ENCUENTRO DE DIA SABADO EN EL MALL Por Esper, esper_cl@yahoo.es Leonardo ve a una chica muy musculosa en el Mall, y quien resulta ser una ex empleada de su empresa. Conversan y se comienzan a conocer. LEONARDO VA A UN MALL, SOLO SIN COMPA??A Un d?a s?bado de verano en la tarde, Leonardo fue a hacer compras y pagar cuentas a uno de los principales malls de Santiago. Como a las 7 de la tarde, cuando ya hab?a hecho todos sus tr?mites, decidi? ir al food garden a comer algo de sushi, ya que la cocina japonesa es una de sus favoritas. En un momento mir? hacia la salida de los cines y vio algo que lo dej? impactado. Era una chica que vest?a con shorts y zapatillas deportivas, sin calcetines. Entre ambas prendas, se apreciaba unas piernas incre?blemente gruesas y fuertes. La sigui? mirando y vio unos brazos del mismo tenor. El polo que vest?a ten?a algo de mangas de modo que no pod?an ver sus hombros, pero se imagin? de inmediato que ser?an muy fuertes. Su pelo era casta?o oscuro liso y lo llevaba muy largo y suelto, el que junto con una mochila que cargaba en su espalda, disimulaba en algo sus partes superiores. Calcul? que los separaba una distancia de 15 metros. Dado que a ?l le atraen mucho las mujeres fuertes, se puso de pie para seguirla y verla mejor. Pens? en hacerlo con mucho disimulo, a fin de que ni ella ni otras personas lo sorprendieran. En realidad no pretend?a abordarla, si no tan solo verla. La sigui? a unos 5 metros de distancia, caminando a la misma velocidad que ella. Para no ser tan evidente, miraba las vitrinas al pasar. Leonardo vio a un chico que qued? tan impactado como ?l al mirarla, y la sigui? con la mirada hasta que desapareci? de su vista. La chica entonces baj? un nivel por la escalera mec?nica. Leonardo hizo otro tanto. Luego ella se detuvo ante una vitrina. Leonardo sigui? caminado, la pas? y se detuvo a mirar una vitrina que estaba a dos tiendas de la de ella. Su intenci?n era verla de frente. Pens? en ese instante que la chica no lo hab?a visto. Cuando ella retoma su marcha, ?l comenz? a caminar en sentido contrario. Se dio cuenta que no era muy alta, aunque de estatura algo superior al promedio de las chilenas. Probablemente medir?a 1,70 o algo as?, m?s baja que el 1,80 de Leonardo. Aparentaba tener unos 30 a?os o un poco m?s. El asombro de ?l fue may?sculo cuando la chica result? conocerlo. No le cab?a la posibilidad de haberla visto antes y no recodarla, aunque su cara, no as? su cuerpo le resultaba algo familiar. Al cruzarla lo ve y lo mira a los ojos y le dice cordialmente con una leve sonrisa ?hola, ?c?mo est??? Por fortuna reaccion? r?pido. Le respondi? ?hola, disculpa, ?de d?nde nos conocemos?? Se detuvo para saludarla y preguntarle eso, y ella por cortes?a se detuvo tambi?n. Respondi? ?Claro, usted es don Leonardo uno de los due?os de la Bodegas Flores.? Lo que ella dijo es totalmente cierto. Leonardo y con su padre y hermanos son due?os de 4 empresas las que administran entre todos. Una de ellas precisamente es una bodega que la da servicio a las empresas que transitoriamente dejan su mercader?a de importaciones o para importaciones. De hecho las bodegas, quedan en las afueras de Santiago. Concluy? que la chica hab?a trabajado en ella. Por razones de seguridad, los empleados ten?an que trabajar con cotona, zapatos especiales y casco. Por eso, le habr?a sido muy dif?cil reconocerla al estar mucho mas ligera de ropas, con el pelo suelto y luciendo parte de su impresionante musculatura. La mayor?a de los que trabajaban en las bodegas, tanto supervisores como operarios, eran hombres. Cuando alguna mujer postulaba a trabajar, se les advert?a que frecuentemente deb?an hacer fuerza f?sica, y esa era la raz?n por la cual hab?a m?s empleados de sexo masculino. Resultaba claro que la chica con la que se acababa de encontrar, cumpl?a largamente el requisito de tener fuerza. LEONARDO: ?Trabajas en las bodegas? ?Eres operaria? ELLA: Bueno, trabajaba en la Bodega hasta que don Renato decidi? que no trabajara m?s ah?. ?l not? que al decir lo ?ltimo su tono de voz no mostraba sentimiento de culpa alguna, como dando a entender que no hab?a merecido el despido. De la misma forma su tono no denotaba rencor ni enojo, al menos hacia Leonardo. Ese Renato que ella mencion? es uno de los supervisores. Trabaja en las bodegas hace algunos a?os. En general ha sido eficiente, pero lo ten?an bajo sospecha porque piensan que realiza pr?cticas laborales poco sanas, como malos tratos, abusos, e incluso acoso sexual. Leonardo pens? que ella podr?a proporcionar informaci?n ?til, lo que unido a su contextura f?sica, hizo que fuera doble ?l inter?s en conversar con ella. LEONARDO: ?cu?l es tu nombre? ELLA: Jeannette. El caso de ella le vino a la mente al instante. Fue despedida cuando ?l se encontraba de vacaciones. Cuando se ha decidido despedir a alguien lo conversan entre el supervisor correspondiente, el jefe de personal y uno de los socios. Estos ?ltimos tomaron la decisi?n con respecto a Jeannette, ante su ausencia. Posteriormente le contaron el caso. Pidi? su hoja de vida y vio que no ten?a ninguna ausencia ni atraso en los casi tres a?os que estuvo con ellos. Por si eso fuera poco, presentaba una productividad superior al promedio. Al preguntar el motivo del despido le contaron que Jeannette le hab?a dado una golpiza a otra de las chicas. Aunque esta ?ltima la habr?a provocado, estimaron que no se pod?a aceptar violencia en la empresa. Le contaron tambi?n que la otra chica, cuyo nombre es M?nica, hab?a renunciado despu?s de la pelea por que se hab?a sentido muy ridiculizada al ser derrotada en forma tan notoria. Con posterioridad le llegaron algunos rumores en el sentido que se comentaba entre operarios que el despido de Jeannette hab?a sido muy injusto, dado que hab?a siempre tenido buen comportamiento y M?nica hab?a sido la causante de todo. Leonardo recordaba a M?nica como una mujer alta, de al menos 1,78, corpulenta y fuerte. Le impresion? saber que Jeannette, mucho m?s baja que ella la hab?a derrotado f?cil en una pelea. De hecho dudaba que ?l mismo hubiera podido con M?nica. UN JUGO JUNTOS LEONARDO: Jeannette, me acuerdo de tu caso y me gustar?a que me contaras tu versi?n sobre lo que pas?, si no tienes problema, claro. JEANNETTE: No tengo problemas, cuando quiera le cuento. Se que usted es una buena persona. LEONARDO: ?Te puedo invitar a tomar un jugo ahora y me cuentas? JEANNETTE: Bueno? No tengo nada que hacer ahora. Leonardo sinti? que sus miradas denotaron algo de coqueteo. Dedujo que Jeannette sent?a que era un privilegio reunirse con ?l despu?s de haber sido una operaria de la empresa de la cual ?l uno de los due?os. Pues bien, ?l tambi?n consider? un privilegio poder alternar con una chica de semejante musculatura, y que adem?s era nada de fea. Fueron a un caf? en el mall y pidieron un par de jugos. Se sentaron frente a frente e iniciaron la conversaci?n. LEONARDO: Bien Jeannette, soy todo o?dos. JEANNETTE: Ok, le cuento, don Leonardo. LEONARDO: Espera un poco, te voy a pedir al menos que cuando estemos ac? me trates de t? y me digas Leonardo. No soy mucho mayor que t?. JEANNETTE (sonr?e): bien Leonardo, gracias por la confianza. En realidad parece que no tenemos mucha diferencia de edad. Yo tengo 35, ?y t?? LEONARDO: 40. Efectivamente no es mucha la diferencia JEANNETTE: Primero dime ?qu? sabes del caso? LEONARDO: Lo que me contaron es que le diste una paliza a otra operaria, llamada M?nica. Todo sucedi? en el camar?n. Por eso te despidieron. Despu?s a Renato y el jefe de personal les lleg? el rumor de que M?nica hab?a empezado todo. Cuando estaban analizando si la desped?an, ella misma avis? que renunciaba al trabajo. Aparentemente se sinti? ridiculizada. JEANNETTE: Todo eso que te contaron es verdad, y hay algunos detalles m?s. LEONARDO: ?Me los cuentas? JEANNETTE: Lo que sigue parece teleserie, pero igual te lo voy a contar. LEONARDO: Adelante, sigue?. JEANNETTE: Lo que pasa es que el novio que ten?a M?nica tambi?n es operario de la empresa. ?l era muy agradable, y a veces convers?bamos. De hecho nos hicimos algo amigos. Ten?amos un grupo con el que almorz?bamos juntos a veces. Eran cuatro hombres, incluy?ndolo a ?l, y las mujeres ?ramos dos. LEONARDO: ?La otra era M?nica? JEANNETTE: No, era otra chica. El caso fue que a M?nica le empezaron a dar unos celos enfermizos. Pensaba que yo le coqueteaba y el andaba detr?s de m?o. LEONARDO: ?Y eso era verdad? JEANNETTE: No. Al menos yo nunca le coquete? ni tuve otras intenciones con ?l. Y creo que ?l tampoco, aunque muchas veces me miraba. LEONARDO: jajajajaa JEANNETTE: ?Por qu? te r?es? LEONARDO: Porque los hombres siempre miramos, y creemos que las mujeres no se dan cuenta. JEANNETTE: Bueno, muchas veces nos damos cuenta. Bueno, sigo? LEONARDO: S?, sigue por favor. JEANNETTE: M?nica tom? una actitud muy hostil conmigo. Hasta me menazaba. Me dec?a que no me metiera m?s con su novio o de lo contrario yo ?iba a ver?. EL ENCUENTRO DE JEANNETTE CON M?NICA EN EL CAMARIN. Un d?a Jeannette estaba en el camar?n cambi?ndose para irse, puesto que hab?a terminado su turno. De repente aparece M?nica en forma intempestiva. M?NICA (enojada dirigi?ndose a Jeannette): puta de mierda. JEANNETTE: ?Qu? te pasa? No tienes derecho a hablarme as?. M?nica se acerca a su rival en forma agresiva y le da un fuerte empuj?n. Qued? estupefacta cuando vio que Jeannette se movi? apenas unos cent?metros, siendo que cualquier mujer con ese empuj?n se habr?a desplazado uno o dos metros, y hasta podr?a haberse ca?do. M?nica no se amilan? y le mand? a Jeannette un golpe de pu?o en el est?mago. Sigui? la estupefacci?n al darse cuenta que su pu?o chocaba contra algo s?lido y duro, y Jeannette no pareci? sentir dolor alguno. Puesto que la agresora estaba decidida a darle una paliza a Jeannette, sigui? con su cometido en forma audaz. Su enojo y orgullo no le permitieron detenerse. Habr?a bastado que pensara uno par de segundos y se habr?a dado cuenta que llevaba todas las de perder. Sin embargo, era alta, musculosa y fuerte. Hab?a sido toda su vida pendenciera y hasta les hab?a dado palizas a hombres. No le era posible pensar que una mujer, m?s baja que ella pudiera derrotarla. Adem?s, sus dos hermanos mayores, ambos militares, le hab?an ense?ado a pelear con t?cnicas de boxeo, judo y k?rate. Luego M?nica le lanz? un derechazo en plena cara a Jeannette. Esta pudo haberlo detenido o esquivado, pero dej? que llegara. Su cara se movi? algo y se sob? la parte donde hab?a llegado el golpe. El pr?ximo golpe de pu?o de M?nica fue detenido con el antebrazo de Jeannette. Lo hizo con tal energ?a que le dio un golpe fuerte con su mu?eca al antebrazo de M?nica, quien emiti? un grito de dolor. Baj? la guardia y Jeannette la aplic? un golpe en la parte superior de la cara, que le dejar?a un ojo en tinta. Otro golpe dio en la parte superior del brazo de M?nica quedando fuertemente adolorida. Luego entr? otra operaria, quien hab?a sido atra?da por los gritos y ruidos que se emit?an porque M?nica golpeaba muebles, como consecuencia de la paliza que recib?a de Jeannette. Les grit? que se detuvieran. Alarmados, aparecieron m?s operarios y lo que vieron fue que Jeannette le acababa dar una paliza a M?nica. Uno de los operarios le dio la versi?n a Renato de que Jeannette le hab?a dado una golpiza a M?nica. Dado que M?nica y Renato eran amigos, ?ste inici? los pasos necesarios para despedir a Jeannette. Y as? lo hizo. JEANNETTE Y LEONARDO SIGUEN CONVERSANDO MIENTRAS SE TOMAN UN JUGO LEONARDO: Es impresionante lo que me cuentas, pero todo me cuadra. JEANNETTE (con una sonrisa como que estaba adivinando algo): ?Tambi?n te cuadra con el f?sico que ahora me conoces? LEONARDO: La verdad es que s?. Estoy impresionado con tu musculatura. JEANNETTE (sonr?e nuevamente): Lo s?. LEONARDO: ?Podemos hablar de ese tema? JEANNETTE: S?. Pregunta lo que quieras. LEONARDO: ?Eres fisicoculturista? JEANNETTE: S?, lo soy. Pero me retir? hace poco. LEONARDO: ?Qu? significa eso? JEANNETTE: Significa que voy a dejar de competir y de estar en ese medio. Eso s?, voy a seguir haciendo ejercicios y voy a tener una alimentaci?n sana, pero sin complementos especiales. LEONARDO: ?Y por qu? lo dejas? JEANNETTE: Por m?s de una raz?n. En primer lugar siempre lo vi como algo que no iba a ser para siempre. El fisiculturismo da satisfacciones, pero ocupa toda la vida y condiciones, especialmente en lo que es alimentaci?n y horarios. Tambi?n tengo empezada la carrera de administraci?n de empresas y quiero terminarla. Segundo, ha habido unos problemas en el ambiente del fisicoculturismo. A uno de los campeones lo sorprendieron con drogas y elementos ilegales. El a?o pasado muri? un fisicoculturista y se sabe que inger?a esos alimentos. LEONARDO: Ya voy entendiendo, me imagino que esas son las principales razones. JEANNETTE: Hay otra m?s. Estoy cansada de relacionarme solo con personas del ambiente y quiero conocer personas diferentes. LEONARDO: ?Est?s con pareja? JEANNETTE: No. Y francamente no me interesan mayormente los hombres musculosos LEONARDO: Es curioso, siendo que eres muy musculosa. JEANNETTE: Echo de menos poder conversar con alguien como t?, que tiene temas distintos a los que hablan todos los del medio, y no es que sean poco inteligentes ni mucho menos. Ambos sonr?en. LEONARDO: Gracias. Se ve que t? tambi?n tienes muchos temas. Jeannette hace una peque?a interrupci?n para mirar la hora. Leonardo le pregunta si tiene que irse. Ella le responde que dentro de 20 minutos ten?a que irse porque tiene que estar presente en el cumplea?os de su hermana. LEONARDO: ?Viniste en auto? JEANNETTE: No, vine en locomoci?n colectiva. LEONARDO: ?D?nde vives? JEANNETTE: En ?u?oa. LEONARDO: ?Te voy a dejar a tu casa? JEANNETTE (sonr?e): ?Puedes? Gracias. LEONARDO: Antes me gustar?a pedirte algo. Si no te incomoda?.. JEANNETTE: ?Qu?? LEONARDO: Quisiera que hici?ramos vencidas para conocer tu fuerza JEANNETTE (sonr?e nuevamente): Muy bien. Si as? lo quieres. LEONARDO: Creo que est?s segura que me vas a ganar. JEANNETTE: Veamos. Ella se puso en posici?n primero que ?l, con su codo derecho apoyado sobre la mesa. Los vasos vac?os donde hab?an tomado jugos los apartaron. Leonardo le tom? la mano para iniciar las vencidas. Ambos comprobaron el tama?o superior de las de ella, proporcionales a sus musculosos brazos y antebrazos. Leonardo puso el codo en la mesa y tom? la mano de ?l. A ambos les gust? tomarse y se mantuvieron unos momentos as? antes de iniciar la fuerza. LEONARDO: Me dejas tocar tus m?sculos para ver con que me voy a encontrar. JEANNETTE: Claro. Ella estir? los brazos y dej? que Leonardo se lo recorriera partiendo por su ante brazo. Cuando la mano de Leonardo lleg? a su brazo ella lo dobl? mostrando una gran bola de m?sculos que era su b?ceps. Leonardo ya no estaba tan asombrado, pero ambos disfrutaron que ?l la tocara. Se miraban y sonre?an. En seguida, ?l le recorri? hombros y cuello y pudo sentir su pelo lacio y suave, adem?s de sus s?lidos y prominentes m?sculos. Volvieron a tomarse de la mano en posici?n de vencidas. Segu?an agrad?ndose al tocarse el uno al otro. Leonardo comenz? a hacer fuerza y ella solo decidi? resistir. ?l no lograba doblar el brazo de Jeannette, y ella solo manten?a la resistencia sonriendo. JEANNETTE: Parece que esto es empate. LEONARDO: No me hagas re?r. Tienes todo el control y me puedes ganar cuando quieras, JEANNETTE: ?Quieres que te gane? LEONARDO: S?, hazlo JEANNETTE: Muy bien. ?l incrementa su fuerza al m?ximo y Jeannette le dobla el brazo con toda facilidad, sin mostrar hacer esfuerzo. Leonardo se toma el brazo, el que le qued? algo adolorido por la contienda. JEANNETTE: Bueno, es hora de irme. ?Me llevas? LEONARDO: Vamos. Se dirigieron al estacionamiento y subieron a la camioneta. LEONARDO: otra pregunta? JEANNETTE (sonr?e): Me est?s haciendo bastantes preguntas, pero dime no m?s. LEONARDO: ?Has estado de novia con un fisicoculturista? JEANNETTE: No, ni lo har?a. LEONARDO (algo sorprendido): ?Por qu?? JEANNETTE: Por una experiencia que tuve. LEONARDO: ?Me la cuentas? JEANNETTE: Bien. Ella cuenta como una vez, cuando ten?a 20 a?os, motivado por celos su novio le dio una paliza al novio anterior. Fue tanto que Jeannette termin? con el novio con el que estaba, pero no sin antes darle una paliza. JEANNETTE: Cuando pas? eso ya llevaba a?os en el fisicoculturismo. Empec? a los 15. LEONARDO: Pobre de tu novio. JEANNETTE: Igual control? mi fuerza, pero no pod?a dejar pasar lo que hab?a hecho. Trat? de defenderse y atacarme, pero no pudo. LEONARDO: ?impactante! JEANNETTE: Pens? que si uno de los dos hubiera sido culturista, la cosa podr?a haber sido mucho peor. ?Te imaginas a un fisicoculturista en una ri?a? Nada bueno puede resultar. LEONARDO: ?y fue por eso que cuando pensaste en no tener de pareja a un culturista? JEANNETTE: As? fue. Adem?s no me atraen en especial los tipos muy musculosos. Lo que si me importa es que tengan buen estado f?sico, y en lo posible que sean deportistas. LEONARDO: Ya te entiendo. Yo voy al gimnasio regularmente, y juego futbol. O sea podr?a calificar. JEANNETTE: Jajjaja s?, y por lo que veo no tienes grasa. En eso llegaron al destino de Jeannette. JEANNETTE: Bueno, ha sido un gusto. Espero que nos volvamos a encontrar. LEONARDO: ?Intercambiemos n?meros tel?fonos celulares? quisiera volver a verte en un tiempo no muy lejano JEANNETTE: Muy bien. Registraron cada uno el n?mero del otro. JEANNETTE: Me voy de viaje ma?ana a Punta Arenas. Si est?s de acuerdo cuando vuelvas nos podemos ver. LEONARDO: ?A qu? horas es tu vuelo? JEANNETTE: A las 11. Tengo que estar a las 9:30 en el aeropuerto. LEONARDO: Te voy a dejar. Ma?ana almuerzo con mis hijos, quienes viven con mi ex. JEANNETTE: Muy bien. As? aprovechamos de seguir conversando. As? lo hicieron. LEONARDO VA A DEJAR A JEANNETTE AL AEROPUERTO Llegaron al aeropuerto a eso de las 9. ?l la acompa?? para chequearse. Ella estaba de jeans y con un polo de manga larga, no muy ajustado, de modo que no se notaban del todo sus formas musculosas. Su pelo estaba suelto, igual que el d?a antes. Mientras estaban en la cola del ?check in?, ?l le puso la mano sobre el hombro a modo de abrazo. Ella lo abraz? por la cintura. A ratos ?l le pasaba la mano por el pelo, el que estaba bastante largo y ese d?a lo ten?a suelto. Adem?s de la musculatura que ten?a a ?l le gustaba su pelo suave, largo, lacio y abundante, am?n de su piel suave y su manera de ser, sencilla y segura. Apenas termin? de chequearse llamaron a embarcar al avi?n. Se dirigieron a la sala de embarque, ella lo tom? de la mano, y ambos se dieron cuenta que la de ella era m?s grande y fuerte, lo que para ninguno de los dos fue una sorpresa. Lleg? el momento de despedirse y ella le dio un beso de en los labios. Leonardo le pidi? otro a lo que ella accedi?. Todo indicaba el comienzo de una relaci?n en la cual ella estaba tomando la iniciativa. Despu?s de esa ida a dejarla al aeropuerto, Leonardo la fue a buscar a su regreso al cabo de una semana. Al verse se besaron una vez m?s, y al subir al auto lo hicieron intensamente con sus lenguas y toc?ndose sus partes ?ntimas. De ah? se fueron la casa en la que ?l viv?a solo e hicieron el amor intensamente. Ya de noche, salieron al jard?n, y Jeannette le hizo una sesi?n de cargadas. Lo subi? a sus hombros y camin? con ?l un buen rato. Despu?s lo subi? a un solo hombro y volvi? a caminar. Lo ?ltimo que hizo fue tomarlo en brazos, y lo bes? en forma repetida. Esas cargadas ser?an comunes en sus encuentros ?ntimos, y buscar?an nuevas formas de hacerlo. EPILOGO Leonardo y Jeannette continuaron emparejados. Se fueron a vivir juntos. Ella retom? sus estudios en vespertino y de d?a trabajaba en un gimnasio. En la empresa hicieron una investigaci?n sobre Renato y descubrieron sus acosos sexuales y malos tratos. Lo despidieron. Con M?nica se encontraron un par de veces m?s, pero eso es otra historia.