Matrimonio de conveniencia 1: Por sexfight Arturo contrata a una doncella thailandesa y pretende no pagarla "¿Como que tu no tener dinero?" "Mira chica, ahora estoy muy liado. Ya te pagare el mes que viene ¿De acuerdo? "¿No!. ¡No de acuerdo! ¿Tu deberme ya seis meses!. Tu pagar ahora! "Bueno. ¿Y si te pago con otra cosa en vez de dinero? ¿este reloj de broce, quizás? "No. Reloj bonito pero no suficiente. Yo necesito mas. Quiero mas. Mucho mas" "¿Que es lo que tiene valor para ti?" "Yo, inmigrante ilegal. Para mi lo mejor ser casarme. así no deportar. Yo no quiero volver Thailandia. Si tu casarte conmigo matrimonio de conveniencia tu saldar deuda y yo hacer gratis todo lo que tu querer todos los días." "Estas loca. Ya se que se dice que las de tu pais sois fornicadoras excepcionales, pero tu eres delgada y bajita, y yo tengo la obsesión de las mujeres altas, fuertes y dominantes. Solo me casare con una mujer de esas caracterisiticas" "Yo follar mejor que diez blancas juntas. Yo antes estudiaba en universidad. En pocas semanas todos los chicos vienen solo yo. Nada las demás. Yo hacerme famosa. Las demás envidia. Las demás pegarme. Tres blancas y una mulata. Yo, sola. Ellas mas que yo. Ellas mas grandes que yo. Gran pelea. Ellas malas en la cama, malas en la lucha. Ellas perder. Ellas llorar y pedirme perdon. Ellas ser mias en la cama muchas, muchas veces. Ahora mando yo. Ya ves. Yo, pequeña pero muy dura. Todas las thailandesas somos muy, muy duras. Tu, mas grande y mas fuerte pero yo puedo dominarte. Limpiando encontre tus revistas guarras. Se lo que te gusta. ¿Tu gustas cuero y latigos? ¿Tu quieres dominacion? ¿Tu quieres sexo muy violento? ¿Quieres todo eso todos los días y gratis? Arturo tenia que hacer grandes esfuerzos para no reir. ¡Aquella mosquita muerta, flaca como una lagartija y que no le llegaba a la barbilla le retaba! Penso en enviarla de vuelta a su casa con dinero para el taxi y una disculpa pero la echo un segundo vistazo. La chica se llamaba Ajit, era feuchila de cara, con labios gruesos y viciosos, ojos rasgados que le daban un aspecto feroz, pelo negro que le caía en una cola de caballo casi hasta la cintura, piel muy oscura, muy flaca pero muy fibrosa, pechos pequeños pero bien formados y un culito respingon. Vestia de modo discretro. Pantalones y camisa, sin adornos ni joyas. Mientras hablaba tomaba poses provocativas y retaba a arturo con la mirada, relamiendose y sentandose en el sofa abriendo las piernas y contonenadose. Arturo decidió aprovecharse. "Te propondo un trato. Si eres capaz de dominarme como dices, me caso contigo. De lo contrario te abrire de piernas aqui mismo. ¿De acuerdo?" "De acuerdo. Tu ahora reir pero luego tu llorar y yo mandar." Arturo se aproximo a la pequeña oriental, que le esperaba a pie firme. En honor a la verdad Arturo no tenia intención de hacerla daño. Agarrarla con fuerza, un breve forcejeo, tumbarla en el sofa, abrirle la camisa, abrirle las piernas, clavarsela hasta el fondo y darle un buen meneo. Por desgracia para el, la chica tenia otros planes. Un pie que parecia hecho de hierro se clavo como un cañonazo en el estomago de Arturo, que cayo al suelo doblado en dos. Ajit comenzó a patearle la espalda con sus botas de campo. Arturo logro rodar sobre si mismo y hacerla caer. Ambos rodaron entrelazados hasta que Arturo quedo encima y comenzó a abofetearla. Ella respondió con los puños y le coloco un gancho de derecha a la mandibula que lo derribo. Quedaron de costado atacandose con pies y manos hasta ponerse de rodillas. Arturo la envío al suelo de un puñetazo pero ella volvió a levantarse en un segundo. Un nuevo golpe tuvo el mismo efecto. tres, cuatro, siete veces arturo derribo a su pequeña rival y ella volvió a levantarse como un muñeco de resorte, con sus finos brazos tensos y sus puños cerrados. Ajit logro conectar un directo en la cara de Arturo y le dejo un ojo morado. Su oponente volvió a tumbarla pero la tigresa volvió a levantarse y devolvió el golpe. Tres veces mas volvieron a intercambiar golpes de esta manera, pero a la tercera fue Arturo el que cayo. Arturo no tuvo tiempo de levantarse. Aquella diablesa de ojos rasgados cayo sobre el atacandole con las rodillas y los puños. Arturo se puso boca abajo para protegerse y luego se puso a cuatro patas bruscamente para quitarsela de encima. Ajit cayo al suelo y Arturo la inmovilizo quedando en la posición del misionero. Arturo comenzó a restregarse contra su prisionera y rozar su entrepierna con la de ella mientras Ajit intentaba por todos los medios liberarse y giraba la cabeza para esquivar los labios de Arturo. Cuando Arturo la agarro de la camisa haciendo que los botones reventaran, se separo los suficiente como para que Ajit le golpeara de nuevo en la barbilla. Arturo quedo medio atudido por el golpe y Ajit aprovecho para quitarselo de encima. Se levantaron a la vez pero Arturo un poco antes y lanzo un directo de izquierda a la boca de la muchacha, lanzandola contra la pared. Allí la persiguió con un gancho de derecha al higado y otro al estomago. Ajit fallo un directo a la barbilla y tuvo que encajar un golpe que le amorato un ojo. Arturo ya se creía vencedor cuando sintio como le aplastaban la nariz con un golpe que parecia salido de la nada. Ajit lanzaba golpes como una posesa mientras intentaba escapar del rincon donde estaba acorralada. Al sentir su sangre, Arturo empezó a castigar las pequeñas tetas de su diminuta rival. El primer golpe hizo que Ajit mascullara de dolor, pero los demas no parecieron tener efecto. Poco a poco Ajit hizo retroceder a Arturo. Este tenia su favor su posición, su peso y su tamaño, pero no logro evitar que Ajit se liberara y lo empujara hasta el centro del salón donde Arturo decidió plantarse. Su honor lo exigia. No podia seguir retrocediendo frente a aquella zorrita canija.Se la imagino vencida y desnuda en el suelo con las piernas abiertas, gimiendo mientras la poseía. Ese pensamiento multiplico sus fuerzas y durante cuatro o cinco minutos el centro del salón presencio una tormenta de puñetazos y patadas de incomparable bestialidad hasta que una patada en la barbilla envío volando a Arturo a la alfombra y al reino de los sueños. Cuando Arturo despertó habían pasado mas de quince minutos y Ajit estaba sentada junto a el, mirandole con expresión divertida. "Tu perder! Ahora nosotros prometidos. ¡Nosotros casarnos! Yo, tu esposa. Tu, mi marido." "¡Eh, espera un momento! No podemos casarnos así como así" "Tu prometer" "Era broma" "Nuestra pelea no broma. Tus puños no broma. Mis puños tampoco broma.¿Tu recordar?" dijó, sentandose en mi cuello y cerrandolos amenazadoramente ante mi cara. "Ahora tu cumpliras tu promesa. Yo, buena esposa, buena en la cocina, buena en la casa, buena en pelea, muy buena en la cama." añadió con expresión lasciva, sosteniendose un pecho con una mano y abriendo los botones de su pantalon con la otra. "Bueno, eso es otra cosa. Vamos a celebrarlo" "No hasta la boda" "Pero eso tardara semanas mientras lo organizamos como es debido. ¿Por que esperar? "Porque hombres mienten mucho, y porque mis puños son los mejores" "Eso vamos a verlo" Cuando Ajit quiso reaccionar Arturo la había agarrado por la espalda y le había desgarrado el sujetador. Sus pequeños pechos morenos y prietos oscilaron libres mientras Arturo atacaba el cierre de los pantalones. El primer boton cedio pero antes de poder abrir los demás Ajit le clavo el codo en las costillas. Arturo estuvo a punto de soltarla pero logro mantenerla sujeta y la estampo contra la pared. Ajit gimio. Arturo repitió el golpe. Ajit se derrumbo. Arturo la dejo caer y la arranco los pantalones. Debajo llevaba unas braguitas grises de lo mas corrientes, pero practicas. Arturo tendio la mano para apoderarse de ellas cuando de pronto Ajit enlazo sus piernas con las suyas y le hizo caer. Cuando Ajit intentaba ponerse de pie, arturo la agarro por el pelo y la arrojo al suelo de nuevo. Luego tiro de su cabeza hacia arriba y sosteniendola por el cabello, comenzó a golpearla como si fuera una "pera" de boxeo. Ajit estaba inconsciente cuando Arturo agarro sus bragas y le arranco la ultima cobertura de su femeneidad. Ajit tenia una resitencia asombrosa. Al cabo de un minuto ya estaba recuperando el conocimiento. Arturo estaba de rodillas a su lado. Lo único que vestia eran los restos desgarrados de las bragas de Ajit, colgando de su miembro viril como un adorno excéntrico. "Vamos dormilona. Aun nos falta el desempate y no tenemos todo el dia". Ella lo miro con asombro. "¿No me has violado?" "No, yo peleo limpio. Solo estamos empatados. ¿Tienes agallas para continuar?" "Arturo, el dia en que me falten agallas para zurrarte no merecere mi nombre." "¿Y que significa tu nombre?" "¡Invencible!" y diciendo esto se lanzo contra Arturo como una loba hambrienta. Usando los pies y los puños le hizo retroceder sin cesar hasta expulsarlo del salón y acorralarlo al final del pasillo. Arturo logro colocarle un golpe en la base del estomago que la dejo sin aliento. "¿Tu, invencible? Acabo de hacerte pure, zorra de ojos rasgados, y lo hare de nuevo!" Los ojos de Ajit llamearon de furia. Antes de que Arturo pudiera comprender su error cayo sobre el tal diluvio de golpes que solo la pared a su espalda le impidió caer. Arturo intento defenderse desesperadamente y logro castigar con dureza los pechos de su diminuta atacante cuando esta se descuido creyendolo acabado, pero aunque logro escapar del pasillo y regresar al salón,. Ajit lo persiguio allí y lo remato con una patada lateral a la cabeza que acabo definitivamente con el. Arturo despertó sintiendo algo suave, calido y humedo que le hacia cosquillas en la cara. ¡Era el pubis de la criada, la criada luchadora que ahora era su prometida! Ajit refroto su cara con su vello pubico hasta que se derrumbo entre gemidos de placer. Cuando Arturo intento tumbarse sobre ella para poseerla ella le rechazo. "Esperar boda" "Pero si ya estamos comprometidos!" "Da igual, tu esperar boda. Antes no." "Tu ya te has divertido! ¿Por que yo no?" "Porque mis puños son los mejores!!!" Arturo dio la única respuesta posible en esta circunstancia. Lanzo un gancho ascendente contra las tetas de Ajit que la hizo aullar de dolor cuando su pecho izquierdo fue lanzado hacia arriba hasta casi tocar su mandíbula, y luego le clavo un directo en las tripas que la doblo en dos. Arturo le lanzo una patada mientras yacia en el suelo pero la thailandesa rodó por el suelo y se agarro a sus piernas haciéndolo caer. Rodaron en una confusión de puñetazo, patadas y maldiciones en tres idiomas hasta que Ajit quedo encima de el y procedió a machacarle la cara con una lluvia de golpes que le hicieron perder el conocimiento. Cuando despertó, Ajit le conmino sin rodeos a luchar de nuevo. Arturo comprendio que estaba atrapado en su propia trampa. alzo los puños y se dispuso a ser machacado una vez mas por su exotica y casta prometida.