ALICIA Por Alejandro B. Una venganza familiar muy particular Alicia (no es Alicia Senovilla, quien es una de las diosas españolas ante las cuales me encantaría "sucumbir" bajo su excelente trasero, en fin...) tenía 29 años, rubia, no muy escultural, pues tenía poco busto aunque su culo rozaba la perfección y no era nada pequeño, mas bien normal pero no gordo, un excelente culo. Un día de verano se preparaba para concurrir a una piscina familiar, pensando en que se iba a encontrar sola, lejos de sus latosos parientes y así podría nadar, tomar sol y encima hacer algo de topless. Grande su decepción en cuanto se enteró que debería llevar a su primo, por exigencia de su madre y su tía debería llevar al latoso mal criado niño de 9 años, una personita irritante a la cual daban poco menos ganas de matarlo cuando estaba en esos días de "molestia". Y ese era uno de sus días... Concurrió a lo de su tía para buscarlo y en cuanto llegó una piedra que venía de la casa dio en el costado de su auto, llevando su cordura al borde del colapso. "Son travesuras" decía su tía "trata de no molestar "mucho" a tu prima, Juanci", "cuídale Alicia, pues sabe nadar pero es un arriesgado...". "Ok! Tía, "lo cuidaré"... En el camino hacia la casa quinta el niño no paró de tocar todo botón del vehículo, incluso derramó bebida cola en el tapizado del auto. Cuando Alicia iba a retarle una luz se encendió en su cabeza. "La finca sola, los dos solos, lejos de cualquiera" pensó, y comenzó a saborear su venganza, dejándole hacer a su antojo a Juanci. Apenas llegaron Juanci salió corriendo hacia la finca, Alicia en cambio se encaminó a la piscina, se sacó sus ropas y con su bikini verde, la cual le moldeaba aún más su hermoso trasero, se arrojó al agua y comenzó a nadar de un lado a otro. Al rato sintió que Juanci se arrojaba a la piscina y cuando ella iba nadando sintió por debajo del agua que le agarraban un pie, se sobresaltó y enseguida escuchó la risita socarrona de Juanci. Automáticamente, como un lobo desatado le dio alcance, a esa altura el agua llegaba un poco más arriba de la cintura de Alicia. Era mucho más grande que él, medía casi 1,75 m y pesaba cerca de 60 k. Acto seguido sujetó al niño por su cabeza y lo hundió en el agua un tiempo prudencial, al rato lo sacó a la superficie y el niño, pálido como una almeja escupía agua por doquier. "Qué haces, le diré a mi..." otra vez hundido en el agua, haciendo movimientos para soltarse de esas manos firmes que lo sumergían. "Ahora sabrás quien manda!" dijo Alicia encolerizada, el niño salía y lo volvía a hundir en un santiamén. Así unos cuantos minutos, hasta que el niño dejó de oponer resistencia. Alicia pensó "No lo haré más, imagina que no pueda controlar, lo sacaré afuera..." y cogió al niño en sus brazos, éste respiraba y tosía desesperadamente. Al salir de la piscina vio hacia un costado uno de los bancos que rodeaban la piscina y una sonrisa maligna cruzó por su bello rostro. Acto seguido colocó a Juanci de espaldas sobre el banco y procedió a atarlo con un trozo de soga que encontró para sus pies y para sus manos, las cuales unió abajo del banco y las ató con su sujetador de la bikini, revelando sus pequeños pero muy lindos pechos. El niño volvió en si y comenzó a amenazarla con comentarle a su madre y a su tía y acto seguido Alicia se puso de espaldas a él y se adelantó hasta que quedó con su culo por sobre su cabeza, "Cállate o me sentaré en tu cara para que lo hagas...", el niño tuvo miedo por un instante, pero continuó insultándola. Entonces Alicia bajó su culo hacia la carita de Juanci, éste colocó su cara hacia un costado y comenzó a gritar mientras el trasero de Alicia comenzaba a aplastarlo. Alicia se levantó unos centímetros y con las manos acomodó la cara hacia arriba y ahí bajó hasta sentarse y prácticamente "hundir" la cabeza del niño en su trasero. Los gritos ahogados se apagaron del todo y Alicia se sintió triunfante, aliviada y además muy a gusto con el castigo infringido a Juanci. Para colmo de males su bikini estaba mojada y el efecto ventosa literalmente pegó la cara del niño en su culo. Al rato las convulsiones de Juanci la hicieron levantarse y mirar hacia abajo, sus lágrimas y mocos aplastados en su roja cara, en la cual se marcaban las rayas de los bordes de la bikini. "Animo! Si te portas bien estaré sentada en tu cara solamente durante una hora! Ja Ja Ja" y cruelmente bajó otra vez y se acomodó aún más esa carita, abriéndose las nalgas con las manos y metiéndola aún más adentro. Cuando sintió la pequeña nariz tocar su agujerito comenzó a ondear sus movimientos pélvicos en círculo, y a pesar de los sollozos y los gritos apagados de desesperación comenzó a excitarse. Y cuanto más pausados los movimientos más sintió esa carga que venía de sus adentros, y estalló en un grandioso orgasmo que la hizo olvidar de todo, haciéndola finalmente dejar su peso caer sobre la cabecita que ya no se veía. Y se acordó, pues su primo no se movía. Estaba totalmente inconsciente y crispado por la asfixia. Alicia se asustó, lo desató rápidamente y lo arrojó al agua fría de la piscina. Juanci volvió en sí. Alicia lo sacó y Juanci comenzó a llorar desesperadamente, conmoviendo a Alicia y esta lo abrazó y comenzó a sacarle las lágrimas con las manos, sin embargo, un fuerte presentimiento de deseo se apoderó de ella. Automáticamente lo ató al banco de nuevo, y el niño empezó a gritar. "Si me obedeces no te asfixiaré de vuelta, caso contrario si y hasta que te mueras!", el niño se asustó tanto que se quedó callado, Alicia nuevamente se subió a horcajadas sobre el niño, pero esta vez se quitó la bikini, colocando su almejita casi sobre la boca de Juanci. "Saca la lengua y comienza a lamer, pues sino te mato!", desesperadamente y ante la repugnancia que sintió el niño ante lo ácido del fondo de Alicia comenzó a mover la lengua desesperadamente. Alicia comenzó a restregar su entrepierna sobre esa carita, empapándola con su húmeda secreción provocada por los múltiples orgasmos, y al rato se adelantó hasta que la lengüita se metió en su trasero, dándole un escalofrío increíble y un orgasmo aún mayor, y se dejó llevar nuevamente, pues mientras con su culo tapó la boca del niño, con su entrepierna bloqueó su nariz y el niño comenzó con convulsiones por falta de aire. Y así quedó inconsciente de nuevo. Alicia continuó una eternidad y al tiempo se dio cuenta que Juanci no se movía. Se levantó y sintió como si se despegara de esa cara, pues con sus jugos, lágrimas y saliva se había casi pegado a esa cabeza. Lo arrojó a la piscina pero no se movía, desesperada lo movió y lo sacudió y nada. Lo colocó de espaldas en el borde de la piscina y comenzó a hacerle respiración artificial, cada vez más desesperada. Se acordaba de una técnica que vio en TV y le dio resultado al fin. De a poco Juanci volvió a la vida. Primero sollozando y luego con un llanto desesperado. Alicia sintió lástima pero pensó "si me ablando ahora la historia será la misma de siempre". Entonces, ya en el coche y rumbo a la casa de su tía, Alicia advirtió "eso es lo que te sucederá cada vez que me molestes, solo que la próxima vez no te sacaré del agua y morirás, ¿entiendes?". Juanci no contestó... con un halo de frío terror se acobijó aún más en su toallón mojado y una silenciosa lágrima caía desde sus ojos. Alicia sonrió malignamente una vez más... FIN