DOS AMIGOS CON MUJERES MADURAS Y FUERTES Por Esper, esper_cl@yahoo.es PARTE 3: Genaro cuenta su historia GENARO VA AL GIMNASIO Mi nombre es Genaro, y ten�a 40 a�os cuando me sucedi� lo que les voy a relatar. Siempre me han gustado las mujeres mayores, fuertes, altas y/o poderosas. �Ser� algo anormal? �Masoquismo? �Deseo de ser dominado? No lo s� y poco me importa. Solo s� que me gustan las mujeres as�, y que comparto el gusto con muchos hombres, acaso la mayor�a. Hay en un gimnasio al cual acudo unas dos o tres veces por semana. No soy fan�tico de la actividad f�sica, pero voy por salud y para mantenerme en buena condici�n, y presentar una buena est�tica. Fue ah� donde conoc� a Betty. Calcul� que su edad estaba para entonces entre los 45 y 50 a�os. Por meses cruzamos pocas palabras. No llegamos a ser amigos, pero sab�amos al menos nuestros nombres. Debo confesar que siempre la mir� de distintas formas. Es en realidad una mujer impresionante para m�. Es m�s alta que yo, gruesa en general con mezcla de grasa y m�sculos. Su cintura es ancha pero permite ver sus formas de mujer. Su tez es tipo bronceada pecosa y su pelo medianamente largo es rojo oscuro, te�ido, posiblemente ocultando canas. Algo que me llam� la atenci�n, fue con relaci�n a las m�quinas con pesas. M�s de alguna vez ocup� m�quinas en las que ella hab�a hecho ejercicios y hab�a tenido que disminuir las pesas en la cual la respectiva m�quina estaba ajustada. Una vez estuve haciendo repeticiones con 30 kilos, dej� la m�quina, la tom� ella y subi� las pesas a 45 kilos, para luego hacer las mismas repeticiones que yo. Otra vez, en la que ella estaba saliendo de una m�quina, se encontr� con mi mirada, y creo capt� admiraci�n por ella en mi expresi�n. Me mir� por unos segundos y me sonri�. Reconozco que ese gesto me estremeci�. Fue un especie de coqueteo. Me acuerdo de un d�a s�bado cerca de las 6 de la tarde, cuando sal� para irme a mi casa y luego a una juerga nocturna. Nos encontramos en el estacionamiento. Mi auto estaba al lado del de Betty. Tengo la costumbre de estacionar de espaldas con la parte delantera del auto mirando a la calle. El de ella estaba puesto en el sentido contario, de modo que los asientos de los conductores quedaban el uno al lado del otro. Nos pusimos a conversar temas livianos sin mayor trascendencia. En un momento dije algo que la hizo re�r. Al despedirse, me dio un beso en la mejilla y me puso su enorme mano en el hombro, justo al lado del cuello. Francamente me gust�. Desde esa vez ella estuvo cari�osa conmigo y siempre que nos encontr�bamos llegando o saliendo del gimnasio nos d�bamos un beso en la mejilla. Cuando me lo daba me tocaba mi pecho o barriga presion�ndome con fuerza. Otras veces me pon�a su brazo en mi hombro y yo la abrazaba por la cintura, en concordancia con su mayor estatura. En el gimnasio exist�a la costumbre de publicar en un fichero los cumplea�os de los socios, al menos de los m�s antiguos y de los que iban con frecuencia. Vi el de Betty el que era un d�a de fines del mes de julio. Ese d�a estuve atento a verla pero no apareci�. Me imagin� que estar�a celebrando con su familia. Al d�a siguiente me la encontr� en un pasillo del gimnasio y le dije �Hola Betty, feliz cumplea�os atrasado�. Betty: Gracias Genaro. Pero �no me vas a dar el abrazo? Ni corto ni perezoso me acerqu� a d�rselo. La tom� por debajo de los brazos y le puse mis brazos y manos en su espalda. Ella me tom� por encima de mis hombros y me presion�. Le di varios besos seguidos en sus cachetes y nos mantuvimos abrazados por un rato. Pude captar con mi pecho y brazos lo grande de su anatom�a, la que se sent�a m�s bien dura. Pens� en ese momento que si hac�amos lucha libre con toda seguridad me ganar�a. AUXILIANDO A BETTY Un d�a en la tarde iba en mi auto, cuando el sol ya se hab�a puesto. En eso veo otro auto detenido, con una mujer fuera de �l mirando un neum�tico pinchado. La mir� detenidamente y reconoc� que era Betty. Me detuve de inmediato a auxiliarla. Yo: Hola Betty �en problemas? �Quieres que te cambie la rueda? Ella (me da un beso en la mejilla): Hola Genaro, gracias por ayudarme. Ojala fuera tan sencillo. El cretino de mi hijo el otro d�a pinch� un neum�tico y no hizo el recauchaje, as� que no tengo repuesto. Yo: �y que piensas hacer? Ella: No s�, a esta hora no creo que haya vulcanizaci�n as� que me voy a tener que conseguir una gr�a Yo: �Sabes? Yo tengo tel�fono de gr�a registrado en mi celular, si quieres la llamo. Ella: �estupendo!, �hazlo!, te lo voy a agradecer Llam� a la gr�a de inmediato y me inform� que acudir�a dentro de unas dos horas, lo que le comuniquen en el acto a Betty. Ella: Te lo agradezco mucho, Genaro, Vete nom�s yo me las arreglar� ac�. Yo: �Como se te ocurre! No te voy a dejar sola ac� y adem�s �c�mo te vas a volver a tu casa despu�s? Ella: En serio, no te preocupes. Seguramente tienes tus cosas que hacer. La verdad es que si ten�a algo que hacer. En el hecho ten�a que juntarme con un grupo de amigos, como lo hac�amos cada dos semanas los mi�rcoles, d�a de la semana en el que est�bamos. Pens� que no quer�a perder la oportunidad de estar con ella, pues realmente me atra�a mucho Yo: No tengo nada que hacer, salvo irme a mi casa a ver televisi�n. Ser� un gusto para m� acompa�arte. Ella: Muy bien, vamos a tomar un cerveza mientras tanto. Y yo te invito, y espero que esto lo aceptes. Yo: bien, vamos. Era primavera, y el clima estaba moderadamente c�lido. Ella estaba en jeans con sandalias con algo de taco. En la parte de arriba llevaba un polo de mangas largas con escote medianamente generoso. Si bien sus senos no se distingu�an del todo, pude apreciar una espalda ancha y hombros que bajaban oblicuamente hasta llegar a sus brazos. Nos fuimos caminando hasta un bar, nos sentamos frente a frente, pedimos la cerveza y nos pusimos a conversar. Yo: �A que te dedicas? �Trabajas actualmente? Ella. Con mi familia tenemos un restaurante. Mi esposo, con quien estamos divorciados, tiene la mitad y yo la otra mitad. Nos separamos hace como 4 a�os y nuestra relaci�n es buena. Quisimos mantener el restaurante porque es buen negocio. Normalmente lo administro a la hora de almuerzo, y a las 5 me voy a al gimnasio. Voy seguido al gimnasio en las ma�anas tambi�n, pero t� no vas a esas horas. Yo: yo voy a veces en las tardes. Y normalmente cuando voy te veo a ti. Ella. Claro, me encanta, y en las ma�anas hago pesas y m�quinas. Ella. �Y t�, a que te dedicas? Yo: Negocios. Tambi�n he incursionado en la gastronom�a. En la actualidad participo en una empresa de comida a domicilio. Ella: Mira que bien, tendremos tema para hablar de eso. Yo: Pues con gusto. Me fij� en ese momento en el considerable tama�o de sus manos y su gruesa mu�eca y un antebrazo impresionante que crec�a para luego sumergirse en las mangas de su polo. Su tez era bronceada y llevaba en las manos algunas joyas de plata, al igual que en su cuello. En realidad m�s que joyas, eran adornos de plata. Seguimos conversando de diversos temas, pero debo reconocer que en lo que m�s pensaba era en su fant�stica anatom�a. En un momento retomamos lo del gimnasio y los ejercicios. Ah� aprovech� para llevarla al tema que me interesaba. Yo: �Eres fuerte? Ella: (sonr�e y me gui�a el ojo) �t� que crees? Yo: Pues creo que s�. �Sabes? me gustar�a hacer vencidas contigo Ella: jajajaa, �y para qu�? �Te expondr�as a que te gane una vieja como yo? Yo: �vieja? �T�? Pero si est�s estupenda, por mucho que tengas tus a�os Ella: �Mira eh! Te estas ganando mi favoritismo, primero con la ayuda y ahora con ese lindo piropo. Dicho eso me dio dos cachetadas suaves a modo de cari�o. Yo: Vamos, hagamos vencidas, apostemos las cervezas que nos estamos tomando. Ella.: Nooooo. Las cervezas las pago yo. Ese es el trato. Si quieres hagamos las vencidas pero prep�rate a perder. No me va a tomar ni 30 segundos ganarte. Se quit� unos adornos que ten�a en su mano derecha y la dobl�, levantando el antebrazo. Nos pusimos en posici�n con los codos sobre la mesa y tomados de las manos. Sent� mucho placer al tomar una mano tan grande y fuerte y a la vez de suavidad femenina. Ella: �Listo? Yo: Listo Comenc� a presionar para doblar su brazo y una fuerza incontenible dobl� el m�o. Ella hab�a dicho que no se iba a demorar 30 segundos, pero en realidad creo que le tom� menos de 5. Cuando mi mano toc� la mesa me mir� con una sonrisa. Yo: ��Me pillaste desprevenido!! Ella: Jjajjaaaa �Tramposo! Yo: Est� bien, eres bien fuerte. Nuevamente puso el codo sobre la mesa y su antebrazo en posici�n vertical. Ella. Para que no reclames, pon tu brazo y trata de dobl�rmelo, s�lo lo voy a mantener en posici�n vertical Dicho y hecho. Pusimos los brazos en posici�n de vencidas e intent� hacer fuerza para dobl�rselo. La verdad es que no logr� avanzar ni en un cent�metro a mi objetivo. Estuvimos as� casi un minuto. Ella resisti� sin mostrar ni las m�s m�nima dificultad. Ella: �Est�s listo? Ahora voy a comenzar a hacer fuerza. Yo: Adelante. Presion� y en un santiam�n el dorso de mi mano volvi� a tocar la mesa. Yo: Est� bien, me ganaste, me doy por vencido. Ella: Buen chico. Para m� que te atraen las mujeres fuertes. Luego me toma la cara y me da un beso prolongado en la mejilla. Yo: La verdad es que si. �Cu�nto mides y pesas? Ella. 1,78 y peso 95 kilos. Pero como ver�s tengo bastante m�sculo Yo: �qu� duda cabe! Eres pura masa muscular. Ella: �y t�? Yo: 1,76 y debo andar por los 75 kilos. Ella: Mira el tama�o de mi mu�eca en relaci�n a la tuya Efectivamente se ve�a mucho m�s grande y gruesa que la m�a. Intent� rodearla con mis dedos mano cosa que no logr�. Ella cogi� mi mu�eca la rode� con sus dedos y le sobr� una falange. Comparamos manos y tambi�n me aventajaba considerablemente. Ella: �Sabes? Creo que era pr�cticamente imposible que me ganaras. Yo: (Algo asombrado) �Por qu�? Ella: Porque de joven practiqu� mucho lanzamiento de la bala y por eso soy muy fuerte. Y me he mantenido fuerte todos estos a�os haciendo pesas. Yo: Ahora entiendo m�s. �Eres diestra o zurda? Ella: Soy diestra, pero si crees que me puedes ganar con la izquierda, lo intentamos. Yo: Francamente no creo que te pueda ganar, pero intent�moslo. Nos pusimos en posici�n con los antebrazos izquierdos, y el resultado fue el mismo que el anterior. Me venci� igual de r�pido y sin apelaci�n. Ni siquiera not� diferencia de fuerza entre un y otro brazo. Yo: �Practicaste mucho el lanzamiento de la bala o fue algo ocasional? Ella: Lo practiqu� mucho, casi desde ni�a. Como siempre fui alta y maceteada era l�gico que a los profesores y profesoras se les ocurriera la idea de que yo practicara un deporte de fuerza. Y sobre todo porque estaba en un colegio en el cual se le daba mucha importancia al atletismo. Yo: �Qu� colegio era? Ella: El Artemisa. Yo: Es mixto, �no es as�? Ella: Si, mixto. Creo que t� eres solo un poco menor que yo. �No te suena mi nombre? Fui famosa a nivel inter escolar y luego seleccionada a los panamericanos Yo: La verdad es que no me acuerdo de tu nombre. Yo nunca practiqu� atletismo ni puse mucha atenci�n a las competencias. Siempre he jugado f�tbol. Ella: La lectora de noticias Michelle Z fue compa�era m�a. Ella tambi�n se hizo famosa en atletismo, especialmente en 100 y 200 metros planos. Las dos �ramos las m�s destacadas de nuestra generaci�n. Esa Michelle Z es una famosa lectora de noticias de Chile. No me acordaba que hubiera sido destacada en atletismo. Una vez le escuch� a una prima m�a que ella y la Michelle Z. , eran de la misma edad. Dado que mi prima tiene en la actualidad 47 a�os, calcul� que esa era la edad de Betty. Yo: �Y en qu� momento lo dejaste? �No pensaste en convertirte en profesional? Ella: Justamente llegu� al momento de pensarlo y tomar la decisi�n. Convertirme en profesional iba a significar un cambio de vida. Significar�a no estudiar en la universidad y problemas para casarme o convivir en matrimonio. Y quer�a hacer las dos cosas, o sea estudiar y casarme y tener hijos. Yo miraba lo que me contaba con mucho inter�s. Mi admiraci�n por ella hab�a aumentado, tanto por lo que me cont�, como porque me hab�a ganado en vencidas. Ella: Al parecer te entretiene lo que te cuento. Yo: Claro que si. Eres muy interesante por dentro y por fuera Ella (riendo): Gracias, lindo. Acto seguido me toma la cara y me da un beso en la mejilla. Justo en ese momento suena mi celular. Era la gr�a que nos avisaba que estaba a punto de llegar. Nos pusimos de pi� para dirigirnos adonde estaba su auto. Ella: No ser�s muy fuerte, pero tienes buen trasero Yo. Gracias. Dicho eso me da una palmada en los gl�teos. Ya estaba bastante excitado pero eso me caus� un inicio de erecci�n. Ella al parecer lo percibi� y solo se ri�. Luego me tom� de la cintura y yo la abrac� por sus hombros. Sent� una delicia tocar con mis manos algo de gran tama�o que pertenec�a a una mujer Caminamos abrazados hacia su auto. Sabiendo como me gustaba su fuerza, me presion� firme con su brazo en mi cintura y me levant� del suelo con un solo brazo. Mis pies estuvieron por unos 30 segundos a unos 35 cm. del suelo. . Yo: Ay, eso si que me gust�. Ella: Lo s� jajajajajaa Por eso lo hice. Me imaginaba que te iba gustar. Llegamos a su auto y al minuto apareci� la gr�a. Coordin� con el tipo encargado para que siguiera a mi auto hasta la casa de ella. Por supuesto que Betty se fue conmigo. Lamentablemente para mi, el trayecto a su casa era corto, y no me dejaba el tiempo para intentar besarla o algo por el estilo Una vez en su casa, acomodamos el auto en el estacionamiento. Le pag� al tipo de la gr�a y lo despach�. Ya eran pasadas las 11 de la noche. Ella: Bueno, es tarde, te agradezco tu ayuda y el rato agradable. Yo: Gracias a ti. Ha sido un placer y lo he pasado muy bien. Ella: Disculpa que no te invite a pasar, pero en cualquier momento llegan mis hijos y aun debo ducharme. Yo: No hay problema, pero, �podr� volverte a ver? Ella: �En alg�n lugar que no sea el gimnasio, dices? Me imagino que ese as�, porque en el gimnasio me ves siempre. Yo: Si por supuesto, a eso me refiero. Ella: (sonriendo) �Mira t�! �Qu� quieres conmigo picar�n? Yo: Bueno, s�lo disfrutar de tu compa��a. Me resultas muy agradable. Ella: Est� bien, anota mi celular y nos podemos ver en alg�n lugar. Anot� su n�mero de celular en el m�o y lo marqu� para que dejara registrado mi n�mero. Ella: Se hace tarde. Dame un abrazo y nos vemos La abrac� fuerte y ella hizo otro tanto. Pegu� mi boca en su cachete y le comenc� a dar besos seguidos. Pens� en darle un beso en la boca, pero fue ella quien se me adelant� poniendo sus labios en los m�os. Nos dimos besos repetidos en la boca, y la abrimos a medias permitiendo que nuestras lenguas se tocaran. Ella: Vete ahora, salgamos ma�ana o el viernes, si quieres Yo: Bien, te llamar� Ella: (d�ndome una palmada en el trasero). Bye, lindo. GENARO VIAJA CON BETTY AL CAMPO La llam� el jueves para coordinar algo para el viernes. Me dijo que iba a llegar tarde porque ten�a que ir a ver unos asuntos el viernes en un fundo que tiene su familia en San Felipe, que queda a un poco m�s de una hora minutos de Santiago. Por eso me propuso que mejor era que nos junt�ramos el s�bado. Luego agreg� �a no ser que tengas disponible el viernes en la tarde, y as� me podr�as acompa�ar�. Ese �a no ser que�� me gust� bastante y de inmediato le dije que la acompa�ar�a. Me pregunt� a continuaci�n si ten�a que volver a Santiago a alguna hora determinada, dado que muchas veces decid�a quedarse a dormir, para no manejar de noche en carretera. Le dije que no tendr�a problemas. Me pas� a buscar como a las 2 PM del viernes en una camioneta de doble cabina, la que no era el veh�culo al que se le hab�a pinchado la rueda. Por el sonido me di cuenta que era a petr�leo Me cont� que ese fundo ten�a plantaciones frutales y principalmente iba para que quienes trabajaban ah� sintieran la presencia de alguno de los due�os. Otras veces iban sus hermanos o alg�n otro familiar. Me explic� que el fundo ten�a una casa tipo bungalow en la cual muchas veces se alojaba alguno de ellos. Nadie m�s de la familia estar�a entonces y a quienes trabajaban en el fundo no les llamar�a la atenci�n mi presencia. Al subirme a la camioneta nos dimos un beso en los labios. En el viaje, cada cierto rato le acariciaba su cabeza, brazo, hombros y cuello. A ella parec�a gustarle y a veces me tomaba la mano para darme un beso en ella. Hac�amos comentarios y chistes acerca de su inmensa y fuerte anatom�a. Yo: �C�mo andabas de fuerza con tu ex esposo? �Alguna vez hicieron vencidas? Ella: Cuando �ramos novios a veces las hac�amos y yo siempre ganaba. Yo: �El es grande? Ella: Es de mi estatura y pesa bastante menos. La �nica vez que me gan� fue cuando hab�a tenido a mi primer hijo y estuve meses sin hacer pesas. Esa vez baj� como 10 kilos, puesto que perd� musculatura. Tuve que hacer dieta estricta para que los m�sculos no se transformaran en grasa. Despu�s del post natal, retom� los ejercicios. Al tiempo volv� a ganarle en vencidas. Pero eso fue hace como 20 a�os, ya que mi hijo tiene 21. EN EL VIAJE, BETTY RELATA UN CAMPEONATO DE VENCIDAS Yo: �Alguna otra vez hiciste vencidas? Comenz� a re�r. Todo indicaba que mi pregunta le hab�a hecho acordarse de algo c�mico. Ella: Pues si. Una vez nos juntamos los compa�eros de curso un a�o despu�s de que hab�amos salido del colegio. Ya estaba en mi mejor momento en lo que era lanzamiento de la bala. Reci�n al a�o siguiente la dej� para entrar a la universidad. Yo: Apuesto que hicieron un campeonato de vencidas Ella: Claro. Est�bamos reunidos en la casa de los pap�s de la Michelle Z precisamente, la que era bastante grande. Era un d�a s�bado y hab�amos organizado una asado en el jard�n. Lo pasamos muy bien y la mayor�a nos quedamos en la casa de ella hasta la noche. Yo: Ya. Ella: Como a las 6 de la tarde ya est�bamos bastante alegres. Algunos compa�eros estaban entonados con el alcohol, pero ninguno lleg� a emborracharse, afortunadamente, porque me cargan los borrachos. Uno de ellos decidi� hacer un brindis por las compa�eras. Lo hicieron. Luego empezaron a brindar por nosotras, una por una haciendo comentarios jocosos. En un momento fue mi turno y alguien dijo, mir�ndome, �un brindis por la de m�s peso y m�s fortachona�. Yo: jajajjajaa, sin duda se refer�a a ti. Ella: Otro de los compa�eros, que se llama Ramiro, dijo a modo de aclaraci�n: �la m�s fuerte de las mujeres�. Una de las compa�eras, Margarita, dijo �apostar�a que es la m�s fuerte entre hombres y mujeres�. Yo: Ya me voy dando cuenta como empez� el desaf�o. Ella: Empez� la discusi�n. Fue todo en un ambiente de risa en todo caso. El tema era si yo era m�s fuerte que todos mis compa�eros. Yo solo re�a y no hice mayores comentarios. La misma Margarita, dijo �veamos, que Ramiro haga vencidas con Betty�. Ramiro me mir� como pregunt�ndome si estaba de acuerdo. Yo le hice un gesto como dici�ndole ok. Yo: Esta an�cdota est� muy buena, sigue por favor. Ella: Luego Ramiro dijo �pero si pierdo tienen que hacer vencidas todos los dem�s�. Yo le dije ����pale!! No pienses que voy a hacer vencidas con todos�. Alguien m�s dijo que primero deb�amos hacer vencidas y despu�s ver�amos que hacer. Nos pusimos en posici�n y fue tanta la expectaci�n que algunos compa�eros apostaron dinero entre ellos. No era mucho en todo caso. Algo as� como el equivalente a uno o dos d�lares. Yo: �Y qu� pas� con las vencidas? Ella: Cuento corto, me cost� muy poco ganarle. Apenas empez� a hacer fuerza le dobl� el brazo. Me felicit� y yo le di un abrazo y un beso. Los dem�s nos aplaudieron. Luego, Margarita dijo ��alguien m�s quiere hacer vencidas con Betty? La mayor�a de los compa�eros empezaron a gritar repetidamente �yo, yo, yo�� Yo: jajajajjajajajaaa �Y las hiciste con todos? Ella: No. Yo misma propuse que pusi�ramos orden y lo mejor era que organiz�ramos en ese momento un campeonato de vencidas. Y as� lo hicimos. Yo: Buena idea� Ella: Lo primero que hicimos fue anotarnos los que �bamos a participar. Por supuesto que yo ten�a que hacerlo. Se inscribieron todos los hombres presentes, que eran 15, y 5 mujeres cont�ndome a mi, o sea 4 compa�eras y yo. Muchas compa�eras no quisieron participar. Las otras 4 eran m�s bien altas, deportistas y corpulentas. Entre ellas estaba la Michelle Z y en la competencia logr� ganarle a dos hombres. Yo: �Qu� entretenido! Ella: Dado que �ramos 20 los competidores, hicimos 4 grupos de 5, al azar. En cada grupo todos har�amos vencidas con todos, los dos primeros se clasificaban y de ah� saldr�an 8. Luego hicimos una llave de eliminaci�n simple. La Michelle, yo y 6 hombres fuimos los clasificados. Ella perdi� en la ronda de 8 y yo llegu� a la final. Yo: �Y ganaste? Ella: Si. La verdad es que no estaba segura si lo har�a. Humberto, el otro finalista, era m�s alto que yo y jugaba basketball. La contienda con �l fue la m�s larga. Tuve que esforzarme bastante para ganarle. En la primera ronda les doblaba el brazo a mis compa�eros como si fueran de mantequilla. Yo: Y Margarita, �particip�? Ella: nooo No se inscribi� y despu�s le hac�amos mofas, porque le gustaba azuzar a la gente y despu�s se manten�a a raya. Fue una de las reuniones m�s entretenidas que tuve con mis compa�eros. Yo: As� parece. EN EL FUNDO Llegamos al fundo. Hicimos una recorrida general y ella se iba deteniendo para conversar con diversas personas. Con quien m�s estuvo fue con un ingeniero agr�nomo que estaba a cargo del fundo. Despu�s salimos a comprar algunas cosas, para comerlas en la casa tipo bungalow, a modo de merienda. Esa casa ten�a plantado pasto en su parte trasera en un �rea que no se ve�a desde otras partes del fundo. Salimos. La abrac� por la cintura y ella me puso su brazo en el hombro. Nos besamos. Yo: �Tienes fuerza como para levantarme? Sin decir palabra alguna, me puso su mano entre las dos piernas y me levant� sosteni�ndome en la parte delantera de ella. Ella: �As�? Me re�. Luego me puso en el suelo y me carg� en sus hombros Ella: �O as�? Despu�s me dijo que me subiera a su espalda, y recorrimos el c�sped con ella carg�ndome. Cuando me baj� la empec� a besar y ella me correspondi�. Le agarr� los senos y el trasero. Me tom� en brazos y me llev� al interior de la casa. De ah�, siempre carg�ndome me llev� a uno de los dormitorios, en los que hicimos el amor varias veces. Finalmente nos quedamos a dormir en el fundo. EPILOGO Durante un tiempo fuimos amantes con Betty. Hicimos varios viajes m�s al fundo. Otras tantas veces fue ella al departamento en el que vivo. La primera vez que ella fue a mi depto., dijo que ese d�a no hab�a ido al gimnasio y que necesitaba era hacer ejercicio de fuerza. El ejercicio consisti� en tomarme en brazos y subirme cargado hasta el cuarto piso, en el que vivo. Finalmente ella quiso terminar la relaci�n. Me dijo que no se ve�a casada con alguien 7 a�os menor y que tampoco me ve�a a mi casado con una mujer 7 a�os mayor. Todo lo hab�amos disfrutado mucho, pero hab�a llegado el momento de terminarlo. Si bien la entend�, me dio mucha pena lo que me dec�a. Creo que me estaba enamorando. No parec�a ser el sentimiento de ella, ya que se ve�a en una actitud mucho m�s pr�ctica. Pienso que fue mi enamoramiento lo que la llev� a la decisi�n de terminar. Despu�s de que terminamos la segu� viendo durante un tiempo en el gimnasio, hasta que ella dej� de ir por cambio de domicilio. Hablo conmigo expresamente para decirme que se iba y me propuso ir a tomar un caf� y hacer vencidas. Lo hicimos y segu�a tan fuerte como la hab�a conocido, por lo que me gan� con la misma facilidad de antes. Me dijo que me ten�a mucho cari�o y que siempre me recordar�a con agrado. Yo le contest� que pensaba lo mismo con respecto a ella. �Ojal� encuentres una mujer que te llene el gusto como te mereces. Y si es fuerte y alta, mejor a�n.� , fu� una de las �ltimas cosas que me dijo. S� que despu�s volvi� con su esposo. De eso hace cerca de dos a�os