ADELA Y BENJAM�N, COMPA�EROS DE UNIVERSIDAD - 1 Por Esper, esper_cl@yahoo.es En una facultad de econom�a y empresas de Santiago de Chile, predominan los alumnos y profesores de clase alta y media alta. Benjam�n es un estudiante pertenece a ese sector. Por el contrario, Adela es de un nivel socioecon�mico m�s bajo y siente el rechazo de una parte de sus compa�eros y compa�eras. En un paso por la Cl�nica, Benjam�n es operado y Adela lo va a ver. Ese fue el inicio de conocerse m�s. Ella es fuerte y tiene conocimiento de artes marciales- BENJAM�N ES OPERADO Y PASA UNOS DIAS EN LA CLINICA Todo empez� con una operaci�n de apendicitis que tuvo Benjam�n a los veinti�n a�os. Fue llevado de urgencia a la cl�nica un d�a lunes a las 3 AM. Lo operaron r�pidamente y tuvo que estar cuatro d�as internado antes que lo dieran de alta. Como es usual, con quien m�s tiempo pasan los pacientes es con las auxiliares de enfermer�a. Los cuatro d�as en los que estuvo, el turno de d�a le toc� con Ang�lica, una auxiliar que aparentaba estar entre los cuarenta y cincuenta a�os, y se ve�a bien mantenida y atractiva en su estilo. �l llamaba do�a Ang�lica y ella lo llamaba Benjam�n. A ella le llam� la atenci�n favorablemente que Benjam�n no la tuteara y se dirigiera a ella utilizando el apelativo "do�a". Era frecuente que algunos chicos de clase alta y media alta tutearan a las auxiliares. En general no les gustaba, pero evitaban darle importancia. Benjam�n y su familia parec�an ser de clase acomodada, pero a diferencia de otras personas similares, se ver�an sencillos y de trato muy c�lido. Ang�lica se enter� que Benjam�n era estudiante de econom�a en la misma facultad que estudiaba su hija. ANG�LICA: Mi hija estudia lo mismo que usted. Quiz�s la conoce. Se llama Adela. BENJAM�N: Claro que la conozco. Es m�s bien alta, morena, de pelo negro, largo y liso. ANG�LICA: Ella es. S�. BENJAM�N: Hemos tenido varios ramos juntos. Despu�s de que Ang�lica se retirara de su habitaci�n, Benjam�n se qued� pensando en Adela. No eran amigos, pero ten�an una relaci�n cordial de compa�eros. M�s de alguna vez hab�an compartido fotocopias, y se hab�an encontrado en las salas de estudio estudiando para alguna prueba, donde se consultaban la materia. Hab�a algunos compa�eros y compa�eras de clase alta que rechazaban a Adela por provenir de un medio m�s bajo. Adela tomaba eso como mucha serenidad, y nunca hac�a problemas. Benjam�n no era de los que la discriminaba. Seg�n calculaba Benjam�n, Adela med�a 1,72, algo m�s baja que el 1,76 de �l. Era morena de pelo lacio, muy frondoso. Sus rasgos faciales en general eran grandes, lo que denotaba energ�a, y sensualidad. Era de apariencia delgada, por lo que sus amigos y amigas le dec�an "flaca". Sin embargo, si era mirada con m�s detenci�n se ve�a que era de contextura fuerte con brazos s�lidos, y manos grandes y huesudas. Con el tiempo Benjam�n supo que Adela era la hija natural de un encuentro casual que Ang�lica tuvo con un m�dico. Ang�lica entendi� el encuentro como lo que era, o sea algo pasajero. En ning�n momento pretendi� casarse o tener algo m�s profundo con el doctor. �l era casado y quiso ocultar lo que tuvo. La esposa de ese m�dico era de la familia de los due�os de la cl�nica donde trabajaba �l, de modo que iba tener muchos problemas si se ella se enteraba de Adela. Entonces �l lleg� a un acuerdo con Ang�lica en la cual �l cubrir�a todos los gastos relacionados con su hija. Tambi�n dej� una declaraci�n ante notario, la que se abrir�a en caso de la muerte de �l. En ese documento reconoc�a la paternidad de Adela. Cuando Adela ten�a tres a�os, Ang�lica se cas� con un profesor de Educaci�n f�sica llamado Jaime, el que en los hechos fue el pap� de Adela. Despu�s tuvieron dos hijos hombres. AL DIA SIGUIENTE Al d�a siguiente, Ang�lica lleg� a la habitaci�n de Benjam�n, a darle medicamentos y tomarles los signos vitales. ANG�LICA: Don Benjam�n, mi hija me habl� muy bien de usted. Ayer le cont� que estaba ac�. BENJAM�N (un tanto asombrado): �S�? ANG�LICA: Me cont� que usted la hab�a apoyado en un problema de violencia que tuvo con un compa�ero. Dijo que hab�a sido muy caballero y muy hombre, y que le estaba agradecida. Benjam�n record� el problema. BENJAM�N (r�e suavemente): Me acuerdo como si hubiera ocurrido hoy. No quise cont�rselo ayer porque no sab�a si estaba tanto de ese problema. Pens� que era posible que su hija no le hubiera contado. ANG�LICA: Algo me cont� cuando ocurri�. Ayer cuando le dije que Usted estaba ac�, me lo cont� con m�s detalles. EL PROBLEMA QUE TUVO ADELA CON UN COMPA�ERO. Fue en segundo a�o. El otro protagonista es un chico llamado Enrique. Fue novio con Adela durante seis meses, en el primer a�o. Posteriormente ella termin� con �l porque se dio cuenta que a �l lo �nico que le interesaba era el sexo. No le escuchaba los problemas a ella. Adem�s, muchas veces iba solo a cumplea�os y reuniones de amigos de la universidad y de fuera. Ella se daba cuenta de que eso era porque pertenec�a a un medio social diferente. Con todo, el chico parec�a estar embobado con ella en lo sexual. Lleg� el momento en la que ella dio por terminada la relaci�n. A Enrique no le gust� la decisi�n de ella. Varias veces despu�s de que hab�an terminado �l le pidi� sexo, a lo que ella solo una vez acept� y le dijo que ser�a la despedida que tendr�an. Despu�s de eso, Enrique no qued� conforme y de vez en cuando la llamaba, y a veces le dec�a cosas subidas de tono, mostr�ndole el deseo por ella. Un d�a ella iba caminando en un parque cercano a la universidad. En un banco estaba sentado Enrique con un amigo, conversando. Cuando Adela paso caminando por el lado de ellos, Enrique le dijo algo. Ella lo mir� y no lo salud�. Se dispon�a a seguir sin hacerle caso cuando �l se puso de pie y le dio un buen agarr�n en el trasero. No fue solo una palmada, sino que se lo cogi� y le mantuvo la mano asida al culo. Adela mir� hacia atr�s, y d�ndole un golpe con los nudillos en la mu�eca de �l, hizo que la soltara. No fue un golpe fuerte, pero doli� lo suficiente para que �l gritara "ay". Se dio vuelta y se miraron enojados. Enrique se ve�a decidido a tocarla y estir� la mano acerc�ndola a los senos de ella. Adela le toma la mano y el brazo, y con una llave de lucha lo tira al suelo. En ese momento, Benjam�n, quien hab�a visto y escuchado gran parte de lo ocurrido, decide intervenir para detener lo que viniera. Adela lo ve y le gui�a el ojo y le sonr�e. Con un gesto de la mano le dice que no intervenga. El mensaje que capt� Benjam�n de Adela fue algo como "d�jame a m� resolver esto". Enrique se pone de pie y mira a Adela con cara agresiva. ADELA: Me est�s pidiendo a gritos que te de una paliza. Como sigas atac�ndome te voy a dar el gusto, aunque yo no quisiera hacerlo. El chico enojado le manda un golpe en la cara que ella le esquiva. Luego le manda un golpe en el abdomen, que ella resiste sin inmutarse. No muestra el m�s m�nimo signo de dolor. Le sonr�e ir�nicamente. �l la mira desconcertado. Adela entonces le da un pisot�n con sus zapatos con suela. Enrique chilla y se agacha, luego Adela le manda dos golpes; uno en la cara y otro en el pecho. Enrique comienza a mostrar sangre en el rostro. �l empu�a para enfrentarla y Adela le manda una patada en la mano izquierda. Enrique vuelve a aullar por el dolor. Adela mira a Benjam�n y lanza un suspiro. BENJAM�N (dirigi�ndose a los dos): Creo que es mejor que detengamos esto. ENRIQUE (todo adolorido, se dirige a Adela): Vas a ver, dir� que te atacaste, lo cual es verdad porque me pegaste t� primero. ADELA: No seas maric�n. T� me mandaste agarrones sin que nada te hiciera. Yo solo iba pasando por ac�. BENJAM�N: Lo que dice Adela es verdad. Yo lo vi todo y si t� la denuncias con las autoridades de la universidad, yo testificar� a favor de ella. Dir� toda la verdad de lo que vi, y que t� eres el culpable. ENRIQUE: Pero, se supone que somos amigos ... BENJAM�N: No, no lo somos. Hemos estado juntos en m�s de una fiesta y reuni�n de estudio, pero nunca hemos llegado a serlo. No conozco tu casa ni t� la m�a. Y con lo que he visto, no tengo la m�s m�nima intenci�n de apoyarte. ENRIQUE: Pero ... BENJAM�N: Y adem�s si insistes con tus acusaciones, contar� que Adela te dio una paliza, y que no pudiste contra ella. En ese momento el amigo que estaba con Enrique le dice. "Dejemos esto hasta ac�, mejor v�monos". ADELA: Yo me voy, Benjam�n �Me acompa�as? BENJAM�N: Vamos. Desde entonces empez� una amistad entre Adela y Benjam�n. Dejaron de verse porque �l se fue por un a�o a estudiar Inglaterra en un intercambio. DE VUELTA EN LA CLINICA Benjam�n y Ang�lica comentaron un rato la an�cdota. ANG�LICA: Mi hija quiere pasar a verlo, si usted lo permite. BENJAM�N: �Por supuesto! No solo lo permito, sino que estar� muy contento de verla. Al rato lleg� Adela y pas� a la habitaci�n de �l. La recibi� con una gran sonrisa. Ella se acerc� y le dio tres besos seguidos en el cachete. BENJAM�N: me pone muy contento verte. ADELA. Lo mismo digo, y me alegro mucho que hayas salido bien de este problema. Pudo ser peor. BENJAM�N: As� es. ANG�LICA: Bien yo los dejo. Don Benjam�n, acu�rdese que no tiene que re�rse muy fuerte porque puede ser malo para la herida. Conversaron. Primero estuvieron hablando de los estudios y de los ramos. A continuaci�n, Adela le cont� que no hab�a tenido m�s problemas con Enrique. Cuando se ve�an en la universidad, ya ni se saludaban BENJAM�N: Nunca te pregunt� si sab�as artes marciales. Yo s� que tienes mucha fuerza, pero lo que vi contra Enrique fue m�s que fuerza. Parec�as tener t�cnicas defensa y ataque. Yo no estoy seguro si era karate, porque yo algo he estudiado. ADELA: En primer lugar, en una pelea callejera, las t�cnicas no se aplican de la misma manera como se estudia, ni menos como como se hacen las formas. BENJAM�N: De acuerdo, pero entonces �has tenido m�s peleas callejeras? ADELA: No muchas por suerte, pero s�. BENJAM�N: �y qu� arte marcial has estudiado? ADELA: El esposo de mi mam�, que es como mi pap�, es profesor educaci�n f�sica y cultor de Tang soo do. �Has o�do hablar de esa disciplina? BENJAM�N: Claro, seg�n entiendo es coreana. ADELA: As� es. Pues bien, yo lo he practicado desde los 6 a�os. �l es uno de los due�os de una academia. Y siempre me gust�. BENJAM�N: �Y tienes un nivel avanzado? ADELA: Soy segundo dan. Y luego voy a dar el examen para el tercer dan. BENJAM�N. Me impactas con lo que me cuentas. O sea que Enrique la sac� barata dentro de todo. ADELA: As� fue. Pudo ser mucho peor para �l. Enrique sab�a de mis conocimientos de artes marciales, pero nunca le dio importancia. Y en realidad tuve que moderarme para no hacerle mucho da�o. BENJAM�N: Es curioso que no lo tomara m�s en cuenta ADELA: �l me quer�a solo para la cama. Convers�bamos muy poco, y nunca me mezclaba con sus amigos de barrio alto. Por eso la relaci�n me hasti� y la termin� yo misma. BENJAM�N: Me acuerdo que �l te dio un golpe en el est�mago, el que pudiste haber atajado, pero lo recibiste. �pensaste que no te iba a hacer da�o? ADELA: As� fue. Dej� que me pegara. En ese momento pens� que si despu�s hubiera tenido que contar la pelea, o justificar mi acci�n, era bueno que me hubiera dado alg�n golpe. BENJAM�N: �Y c�mo sab�as que no te iba a hacer da�o? �Fue t�cnica o por la musculatura que tienes? ADELA: Las dos cosas. Dicho lo anterior, ella se levanta la blusa que llevaba y le muestra el "pack de seis" en el abdomen, caracter�stico de las personas muy musculosas, tanto hombres como mujeres- �l solo hizo un gesto de sorpresa con la boca y cejas. ADELA: Como seguramente tambi�n sabes, el principal punto de fuerza y energ�a es el abdomen. Tengo fuerza y soy musculosa en general, pero esa es la zona que m�s ejercito y desarrollo. Aunque no tenga tiempo, no dejo de hacer abdominales. BENJAM�N: Claro, las veces que te he encontrado en el gimnasio de la universidad te he visto haci�ndolos. ADELA: �Te has fijado que tomo solo cuatro ramos en cada semestre? La mayor�a de los estudiantes toma cinco o seis ramos. BENJAM�N: Claro que me he fijado. Yo estoy con seis este semestre, incluyendo un libre. ADELA: Es por el Tang soo do. Quiero tiempo para practicarlo, y tambi�n avanzar en mis estudios. Me interesa ser economista, y a la vez una cultora de artes marciales. Tambi�n quiero hacer vida social, y relacionarme con personas de mi edad. Despu�s de eso, la conversaci�n fue sobre la estad�a en Inglaterra de Benjam�n. En total estuvieron dos horas conversando. ADELA: Bien, ya me tengo que ir. BENJAM�N: Esta visita, ha sido la m�s agradable que he tenido, y la m�s entretenida. Se me pas� volando el tiempo. ADELA: Lo mismo digo yo, me ha gustado mucho venir a verte y me he entretenido. Me gust� la coincidencia de que fuera mi mam� quien te atendiera. Mientras se desped�an, ella le tomaba los pies por sobre la ropa de cama. Siendo una zona er�tica, pod�a tomarse como una provocaci�n sexual. Sin embargo, dado que Adela era muy espont�nea y natural, ese gesto significaba cari�o y no se sab�a si algo m�s. ADELA: Te voy a pedir que no cuentes lo que te cont� del Tang so do. Prefiero mantenerlo en reserva para no tener problemas. BENJAM�N. Muy bien. Lo prometo. ADELA: Gracias. BENJAM�N: Adela, me gustar� juntarme contigo alg�n d�a cercano, fuera de la universidad. Veo que tenemos mucho para conversar. Si es que no tienes un novio que te lo impida. Claro. ADELA: Muy bien. Con gusto, y no tengo novio. Intercambiaron n�meros de celular. No fue necesario que se agregaran a facebook, pues ya eran amigos desde antes. Luego se despidieron d�ndose un beso en cada mejilla. DE VUELTA EN LA UNIVERSIDAD Dos d�as despu�s de la visita de Adela, Benjam�n fue dado de alta. Una semana despu�s, volvi� a ir a la universidad. Convers� con sus compa�eros y comenz� a ponerse al d�a en el semestre. Cuando se encontr� con Adela, se saludaron cari�osamente de beso. Un par de compa�eras de barrio alto lo miraron con reprobaci�n. "Par de idiotas", pens� �l. Esa semana era la de pruebas, con lo que no iba a tener tiempo de verse con Adela. El viernes dio la �ltima prueba y a la salida se encontr� con ella. BENJAM�N: Adela, tal cual te lo dije en la cl�nica me gustar�a juntarme contigo, ahora que pasaron las pruebas y estoy mejor. ADELA: Muy bien. �Y c�mo ser�a eso? BENJAM�N: Por ejemplo, podr�amos tomar una cervezas y servirnos algo, en el barrio Bellavista, hoy en la noche. ADELA: Hoy no puedo, porque hay una reuni�n familiar en mi casa BENJAM�N: Bueno, �ma�ana quiz�s? Ella piensa unos instantes. ADELA: Te propongo algo. BENJAM�N: Claro. ADELA: Vente a mi barrio ma�ana s�bado, y almorzamos en una picada que queda cerca de mi casa. Es bueno, bonito y barato. Es de carnes, preferentemente. BENJAM�N: Excelente idea. Afinaron los detalles y quedaron de juntarse a las una en una estaci�n del metro cerca de la casa de ella. DIA SABADO Benjam�n no pudo ir en auto y se encontr� con ella en el metro. Se saludaron con un abrazo y beso, y se fueron caminando al restaurante, el que estaba a cuatro cuadras de la estaci�n. Ella estaba con jeans y un polo de manga larga gris claro, pues era fines de septiembre, y a�n no hac�a calor. Llevaba el pelo suelto y un collar de artesan�a. La vestimenta de �l, era del mismo estilo. El almuerzo estuvo rico y lo acompa�aron con cervezas. Estuvieron bastante rato conversando. Ya estaban en la sobre mesa y tom�ndose un "bajativo por cuenta de la casa", cuando la conversaci�n se torn� bien c�lida. ADELA: Eres muy agradable Benjam�n. Y no me discriminas como algunos como t� que son de barrio alto. T� eres diferente. BENJAM�N: Ya sabes que creo que eso es una estupidez. Y para m� eres muy agradable. Ella sonri� y lo tom� de la mano. A Benjam�n le gust� mucho que lo hiciera. Se mantuvieron as�. Con la otra mano �l le acarici� el pelo y luego la mejilla. Ella le tom� la otra mano y se la bes�. Ni corta ni perezosa, le tom� la cabeza y lo bes� en los labios. BENJAM�N: Me gustas mucho ... ADELA: y t� a m�. Pidieron la cuenta, pagaron y salieron abrazados. En un lugar de la salida en la que no hab�an personas, se abrazaron y besaron apasionadamente. BENJAM�N: �Quieres que seamos novios? ADELA: S�, claro que quiero. Somos novios. Se volvieron besar. ADELA: Vamos a mi casa un rato. Est� mi mam�. Creo que mis hermanos y Jaime fueron al futbol. Jaime es el esposo de ella que es como mi pap�. Le digo Jaime. BENJAM�N: Bien. Vamos a tu casa. ADELA: Le cont� a mi mam� que me iba a juntar contigo a almorzar. Se fueron caminando hasta la casa de ella, la que quedaba a unos diez minutos del restaurante. Llegaron. Era una casa m�s peque�a que la de �l, pues viv�a en el barrio alto. El estilo de construcci�n era m�s econ�mico, con ladrillos a la vista. Ella abri� la puerta con su llave. Entraron y Benjam�n vio que estaba muy ordenada, aunque con muebles y adornos m�s sencillos que los de su casa. Encontr� que el lugar era acogedor, y con calor de hogar. ADELA (levantando la voz): Mam�, �est�s? Vengo acompa�ada. Al minuto lleg� Ang�lica y saluda con un abrazo y beso a Benjam�n. ANGELICA: Hola Benjam�n. Me da mucho gusto verlo. Me gusta verlo sano, y tambi�n me gusta que se haya juntado con mi hija. BENJAM�N: Bueno, de aqu� en adelante si quiere me tutea, porque yo le voy a decir "suegrita". ADELA: jajajajajajajjajajaa La mam� de Adela enmudeci� unos instantes, como digiriendo lo que le acababa de decir Benjam�n. ANGELICA: No me digan que ustedes dos ... ADELA: S� mam�. Somos novios, desde hace como una hora. ANGELICA: Muy bien, los felicito, ojal� les vaya bien. BENJAM�N: Gracias suegris. Adela entonces abraz� a su mam� y la bes�. Y le dijo "gracias Kequita" ADELA: A m� mam� le dicen Keka y Kequita. A veces le digo as�. La mam� se ausent� para ir a comprar pan. Los nuevos novios se volvieron a besar. BENJAM�N: �crees que te puedas ir a dormir a mi casa esta noche? ADELA: MMMM. Veo que ya quieres m�s acci�n conmigo. BENJAM�N: �Para qu� te lo voy a negar? Y quiero que los dos lo disfrutemos. ADELA: �Y tus padres? BENJAM�N: Est�n en la playa. Llegan ma�ana en la noche. Solo tengo que ponerme de acuerdo con mi hermano. Es bueno que sepa, para que no haya sorpresas para nadie. ADELA: S�, creo que es factible. BENJAM�N: �Y con tu mam�? �No hay problema? ADELA: No, no hay. Simplemente le dir� que me voy a ir contigo, y que no llego a dormir. En ese momento Benjam�n sali� un rato para llamar a su hermano y explicarle que iba a ir con Adela a dormir. Hicieron las coordinaciones del caso. Como a las siete, Adela puso algunas cosas en una mochila, y se fue con Benjam�n a la casa de �l ADELA: Una pregunta. Si alguno de los pitucos o pitucas te invita a su casa, �qu� har�s conmigo? BENJAM�N: pues te dir� que vayamos juntos. Si alguien me dice que no te puedo llevar, simplemente no ir�. Y ni siquiera pedir� permiso para ir contigo. ADELA: �Sabes? Me da lo mismo esa discriminaci�n, la que encuentro bastante est�pida. BENJAM�N: Me he dado cuenta, y creo que es lo mejor. ADELA: Tengo una buena familia, el tang soo do, y mi carrera que me gusta. Y adem�s ahora tengo un nuevo novio que promete. BENJAM�N: Me halagas con eso. Y pienso como t�. La repuesta de Adela fue una gran sonrisa y un beso en los labios Esa noche hicieron el amor de distintas formas y durmieron en la cama de Benjam�n la que era plaza y media La pieza ten�a ba�o propio, por lo que la pareja ten�a casi de todo. En la ma�ana como a las diez fueron a desayunar. Encontraron a Rodolfo, el hermano de Benjam�n. Se presentaron con Adela, y conversaron un rato. Almorzaron y conversaron. Adela quiso tomar el tema de la discriminaci�n que recib�a ADELA: �Por qu� crees que me discriminan algunos? Como te dec�a ayer, no me afecta, pero quisiera tratar de entenderlo. BENJAM�N: En primer lugar, no son todos, sino un grupo que tiene alguna influencia sobre unos cuantos m�s. ADELA: S�, lo s�. Pero dime cual crees que es la raz�n. BENJAM�N: Bien, te voy a decir lo que yo creo. ADELA: Eso quiero escuchar. BENJAM�N: Si fueras como una ni�a pobre disminuida, y que los necesitara, ser�a diferente. Te tendr�an compasi�n, simpat�a y te ayudar�an. Adem�s, no les preocupar�as. ADELA: Bueno, no soy as�. BENJAM�N: Claro que no. Eres aut�noma y no los necesitas. Sacas las mismas notas que ellos, y hasta mejores a veces. Por si fuera poco, eres atractiva, y m�s alta que alguna de las de ese grupo. Les cuesta aceptar que alguien que no provenga de su barrio, y que no haya estudiado en los mismos colegios, sea igual a ellos en varios sentidos. ADELA: �No ser� algo de temor? BENJAM�N: No lo hab�a pensado, pero s�. Despu�s de almuerzo, e quedaron un buen rato en la casa de �l. Salieron un rato a un parque cercano. Cuando regresaron, estuvieron practicando artes marciales en el jard�n trasero. �l le mostr� las t�cnicas de karate que conoc�a, las que no eran muy avanzadas porque hab�a llegado a cintur�n azul. Le cont� que al entrar a la universidad lo hab�a dejado. Ella le mostr� las t�cnicas de su arte marcial, el tang soo do. Le explic� algunas semejanzas y diferencias con el karate. Le cont� que uno de los grandes cultores a nivel mundial era el mism�simo Chuck Norris. BENJAM�N: �Has estudiado judo tambi�n? Te pregunto porque me dio la impresi�n que lo aplicaste con Enrique tambi�n, cuando lo botaste al suelo. Ella piensa unos instantes, para recordar el episodio. ADELA: No, fue una llave de tang soo do. En todo caso cuando se estudia mucho un arte marcial, espont�neamente se aprenden t�cnicas de otras disciplinas. BENJAM�N: O sea �te ser�a f�cil aprender karate? ADELA: Claro que me ser�a f�cil. De hecho me he dedicado a practicarlo mirando la TV y el youtube. BENJAM�N: �Mira que interesante todo lo que me cuentas! Ella sonr�e. Lo abraza y lo besa intensamente. Luego le comienza a ense�ar algunos movimientos de defensa, patadas y golpes de pu�o y codos. ADELA: Seguramente ya has escuchado que las artes marciales, son una forma de superaci�n, buscar la paz interior y la seguridad en s� mismo. Probablemente lo aprendiste en el karate cuando lo estudiabas. BENJAM�N: Por supuesto. Lo tengo muy claro. ADELA: Para m� es eso. No es la idea m�a pelear. BENJAM�N: Quiz�s Enrique no piensa lo mismo. Jajajaja ADELA: Jajajjajaja Bueno, una agarrada de culo como la que me hizo, merec�a una respuesta de inmediato. BENJAM�N: O sea me he salvado. ADELA: Jajajajaja. T� ya me has agarrado de todo. Y yo a ti. BENJAM�N: Es cierto. Ya pas� lo m�s arriesgado. Se volvieron a abrazar y besar. En el resto del d�a practicaron m�s artes marciales bajo la direcci�n de ella, pues era por lejos la m�s experta. Poco a poco tambi�n le fue mostrando su fuerza. En el mismo jard�n trasero ella comenz� a levantarlo y a caminar con �l. Primero le dijo que se abriera de pies. Ella fue por atr�s puso su cabeza entre las piernas, o levant� y camin� con �l cargado. Lo hizo con toda naturalidad y no pareci� cansarse. Tambi�n lo carg� en un hombro, y luego con el peso repartido en los dos hombros. Cuando se hizo m�s tarde �l la acompa�o al metro y se despidieron por el momento. DIA LUNES EN LA UNIVERSIDAD El romance que se estaba iniciando no era para publicarlo en alg�n fichero de la Universidad, pero era algo que ten�an que saber algunas personas. Rosemary y Ver�nica eran dos de las compa�eras que discriminaban a Adela. Ten�an alg�n grado de liderazgo, y hac�an que otros compa�eros la siguieran en la discriminaci�n. Benjam�n opt� por decirles directamente a las dos, por cuanto eran amigas de �l. Hab�an estado en las casas en cumplea�os, y hab�an estudiado juntos. Justo se encontr� con las dos esperando una clase. Benjam�n les dio la noticia. Las dos lo quedaron mirando en forma ir�nica. ROSEMARY: Bueno, t� sabr�s lo que haces. VERONICA: Somos todos adultos y conocemos las consecuencias de nuestros actos. BENJAM�N: espero que Ustedes terminen con sus prejuicios tontos. VERONICA: Todos tenemos prejuicios. La clase empez� y se desarroll� en forma normal. Despu�s Benjam�n fue a la biblioteca a retirar un libro. Se encontr� con Rosemary. Era dif�cil de no notarla, porque med�a m�s de 1,80. Era delgada, rubia no muy clara. Como era normal en ella llevaba el pelo tomado. A pesar de que llevaba ropa informal. se ver�a que toda ella era de calidad, y probablemente alguna de las prendas era comprada en el extranjero, pues viajaba bastante. La misma Rosemary le dijo que fueran a la cafeter�a a tomar un caf� y conversar. Benjam�n acept�. Ese d�a no se iba a ver con Adela, pues llevaban algunos ramos distintos y ella ten�a clases en la tarde. ROSEMARY: Bien, cu�ntame de tu romance con Adela. Benjam�n la mir� unos instantes para captar las intenciones que llevaban a Rosemary a hacer esa extra�a pregunta. Concluy� que su amiga ten�a un sincero inter�s. BENJAM�N: Todo empez� que cuando yo estaba en la cl�nica. La mam� de ella, que es auxiliar de enfermer�a, me atend�a. Eso fue una total coinicindencia. Descubrimos el nexo, y Adela me fue a ver. Estuvimos dos horas conversando. Yo le dije que quer�a salir con ella y acept�. �Te sigo contando? ROSEMARY: S�, por favor. BENJAM�N: Me fui en metro hasta una estaci�n cerca de su casa, y almorzamos juntos, en un boliche muy bueno y barato. En el mismo restaurante empez� todo. Fuimos a su casa, estuvimos con su mam� un rato. El domingo lo pasamos juntos en mi casa. Lo dem�s, son detalles que no vienen al caso, pero que te puedes imaginar. Ese �ltimo comentario hizo re� a Rosemary ROSEMARY: �D�nde vive? BENJAM�N: En Las Rejas. Su casa es bastante m�s peque�a que la m�a, y por lo tanto mucho m�s chica que la tuya. Es de construcci�n de ladrillos y bien mantenida. Es muy agradable. ROSEMARY: �Algo m�s? BENJAM�N: Que estoy muy contento de estar con ella. No la encuentro diferente en lo social. La diferencia de barrio, y de casa, me la paso por cierta parte. Y cr�eme que ella tambi�n. Ella no va a hacer nada por tratar que Ver�nica y t� la acepten, o que sean amigas. No vale la pena para ella, y le encuentro raz�n. ROSEMARY: Estoy de acuerdo con eso. BENJAM�N: Mira Rosemary. En dos semanas es tu cumplea�os. S� me invitas, hazte la idea que voy a ir con ella. Si no quieres invitarme es cosa tuya. Pero por ning�n motivo me vayas a pedir que vaya solo. ROSEMARY: �Y si lo hiciera? BENJAM�N: Me molestar�a mucho contigo. ROSEMARY: Bien, todo me queda claro. En ese momento lleg� Ver�nica a buscar a su amiga Rosemar�, pues se iban a ir juntas. Se despiden de Benjam�n. DOS SEMANAS DESPUES Un d�a jueves en la ma�ana, estaban Benjam�n con Adela en la cafeter�a, conversando distendidamente. En ese momento Rosemary se les acerca. ROSEMARY: Hola �c�mo est�n? Los dos saludan con un "hola". ROSEMARY: Benjam�n, el s�bado voy a celebrar mi cumplea�os, con un asado. Me encantar� que puedan ir t� y Adela. Los novios se miraron con una mezcla de sorpresa y alegr�a, al ver el cambio de actitud de Rosemary. Adela asinti� levemente con la cabeza, diciendo que estaba dispuesta a ir. BENJAM�N: Muy bien, gracias. Ah� estaremos. Al rato Benjam�n se encuentra con Rosemary. En ese momento no estaba con Adela. BENJAM�N: Fue una grata sorpresa que me invitaras con Adela. ROSEMARY: Para que veas que no soy tan mala. BENJAM�N: No he dicho que seas mala. Solo eres pituca y clasista. ROSEMARY: S�. Lo reconozco. BENJAM�N: jajajajajaja ROSEMARY: Todos lo somos a nuestra manera. BENJAM�N: Tienes raz�n, quiz�s los l�mites que ponemos son diferentes. ROSEMARY: No he dejado de ser clasista. Solo he aceptado a Adela, porque creo que es educada, y es tu pareja. Aunque como dices, creo que le puede importar muy poco que yo la acepte o no. BENJAM�N: Bueno, si es por educaci�n, ella dice groser�as a veces, pero no digamos que Ver�nica y t� son muy real academia cuando conversan en confianza. Me faltan dedos de las manos y de los pies para contarles los "huevona" que se dicen la una a la otra. Y para qu� sigo con otras palabras. ROSEMARY: jajajajajajaja. BENJAM�N: Yo no hablo por ella, pero creo que si la tratas bien y te interesas en ella, es muy probable que le agrade que la aceptes. Pero eso ser� por la forma en que eres con ella, no porque seas de clase alta y tu familia sea de apellidos y de dinero. ROSEMARY: En fin, eso se ver� con el tiempo ... HECHOS POSTERIORES Benjam�n y Adela fueron haciendo una buena pareja, aunque no sin algunas discusiones entre ellos. Se contaban sus ideas, problemas, en buenas y largas conversaciones. Experimentaban cosas nuevas en el sexo. Fueron juntos al cumplea�os de Rosemary, quien los recibi� muy c�lidamente. Sin embargo, hubo problemas con algunos invitados, pero eso se conoce en la PARTE 2.