DOS AMIGOS CON MUJERES MADURAS Y FUERTES Por Esper, esper_cl@yahoo.es PARTE 2: La historia de Fabi�n CONOCIENDO A JACQUELINE POR INTERNET Muchos empiezan su relato diciendo �esta historia es real y me sucedi� hace XXX meses�. Pues bien, lo que les voy a contar es basado en algo real y me sucedi� hace un par de a�os, cuando reci�n llevaba unos meses de separado. En esa �poca ten�a 40 a�os y la mujer coprotagonista de esta historia 43. Mi ciudad es Santiago de Chile y mi nombre es Fabi�n. F�sicamente me considero normal, mido 1,74 y estoy un poco, solo un poco, pasado de peso. Quiz�s mi mayor fortaleza son mis ojos de color verde, los que sin ser algo anormal llaman la atenci�n en Latinoam�rica Me separ� a comienzos de ese a�o y luego inscrib� en varios sitios busca pareja. Fue ah� donde conoc� a Jacqueline. Fue ella quien me contact� a m�. Por algunas semanas conversamos por Messenger, casi a diario, con el consabido intercambio de fotos. Ella mide 1,70 es rubia con el pelo liso, tez clara y ojos azules. Es divorciada y tiene dos hijos a punto de entrar a la universidad. Vive en la ciudad de Vi�a del Mar a menos de dos horas de Santiago, en la costa. Comparte con sus padres la propiedad de un negocio de ropas y telas del cual todos dependen econ�micamente. Ella siempre fue muy deportista, siendo su principal deporte la nataci�n, en la cual gan� algunos campeonatos a nivel federado. Tambi�n practic� k�rate, judo, entre otras disciplinas. En la actualidad va al gimnasio diariamente y hace pesas para fortalecerse y mantener la musculatura. Todo ello explica porqu� es una mujer muy fuerte y corpulenta. En las fotos pude percibir un fuerte antebrazo que va aumentando hasta que desaparece bajo sus mangas. Su espalda es bastante ancha. Su largo y muy grueso cuello probablemente jam�s lo quisiera tener una modelo, pero es algo que nos atrae a los hombres que nos gustan las mujeres fuertes. P�rrafo aparte merecen su descomunal par de tetas. Son inmensas, al punto de que fueron un obst�culo para realizar deportes con carreras largas como tenis y atletismo. En un momento de confianza me las mostr� desnudas por webcam. Le coment� que para mi agarrarlas ser�a como pinchar un pedazo de carne asada y jugosa con un mondadientes. Ella riendo me contest� �las cosas que me dices, pero en realidad ni con tus dos manos podr�as agarrar una entera�. INVITACION A ALMORZAR A JACQUELINE Despu�s de m�s o menos un mes de estar conversando por Messenger y tel�fono, me toc� ir a la ciudad de ella, por razones de trabajo. La reuni�n la ten�a a las 6 de la tarde de modo de que arreglamos juntarnos a almorzar a alg�n lugar cercano. La conversaci�n en el almuerzo estuvo muy agradable. El lugar escogido era grande y hab�a pocas personas, de modo que tuvimos bastante privacidad. En un momento el tema tratado fue su f�sico y ejercicios. Me mostr� sus piernas. Andaba con pantalones, pero se pod�a percibir su tama�o y formas definidas. Las toqu� y pude notar como eran duras y musculosas. Las recorr� con mis manos sin que ella me pusiera objeci�n. Lo mismo hice con sus brazos. Luego comparamos tama�os de manos y mu�ecas, en las cuales ella superaba, pese a que mi anatom�a es normal para ser hombre. Poner frente a frente las palmas me permiti� tocarlas y sentir su suavidad y disfrutar como me superaba en porte. Me acord� que me hab�a contado que cuando era estudiante hab�a hecho apuestas de vencidas con hombres, en las cuales ella ganaba. Le propuse que las hiciera conmigo, cosa que acept�. Pusimos los codos sobre la mesa y nos tomamos las manos en posici�n. Debo contarles que otras veces hab�a hecho vencidas con amigas deportistas, y de gimnasio diario. Pese a que eran fuertes, se hab�a impuesto mi fuerza masculina. Haciendo vencidas entre hombres, probablemente eran m�s la veces que hab�a ganado que las que hab�a perdido. Le� alguna vez, no me acuerdo donde, que la fuerza de un hombre es superior en un 70% a las de las mujeres, como promedio. Lo que quedaba claro desde ya, era que Jacqueline distaba mucho de ser una mujer �promedio�, en cuanto a fuerza y musculatura. Comenz� la contienda de vencidas. Fui incrementando mi fuerza tratando de doblar su antebrazo, cosa que no lograba. Ella tampoco doblaba el m�o. No se cuanto tiempo estar�amos as�. En un momento en el que ambos parec�amos estar haciendo el m�ximo de fuerza sin lograr vencer al otro ella sonriente me mira y me dice �te voy a ganar�. Medianamente sorprendido le dije �bueno, g�name�. Entonces ella empieza a aplicar m�s fuerza, y en menos de lo que canta un gallo me hace doblarme y tocar la mesa con el dorso de mi mano. Yo: Realmente tienes fuerza. Ella: Claro que la tengo. Yo: �Pensabas que me ibas a ganar? Ella: Francamente pens� que era lo m�s probable. No te ves d�bil precisamente, pero tengo mis manos y brazos considerablemente m�s gruesos. Ya hab�amos terminado de almorzar y en eso el garz�n nos llev� la cuenta. Pagu� y salimos. Nos dirigimos a mi auto y al abrirle la puerta le dije ��tienes fuerza como para levantarme?�. Sin decir palabra tom� de la cintura y me alz� varios cent�metros del suelo. Cuando me baj� la bes� en sus labios y ella correspondi� el beso. Luego le agarr� las tetas, cosa que ella permiti� sin hacer reclamo alguno. Eran reci�n las 3 de la tarde por lo que faltaba un tiempo para la reuni�n. Pese que era invierno y hac�a bastante fr�o, el d�a estaba despejado y no hab�a nubes. Me propuso que fu�ramos a un mirador que daba al mar, en el cual probablemente no habr�a muchas personas, dado que era d�a martes. Acept� la idea y enfilamos. Llegamos al mirador, nos bajamos del auto y quedamos cerca de �l. Dada la forma como estaba hecho el mirador, se pod�a apreciar la vista del mar y de la ciudad a�n permaneciendo en el auto. Nos besamos, le segu� agarrando las tetas y su trasero. Siguieron las pruebas de fuerza de ella. Nuevamente hicimos vencidas, esta vez de pi�, primero con el brazo izquierdo y luego con el derecho. En ambos casos me gan� r�pidamente. Por iniciativa m�a empezamos algunos juegos de lucha. Primero la tom� por atr�s por la barriga y le dije que tratara de soltarse. Me tom� de los brazos y logr� zafarse con toda facilidad. Se dio vuelta, y ella fue la que me inmoviliz� tom�ndome de los brazos sin que pudiera zafarme. M�s a�n, me los puso en mi espalda y me los sujet� con solo una mano y tampoco logr� liberarme. En medio de las luchas y pruebas de fuerza nos bes�bamos jugando con nuestras lenguas. Estaba realmente excitado y ella notaba mis erecciones. Despu�s me contar�a que ella tambi�n se excit� mucho. Pens� en que fu�ramos a un motel a tener sexo. Sin embargo, por la hora me di cuenta que no ser�a posible, puesto que no podr�a mover mi reuni�n. Yo: Es una l�stima que tenga una reuni�n luego. Me gustar�a pasar m�s tiempo contigo. Ella: Es cosa de que lo organicemos y pasemos m�s tiempo juntos alg�n otro d�a. Yo: Excelente. Lleg� la hora de irme. Nos besamos e hicimos vencidas por �ltima vez. Estuve de vuelta en Santiago como a las 11 de la noche. Llam� a Jacqueline para avisarle que hab�a llegado bien. Nos mandamos los respectivos besos. EN SANTIAGO NUEVAMENTE Al d�a siguiente, nos contactamos por Messenger a eso de las 19, hora en la que con frecuencia nos comunic�bamos. Le mand� las fotos que nos hab�amos sacado con mi c�mara digital. En algunas aparec�amos bes�ndonos, en otra agarr�ndole las tetas por detr�s y en un par ella me sosten�a levantado del suelo. Tambi�n hubo una foto en las que sal�a ella sola y otra en las que yo sal�a solo. Comentamos nuestro encuentro del d�a antes, lo bien que lo hab�amos pasado y lo corto que se nos hab�a hecho. En un momento me mand� una foto en la que estaba con un vestido azul claro, m�s bien informal, en su casa. Se pod�a apreciar en �l su antebrazo grueso el que hab�a conocido el d�a antes. Yo: Linda foto, con ese brazo grueso, ideal para hacer vencidas. Ella: Gracias, es un desaf�o entonces. Yo: Hecho, y tratar� de ganarte. Ella: Muy bien. Luego yo le mand� una foto m�a que ella no ten�a. Ella: �Qu� lindo son tus labios! Y pensar que los prob�. Muy ricos. Yo: Gracias y para mi fue rico que los probaras. Seguimos mirando fotos. Yo: �Siempre usas ropa con mangas en verano? Ella: Si, tengo demasiados m�sculos y no me gusta que me miren tanto. Y entre andar sin mangas y tener m�sculos, prefiero lo segundo. Yo: �Sabes? Ella: �Si? Yo: Me encantan las mujeres macizas y fuertes. Ella: jajajaja punto a favor m�o entonces, bebe. Me gusta echar vencidas contigo y levantarte. Yo: A mi tambi�n, esto es nuevo para m�, el hacerlas con una mujer atractiva y que me gane. Ella: Para mi es novedad tambi�n. Desde que estaba en la universidad que no las hac�a. Y es la primera vez que beso a alguien que le he ganado. Y cr�eme que me gust�. Yo: Me gustar�a verte de nuevo. Ella: Bueno, proponme como hacerlo. Yo: Me podr�a ir este s�bado a Vi�a, despu�s de almuerzo. En la ma�ana tengo que llevar a mi hijo a un partido de futbol en el que �l juega y luego se lo dejo a su mam�. Ella: Me parece bien. Eso si, yo tengo que estar en mi casa como a las 9 de la noche, antes de que mis hijos salgan, no me gusta no estar cuando lo hacen, ya que se pueden sentir demasiado libres. Yo: Te entiendo. Si ellos salen, �t� podr�as hacerlo tambi�n en la noche? Ella: Creo que si. �Est�s viendo la posibilidad quedarte en Vi�a a dormir el s�bado? Yo: As� es. Ella: Bien, entonces vente y mi tarde le la dedicar� a ti. Despu�s de que salgan mis hijos, veremos. NUEVA VISITA A JACQUELINE EN VI�A DEL MAR El s�bado almorc� r�pido y liviano, para poder irme luego a Vi�a. Llegu� a las 3 de la tarde y pas� a recoger a Jacqueline. Mi plan era que nos fu�ramos a un motel a hacer el amor, cosa que si bien no hab�amos hablado expresamente, sab�a que para ella era algo que pod�a ocurrir. Al subirse a mi auto, nos besamos apasionadamente. Me tom� la mano y me la inmoviliz� con su fuerza, cosa que disfrut�. Una vez que me la solt� para abrazarme le agarr� los senos metiendo la mano por debajo del escote. Sent� que comenzaba mi erecci�n y que se armaba un bulto en mi pantal�n. Ella lo vio, y ni corta ni perezosa me puso su mano encima de mi pene y me sigui� besando. Est�bamos realmente a mil. Yo: Vamos a hacer el amor a un motel. Ella: Vamos beb�. Quiero luchar contigo y que hagamos el amor. Se sent� en posici�n normal en el asiento, manteni�ndome abrazado. A ratos me besaba y me acariciaba mi cabeza y mis orejas. Realmente nos dese�bamos mucho el uno al otro. Llegamos al motel y r�pidamente a la habitaci�n. Los primero que hicimos fue sacarnos los zapatos y los jeans, que vest�amos ambos. Luego nos quitamos los su�teres que tambi�n us�bamos puesto que hac�a fr�o. Yo qued� en camisa y ella en blusa. Se acerc� a m� con energ�a, se agach�, me tom� de la pierna y me carg� en sus hombros. Empez� a dar vueltas conmigo. Re�a con ganas y yo tambi�n. Despu�s de tenerme as� por un par de minutos, me tir� en la cama, se puso encima de m� comenz� a besarme con energ�a. A ratos me tomaba las manos y me inmovilizaba, Yo trataba de zafarme sin �xito. En un momento le solt� el sost�n y sus inmensos senos quedaron a la vista, y los comenc� a sentir en mi pecho. Ella me baj� los calzoncillos, me ayud� a sac�rmelos y quedamos ambos desnudos. Me tom� el pene y me comenz� acariciar. Yo le met� un par de dedos en su vagina y ella lanz� un par de gemidos. Luego me dio vuelta con sus fuertes manos, me puso de espalda, cogi� mi pene erecto como un resorte y lo introdujo en su vagina. Comenz� a moverse y a jadear. Yo transpiraba como loco. Trate de aguantar para no irme hasta que ella lo hiciera. Cont� mentalmente hasta cien. Cuando iba en el 80 sent� un fuerte gemido de ella y comenz� a ir m�s lento para luego detenerse. En unos pocos segundos largu� mi semen y emit� ahora yo un fuerte gemido. Me sal� de su cuerpo a y ambos quedamos tendidos de espalda sobre la cama. Ella: �Uf! Estuvo muy rico. Yo: As� fue. Descansemos un poco y vamos a la pr�xima. Ella: Bien. Se puso de pi� para ir al ba�o. Cuando sali� yo hice otro tanto. Al regresar vi que estaba de pi� sonriendo maliciosamente. El cuarto del hotel ten�a una alfombra, por lo que Jacqueline y yo nos pase�bamos descalzos. Yo: �Qu� est�s tramando? Ella: Quiero que luchemos. Yo: �Uf! Algo as� supon�a por la cara que pusiste. Ella. Intenta botarme al suelo. Yo solo voy a resistir. Trat� de hacerle una zancadilla, pero no tuve resultado, no lograba moverla, Luego la quise empujar de mil maneras, y ella resist�a sin ceder. Solo sonre�a. Yo: No hay caso, eres muy fuerte. Ella: Bueno beb�, yo no te obligu� a estar conmigo, t� lo pediste. Yo: As� fue. En eso me hizo una zancadilla y me bot� al suelo en un santiam�n. Se puso sobre m� y me inmoviliz� sujet�ndome de los antebrazos. Trat� de soltarme y no pude. Nos pusimos de pi� y me tom� en brazos carg�ndome como novia. Me bes� y me puso sobre la cama. Luego hicimos el amor en forma tradicional, o sea ella de espaldas y yo encima. Ella se fue bastante m�s r�pido que yo, puesto que como hab�a botado mi semen una vez, ahora ten�a menos cantidad. Hicimos el amor una vez m�s, con luchas entremedio. Luego ella me confes� que era la primera vez que hac�a el amor en la que ella sab�a que era la m�s fuerte. La experiencia realmente le hab�a gustado, adem�s que encontraba que hab�amos congeniado. Yo le cont� que para mi hab�a sido algo grandioso, y que tambi�n era mi primera vez, en el sentido estar con una mujer m�s fuerte. Eso me daba una excitaci�n especial. Despu�s de eso nos vimos una vez en Santiago y tuvimos un encuentro similar. Por razones que ir� contando en las pr�ximas partes, Jacqueline y yo nos fuimos alejando.