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Cir= ce 4

 

 

Esto que les= voy a contar ahora es la más pura realidad. Forma parte de las muchas aventuras que me suceden a diario. No es exactamente que me sucedan sino qu= e yo misma las busco en la necesidad de satisfacer mis apetitos sexuales y mi desenfrenada vanidad. Necesito sentirme admirada y adorada tanto por hombres como por mujeres. Así es como obtengo mis orgasmos y mi placer. Domi= nar a los demás ya sean hombres como mujeres me prepara el clítor= is para obtener los mayores placeres. Son víctimas destinadas a saciar = mi vagina. 

 

Esa noche concurrimos a una discoteca de moda con mi marido y mi amante de turno. Es = mi costumbre presentarlos a ambos y obligarlos a que salgan juntos conmigo. Son cuatro manos que me acarician, dos bocas que me besan. Dos pollas para ordeñar. Ellos cumplen mis órdenes. Mientras el hombre tenga = la polla dura yo hago lo que quiero.

Nos sentamos= en una mesa y pedimos bebidas y charlamos un rato mientras me hacía acarici= ar suavemente por ellos dos para ir excitándome. Me gusta emprender mis audacias con la vagina húmeda. Me servía de los dos para humedecerla. Yo los besaba por turno en la boca y les introducía mi lengua.

 

A poca dista= ncia nuestra estaba sentada una pareja. Observé que mi conducta atra&iacu= te;a la atención de él mientras ella parecía un tanto moles= ta. Comencé a excitarme. Me gusta devorar tanto a los hombres como a las mujeres.

Crucé= mis piernas exhibiéndome lo más posible mientras me frotaba con l= os dos hombres. Me incliné sobre mi marido y lo besaba mientras le ponía mis pies en la boca a Jaime. No llevaba ropa interior como sie= mpre de modo que mi vulva se veía en la penumbra de la sala. El chico de = enfrente estaba cada vez más incómodo. Saqué a bailar a mi mari= do y me ubiqué al lado mismo de ellos. Mientras me contorsionaba sensualmente con mi metro ochenta de altura y mis tacones, le abrí la bragueta a mi marido y saqué afuera su polla endureci= da. Rodee su cintura con mi pierna derecha mientras me succionaba su polla= con la vagina desnuda en presencia de la parejita cada vez más obnubilada. Yo miraba sus rostros y evaluaba su condición de v&iacut= e;ctimas para mi placer. Decidí que me iban a servir los dos.=

Mi orgasmo f= ue muy evidente. Envié de un empujón a mi marido a su mesa y con la misma agresividad saqué al chico a bailar de un tirón. El no = pudo resistir. La novia miraba paralizada.

Me fui movie= ndo al compás de la música y me frotaba contra él. Le pa= saba la pierna para constatar su dureza. Su polla estaba a punto de romper = el pantalón. Jadeaba y tenia la mirada desorbitada. Estaba a mi entera disposición. Le extraje la polla y la estuve contemplando mientras bailaba. Me alejaba de él y lo dejaba c= on la polla dura a la vista de la novia. Así bailé un rato largo mientras él no sabía que hacer. Me acercaba y me frotaba contra su polla y luego me alejaba y lo dejaba en evidencia. Una mujer hermosa como yo puede hacer cualquier cosa que el hombre queda siempre en ridículo. Así fue como en una de esas embestidas le tomé la polla con la mano y lo ordeñe en cuatro movimientos delante la novia. Le saltó el semen con fuer= za. Cayó sobre la pista y yo lo pisoteaba al compás de la música. El se quedó inmovilizado como todos los hombres cuand= o pierden el esperma. Yo la miraba a ella y decidí usarla para obtener ma= yor placer..

Con el mismo envión lo mandé a él su asiento y la saqué a ella con rapidez para evitar dilaciones y cortesías. No soy cortés. Soy una violadora.  Con ella f= ui muy cruel. No se podía resistir. Yo era muy fuerte y mucho más alta. La tenía a mi merced. Pasee mis manos por todo su cuerpo y la besaba en la boca con frenesí mientras frotaba mi clítor= is contra ella y obtenía unos orgasmos espectaculares. Ella lo percibió todo. Estaba dominada por mi fuerte personalidad. La llevé donde estaba mis otros dos hombres y continué mast= urbándome con su cuerpo en su presencia. Me agachaba para igualar la altura y mi vagi= na estuviera al nivel de su cintura para frotarme mejor. La daba vuelta y me montaba sob= re su culo. Le alzaba la falda y apoyaba mi clítoris en su culo redondo= y soso. Mi enorme cuerpo se frotaba sobre su pequeñez. Todos me miraban pero nadie se atrevía a decirme algo. Tuve una seguidilla de orgasmo= s a la vista de todo el mundo. Una vez que la usé hasta cansarme la mandé de vuelta.  Cuando la devolví a la mesa con el nov= io se hizo un silencio sepulcral y luego empezó a sonar un tímido aplauso y al final me aplaudieron todos frenéticamente.-

 Me dir= igí a mi mesa altiva y desenfadada como siempre. Llamé al camarero que h= abía estado observando. Le pagué la cuenta. Tomé a mis hombres y l= es hice acariciarme el culo a la vista de los demás y nos fuimos. Esa n= oche me los follé a los dos en el auto. Mientras uno manejaba y me chupaba los tacones, yo me follaba al otro en el asiento tr= asero. Pero esto se los cuento otro día. 

 

Circe=