bien, lo tendr� presente. Se acercaron hasta que pasaron al costado de Emy y Erasmo. La vieron y enmudecieron unos segundos. Emy los mir� de frente. Cuando reaccionaron dijeron "hola Emy". Ella los mir� y sonri� en forma enigm�tica. El gesto fue entre una mueca y una sonrisa. Erasmo se ve con Jorge. Se pone de pie y se saludan cordialmente. Le presenta a su acompa�ante. Le dice "ella es Mabel". Se saluda con la chica. Jorge no especific� si era amiga, novia o esposa. Virginia y C�sar observaban, y al parecer se dieron cuenta que Erasmo no era alto como ellos. "�Y qu� haces aqu�?", le pregunt� Virginia a Emy, como tratando de entablar una conversaci�n. "Bueno, vinimos a servirnos algo, al igual que Ustedes. Que lo pasen bien", respondi� Emy en un tono cortante. La �ltima frase la dijo como mostr�ndole que quer�a que se fueran de una vez. VIRGINIA (aparentemente con leg�timo inter�s): �Qui�n es tu amigo? CESAR: �No nos lo vas a presentar? EMY Pues no. No hace falta. Erasmo hizo un gesto abriendo los brazos, poniendo las manos hacia arriba, y levantando las cejas, como dici�ndoles "lo siento, no vamos a ser presentados". EMY: Solo l�rguense. Es cosa de ustedes si se quedan en este lugar, pero que sea lejos de nuestra mesa, por favor. A esas alturas, Jorge y Mabel hab�an enmudecido, ya que se daban cuenta que el encuentro estaba siendo muy tenso. No conoc�an la historia que involucraba al Emy, Virginia y C�sar, pero pod�an darse cuenta que hab�a habido problemas. ERASMO (dirigi�ndose a Virginia y C�sar): Ya escucharon a Emy, solo l�rguense de nuestra mesa. Lo que dijo Erasmo y el tono que us�, result� una provocaci�n para C�sar. Le dijo en forma amenazadora "Oye t�. No s� qu� te crees ni qui�n eres, pero no me va a venir a hablar as�". Virginia tom� a C�sar del brazo, conteni�ndolo para que no hubiera una pelea. Decidieron irse sin despedirse. Abandonaron no solo la mesa de ellos, sino que el lugar. Emy los mir� al salir. Una vez que lo hicieron, se larg� a re�r con ganas. Erasmo rio tambi�n, contagiado por ella. EMY: Ni si lo hubi�ramos preparado esto, habr�a saldo mejor. Lo provocaste justo de la forma que lo que ten�as que provocar. Ni m�s ni menos. DE VUELTA EN VI�A DEL MAR EL FIN DE SEMANA Ese fin de semana ambos decidieron volver a Vi�a. Emy ten�a contemplado viajar el d�a s�bado en la ma�ana y quedarse hasta el mi�rcoles. Lo har�a en compa��a de su hermana Isabella. Erasmo viajar�a el s�bado en la noche, por cuanto en la tarde ten�a que asistir a un encuentro familiar. Con Emy acord� que ir�a al departamento en el que estaba ella en la ma�ana a eso de las 10, a tomar desayuno. Erasmo lleg� exactamente a la hora convenida. Toc� y la voz de Emy le contest� diciendo que su hermana Isabella le iba a abrir. Esper� unos momentos, y al minuto apareci� del ascensor una chica alta en buzo y zapatillas, con el pelo tomado en cola de caballo. A todas luces era Isabella, quien le habl� al conserje para que dejara entrar a Erasmo. Se dirigi� a �l, y lo salud� con un beso en la mejilla. Erasmo pudo ver que la chica era m�s bastante alta que �l, pero pens� que era m�s baja que Emy. Record� en ese momento que Emmy le hab�a contado que su hermana med�a uno ochenta y dos. Isabella se ve�a de la edad de Emy. ISABELLA: Hola Erasmo, mucho gusto. Emy te espera. ERASMO: Mucho gusto Isabella. ISABELLA: Voy saliendo a trotar. Emy no durmi� bien as� que esta vez no sale conmigo. ERASMO: Muy bien. �l subi� en ascensor hasta el piso ocho. La puerta del departamento estaba abierta. Entr� y Emy lo estaba esperando en tenida de dormir, pues a�n no se vest�a. Estaba con una camisa larga de hombre, a rayas, muy grande de manera que le llegaba m�s debajo de sus zonas �ntimas. Las mangas las llevaba arremangadas. Donde terminaba esa camisa se ve�an las largas piernas de Emy. El pelo lo llevaba suelto y despeinado. Se abrazaron d�ndose un beso en la mejilla. �l pudo sentir algo del olor a pasta de dientes, que mostraba que se hab�a lavado esa parte. Se mantuvieron abrazados un buen rato, Emy agach�ndose y apoyando la cara en el hombro de �l, pues era diez cent�metros m�s alta. A la vez le tocaba la cara de �l con su pelo despeinado. Al besarla en su cuello y cachetes, sent�a una mezcla del olor corporal de ella con el perfume que hab�a usado el d�a antes. EMY: Espero que no te molesta que te haya recibido en tenida de dormir, pero de verdad te tengo confianza para eso. ERASMO: De ninguna manera me molesta. Todo lo contrario, me agrada mucho tu confianza. Se besaron en los labios varias veces. ERASMO: �Puedo hacerte una pregunta? EMY (mir�ndolo a los ojos): Por supuesto. ERASMO: Debajo de esa gran camisa, �llevas alguna prenda o est�s desnuda? Ella rio con ganas ante la pregunta de �l. Lo mir� con cara desafiante antes de responderle. EMY: Aver�gualo t� mismo. �Te atreves? Ni corto ni perezoso �l le levant� la camisa. Vio que debajo llevaba un calz�n de color rojo oscuro. EMY: Bueno, ah� tienes la respuesta. ERASMO: Parte de la respuesta ... EMY (lo mira algo extra�ada): �C�mo as�? ERASMO: A�n no s� lo que llevas o no llevas arriba. Ahora ella abri� los botones de la camisa dando origen a un generoso escote, no mostr� su senos completamente, pero se ve�a que no llevaba sost�n. EMY: �Te das por respondido? ERASMO (sonriendo): Por supuesto ... Acto seguido ella se desabroch� el resto de los botones de la gran camisa. No se le alcanzaron a ver completamente los pezones, pero si como empezaban y su forma. Debajo apareci� un estomago plano. Lo que hizo Erasmo a continuaci�n, fue abrazarla por atr�s, debajo de la camisa, en contacto con la piel de ella. Le acarici� su espalda, la que sinti� suave y grande a la vez. La mir� hacia arriba y la volvi� a besar en los labios, con contacto de lenguas. Al acariciarla por detr�s la camisa se abri� m�s, y los senos le quedaron al descubierto. Nada hizo por taparlos. Erasmo se los acarici�, y bes�, haciendo que Emy sonriera. Emy sinti� que el pene erecto, debajo del pantal�n, le tocaba su pierna. Ella entonces bajo sus manos, y le desabroch� en el cintur�n, y el bot�n de los jeans. Le desaboton� la camisa, y fue ella ahora quien le acarici� el pecho, a la vez que le tom� el pene. Eso hizo que Erasmo empezara a jadear. "Vamos al dormitorio y hacemos el amor", le dijo ella. Llegaron a un cuarto con vista al mar. La cama no estaba hecha, porque en ella hab�a dormido Emy. Aun as� se ve�a ordenada. Se desnudaron e hicieron el amor intensamente. HECHOS POSTERIORES Ese d�a domingo, y el lunes siguiente que era feriado. Emy y Erasmo se fueron a pasear por playas solitarias. Aprovecharon la oportunidad para que ella le mostrara su fuerza carg�ndolo de distintas maneras. Tambi�n lucharon y los conocimientos de Judo de Emy se impusieron. Incluso ella varias veces le dio ventaja permitiendo que la tomara como �l quisiera. Ella aplicaba su t�cnica y fuerza y se liberaba en un par de segundos. Hicieron vencidas y ella gan� tanto con la izquierda como con la derecha. La relaci�n de novios se prolong�. Emy no volvi� a hablar con su prima Virginia por cerca de tres a�os, pese a que la relaci�n de ella con C�sar dur� unos cuatro meses, despu�s de los cuales �l se desapareci� de la vida de todas. En esos tres a�os hubo encuentros familiares, en los cuales Emy se limit� a saludar con un "hola" a Virginia, sin darle un beso en la mejilla como lo hac�a con todos sus primos y primas. Virginia sab�a que nada se lograr�a intentando hablar con Emy, pues ella a lo m�s le contestar�a con monos��labos. Esos encuentros familiares fueron matrimonios, el funeral de una t�a, y el conocimiento del beb� reci�n nacido de un primo. A reuniones de primos y primas. Emy no volvi� a asistir. Emy y Erasmo acordaron convivir, y cuando llevaban dos a�os., Emy qued� embarazada. Eso no fue del todo sorpresivo, ya que estaba contemplado que pudieran tener hijos. Naci� una ni�a a la que le pusieron Ema. Escogieron un nombre parecido al de su madre Emy, y adem�s los tres tendr�a un nombre que comenzara con la letra "e".