Matrimonio de conveniencia 2 Por Sexfight La prometida de Arturo defiende a puñetazos su castidad Arturo tiene problemas para pagar a Ajit, su criada thailandesa, a la que intenta seducir. Ajit rechaza su seducción y le propone un matrimonio de conveniencia. Arturo pretende meramente convertir a la criada en concubina y se lo juegan a una pelea. Tras su derrota Arturo intenta hacer el amor con su flamante prometida oriental pero ella le rechaza de nuevo. Durante los tres meses que siguieron, Ajit se negó en redondo a mantener relaciones sexuales con su flamante y vapuleado prometido. Como quiera que la pervertida asiática gustaba de pasearse por la casa en ropa interior de fantasía o vestida solo con una camisa masculina sin abrochar, o en topless con pantalones vaqueros muy ceñidos, Arturo encontraba difícil aquella forzosa castidad. Además, Ajit era aficionada a los videos pornográficos, especialmente los de lesbianismo sadomasoquista. Le gustaba masturbarse viéndolos sin reparar en que Arturo estuviera delante o no. En doce ocasiones los avances de Arturo habían terminado en violentos enfrentamientos. Al principio Arturo intentaba acercarse cariñosamente a su viciosa y provocativa prometida solo para ser recibido a golpes e insultado como cobarde cuando retrocedía. Después Arturo comprendió de que iba el juego y cuando estaba mas excitado saltaba sin previo aviso sobre la thailandesa. La pelea subsiguiente era épica pero aquella diminuta virago oriental siempre se alzaba con la victoria, aunque generalmente por muy poco margen, lo que animaba a Arturo a intentarlo de nuevo. Tras cada nueva victoria Ajit cabalgaba al pobre Arturo usando su lengua y su nariz para porporcionarse a si misma satisfactorios orgasmos de victoria. Después, según la pelea hubiera resultado mas o menos dura, la impúdica criada dejaba a Arturo en ayunas o le masturbaba. En un par de ocasiones en las que Arturo había logrado dar con su adversaria en el suelo a puñetazo limpio, Ajit le homenajeaba con una mamada electrizante! No obstante, el coito siempre quedaba fuera de los limites hasta la noche de bodas. Arturo y Ajit llevaban mas de tres meses revolcándose desnudos entre peleas y orgasmos y todavía no habían copulado. Al final Arturo comenzó a desanimarse y cuando Ajit estaba caliente, lo que sucedía a menudo, tenia que ser ella la agresora. Un día, Arturo comenzó a meditar y tuvo que aceptar la dolorosa evidencia de que aquella ramera exótica era superior a el en la lucha a puño desnudo. La idea de casarse con la thailandesa no le desagradaba excepto por el detalle de que quería ser el quien llevara los pantalones. Tenia que cambiar de táctica, y de pronto supo que debía hacer! La jodida oriental iba a saber lo que era bueno! Inmediatamente comenzó a realizar diversos preparativos. Al día siguiente Arturo entro como un ciclón en el salón donde Ajit estaba masturbándose mientras veía un escenas lesbicas en un vídeo pornográfico. Antes de que la muy furcia pudiera darse cuenta , Arturo la agarro de los pelos y tirando de ellos violentamente derribo al suelo a su camorrista novia, la saco a rastras del salón, la arrastro por el pasillo enganchada por los cabellos y la dejo en el vacío cuarto de los trastos, que solo media dos metros de ancho por tres de largo. Arturo había situado en las paredes varios colchones viejos colgándolos de tiras de tela fuertemente cosidas, enganchadas a tirafondos sólidamente anclados en la pared. Era un campo de batalla ideal. "Ahora te voy a follar como la puerca en celo que eres realmente, sucia puta!" grito Arturo. "Guauu! Mi encantada verte así!" respondió Ajit relamiéndose y abriendo ostentosamente las piernas. "Cuando mas bruto eres, mas cachonda ponerme zurrarte! Venir aquí semental mío. Mi chichi necesita otra lamida" Chocaron con ímpetu y tras un breve forcejeo comenzaron a rebotar de una pared a otra. Arturo permanecía fuertemente abrazado a su adversaria y esta no tenia ángulo para usar sus puños como acostumbraba a hacer. La diablesa de ojos rasgados intento clavarle las rodillas en el estomago y lanzar una serie de ganchos al hígado, pero sin resultado. Arturo había aprendido la lección y la tenia bien cogida. Ajit intento golpearlo contra un tramo de pared que no estaba acolchado pero no lo consiguió. Arturo tenia ventaja dada su corpulencia y estatura pero Ajit no se rindió. Clavo un feroz mordisco en el brazo de su agresor y logro liberarse. Inmediatamente desencadeno una lluvia de golpes sobre Arturo. Este ignoro el terrible castigo que estaba recibiendo y se lanzo contra su rival. Su ataque fue interceptado por una certera patada en el estomago que le hizo caer al suelo. Ajit comenzó a patearle mientras gritaba "Vamos maricón de mierda. Nosotros apenas empezar! Levante y pelea, pelea, PELEA!!" Arturo rodó por el suelo y derribo a Ajit como si fuera un bolo. Ajit se levanto como un rayo y quedaron ambos de rodillas frente a frente, agarrados de las manos haciendo fuerza. Durante unos momentos ambos luchadores se empujaron con todas sus fuerzas sin lograr ventaja. Luego, la pequeña asiática flexiono sus músculos bronceados hasta hacer retroceder poco a poco a su adversario masculino mientras sonreía malévolamente. Arturo sintió un sudor frío mientras se veía inclinado hacia atrás por los brazos de hierro de la thailandesa. Aquello no podía terminar así! La desesperación le dio fuerza y poco a poco recupero el terreno perdido hasta quedar de nuevo en vertical. Durante un par de minutos permanecieron en equilibro, inmóviles pero temblando por le esfuerzo mientras el sudor empapaba sus ropas. Finalmente, milímetro a milímetro, Ajit se vio obligada a inclinarse hacia atrás. El sudor goteaba cada vez mas rápido de su frente. Con un esfuerzo sobrehumano contraataco y por un momento recupero parte del terreno perdido, pero ahora Arturo tenia la ventaja de la posición superior, reforzada por su mayor peso y estatura. Ajit escupió en la cara de Arturo. Este le devolvió el escupitajo y finalmente Ajit cayo de espaldas al suelo intercambiando escupitajos con Arturo, desafiante hasta el fin. "Ahora vamos a follar" proclamo Arturo mientras inmovilizaba sólidamente a su presa contra el suelo. "Y una mierda, puto maricón de los cojones. Mi no querer" "Pues te jodes" grito Arturo, y antes de que Ajit pudiera hacer nada por impedirlo, la penetro brutalmente, por primera vez en todos los meses que había durado su relación. Ajit respondió martilleando con sus puños la cara de Arturo pero este estaba tan excitado que casi ni sintió los golpes. Ajit se arqueo y retorció como una yegua salvaje intentando desmontar a su jinete pero Arturo mantuvo su posición y empezó a domar a su montura con poderosas oscilaciones de su cadera, embistiendo la intimidad de la criada respondona. Pese a sus esfuerzos Ajit sentía revolverse en su interior aquel miembro viril duro, grueso, caliente, y a su pesar empezó a responder oscilando sus propias cadera casi por instinto sin dejar por ello de clavar sus puños en los costados de Arturo mientras este la estrujaba entre sus brazos haciéndola gritar. Finalmente Ajit sucumbió a la masculinidad triunfante de su prometido en medio de un orgasmo simultáneo colosal. Ajit quedo en el suelo gimiendo suavemente. Ya no era la ama dominante y castigadora que empezó el combate segura de vencer una vez mas, sino que de nuevo parecía la criada sumisa y obediente que Arturo buscaba... hasta que se lanzo a la carga clavando la cabeza en su estomago! Arturo quedo sin aire tras esta brutal embestida y callo al suelo mientras la furcia amarilla le pateaba los costados con verdadero frenesí. Luego se sentó sobre el y comenzó a castigarle la cara con los puños. Pero esta vez Arturo ya tenia bien aprendida la lección y agarrando de los pelos a aquella diablesa rebelde, se agarro a ella todo lo que pudo. Rodaron por el suelo y Ajit logro quedar encima, pero su sádico patrón la tenia enlazada por la cintura con las piernas y la estrujaba en un abrazo de oso. Comenzó a cerrar la tenaza sobre su rebelde prometida. esta se debatió frenéticamente para liberarse, cerro sus propios brazos sobre el torso de su antiguo esclavo sexual, rivalizando con el en estrujar sus costillas, clavo los dientes en su hombro, tiro de sus cabellos, le araño, le pateo, le dio cabezazos. Arturo hacia caso omiso a todo y seguía cerrando la tenaza. Al cabo de unos minutos la asiática dejo de atacar y comenzó a gemir. "Basta, por favor, yo rendirme" sollozo. Arturo no la hizo caso y siguió apretando "Yo rendirme ¿Tu no oír? YO RENDIRME!!" Arturo la ignoro. "NOOO, POR FAVOR! VAS A MATARME. BASTA!!!! YO HACER LO QUE SEA, LO QUE SEAAAA! AAARRRRGGHHHH!!!!!!! ME RINDO. ME RINDO!!!!! SOY TU ESCLAVA. Por favoooor." Cuando Arturo la soltó, Ajit quedo hecha un ovillo en el suelo. Arturo le dio un pellizco en el trasero para espabilarla y sumisamente, la cachonda asiática se puso a cuatro patas y ofreció su grupa al macho conquistador. Este la tomo por detrás a estilo perro y pese a que ella intento quedar pasiva, la hizo gemir y gritar de placer, igual que antes la había hecho gemir y gritar de dolor. Pese a sus firmes propósitos de mantenerse fría como una estatua de hielo, la masculinidad triunfante e invasora de su viril contrincante la hizo vibrar y temblar hasta que se corrió en un espasmo de placer, mucho antes de que lo hiciera Arturo, de modo que tuvo tiempo de rendirse por segunda vez al placer cuando Arturo alcanzo el climax. "Tu humillación no esta completa aun" dijo el restaurado amo y señor de la casa. "Alza tus puños y boxea conmigo si te atreves, furcia. Hoy me vas a chupar la polla" Ajit se levanto como un rayo, lo puños prestos, y se lanzo como una exhalación contra el sucio puerco que acababa de violarla. Lanzaba golpes como una posesa, con la sola idea de triturar a su amo y prometido. Su técnica era tan buena como siempre pero sus reflejos eran mas lentos, y los golpes de Arturo la dañaban mas que de costumbre. Esta vez el duelo boxistico era muy igualado y Arturo iba a matar. Ajit coloco un par de buenos ganchos de derecha al hígado y vio a su rival acusar el impacto. Por un momento pareció que iba a dar la vuelta al combate, pero Arturo contraataco y aunque durante diez minutos la gladiadora oriental aguanto en su cuerpo desnudo los puños desnudos del boxeador europeo, y este tuvo que encajar duros ataques, al final Ajit quedo en el suelo inerme mientras Arturo la remataba con sadismo mucho después de que quedara KO. Arturo agarro a su vencida pretendienta por los pelos y la arrastro como un fardo por toda la casa. Luego la dejo sobre las baldosas de la cocina y se sentó en su cara, restregándole su polla por la cara. Ajit comenzó a chupársela y lamérsela. Poco a poco Arturo comenzó a respirar mas deprisa y luego a jadear con fuerza a medida que su criada le hacia una mamada colosal. Cuando la gloriosa explosión de placer recorrió como un relámpago el cuerpo de Arturo, su generoso pene estaba profundamente insertado en la boca de Ajit, y el esperma salió proyectado a borbotones por su garganta, tragando hasta la ultima gota. Luego la musculosa hembra tuvo que lamer con la lengua lo que quedaba. La "invencible" había sido vencida y yacía en el suelo hecha un ovillo, sollozando y con los ojos llenos de lagrimas, incapaz de hablar, llena de marcas y moretones por todo su cuerpo, con la ceja partida, el ojo morado y sangrando por el labio y la nariz. Arturo se sentó en su estomago y la miro. "Pensaba enviarte a paseo tras este combate, ramera thailandesa, pero me lo he pasado tan bien ultrajandote, es tan excitante esto, que he decidido mantener mi promesa de casarme contigo. Tienes una buena vagina, y unas buenas tetas, y limpias bien la casa. Me gusta tu estilo de hacer mamadas, putita. Decidido. Me quedo contigo." "La noche de bodas nosotros hacer gran desempate, cerdo. La noche de bodas te enseñare quien llevar pantalones aquí, hijoputa asqueroso. La noche de bodas tu morir." Arturo escupió en la cara de Ajit, esta le respondió con una bofetada y en unos segundos estaban de nuevo rodando por el suelo. Arturo estaba en la gloria ¡Era tan increíblemente excitante el pelear contra una adversaria que no se rendía! Pese a la debilidad de su adversaria Arturo necesito casi diez minutos para sacarle del cuerpo las ganas de lucha que le quedaban antes de follarla por cuarta vez. Próximo: La noche de bodas, Ajit y Arturo libran el desempate de su enfrentamiento sexual. Solo uno quedara en pie!